━STRESSED
"i'm losing my self control, yeah, you're starting to trickle back in. but I don't wanna fall down the rabbit hole, cross my heart, i won't do it again"
never really over | katy perry
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A LA MAÑANA SIGUIENTE, Astrid despertó únicamente por los grandes rayos de sol que comenzaron a entrar por el inmenso ventanal de sus aposentos. No tenía la intención de abrir los ojos, pero inconsistentemente esto sucedió por la molestia lumínica que se presentó. Quedó tendida en su cama boca arriba mientras su mente aún trataba de forjar el hecho de que ya era de mañana. Y todo lo que había pasado el día anterior pasó frente a sus ojos como una película.
Había sido un día duro.
El recordar que debía casarse con alguien que a penas conocía simplemente por cumplir una estúpida tradición le trajo mucho malestar.
Todo lo que había deseado y soñado alguna vez envuelto en ese ámbito se había venido abajo. Y lamentablemente no tenía mucha elección ya que de no hacerlo vendrían consecuencias para el reino.
Pero luego pensó en Steve. El día anterior su debilidad la hizo mostrarse mucho más vulnerable de lo que ya había sido con el. Tanto en la mañana como en la fiesta. Solamente esperaba no haber arruinado las cosas por completo, ya que quisiera o no, el rubio le importaba y su nueva situación había tensado las cosas.
Sin esperar que alguien fuera a despertarla, se puso de pie, tomó un baño y se vistió rápidamente para encontrarse con su equipo. Agradeció a los dioses que Fidina aceptó su sugerencia de confeccionarle un modelo de vestido que fuera un poco más cómodo. No le molestaba aquella prenda de vestir, no obstante, creía que para situaciones como esa era necesario tener algo más conveniente.
Su nuevo vestido que también tenía una pieza de pantalón se batió por los pasillos a medida que sus sólidos pasos hacían eco en el palacio. Como era habitual, las miradas se fueron hacia ella, pero al recordar que era su princesa, los guardias corrieron su vista a otro lado.
Su elegante caminata terminó en una de las salas reuniones de la dorada estructura, y a llegar se dio cuenta que sus amigos ya estaban ahí.
—Hola—sonrió de lado y llamó la atención de los presentes—¿Llego muy tarde?
—No—respondió su hermano llegando hacia ella—Recién comenzábamos.
—Genial—caminó hacia la mesa dónde unos mapas estaban extendidos—¿Qué tenemos?
—No mucho—murmuró Thor—Lorleen sigue siendo un misterio y no hemos sabido nada de ella...O lo que sea su plan.
La castaña se llevó las manos a la cabeza—Maldición, ella me frustra cada día más.
—Estoy de acuerdo—murmuró Clint.
—Bien entonces...—suspiró la princesa—Analicemos su patrón de movimiento en los años que Eir nos contó y así quizás podamos predecir alguna cosa.
—Buena idea—dijo su hermano estando de acuerdo al igual que el resto.
Aunque a los que se dieron cuenta, les pareció extraño escuchar a la mujer referirse a la reina como Eir y no como madre. Sin embargo, la noticia de la instrucción matrimonial que se había ejercido sobre Astrid ya había llegado a los oídos del equipo, por lo que lograban comprender un poco lo sucedido.
—Vaya— se le acercó Tony para hablarle sólo a ella—¿Sólo Eir?
Ella bufó—No estoy de humor.
—Lo sé—la castaña frunció el ceño para mirarle—Eh...Eir nos contó lo sucedido cuando...Te vimos enojada con ella.
Dejó salir el aire de sus pulmones—¿En serio?— tecleó cosas en una pantalla— Tenía planeado contarles yo misma.
—Lo lamento—su tecleo cesó—Realmente no tienes idea de como lo siento y de como desearía que las cosas no fueran así...A ti...Siempre te ha ido mal en esto—ella puso los ojos en blanco—Pero también sé que siempre deseaste casarte y tener una familia con alguien que amaras de verdad.
Cuando aquellas palabras cargadas de verdad llegaron al corazón de la menor de los Stark, su corazón de acongojó. Trató de olvidar ese hecho de su vida, pero la verdad era...Que seguía anhelando que eso pasara.
—Sí...—tragó saliva—Pero a veces tienes que renunciar a las cosas que deseas para cumplir un bien mayor— volvió a la pantalla— Si no lo hago el reino caerá a manos del Consejo y eso sería la perdición de Erathor— se encogió de hombros— Al menos tengo tiempo para pensar una manera de evitarlo.
Tony iba a agregar otra cosa pero dos presencias ingresando a la sala lo interrumpieron.
—¿Cómo va la investigación?—la voz de la reina que venía en compañía de su esposo hizo a Astrid apretar los dientes—¿Hay algo que nos sirva?
—No aún, majestad— respondió Thor— Pero su hija tuvo una buena idea para comenzar así que ya tenemos algo en que trabajar.
Eir miró a la aludida y sonrió aunque esta evitara su mirada— Como siempre un paso adelante.
—No siempre— murmuró ella alzando la cabeza—¿No es así, madre?
El sarcasmo fue percibido por todos en la sala al igual que la misma dirección del comentario. La rubia cerró los ojos y negó con la cabeza; decepcionada de sí misma.
