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IV































Sangre derramada, oscuridad, frío, soledad, odio, tristeza, todo mezclado y en todo eso resaltaba ella; tendida en el suelo. Sus ropas de un color blanco puro ahora manchado de suciedad, sangre y lágrimas, completamente desgarradas y echas trizas en el suelo. Ella lloraba sin consuelo mientras se abrazaba a sí misma en una pose de feto, sus cabellos largos de un color negro como la noche y con toques azulados se expandian en el suelo y sus labios se encontraban resecos y partidos y de estos salía gotitas de sangre y entre el medio de sus piernas salía sangre goteando.

Con voz entrecortada y llena de odio dijo.

——Juro que cuando me libere...me...me vengare de todos ustedes...———tosió sangre ———Arderán por toda la eternidad por esto.

Entre la oscura habitación se encontraba su pequeño hermano llorando mientras abrazaba sus pequeñas piernas, este intentando llamar a su hermana mayor se acercó hacia los barrotes, pero estos fueron abiertos y al instante fue separado de estos y llevado a una mesa, dónde ahí se formaría el gran sacrificio.

——No, por favor...———otra vez sus lágrimas salían ———Déjenlo...haré cualquier cosa, pero por favor...———su cuerpo temblaba de miedo y se encontraba extremadamente débil para siquiera hacer el intento de levantarse, en ese momento el frío brillo de un cuchillo brilló sobre él por la luz———¡NO!

Pero sus gritos no fueron escuchados ni sus suplicas, dios no pudo salvarlos; nadie pudo hacerlo, solo la oscuridad los acompañaba y la ira y tristeza se formó en sus corazones rotos y lastimados, desde ese día juraron jamás ser débiles.

Otro grito pero mucho más degarrador apareció en la oscuridad y Amelia rápidamente despertó de su sueño, agitada y su cuerpo temblando, lleno de sudor se sentó en la cama y se llevó una mano en la cara.

——Que patética soy ——— dijo en un susurro, su voz salía suave y fría ———odio este recuerdo.

En ese momento unos golpes de su puerta se oyeron asustandola al instante y en esta se apareció el mayordomo infernal, este traía consigo los desayunos de la joven condesa y sonriendo saludó.

——Buenos días, mi señora———saludó poniendo una mano en su pecho donde tenía su corazón y se inclinaba ante ella.———Como puede ver le he preparado un desayuno de jugo de manzana, acompañado de huevos revueltos y tostadas doradas y de postre he preparado postre tarta banoffe. ¿De cuál va a querer?

Amelia salio de la cama y se dirigió hacia su gran armario personal y sacó su gabardina con un fino vestido color azul oscuro con toques decorativos de rosas negras. Luego una botas largas y negras y una vez que tuvo todo se acercó a su cama y hubo dejado su conjunto en la cama para se giró a ver al mayordomo quien esperaba su respuesta pacientemente.

——Tarta banoffe.———respondió simple e ignorando por completo al mayordomo una vez más. ———una vez que lo sirvas puedes retirarte.

——Entiendo. Si me necesita no dude en llamarme, mi señora ———sonrió con los labios cerrados y le dedico una de sus inusuales miradas carmesí para luego retirarse, pero antes de irse se giró hacia la dama———Anoche parecía estar muy agitada por sus sueños, mi señora, si necesita ayuda con mucho gusto puedo ayudarla con su problema.

Sus palabras salían amables, pero en el fondo Amelia podía ver sus verdaderas intenciones, no se iba a dejar engañar tan fácilmente por lo que se giró hacia él y le dedico una mirada fría.

——Cuida tus palabras.———el ambiente en la habitación se puso tenso al decir aquellas palabras ———Sé perfectamente como lidiar con mis problemas por mi misma, Sebastian.

Dijo y se giró dándole la espalda al mayordomo nombrado, este a sus espaldas sonrió burlón y debajo de sus labios se deslumbró unos colmillos afilados que rápidamente desaparecieron una vez que recobró la compostura; se disculpó y luego finalmente salió de la habitación de la joven condesa.

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En el día de hoy los hermanos phantomhive habían recibido una nueva misión de la reina, debían acabar con el asesino serial que aterrorizaba Inglaterra y debían de actuar, en estos momentos dirigían hacia su mansión y en el carruaje estaba liderado por sebastian, una vez llegado a su destino los jóvenes condes bajaron del carruaje.

——¡Demonios! En londres hay demasiada gente. ———Comentó inrritado ciel.

——Tienes razón, pero es una orden directa de ella———le recordó Amelia, ciel se inrrito aún más.

——De la mansión de las afueras a la mansión de la ciudad.———siguió sebastian ——— Ya comenzó la temporada social donde la nobleza se reúne.

——Así que la temporada, eh.———la expresión de ciel era de aburrimiento mientras subía en las escaleras acompañado de su hermana y mayordomo.

———Si que les gusta perder el tiempo con esas cosas insignificantes———Comentó Amelia.

——Tal vez sea un buen cambio el alejarse de la mansión por un tiempo.———sugirió el mayordomo.———Además esos cuatro no están. ———refiriéndose a Meirin, Bard  finnian y Tanaka-San ———Podrán tener una estancia tranquila.

——Dudo mucho que eso suceda ———dijo convencido el conde.

En cuanto abrió la puerta del despacho se asomo una gran sopresa, en esta a la vista apareció Madan Red y  Lau junto a su peculiar acompañante. Madan Red al parecer buscaba la caja de té como si en ese despacho estuviera tal cosa, mientras que por el lado de Lau se encontraba inclinado y entre sus manos sostenía una garra decorativa con flores. Ciel, Amelia y sebastian observaban la escena estupefactos y sin poder creer lo que veían. Ciel enfurecido exigió saber el porqué estaban ahí.

——¡Madan Red! ¡Lau! ¿Por qué están aquí?——exigió saber Ciel.

——Para ser parte de la nobleza si que les gusta entrar a una casa sin el permiso de los verdaderos dueños. ———Comentó divertida Amelia.

Madan Red al ver la presencia de sus sobrinos rápidamente dirigió sus ojos hacia ellos. ——Ah, ya llegaron ———desde el sofá salio Grell.

——Para que los condes se hagan presentes debe ser "eso", ¿no es verdad?———dijo lau.

Luego le siguió Madan Red.——El perro guardián y la rosa ya están en movimiento.

Ciel y Amelia adoptaron una expresión fría y seria al escucharlos a ambos, tenían razón, estaban en movimiento gracias a la orden de la reina quien exigía que resolvieran este caso.

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Los condes phantomhive se encontraban probando el té acompañados de sus invitados, y en una de sus conversaciones incluían al famoso asesino de prostitutas: Jack el destripador.

——Ayer asesinaron a otra prostituta en White chapel———informó ciel.——— y no es un simple asesinato, fue macabro...no...no estaría equivocado al decir que fue más que eso.

——Todas las víctimas eran mujeres adultas de entre 20 o 30 años, unidas a una sola persona, jack el destripador. ———prosiguió Amelia.

——La víctima fue Marie Ann Nichols. Al parecer fue totalmente despedazada con un cuchillo especial y fue imposible regresarla a su forma original. ———siguió sebastian.

——Y así fue como Scotland Yard y la prensa le puso: Jack el destripador———concluyó ciel.

——Con que jack el destripador.———dijo lau.

———Amelia pensó en agilizar las investigaciones y por eso me apresuré en venir.———expresó tranquilamente ciel con los ojos cerrados.

Lau sonrió divertido ante lo dicho por el conde y dejo su tasa de té a un lado. —–¿Tendrás el valor de ver esa escena?———preguntó el de ascendencia china.

———¿Qué quieres decir?———contraataco con otra pregunta esta vez Amelia.

——Ese lugar estará cubierto por la oscuridad y la bestia que carcome a su misma clase.———expresó Lau mientras se levantaba de su asiento y se acercaba hacia ambos hermanos ———El entrar a esa atmósfera puede que te haga caer en la locura .———refiriéndose hacia ciel.———¿Tienes esa disponibilidad...conde phantomhive?

Finalizó su pregunta tomando la mejilla del joven conde.

——Yo vine a calmar su melancolía———confesó ciel refeciendose a la reina. ———Deja de preguntar estupideces.

——Una escena como esta no es nada para nosotros.———expresó Amelia con una mirada fría.———Con solo ver la sangre y un cadáver no nos volveríamos locos, eso seria inaceptable para los condes phantomhive. Además de que no importaría ya que nosotros no somos débiles de mente, como tú. ———finalizó la condesa dirigiéndole una mirada sin emoción hacia el de ascendencia china.

——Está bien, me gusta esa mirada———confesó Lau alejándose de ciel
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Ya en la escena del crimen los hermanos phantomhive se encontraba acercándose cuando de repente un oficial les impidió el paso.

——Este lugar no es apto para los niños, ni para jóvenes señoritas ———al momento de decir eso los hermanos le dieron una mirada de inrritación ———Regresen a su casa.

——¿Dónde está el cadáver de la víctima?———exigió saber el Ciel.

Al escuchar tales palabras salir de los labios de un niño el oficial se soprendio de sobre manera.

——¡¿cadáver?! ¡¿Pero qué estás diciendo?!

——¡Abberline. ¿Qué creen que vienen a hacer condes phantomhive?

De repente, el inspector Arthur Randall apareció en la escena antes de que el detective abberline comenzará un escándalo.

——¿Los conoce?———preguntó él detective.

——Vinimos a enmendar el error de los perro de caza buenos para nada.———respondió ciel mientras extendía la carta de la reina en la cara del sir.———Señor sir Arthur.

Arthur puso una mueca de odio al escuchar a ciel y aprovechando el momento, amelia arrebató de las manos del detective abberline la información obtenida que estaba escrita en un papel.

——Tal parece que no tienen buenas pistas———Comentó la condesa leyendo atentamente el papel, pero Arthur le quitó la información.

——Este incidente será resuelto por nosotros, Scotland Yard. Cualquier intromisión será inútil.———expresó Arthur seguro de sí mismo.

———No es necesario, vamonos Amelia, Sebastian ———dijo ciel.

——Si———aceptó la orden el mayordomo.

Cuando las tres personas se dirigieron hacia Madan Red y Lau estos rápidamente bombardearon de preguntas a los dos jóvenes condes.

——¿Qué van a hacer?———preguntó curiosa la mujer vestida de rojo.

——La mejor opción sería preguntarle a "él"———respondió tranquilamente ciel y Amelia lo miró con una expresión sin emociones y su seño fue ligeramente fruncido.

En ese momento con voz segura y como si en ese preciso instante supiera lo que ciel estuviera diciendo dijo Lau ——Conde, no me digas que...

——Así es.

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Al ya haber llegado a su destino, los jóvenes condes que estaban acompañados de sus compañeros notaron enseguida que el lugar era una funeraria llamada "Undertaker" y que con el que iban a hablar era el dueño de esta misma funeraria que poseía el mismo nombre.

——¿Y...dónde estamos?———preguntó Lau.

Madan red furiosa explotó contra el comerciante. ——¡Hace rato hablabas como si lo supieras!

Ignirando la posible pelea de ambos adultos sebastian comenzó a hablar.——Es una funeraria administrada por un conocido de los amos.

——¿Undertaker?———preguntó madan Red leyendo el gran cartel que estaba en la funeraria y al mismo tiempo, ellos entraban al edificio.

Una vez que entraron Ciel rápidamente llamó al dueño del lugar.——¡Undertaker! ¿estás aquí?

No hubo respuesta enseguida pero luego de unos pocos segundos se pudo oír una risa divertida que resonaba por todo el lugar y luego habló.

——Sabía que ibas a venir pronto———expresó riéndose para luego salir de uno de esos ataúdes que se encontraba esparcido en la pared.——Bienvenidos, condes. ¿Al fin te dieron ganas de entrar al ataúd especial diseñado por mi?———preguntó Undertaker dirigiéndose hacia Ciel.

——¿Cómo haría tal cosa?———expresó serio el pequeño conde.

——Solo venimos aquí...———Amelia no pudo seguir hablando porque los dedos largos de Undertaker se le impedieron seguir hablando.

——No tienes que decirlo, ya lo sé ———dijo con una gran sonrisa———Ese no fue un cliente del mundo de afuera, porque fui yo quien lo limpió.

——Eso es lo queremos escuchar ———dijo Ciel.

——Ya veo, una funeraria le llama "el mundo de afuera ", ¿cuánto nos costará esa información?———preguntó curioso lau y Undertaker al mirarlo rápidamente invadió el espacio personal del comerciante de ascendencia china.

——Yo no poseo interés alguno en el dinero de la reina———confesó con voz emocionada y rápidamente giró su cabeza hacia Amelia y ciel para luego acercarse a ellos.———¡Vamos, condes! ¡ofrezcanmen eso! ¡Denmen el humor de mejor calidad! Si lo hacen les enseñaré lo que quieran———Finalizó con una sonrisa babeando y meneandose en el aire.

——Que raro.———Comentó Madan Red.

——Yo me encargaré ———ofreció Lau———En año nuevo en Shangai me llamaron el tigre durmiente, así que déjame mostrarte mi verdadera esencia———Comentó con una expresión de seguridad en sí mismo ———"Futon ga, futton da"———juego de palabras, el futón salió volando.

Pero al decir aquel "chiste" no logro hacer reír al dueño de la funeraria, luego siguió el turno de Madan Red.

——No que da otra opción ———Comentó acercándose———La flor de la aristocracia, Madan Red, te dejará oír sus fabulosas historias———dijo la mujer refinada con  una pose de diva. ——— "Y sabes, el **** y pesar de que *** muy flacido el ******* la punta  del ****"———tampoco pudo hacerlo reír.

