Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo V

Al llegar a la escuela Izumi se apresuró a ir al aula, la primera clase la tenía libre, razón por la cual, podría repasar antes de su examen de quimica. Pensaba que de esa manera estaría más segura de lo haría.

Saludó brevemente a sus compañeros, se sentó e hizo su mejor esfuerzo.

Debía hacerlo siempre para poder llenar las expectativas sobre ella al ser la hija del héroe número uno y símbolo de la paz.

Izumi se sumergió tanto en mis estudios que no se percató del pasar de las horas. Cuando se dio cuenta, ya era hora del cambio de salón y ella debía ir al laboratorio de quimica para presentar su examen.

En aquel momento Izumi sintió su corazón latir en mi garganta.

Mientras caminaba de a poco al laboratorio, se cruzó con Nobu Monoma, él la miró e hizo una mueca graciosa al verla. Nobu se acercó a Izumi y la miró de arriba a abajo.

El corazón de ella latió rápidamente.

—Parece que vas a orinarte encima en cualquier momento —se burló—. Oye, ¿no se supone que ahora su clase hora libre? ¿Por qué madrugaste tanto? Solo los tontos vienen a la escuela tan temprano teniendo la primera hora libre.

Izumi gruñó, frunciendo el ceño.

—Callate. —Estar nerviosa la ponía irritable.

—Callame —respondió Nobu, con una sonrisa.

Izumi no tardó en darle una bofetada.

—La próxima vez te parto la nariz —dijo, furica—. A ver si de esa manera aprendes cuando debes o no molestar a alguien.

Rápidamente caminó hacia el laboratorio sin escuchar antes una respuesta, no la necesitaba.

Aunque golpear a Monoma disipó su fastidio, sus nervios seguían presentes e Izumi sentía que la carcomían por dentro. Cuando llegó al laboratorio, allí se encontraban el resto de personas que no habían llegado temprano en la mañana.

—Bu... —Izumi se sobresaltó al ver a Ryu frente a ella.

Su expresión de serenidas cambió un radicalmente cuando frunció el ceño. Ryu le hablaba a Izumi  sin embargo, ella solo escuchaba un zumbido constante.

Sentía como se ahogaba, le faltaba la respiración, intentó alejarse un poco pero no llegó muy lejos. Él la siguió, pero a ella no le importó.

Sentía como si estuviera a punto de morir.

Izumi se dejó caer contra una pared mientras jadeaba desesperadamente en busca de oxígeno. Recuperó la audición por un breve instante, mientras Ryu la sostenía en sus brazos, intentando pedir ayuda, pero el pasillo estaba casi vacío.

—Tranquila, estás teniendo un ataque de pánico. Te tengo. —Logró escuchar Izumi antes de que el pitido regresara.

Tenia mucho miedo, era incontrolable, ella se ahogaba en ese miedo. Su corazón latía tan rápido que creía que estaba al punto de un ataque cardíaco.

Por más que las palabras de Ryu estaban destinadas a tranquilizarla, su situación empeoró. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras seguía jadeando en busca de más aire, se ahogaba, se sentía miserable. Sentía que solo era una niña asustada en aquel momento.

Ese sentimiento de temor fue desapareciendo de a poco, Izumi no supo el por qué hasta que se percató que tenía los labios de Ryu obre los suyos.

Izumi abrió los ojos de par en par, no podía creer lo que estaba pasando. Ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar antes de que él se separara de ella y buscara señales que le indicaran que ella estaba bien.

—Lo siento, yo..., leí que durante un ataque de pánico un beso podría ayudar —susurró, parecía realmente preocupado por ella.

Ryu la abrazó. Fue en ese momento en el que Izumi notó que él realmente se preocupaba por ella y lo agradecía.

—Gracias —susurró, Ryu la seguía abrazando.

Izumi escondió su rostro en el cuello de Ryu y lloró. Aquella sensación de perder el control sobre sus emociones, de sentirse incontrolablemente asustada, de sentir que estaba a punto de tener un paro cardíaco, hacia que su cuerpo siguiera temblando.

Ryu la consoló.

—No te preocupes, te tengo.

Ella se aferró a él, aquello hizo que el miedo en Izumi disminuyera, sintió el oxígeno circular por sus pulmones.

La peliverde no supo en que momento se habían levantado y habían entrado al aula. Él se había sentado a su lado, era la primera vez que lo hacía, nunca había sido compañera de laboratorio de Ryu, hasta ahora.

La pecosa se mareó al ver la pizarra, luego al ver el reloj, no podía entender las palabras, por más que leyera y se esforzara, las letras se encontraban desordenadas. Le dolió la cabeza y sintió ganas de vomitar.

