PERFECT CHANGE — Jaden Walton.

018; ¡REEMPLAZO!

NO HABÍA DORMIDO en toda la noche después de que Jaden me traicionase de esa forma. Jamás hubiera llegado a pensar que él sería capaz de hacerme algo así, después de haber presenciado cómo estaba tratando de cambiar su forma de ser. Era como la frase esa que dice "dio un paso hacia delante, pero luego dio tres hacia atrás".

Los ojos me ardían de haber llorado casi cuatro horas seguidas, sin ser exagerada desgraciadamente. El molesto sonido de la alarma no ayudó en nada, haciéndome replantearme por completo toda mi existencia en este mundo.

Acabé levantándome sin ninguna otra opción y me dirigí al baño. Al verme al espejo no pude evitar asustarme al verme reflejada en el espejo, me veía realmente mal.

Pase varios segundos mirándome fijamente, cualquiera que entrase por la puerta iba a pensar que estaba loca. Al verme mis ojos hinchados y rojos sentí compasión de mí misma. No lo merecía, es verdad, pero no por eso iba a dejar que mi vida se fuese al traste, y menos por un hombre.

Agarre mi bolsa de maquillaje que días atrás había dejado de usar, y comencé a arreglarme. Primero, me tapé las horribles ojeras, eso después de convencerme de no llorar más por Jaden, por ese día ya estaba bien; y luego ya pues lo típico, rímel. Realmente pensé que me iba a quedar un tremendo maquillaje, cuando lo único que hice fue estirarme y pintarme las pestañas, literalmente.

Fui a mi armario y me puse un top bastante bonito, era negro y de tirantes; para luego ponerme encima de él un jersey de lana blanco. Me puse unos pantalones vaqueros normales, y unas botas del mismo color que el jersey. Estos días ya eran de frío, era principio de diciembre.

—Mads, cariño, ve despertándote.— susurró Lily llamando a mi puerta, era realmente agradable como la rubia me despertaba, sin gritos ni nada.

—Sí, ya estoy preparada.— respondí agarrando mi maleta y mi móvil para salir de la habitación.

La adulta se sorprendió al verme. —Vaya, eso es genial, entonces.

—Te ayudaré con el desayuno, nunca suelo hacerlo.— comenté con una sonrisa mientras ambas bajábamos las escaleras en dirección a la cocina.

—Oh, está bien. Muchas gracias.

Las dos quisimos darle una sorpresa a Max haciéndole su desayuno favorito, ya que teníamos bastante tiempo de sobra. Le hicimos unos pancakes con sirope de chocolate y unos trocitos de fresa.

La cara de la pequeña al verlo fue algo que jamas olvidare, estoy segura de que sus pupilas se llegaron a dilatar de la emoción.

—Estaba riquísimo.— dijo la morena con una sonrisa mientras se limpiaba su boca con una servilleta.

—¿Quieres más? Han sobrado varias.— preguntó su madre.

Esta negó enseguida. —No, Dios, estoy llenísima. He comido como... 5.

Las tres reímos ante el comentario de Max. Al terminar, la pequeña se fue a su habitación a por su maleta, y Lily aprovechó para preguntarme.

—¿Cómo estás?

—Bien, ¿por qué?— respondí algo confusa.

—Me refiero a lo de Jaden que ocurrió ayer.— se explicó mejor. —¿Cómo lo estás llevando?

Respiré unos segundos al recordar de nuevo el tema. —Bueno... no voy a decir que estoy bien, pero trato de disimularlo. Me ha hecho mucho daño.

—Lo sé, cariño.— asintió algo compasiva. —Debo decir que yo tampoco me esperaba eso de Jaden. Él jamás fue así.

—Lo que más me duele,— dije de repente. —fue que me lo contó su amigo. Él no fue capaz de contármelo, fue un cobarde. Si no llega a ser por Jackson, jamás me hubiese enterado.

—Tienes razón.

Varios segundos pasaron hasta que Lily volvió a hablar después de haber pensado algo.

—¿Puedo darte un consejo?— preguntó mirándome.

—Sí, por favor. Siempre me ayudan.— respondí algo divertida.

Lamió sus labios con una sonrisa antes de desviar su mirada al lado. —Entiendo que ahora mismo estés muy dolida con todo esto; pero, cuando estés preparada, dale una oportunidad para contarte lo que ocurrió desde su perspectiva.

—¿Su perspectiva?

—Quiero decir.— carraspeó. —El porqué lo hizo. Tal vez eso explique muchas cosas que tú no entiendes, o tal vez tenga una razón o algo.

—Entiendo.

—No tiene porqué ser ahora. Debes darle su oportunidad de explicártelo cuando estés preparada para que lo haga.— finalizó apoyando su mano en mi hombro. —¿Vale?

—Aja.— asentí con una sonrisa de boca cerrada. —Muchas gracias, Lily.

Con una suave caricia en mi mejilla, ambas nos fuimos al colegio de Max andando y la dejamos allí; para luego ir a mi instituto.

—Sé fuerte.— me dijo la rubia animándome. —Ahora se te hará incómodo verlo, o incluso pensarás que se le ve muy feliz al estar sin ti . Solo ignóralo, como si no estuviera. Y cuando estés preparada, trata de hablar con él como te dije.

—Está bien. Todo controlado.— levanté mi pulgar mientras le guiñaba un ojo y comenzaba a entrar al instituto.

Nada más entrar al establecimiento y perder de vista a Lili fue como un golpe a la realidad para mí. Todos los jóvenes que habían en el pasillo volvían a mirarme y a susurrar cosas como los horribles primeros días que pisé este pueblo. ¿Sabían lo que había ocurrido? ¿Lo había contado Jaden?

Agarré la correa de mi mochila algo insegura y eché a andar tratando de no mirar a nadie. La de veces que había recorrido ese pasillo sintiéndome humillada habían sido infinitas.

Enseguida vi al grupo de Jaden y a él hablando en las taquillas verdes. Me sentí bastante mal, tratando de controlar de nuevo mis lágrimas, verlo allí de pie como si nada me dolía bastante.

Me acerqué a las taquillas en busca de la mía, ignorando por completo a los 10 sujetos que había solo a unos metros de mí. Escuché una palmada en el hombro de alguien, y enseguida entendí que había sido uno de los del equipo a Jaden, para que me viese.

Este me miro y tomo aire profundamente, para luego acercarse. —Madeleine, yo...

Agarré mi libro, cerré la taquilla y seguí mi camino ignorándolo, mientras me aguantaba las ganas de darle otra bofetada. Respira, no se puede ir pegando a la gente.

—Vamos, Mads...— vino detrás mía siguiéndome.

—Déjame en paz.— sentencie sin aún mirarlo, hasta que me agarró por mi hombro. —Suéltame ahora mismo, Jaden.

—Está bien, perdona.— se alejó unos centímetros. —Déjame explicarte lo que ocurrió, por favor. No es lo que piensas.

Reí irónica. —Ah, ¿no? Pues creo que todo fue bastante claro, no hay nada que explicar.

Eché de nuevo a andar y el moreno no tardó en agarrarme suavemente de la mano frenándome.

—Madeleine, por favor. Joder, sabes que no soy así.

—Yo no te conozco, Jaden. Solo desde hace tres meses, pero para mí eres como un desconocido realmente.— respondí indiferente.

—¿Qué quieres decir con eso?— preguntó confundido mientras arrugaba su cara.

Carraspeé antes de hablar. —Que ya me espero cualquier cosa de ti. Me has humillado delante del instituto, te has burlado de mí delante de tus amigos, me has engañado... no sé qué más puedo esperar de ti.

—Joder, Mads, déjame explicarte lo que ocurrió, no estés enfadada, por favor, yo...— decía cuando lo interrumpí.

—No estoy enfadada porque no me quisieses, estoy enfadada porque actuaste como que sí y me hiciste enamorarme de ti.— expliqué con una voz débil. —Y luego me engañaste dejándome como una tonta, como si nada nunca hubiese importado.

Hubo unos segundos de silencio que me hicieron darme cuenta que en aquellos momentos el no me iba a decir que él sí que me quería. No era capaz.

—Algún día que esté preparada te dejaré que me lo expliques, pero ahora no.— le pedí apartando mi vista. —Me encuentro mal, y encima hoy se va Laura de vuelta a España.

—¿Quieres que me pase luego a verte?— me ofreció viendo una oportunidad.

Yo negué. —No, no es necesario. Gracias de todas formas.

Me puse bien la mochila en mi hombro para seguir con mi camino.

—Ya nos vemos, Jaden.

Y allí lo dejé, en medio del pasillo mientras yo sentía como si me estuviese muriendo por dentro.

Al final de todo, yo quería a Jaden muchísimo, y no solo de forma romántica; pero sí que es verdad, que cada vez me dolía menos las "traiciones" que recibía por parte de él. Eso era porque al ser tan frecuentes me estaba acostumbrando, y eso no era nada bueno.

Laura y yo nos encontrábamos recogiendo sus últimas cosas que quedaban por guardar en la habitación de invitados en casa de Lili y Matt. Se había estado hospedando este mes; y sin embargo, no le había contado nada sobre lo último ocurrido con Jaden. No quería amargarle el vuelo.

—¿Te falta algo?— le pregunté para asegurarnos de que no se iba a dejar nada.

—Mi chaqueta aquella.— señaló arriba de su armario.

Asentí acercándome y agarrándola, para luego pasársela.

—Gracias.— terminó cerrando la maleta, dejándolo todo recogido. Pareciendo que nunca había estado ahí. —¿Estarás bien sin mí? Te veo algo rara.

Su comentario me sacó de trance. —Claro, no te preocupes. Es solo que me da pena que te vayas.

—A mi también, Mads, pero he jurado no llorar. Y pienso cumplirlo.

*Media hora después*

—¡Maddie, vente conmigo a España, por favor!— lloraba desconsoladamente Laura mientras esperábamos su taxi.

—Cállate. Mira, ya me estás haciendo llorar a mi también.— le respondí mientras notaba algunas lágrimas caer por mis mejillas.

Ella respiró profundamente tratando de controlarse. —No quiero dejarte aquí sola. Te voy a echar mucho de menos.

—Yo a ti también, mi amor.— la abracé fuertemente mientras le daba repetidos besos en su mejilla. —No quiero que te marches, mi Lau.

—Yo tampoco. Quiero quedarme aquí contigo, me lo he pasado genial.— suspiró con una sonrisa.

—Lo sé, yo también quiero que te quedes.

Vimos un coche amarillo llegar, y enseguida supimos que era el momento de la despedida ya.

—¿Vendrás a visitarme de nuevo?— pregunté esperanzada.

Ella sonrió suavemente. —Eso no lo dudes.

—Está bien. Te quiero mucho, ten cuidado.— la abracé por última vez y le dejé un beso en su mejilla.

—Yo también te quiero mucho.— se separó y se acercó al coche abriendo la puerta. —Nos veremos pronto, Mads.

No pude evitar derrumbarme al verla entrar al coche y marcharse al aeropuerto. Ahora sí que sí estaba completamente sola, me faltaba mi mejor amiga. Noté en mi hombro una mano, y enseguida supe quién era.

—¿Estás bien?— me preguntó una rubia.

—No.— negué sintiendo un escalofrío desagradable recorrerme todo mi cuerpo.

Lily me abrazó por detrás, y apoyó su cabeza sobre mi hombro, debido a que ambas medíamos casi lo mismo. Los abrazos de la rubia eran los más reconfortantes que alguien pudiese imaginar.

Antes de acostarme me armé de valor y agarré mi móvil. Entré a Instagram y luego a mi perfil, y le di a la opción de ponerlo público. Todas aquellas 10 mil y algo de solicitudes enseguida se volvieron seguidores, permitiéndoles ver todas mis fotos e historias.

Por si alguien se lo pregunta, la historia con Jaden ya cumplió 24h. en Instagram, por lo tanto se borró, quedando en el olvido.

Pasé una buena noche durmiendo, por culpa del cansancio de no haber dormido en la anterior.

Al despertarme, lo primero que hice fue agarrar mi móvil, quería ver cómo había reaccionado la gente.

Enseguida vi que había subido dos o tres mil seguidores más, y que me habían mencionado en muchísimas publicaciones donde utilizaban mis fotos y las de Jaden juntos, y otras cosas más.

Algo enseguida llamó mi atención, también había edits de él con una joven morena de pelo y ojos azules. No la conocía.

En la descripción ponía "¿nuevo ship?", y había dos personas etiquetadas, Jaden y de nuevo la joven. Supuestamente se llamaba Lia, y también era de Buford, a pesar que en todo este tiempo nunca la había visto.

—Qué raro.— me salí de su perfil y entré en el de Jaden, y me fijé que había subido una foto nueva.

La analicé unos segundos pensando si debería darle like o no, y finalmente me decanté por la segunda opción.

Lia: "🔥🔥🔥"

Jaden: "you're fire"

¿CÓMO? ¿QUÉ ME HE PERDIDO YO AQUÍ? Qué es todo esto.

Un malestar se hizo presente por todo mi cuerpo, ¿qué mierda había pasado en solo una noche?

Salí de Instagram casi temblando, y me metí en Tik Tok; maldita la hora en la que lo hice.

El primer vídeo que me salió fue uno donde yo aparecía con Jaden, el vídeo donde nos besábamos; y luego, me tachaba mi cara y de repente ponía una foto de la chica llamada Lia.

Deslice enseguida hacia abajo. En este salía un edit de un vídeo que jamas había visto, de una cuenta de Tik Tok, donde aparecían Jaden y la chica riéndose. Me fijé en los mencionados y enseguida encontré el usuario de ella. No lo dudé ni un segundo, me metí a su perfil y allí lo vi.

Era un vídeo en la habitación de ella, ya que me era totalmente desconocido el lugar; y se veía a ellos dos con un filtro de voz mientras reían a carcajadas y bromeaban.

No entendía nada. No me importaba que salieran riéndose ni mucho menos, pero ¿cuándo hicieron el vídeo? ¿Y por qué de repente aparecía esta chica? Esos comentarios en el post de Jaden, ¿ qué eran?

Mi estómago comenzó a revolverse, solía pasarme cuando tenía muchos nervios o me pasaba algo malo. Corrí hacia el baño sabiendo lo que iba a pasar, y así fue, vomité todo lo que tenía en el estómago.

—¡Lily!— la llamé con miedo, me estaba dando un ataque de pánico por todo.

Enseguida escuché unos pasos apresurados venir hacia mi habitación. —¡Maddie! ¿¡Estás bien!?

Su cara fue todo un cuadro al verme llorando acabada de vomitar y con las manos y piernas temblándome a rabiar, pareciéndome que iba a desmayarme en algún momento. La había cagado con todo.

Ya no tenía a Jaden, no le había dado ninguna oportunidad de explicarse; Laura ya no estaba tampoco, no la vería hasta dentro de 7 meses; y encima miles y miles de personas estaban en mis redes sociales al haberlo puesto en modo público, aquello fue un gran error. Ahora tendría muchísimas opiniones respecto a mí de personas totalmente desconocidas y que no sabían como yo era realmente.

—¡Por Dios, Mads!— exclamó asustada acercándose a mi. —¿Qué te ocurre, cariño?

—¡La he liado, Lily!— dije sollozando y desgarrándome mi garganta. —¡La he liado y ya no hay vuelta atrás!

—¿Qué? ¿A qué te refieres?— preguntó.

Respiré agitadamente intentando contestar, cosa que me fue imposible. —Yo... yo...

—Espera, ven.— me llevo hasta mi cama. —Siéntate. E intenta relajarte, ¿vale? Respira, vamos, tú puedes hacerlo. Busca un objeto de esta habitación que llame tu atención y descríbelo lentamente en tu cabeza.

¿Alguna vez he dicho lo buena que era Lily? No sabía cómo la hacía, pero todo lo hacía bien. Aquella podría ser perfectamente psicóloga, y yo pagaría millones por tal de que me hiciera una consulta. Siempre me hacía sentir bien, fuera cual fuera el problema o situación, la quería muchísimo.

—¿Estás segura de que quieres ir al instituto? Puedes quedarte en casa si lo prefieres, has pasado una mala noche.— me ofreció Lily mientras se ponía el abrigo.

—Sí, estoy bien.— asentí agarrando mi mochila. —¿Vamos?

—Sí, vamos.

Al llegar al instituto, me olvidé de todo el mundo que me estaba mirando. Llevaba una sudadera gris y ancha, me puse la capucha y unos auriculares con la canción Faith — The Weeknd.

Se sentía bien estar en medio de esa canción y ver a todo el mundo observándote, te hacía sentir como si estuvieras en una puta película y fueras la protagonista. Cada paso que daba me brindaba más confianza en mí misma; lo que The Weeknd me hacía sentir con su música era algo que jamás podré transmitir a alguien que no le haga sentir lo mismo.

Al ver a Jaden de nuevo en las taquillas, involuntariamente me quité un casco y lo observé fijamente.

—¿Se hizo viral? Hombre, no me extraña.— escuché de fondo su voz.

Estaba apoyado con un brazo, y en frente de él, bastante cerca, estaba aquella chica. Si era preciosa a través de una pantalla, nadie se la podía imaginar en la vida real. Era la completa definición de perfección. Era realmente preciosa, ojalá ser así.

La risa de ella hizo eco en mis oídos. —Bueno, entonces tendremos que grabar más vídeos juntos, ¿no crees?

—Por supuesto, ni lo dudes, Li.— le sonrió el moreno juguetonamente haciendo que mi estómago se revolviese de nuevo.

De repente, su mirada cayó sobre la mía, y esta vez no fui la primera en apartarla, se la mantuve. Me miró de arriba a abajo velozmente como si de aire me tratase, y volvió su mirada a Lia, para luego sonreírle y seguir con la conversación.

Me quería ir a España y olvidarme de todo esto, ¿estaba a tiempo de hacerlo?

Ugh, odio este capítulo. Lo he escrito horrible, vaya mierda de organización. Es la mayor mierda que he escrito jamás.

Prometo que el siguiente será mucho mejor.

En que momento llevo ya 18 capítulos😢

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