——Y ahora solo queda los condes, la vez anterior les di un extra, pero esta vez no lo haré. ———Comentó mirando a ambos hermanos con esa sonrisa tan característica de él

——Mierda. ——dijo ciel.

——Si que eres codicioso. ———expresó Amelia con irritación, el peli blanco solamente le dedicaba una gran sonrisa mientras se acercaba hacia ella.

——Pensándolo bien...———antes de que siquiera pudiera decir algo sebastian lo apartó lejos de la joven condesa.

En ese momento Sebastian se puso entre el medio de Undertaker y sus amos.——Entonces no tenemos otra opción, por favor, salgan a fuera. No espíen por ningún motivo———finalizó con una expresión macabra y todos los presentes salieron a fuera de la funeraria. Esperando a que el mayordomo saliera de ahí cuanto antes.

De repente una fuerte risa resonó por todo el lugar que hasta incluso se podía oír a fuera, luego la puerta fue abierta por el mayordomo. ——Pasen, por favor, al parecerá cooperará con nosotros.

Adentro se podía ver a Undertaker derribado sobre una mesa grande, babeando mientras en su rostro tenia una gran sonrisa.

Cuando Undertaker se recupero de la  fuerte risa que obtuvo comenzó a relatar toda la información que poseía, dando a entender que habían clientes a los que les faltaba algo, y ese algo era el útero que fue extraído de sus cuerpos desgarrados; los presentes al escucharlo decir aquello se sorprendieron y su curiosidad por resolver este crimen se hizo mayor, apesar de que los cuerpos de las víctimas fueron totalmente despedazadas, solamente el útero fue extraído de ahí

(.....)

Ya en el carruaje dirigido por grell se encontraban los condes y sus acompañantes.

——Podemos sacar algunas conclusiones de la conversación de hace un rato.——Comentó ciel.

——Y mediante a eso sacar una conclusión hipotética sobre la situación. ———le siguió Amelia.

——primero tenemos que buscar entre los relacionados con la medicina y anatomía ———sugirió sebastian. ———Y entre ellos a los que no tengan excusa de lo que estaban haciendo la noche anterior al incidente, también a las sectas y grupos de magia negra acusados de extracción de órganos.

——¿Pero de dónde sacas esas conclusiones?———preguntó soprendida madan red———se se trata de anatomía, cualquier médico como yo podría hacerlo.———con cada palabra que salía de sus labios Victoria veía a Madan Red fijamente, y escuchándola atentamente y ciel al ver lo que su hermana hacía también hizo lo mismo.———Además, el verano acabará pronto y la temporada social termina en una semana, los médicos que la realeza trajeron desde las afueras regresarán a su...———pero sebastian rápidamente interrumpió abruptamente a la médico.

——Entonces la mejor opción es averiguar hasta que eso pase.———expresó con una sonrisa a labios cerrados.

——¿Cómo dices?———preguntó Lau.

——Un mayordomo al servicio de la casa phantomhive. ¿Cómo no podría hacer algo tan simple?———expresó con su habitual sonrisa perversa, luego se dirigió a ambos hermanos condes———prepararé la lista de sospechosos e iré a interrogarlos.

Una vez que dijo eso abrió la puerta del carruaje en movimiento y por esta se despidió para luego saltar del carruaje. Desapareciendo rápidamente.

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Al cabo de una hora, ya habían llegado a la mansión phantomhive y por la puerta de entrada fueron recibidos por el mayordomo sebastian Michaelis. Quien los recibió con la lista de todos los nombres de los "posibles" sospechosos, Madan red, estaba tan impactada que su rostro lo reflejaba y por poco se le cae el sombrero rojo que traía puesto, Grell sonrojado admiraba en silencio a sebastian,  Lau sonreía complacido ante lo servicial que era el mayordomo, Ciel miraba a sebastian con una expresión de orgullo y Amelia lo mismo solo que no miraba directamente hacia el mayordomo, uno como sebastian no existían en este mundo. Era único en su clase.

——De acuerdo con las investigaciones, en la lista solo se tiene a un solo sospechoso.———confesó sebastian una vez que terminó de leer el informe.

——¿En verdad solo eres un mayordomo? ¿Acaso no eres del servicio secreto de la reina?———Madan Red estaba realmente impresionada ante la excelencia del mayordomo y tenía curiosidad por saber cómo lo hizo?

——No, yo solo soy un simple mayordomo.

(...)

La noche había llegado en la ciudad de Londres, el carruaje era dirigido nuevamente por grell y en estos estaban, los jóvenes condes phantomhive, Sebastian, Madan Red y el comerciante Lau acompañadolos en esta noche, en la mansión del vizconde Aleister Chambers Druitt, este mismo hoy  había enviado muchas invitaciones a los de la realeza ya que hoy daría una gran fiesta en su mansión.

——Aleister Chambers, el vizconde druitt.———Comentó Sebastian ———Sé graduó de la escuela de medicina, pero no ha ejercido. Hoy tiene una fiesta en su mansión, pero al parecer lleva a cabo otra fiesta secreta donde solo pueden acudir las personas cercanas a él.

——Los rumores decían que se estaba iniciando en la magia negra. ———Comentó Madan Red con una expresión fría.

——¿Quieres decir que en la fiesta secreta hacen rituales donde las prostitutas son ofrendas?———Al decir la palabra "ofrendas" Amelia tuvo un vago deja vú, si bien el momento es ahora diferente, los recuerdos del pasado aún siguen persiguiendola y haciéndole estremecer.

De repente sus pensamientos fueron interrumpidos al escuchar la voz de su hermano menor.

——Está es la última fiesta de la temporada social———el carruaje se detuvo y de esta Ciel bajó primero.———Solo tenemos una oportunidad.

Ciel llevaba puesto un vestido color rosa palido, con toque color negro y un sombrero adornado con una guirnalda de rosas que simulaba una corona que tapaba su ojo izquierdo y una peluca de su mismo color de cabello original.

Amelia por otro lado llevaba puesto un vestido color vino con ligeros toque color negro algunos pequeños diamantes que simulaba el cielo estrellado de la noche, su vestido. Además poseía un velo transparente color negro que casi cubría su rostro y como último accesorio una gargantilla.

En ese momento Madan Red comenzó a relatar el plan de esta noche. ——Ciel y Amelia adoptaran el papel de mis sobrinas que vivían en las afueras———dijo refeciendose a ambos hermanos luego pasó el turno de sebastian. ———Sebastian hará el papel del profesor particular de Ciel.

De repente ciel habló con un tono molesto. ——¡¿Por qué debo hacer de tu "sobrina"?!———exigió saber ya que era el único chico vestido de una joven dama.

——¡Yo siempre he querido tener dos niñas!———confesó sonriendo mientras tomaba de la mano a Amelia.

——¡¿Solo por esa razón?!———Ciel no lo podía creer.

——Yo creo que te ves linda, Ciela———confesó sincera la hermana mayor ———Siempre quise una pequeña hermana.

——Además, sería un gran problema si descubren que son phantomhive. ¿Verdad? Y claro, al vizconde le gustan demasiado las mujeres y es débil ante ellas. Eso nos dará ventaja.

Con cada palabra que Madan Red decía el rostro de Ciel se fue poco a poco desfigurando por la repulsiva idea de que posiblemente tenga que seducir al vizconde.

——Creo recordar perfectamente que usted dijo que haría cualquier cosa, "a cualquier precio".———expresó Sebastian mirando a Ciel con burla y este mismo le dedico una mirada de odio al mayordomo. ———primero debemos encontrar al vizconde.

——No me gustaría que Elizabeth me viera de esta forma———su voz salía apenas un susurro.

Y como si hubiera invocado al diablo la voz de la prometida de Ciel se oyó por todo el lugar y ciel palideció de terror.

——¡Que lindo vestido!———expresó alegre y con voz infantil. ———Hoy hay muchas personas con vestidos realmente maravillosos. ¡Que lindo!

Ciel apenas podía formular palabra alguna por los nervios que estaba surgiendo en su cuerpo. ——S-sebas...

——Amo-digo, señorita, tranquilicese, por favo.

——Será mejor que nos vayamos ———dijo Amelia agarrando del brazo a su hermano y arrastrándolo a otra parte pero la voz de Elizabeth otra vez los paralizó.

——¡¡Esas dos chicas tienen un vestido muy lindo!!———Sebastian tomó por el otro brazo a ciel y guió a ambos hermanos lejos de la vista de Elizabeth.

——Vamos por allá ———una vez que dijo eso sebastian llevo a ambos hermanos hacia un gran pastel que se encontraba por ahí cerca y los escondió allí, pronto fueron perdiendo de vista a la prometida de Ciel. ———No está nada bien. Nunca pensé que la señorita Elizabeth estuviera aquí.

——Si se llega a enterar de que llevo este disfraz...———ciel se puso aún más nervioso.

——Sería la vergüenza de la casa phantomhive hasta la última generación. ———aseguró sebastian y ciel palideció con un notorio sonrojo de vergüenza en sus mejillas.