Lentamente bajó la cabeza, haciendo ejercicios de respiración mientras movia mi pierna derecha rápidamente, intentando calmarse.

Queria vomitar, pero no quería mostarse débil, no de nuevo.

Izumi entreabrió los labios mientras veía a Ryu, el había puesto su mano sobre la rodilla de Izumi, por debajo de la mesa, acariciandola con su pulgar para calmarla.

Aquello funcionó, cosa que confundió un poco a Izumi, después de todo, Ryu tenía un extraño efecto en ella que no podía explicar.

Ella se recostó sobre la mesa del laboratorio y suspiró, sintiéndose más aliviada.

—Quienes deban hacer el examen levanten su mano, por favor —dijo el maestro, Izumi levantó su mano junto a algunos otros compañeros—. Pasaré por sus puestos y les entregaré el examen, los demás, salgan.

Ryu, quien había sido exonerado de aquel examen, se acercó a ella, haciendo que Izumi sintiera su respiración contra su oído:—Sé que lo harás bien, estoy orgulloso de ti por todo el esfuerzo que has hecho, te he visto estudiar en la sala común. Lo harás bien —dijo, el rostro de Izumi no tardó en sonrojarse al recordar los labios de Ryu sobre los suyos.

Sus palabras, su abrazo, su beso. Todo Ryu había sido un calmante para ella.

Un calmante que, al ser probado, sería difícil de dejar.

Era como si aquel chico fuera una clase de lugar seguro en el que Izumi podía refugiarse y recargar energías, y aquello le resultaba completamente extraño, era como si una fuerza extraña de la naturaleza la atrajera a Ryu.

Mientras miraba a Ryu salir del laboratorio un sentimiento extraño golpeó el pecho de Izumi.

¿Alguna vez te han hecho una adivinanza?, ¿has recibido una recompensa por ello?

Los amigos de Ryu amaban la hora del almuerzo, después de todo, en aquel momento su amigo solía convidarles de su propia comida. Ellos no sólo amaban aquella hora porque Ryu cocinaba delicioso y solía preparar sus propios almuerzos antes de la escuela sino que también tenían la oportunidad de responder a las adivinanzas que él les hacía.

Ryu le vendaba los ojos a uno de ellos y si adivinaba que había cocinado este le preparaba un pastel al ganador como postre al llegar a la residencia.

Aquel día fue el turno de Izumi.

Izumi se colocó la venda mientras sonreía, emocionada, aquella era la primera vez que probaría las delicias que preparaba aquel precioso chico albino que la había besado horas atrás.

—¿Estás lista, pecas?

La voz de Ryu hizo que el corazón de Izumi se acelerará, sobre todo luego de escuchar aquel apodo que el chico usaba solo para ella.

Izumi asintió, por lo cual, Ryu metió algo a su boca.

La carne estaba jugosa, exquisita, pero no le parecía conocida. Estaba entre carne de res o de cerdo. Era un sabor algo extraño, pero sin duda, uno que querría volver a probar.

—¿Cerdo?

Ryu soltó una risita al mismo tiempo que Natsume.

Izumi se quitó la venda y miró el plato de comida frente a ella. Parecía carne de res, pero, ¿por qué no sabía cómo tal?

—Vaya, realmente no sabía que decir, estaba deliciosa pero no pude reconocer el sabor.

Ryu sonrió dulcemente.

—Gracias por el halago —susurró—. Suelo usar varios ingredientes para condimentar la carne, debe ser por eso que el sabor te resulta extraño.

—Por eso nunca gano —murmuró Natsume entre dientes.

—El truco está en que Ryu nunca trae carnes blancas, como pollo —dijo Azula, robando un trozo de carne del portacomidas de Ryu.

—Es que no me gustan —murmuró el albino, haciendo un puchero.

Todos soltaron una risa ante el tierno gesto infantil del albino, cambiando luego el tema de conversación, Ryu no tardó mucho en comenzar a comer plácidamente de lo que había preparado con los suministros que le habían sido enviados el lunes.

Sonrió mientras masticaba y escuchaba a todos hablar, ofreciéndoles ocasionalmente un poco de su comida.

Akane Naomasa, novia de Azula, revolvió el cabello de Ryu cuando este le dio una probada de su comida. Aquel gestó sorprendió a Amaya Iida, quien los miraba desde lejos, ¿como era posible que la hija del detective Naomasa aceptara a Ryu tan fácilmente?

Había algo encantador en él que hacía que todos lo amaran, sin embargo, ella aún sospechaba que había algo malo en él.

Era el hijo de Kotaro Honma, después de todo.

Hello hello.

Espero hayan disfrutado el capítulo de hoy, no olviden votar y comentar.

Gracias por leer ♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro