Los fuertes truenos provenientes de la lluvia aparte de los sollozos de una mujer eran los únicos sonidos que se escuchaba, y al fondo los acompañaba una melodía de una canción clásica de la opera cuyo nombre era totalmente desconocido.

La mujer que se encontraba atada de manos y pies temblaba de miedo y sus ojos eran mojados por sus propias lágrimas que eran producto del miedo, su agresor al parecer jugaba con ella y para torturarla aún más le coloco un labia rojo sangre en sus labios pero otro trueno hizo que la mujer se asustara y se moviera de su lugar provocando así la ira del asesino de Londres; Jack el destripador.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Ese incidente aconteció en una noche tormentosa, esa particular media noche se llevaron todos sus sueños y esperanzas. Ambos se enfrentaron cara a cara a la muerte y vieron un cuervo negro volando sobre sus cabezas y este cuervo se detuvo con una mirada que parecía lleno de un espejismo y dijo: "La muerte no puede jamás regresar a la vida."

𝐍 𝐔 𝐍 𝐂 𝐀  𝐌 á𝐒 

Las pesadillas de ambos hermanos estaban conectadas, y no se podían detener a menos que cierto mayordomo interfiera.

———Amos, despierten, ——decía sebastian, pero ellos no respondían por lo que insistió ———¡Jóvenes amos!

En ese momento Victoria sacó su katana bajo su almohada y con ella apunto hacia el cuello del mayordomo y Ciel le apuntó con su arma al mismo mayordomo, sebastian al ver a su amo y a la joven lady quedó absolutamente impactado por sus actitudes, pero rápidamente adoptó su costumbre de siempre estar calmado y relajado, se alejó de ambos hermanos y les sirvió el desayuno.

———Veo que la joven ama otra vez volvió a escabullirse de su dormitorio y se metió de nuevo a la habitación del joven amo ——dijo con una sonrisa burlesca en su rostro.———Usted sin duda es...

———Los itinerarios ya están listo el día de hoy?———interrumpió la joven condesa antes de que sebastian siguiera hablando.

———Por su puesto.

———y volvuelve a leer las lista de los sospechosos y analizalos. ———finalizó ciel mientras se levantaba de la cama y se dirigió hacia la ventana.

(........)

8:56 de la mañana, en la mansión phantomhive los jóvenes hermanos condes se encontraban en su estudio de trabajo y en el día de hoy los acompañaba su tía, Madan Red quien jugaba con Ciel al ajedrez.

———No es momento de jugar al ajedrez.———dijo Ciel, leyendo un artículo nuevo del diario.

———No hay nada bueno si te sigues presionando de esa manera, deberían dejarle el trabajo a sebastian. ——recomendó Madame Red mirando a ambos sobrinos suyos.

———Sebastian es tan solo un peón que mi hermano maneja y que de vez en cuando suele prestarmelo——Comentó Amelia con una expresión indiferente mientras bebía un poco de su té———Él no se moverá sin una orden directa de mi hermano.

———Así es.——estuvo de acuerdo Ciel.———Pero no es una simple pieza. Es una pieza que sin duda alguna puede moverse a cualquier ángulo.—— de repente Ciel empujó una pieza de ajedrez a otra parte de la mesa.———De esta manera.

Madan Red rápidamente se soprendio ante lo ocurrido.———Ese gesto va en contra de las reglas.

———Es cierto, tía ——dijo Amelia ———Sinceramente, si fuera este juego de ajedrez internacional. Desafortunadamente en la realidad existe personas que no seguirán las reglas del juego como es debido, no se puede ganar limpiamente siguiendo las reglas. Habrá bastantes personas que rompan esas reglas. E incluso las piezas de ajedrez lo traicionarán.

———Para mantener el equilibrio en este juego debemos romper las reglas con el fin de ganar ¿no?——le siguió Ciel———Si nosotros los ingleses hubiéramos estado menos atentos habríamos sido derrotados.

Madan Red escuchaba atentamente a sus sobrinos y los veía con una expresión de profunda tristeza y sin dudarlo se levantó de la silla y se acercó a ambos jóvenes.

———Como el perro guardián y la rosa deberían tener otro estilo de vida. Mi hermana....su madre lo hubiera querido así, pero insistieron tanto en seguir en el lado oscuro de la sociedad. Acaso buscan venganza por su madre?———expresó con dolor en su voz .———Ella definitivamente no hubiese, nosotros no hubiésemos querido que fueran así.

———Al principio pensamos en la venganza ——Confesó Amelia tranquila mientras interrumpía a Madan Red.———Pero después Ciel me hizo darme cuenta que aún si tomáramos venganza ellos jamás volverían, y no ganaríamos satisfacción. Ya sea para vengar o para tomar venganza en nombre de alguien, estas no son solo buenas palabras y se limitan a una muestra de egoísmo.

———Así que eso no es cuestión de comodidad?

———No hacemos esto por el nombre de la familia phantomhive, ¡lo hacemos por nosotros!———expresó con voz segura Ciel———Quiero que aquellos que traicionaron a la familia phantomhive experimenten la misma humillación de la que Amelia y yo sufrimos.

Jaquemate.

......

Madan Red dio un largo suspiro de derrota ———Con esto ya son 46 derrotas seguidas, siempre fuiste bueno en el ajedrez por eso cada vez que juego contigo pierdo.

Ciel como respuesta solamente jugaba con una pieza de ajedrez entre sus manos con una expresión aburrida.

———Recuedo el día que nacieron ustedes dos———Miró a ambos hermanos con sus ojos nostálgicos ———Ese entonces yo tan solo era una entermera principiante y justo cuando estaba al borde del pánico en aquel momento....eran tan pequeños y lindos. Sentía que debía protegerlos. Aunque nunca tuve hijos te traté a ti a tu hermana mayor como si fueran mios———Angelina puso una mano suya en la mejilla de Amelia y su otra mano fue en la cabeza de Ciel.———Por eso quiero que ustedes dos dejen este tipo de sociedad y así.

———Estamos aquí porque es lo que elegimos y no vamos a arrepentirnos de nada.———Aseguró Amelia quitando la mano de su tía de su mejilla.

———Ni confiaremos en nadie.———Ciel se levantó de su asiento y se acercó a su tía y le brindo un tierno beso en la mejilla.———Es hora de que me retiré, pase un momento feliz jugando contigo Madan Red.

———Buenas noches, tía ———se despidió también Amelia con una sonrisa saliendo del despacho mientras era acompañada por su pequeño hermano.

Justo en ese momento aparecio Grell con el preparativo para el té pero ambos condes ya iban de salida hacia sus respectivos dormitorios. ———Ya estoy aquí para servir el té...¿huh?

———Por qué deben ser esos niños...desprender ese tipo de frialdad y dolor a tan corta edad?——-—Dijo lamentándose madan red.

———Los amos, son el tipo de persona quien trabajará incansablemente por algo una vez que lo haya decidido. Aún cuando el sendero que elijan sea largo y oscuro incluso frío y despiadado...y es por eso que yo me quedaré a su lado para servirlos.———dijo sebastian.

———Creo que aún así quisiéramos tratar de detenerlos seria inútil.———aseguró madan red———Durante el momento más doloroso en sus vidas no estuve a su lado. Sebastian, debe parecer un tanto extraño pedirte esto a un desconocido, pero por favor quédate a lado de esos niños. No permitas que pierdan su camino ni que se pierdan en sí mismos.

Sebastian con una mano en su pecho se arrodillo ante la madan y dijo———Definitivamente voy a quedarme siempre a su lado y los protegeré.

De repente la mirada de madan red cambió, sus ojos del color de la sangre perdieron su característico brillo encantador ahora era teñido por la oscuridad.

———....madan red..?———llamó su mayordomo Grell.

Hoy iba a hacer una gran tormenta esta noche, los rayos y la fuerte lluvia los dejará sin energías.

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Amelia se encontraba en la habitación de su hermano porque justamente él había solicitado su presencia ya que al parecer el mayordomo había conseguido nueva información sobre el caso de Jack el destripador, el mayordomo tocó la puerta de su amo.

———Adelante. ———dijo él y sebastian entró a la habitación del joven amo y ciel vio los documentos que el mayordomo tenia en manos ———¿Qué es eso?

———He considerado varias posibilidades, pero al parecer, pero además del vizconde, nadie más pudo haberse visto envuelto.

———Entonces cambia las condiciones de la investigación, ¿entendido? El incidente de anoche no tuvo nada que ver con el vizconde.

———Tiene razón, no hay nadie más que el vizconde que pudiera haber hecho tal cosa.

———De cualquier forma mañana...———comenzó ciel.

—— A no ser que el verdadero perpetrador tuviera un cómplice. Un ayudante. ———dijo pensativa Amelia.

De repente el joven conde miró asombrado a su hermana y miró a su mayordomo quien mostraba una sonrisa burlona y seductora.

———Sebastian...Podría ser.

———Lo he dicho muchas veces, ¿cierto? Yo no miento y además...———Dirigió sus ojos rojos oscuros hacia Amelia y Ciel———Desde ese dia yo seré su poder, sus brazos y piernas, su pieza de ajedrez. El único que decide todo eso———puso su mano enguantada en el ojo de ciel mirando la marca del contrato.———el único que elige todo es usted y por esa razón, yo seré su poder. Eso fue lo que dijo.

Amelia y Ciel miraban a Sebastian seriamente, claramente recordaban cada palabra que el más joven de los phantomhive había dicho, Amelia aún estando débil pudo oírlo claramente decir aquellas palabras y su corazón se partió en dos.

———Hasta el final día, soy solo un mayordomo, así que no voy a expresar demasiado mis opiniones. ———Sebastian se arrodillo ante ambos condes.———Yo solo seguiré fielmente las órdenes de mis amos.

———Así que esas personas que están ahí no podrían haberlo hecho?———preguntó Ciel confundido.

———Hmm...eso es correcto.———afirmó con su típica mirada seductora y misteriosa el mayordomo.

———Y aún asi tú...———Ambos hermanos ya empezaban a molestarse con el mayordomo.

De la nada, Sebastian tiro por los aires todos los documentos con una expresión burlesca———Una de sus órdenes es que yo sea una de sus piezas de ajedrez. Es el que yo sea su espada.———la expresión de ciel era seria y lentamente llevó su mano al parche de su ojo lo quito dejando a la vista la marca.———Vamos, haga su "jaque mate" my lord.

....