——No ayudas, Sebastian ———dijo algo enojada Amelia mirando a sebastian. ——–No hay que perder la vista del objetivo de esta noche.

——De todas formas, avisemosle a Madan Red y a Lau———y justo cuando iban a buscar a la refinada mujer vestida de rojo la vieron riendo y disfrutando de toda la atención que esta estaba recibiendo.

——Al parecer disfruta de la fiesta al máximo. ———Comentó divertida Amelia mirando a su tía.

Otra vez la voz de Elizabeth los perseguía y la joven condesa tuvo una idea.

——Llévate a ciel a la pista del baile, yo me encargaré de Elizabeth ———ordeno Amelia mirando a sebastian quien enseguida asintió ante la orden.

——Yes, my lady ———sebastian se acomodó los anteojos que traía puesto y tomó del brazo a ciel y lo llevó a la pista del baile.

——¡Espera, ¿qué? No, no y no, no voy a bailar!———Ciel iba a negarse pero sebastian no se lo permitió.

Amelia vio como ambos chicos se dirigían hacia la pista del baile y justo cuando la joven condesa iba a distraer a Elizabeth, una mano enguantada se poso sobre su hombro, Amelia se dirigió hacia quién sea que la estuviera tocando, generalmente se mantenía lejos del contacto físico de las personas, pero esta vez debía mantener su perfiles bajo, sus ojos azules se encontraron con los ojos de un imponentes e intimidantes color avellanas, su cabello del color de la noche brillaba sobre las luces de los candelabros de la mansión del vizconde, su nombre era Williams Thomas Di Raizel, más conocido como Rai, era un duque de la realeza británica.

——Buenas noches, mi joven señorita ———saludó al ver que la condesa se giraba hacia él ———No he podido evitar quedar cautivado por su belleza enigmática y quisiera pedirle si me considera esta pieza.

Amelia iba a negarse, pero al ver que la prometida de Elizabeth aún estaba cerca y que ahora a plena vista se podía ver al vizconde no tuvo más remedio que acercarse al duque Williams Thomas y comenzó a bailar con él al ritmo de la música; a medida que iba a bailando, el duque no paraba de mirar a Amelia lo cuál no pasó desapercibido para la condesa por lo que confrentandolo preguntó:

——¿Puedo saber por qué me ve tanto?

Antes de responder el vizconde druitt se había interponido entre ambos.——Si me permite, quisiera bailar con la bella dama de aquí.

Rai y Amelia se quedaron mirando al vizconde por un corto periodo de tiempo, Rai enseguida la solto e inclinándose un poco dijo.

——Gracias por bailar conmigo, mi joven señorita, esperaré poder encontrarla otra vez en otro momento. ———dicho aquello se alejó y dejo a Amelia confundida por su actitud, él le hablaba como si la conociera de toda una vida y lo más extraño es que ella se sentía segura con él.

——Estás disfrutando del baile? Mi bella afrodita de rojo?———preguntó Druitt mientras tomaba de la mano a Amelia y depositaba en él un beso, ella se sintió incómoda ante el gesto.

——Para serle sincera, joven vizconde———Aún con su velo cubriendo su rostro se acercó un poco más hacia Druitt, se llevó la mando donde él había besado para luego disimuladamente limpiarse y luego susurró.———Disfrutaría aún más si pudiera pasar un tiempo con usted, claro si le parece conveniente.———su voz salía suave y armoniosa.

El vizconde la miraba atentamente y con fascinación, Amelia continuó hablando.——Estoy cansada del baile y la comida.

Druitt sonrió burlonamente ante lo dicho por ella para dar paso a poner un brazo alrededor de la cintura de la condesa.

——Pero qué atrevida princesa, mi afrodita de rojo———su mano la acercó más hacia él y Amelia por dentro deseaba haber traído su katana para decapitar al vizconde. ———¿Estás deseando algo más divertido?

A lo lejos se podía ver a ciel, apretando los puños con una expresión de enojo disimulado por una sonrisa torcida, en su mente pensó "¡Aguanta! ¡Tengo que aguantar! Solo por esto yo..."

Y así sucesivamente como por arte de magia algo había invocado los recuerdos de su tía vestiendolo de una joven dama y dándole lecciones de etiqueta de una dama, pero el ver como aquel descarado vizconde prácticamente acosaba a su hermana mayor le provocaba una furia inexplicable, casi se le pasó por la mente el de decirle a sebastian de que separará a su hermana de aquel cerdo, pero se contuvo, debía dar con el culpable de los asesinos.

Sonriendo incomoda, quitó la mano del vizconde y luego pregunto:

——¿Y el vizconde está enterado de algo más divertido?

Druitt se inclinó a la altura de la joven condesa y colocó una mano en el mentón de esta. ——Por supuesto. A ti podría enseñarte, mi hermosa Afrodita de rojo.

Amelia por dentro sentía unas inmensas ganas de matarlo aquí y ahora, casi estaba tentada de sacar su pequeño daga y clavarsela en la cabeza a este tipo, pero se contuvo. "Cuando esto termine, acabaré con esta escoria "; pensó para sus adentros.

——Solo por curiosidad, ¿qué tipo de diversión?———su voz salía nerviosa, pero hacia gran esfuerzo por controlarse.

Debía quitarle información valiosa lo antes posible antes de que el baile terminará, a lo lejos vio como los nervios poco a poco iban atrapando a su hermano menor, por lo que con la mirada le dio la orden a Sebastian de que lo mantuviera lejos de aquí.

——¿Quieres saberlo?———preguntó él vizconde, Amelia asintió distraídamente.

——Tengo curiosidad. ———respondió ella.

——Tal vez sea algo rápido para ti———dijo seguro Druitt.

——Ya soy toda una dama ———confesó ella tranquila y lo miro con ojos "suplicantes" esperando que él se lo creyera y por fin aceptará.

Pero el baile ya había terminado y a la vista otra vez se podía ver a Elizabeth quien al ver a Amelia rápidamente se acercó, el vizconde al ver lo distraída que estaba Amelia la tomó otra vez del mentón.

——Estás distraída desde hace un rato.———dijo cerca de ella.

——No es nada...———Elizabeth cada vez más se acercaba y la joven condesa ya empezaba a entrar en pánico, pero afortunadamente Sebastian apareció disfrazado con un anti faz y puso un gran armario en el medio del camino antes de que Elizabeth pudiera siquiera acercarse.

Con una inclinación dijo lo siguiente.

——Denjenme entretener a todos los presentes de esta velada, con magia. ———cuando dijo eso todos los presentes, incluido Elizabeth se encontraban asombrados por él, Sebastian luego se dirigió hacia Lau———Tú, ¿podría ayudarme?

Lau con gusto aceptó.——¿yo? Por supuesto. ———dicho aquello se acercó hacia el "mago" enmascarado.

——No recuerdo haber contratado a un mago...

Era ahora o nunca por lo que Amelia se giró hacia Druitt. Tomándole del brazo llamó su atención. ——Vizconde, la magia a mi me aburre. Así que ¿por favor?

——"¿por favor " qué? Está bien, mi afrodita de rojo———el vizconde tomó de la mano de Amelia y la dirigió hacia otra habitación.

esta a diferencia de la otra era oscura y estaba alejada de las demás personas, la pelinegra se puso en alerta ante cualquier movimiento extraño que él pudiera hacer.

——Pasa al fondo.———ofreció él y Amelia sin tener otra opción siguió la orden del vizconde, el rubio la siguió detrás con una sonrisa perversa.

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En otra habitación se encontraban ahora y Amelia pudo sentir un extraño aroma dulce que luego fue poco a poco inrritandole la nariz y sus párpados se sentían débiles.

——Al lugar al que nos dirigimos es muy divertido ———Comentó Druitt después de abrir una puerta y la joven condesa  fue perdiendo fuerzas en la piernas lo que ocasionara que cayera al suelo.

——Mierda...———"No debí haber bajado la guardia " pensó antes de caer desmayada.

A lo lejos se podia escuchar la voz del vizconde ——Mi afrodita.
























(.....)

En el medio de la oscuridad, la fría celda otra vez la tenía retenida contra su voluntad, los ojos de ella poco a poco fueron abriéndose y al darse cuenta en dónde estaba su respiración se aceleró, aquella situación le recordaba aquella noche donde había vivido el infierno.

——Igual que aquel día...———se dijo a sí misma mientras se calmaba y buscaba bajo su vestido su pequeña daga.

De repente una voz familiar se oyó en el medio de la oscuridad.——El siguente es el mejor producto de esta noche———de repente, las cortinas que cubrían su pequeña celda fueron descubiertas y dando lugar a la luz, y esta misma luz brillaba sobre Amelia. La voz familiar volvió a escucharse.

——Pueden deleitarse con ella o tenerla como mascota. ———no había duda, aquella voz era la del vizconde Druitt. ———Tampoco se vería en un ritual. Depende del cliente su venta en partes. Sus ojos son un contraste del cielo reflejado en el mar y un profundo bosque.

Aquello no era una fiesta cualquiera, era una subasta clandestina, la pelinegra pudo deducirlo al oirlo hablar de aquella manera, eso solo le provocaba más nauseas y un profundo odio.

——Déjenme mostrasles ———Dijo Druitt y de repente la venda que cubría sus ojos fue quitada, junto a su velo que mantenía su identidad oculta. Afortunadamente tenía una peluca de diferente color de cabello y un maquillaje algo pesado que podría acaparar su verdadero rostro.———Empecemos por 1000.

——¡2000!———dijo otro hombre.

——¡3000!———dijo otro hombre diferente.

——¡3500!———ofreció una mujer robusta.

Amelia abrió sus ojos y miró aquel público con una mirada fría, terminó de sacar su daga escondida y empezó a cortar la soga que la tenía amarrada para luego quitarse las ataduras y una vez logrado el objetivo agarró del brazo de una mujer que estaba a su lado y le hizo un corte, esta al sentir el afilado cuchillo chilló de dolor para luego a continuación salir corriendo, en ese momento Amelia también pudo darse cuenta que su hermano se encontraba allí también y desmayado, la joven condesa rápidamente comenzó a forzar la cerradura de la celda.

Druitt al ver las intenciones de la pelinegra rápidamente sacó una pistola y apuntó hacia ella, pero de repente las luces fueron apagadas y todos los presentes comenzaron a gritar de dolor incluso el vizconde que se encontraba a lado suyo cayó al suelo derribado completamente, las luces otra vez se encendieron y justo de frente de la celda de Amelia se encontraba un joven hombre, alto y con cabellera oscura, y sus ojos eran iluminados por el rojo carmesí, su mirada era fría y calculadora, y su aura no era humana, él no era humano.

El ser misterioso poco a poco fue acercándome hacia la celda de Amelia y está enseguida lo amenazó con su daga.

——No te atrevas a acercarte ———su voz carecía de miedo alguno y eso asombro al ser que tenía delante.

——No he venido a hacerte daño, solo he venido a salvarte, ama ———la voz de aquel ser salio ronca pero extrañamente para ella se le hizo familiar.

Ser misterioso dobló los barrotes y por estos los separó para que así Amelia pudiera salir de allí lo antes posible, la joven condesa rápidamente salió de esa celda y se acomodó mejor la ropa, en ese momento sintió como unos brazos la sujetaban fuertemente de la cintura para luego levantarla del suelo y llevarla hacia la ventana.

Amelia sacó su daga y la apunto al cuello de aquel ser.

——¿Qué planeas hacer?———preguntó desconfiada.

La voz de aquel ser resonó por todo el lugar.——Te llevaré a fuera.

——No pienso ir a ningún lado contigo, bajame.

El ser misterioso la ignoró y se la llevó hacia la ventana para luego saltar hacia ella en el medio de la oscuridad, justo en escena momento Ciel había despertado, se quitó su venda de los ojos, su ojo izquierdo comenzo a brillar intensamente y con su voz autoritaria llamó a su demonio mayordomo.

Pero ya era demasiado tarde, aquel ser se había llevado lejos a Amelia a un lugar totalmente desconocido para ella.

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Ya ubicado en el suelo, aquel ser bajo a Amelia al suelo lentamente, está enseguida se alejó de él, ya en la luz de la luna iluminandolo pudo reconocerlo.

——¿Tú?———ella lo apuntó con su daga———¿Qué eres? ¿Un demonio?

——Soy mucho más que esa aberrante cosa que tu hermano tiene de mascota. ———su voz ya no sonaba ronca. ———Te ofrezco un trato, yo te protegeré a cambió tú te mantendrás alejada de la oscuridad.

Amelia se le quedó mirando atentamente, no confiaba para nada en él ni mucho menos en las palabras que salían de su boca.——Y me imagino que quieres mi alma.———dedujo ella. Él negó ante lo dicho.

——No necesito tu alma.———sus ojos volvieron a brillar en rojo puro y un aura oscura lo rodeaba .———Pronto te haré saber lo que quiero, pero Hasta ahora, no debes dudar en que siempre te protegeré, mi ama.

Eso último dicho su voz salió distorsionada para luego desaparecer entre la oscuridad, y en ese momento apareció su hermano y el mayordomo. Ciel rápidamente corrió hasta su hermana.

——¿Estás bien? ¿No te hizo nada?

Amelia le tranquilizo con una pequeña sonrisa para luego asentir.——Estoy bien, hermano, no te preocupes, será mejor que volvamos a nuestra mansión.

A la mañana siguiente otro artículo sobre jack el destripador había llegado lo que significaba que el verdadero asesino aún se encontraba allá afuera, Ciel se sentía frustrado y Amelia furiosa por no haber atrapado al verdadero culpable.

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