—Magna...
—Creo que los chicos tienen todo cubierto aquí, así que...—apagó la pantalla frente a ella—Yo iré a hacer unas tareas del reino...—caminó a paso firme, pero cuando llegó junto a su madre se detuvo un segundo—Ya que es mi deber.
Y sin otra cosa que decir la princesa se retiró con su dignidad por las nubes de aquella sala, dejándolos con un silencio algo incómodo.
—Lo lamento—murmuró Eir una vez que se fue—Sólo espero que lo supere...Y lo entienda.
Y la verdad era lo que los regentes querían; en cambio, sus amigos sólo querían ayudarla a encontrar una manera de zafarse de eso.
Los pasos acelerados de Astrid terminaron en el jardín, en donde su anatomía pudo encontrar descanso sentada de una banca de mármol donde trató de controlar su respiración. Estaba preocupada, ella no era así y de cierto modo le disgustaba sentir aquel leve odio por su madre.
Pero más le disgustaba el tener que casarse con Alrek.
Desde ya el sentirse presionada a hacerlo y sumado a eso la amenaza de Lorleen ya eran una gran carga además del hecho en sí.
Estuvo un rato disfrutando de su soledad hasta que sintió como el césped detrás suyo era aplastado por unos serenos pasos dirigidos en su dirección.
—Madre, no te tomes la molestia; no tengo ganas de discutirlo ahora— murmuró mirando el suelo.
Una masculina risa le respondió—Ella no vendría porque te haría escupir fuego, hija.
Magna se sorprendió al darse cuenta de su equivocación y se giró a mirar a su padre que prontamente terminó sentado a su lado.
—Sí, eso sería feo— susurró en contestación tratando de dejar su dureza atrás.
Pasaron unos segundos en los que sus bocas no emitieron palabra alguna, solamente eran acompañados por el agradable trinar de las aves y de la brisa moviendo los árboles en tan adorada estación. No se sentían incómodos, sino que era todo lo contrario.
—Escucha...— comenzó Borg aclarando su garganta— Imagino lo molesta que debes estar por todo esto, pero para tu madre tampoco ha sido fácil. Tener a su hija de vuelta después de años y tener que darle noticias como esta es algo complicado. Creo...Que solamente quería disfrutar el tiempo contigo y no contarte por el momento esos detalles que iban a causar tensión como esta.
—Sí pero aquello terminó empeorando las cosas— hizo una pausa y echó su cabello hacia atrás—De verdad no quiero pelear con ella pero...— recuerdos invadieron su mente—Me han mentido mucho; mucho, como no tienes idea. Y realmente me asusta que vuelvan a hacerlo otra vez.
—Ella no te ha mentido.
—Quizás no con esa intención pero me ha ocultado varias cosas...Y no sólo esta— cerró los ojos—Lo único que quiero es que las mentiras se acaben...Y que no me esté escondiendo nada más como que ahora debo beber sangre de algún horrible animal para poder casarme— rió sin gracia y miró al hombre a su lado que se encontraba serio. Aquello le quitó su alegría— Espera, ¿Debo hacer algo así?
Al darse cuenta que su broma y su seriedad estaban tardando más de lo esperado, el rey se largó a reír. Astrid, por su parte, se mantuvo seria; en desacuerdo con esa burla.
—Vaya también eres un comediante— comentó sarcásticamente.
—Lo lamento, no me pude aguantar. Pero obvio que eso de la sangre es mentira— respondió dejando de lado las risas.
—Ya veo de qué lado de la familia saqué mi humor en realidad— murmuró la castaña con una pequeña sonrisa ladina.
—Pero bueno— dijo él regresando a la seriedad— Sólo te pido que te pongas en el lugar de Eir; para ella también está siendo una situación de tensión...Habla con ella.
—Hablar con ella no va a abolir esa ley.
—Entonces ¿Qué pierdes?
Aquello la hizo detener su maquinación mental y reflexionar en ese hecho. Ella estaba dolida por aquella regla; la odiaba con todo su ser, pero ahora empezaba a pensar mucho más a fondo sobre que la culpa de eso no recaía en su madre. Ella podía estar sufriendo al igual que ella.
—Eres bueno, lo confieso— dijo ella después de un rato sacándole una suave risa— Y sí, creo que lo haré— le miró— Gracias. Para no haber sido padre en casi treinta años te desempeñas muy bien, ¿Eh?
Ambos rieron—Creo que está en mi naturaleza— luego de unos segundos contemplando a su hija, Borg depositó un beso en su cabeza— Es bueno estar de vuelta.
—Sí que lo es— sonrió para ponerse de pie— Hablaré con Eir pero antes...Voy a entrenar un poco; eso me quita el estrés— comenzó a retirarse.
—Sí, definitivamente sacaste eso de mi lado de la familia— se escuchó al dios antes de que su figura volviera a las dependencias del castillo.
Luego de cambiarse su formal atuendo a uno más deportivo—al estilo erat, por supuesto— la princesa se dirigió hacia el área de entrenamiento, dispuesta a poder ejercitarse y liberar su tensión en alguno de los implementos de lucha.
Con una vara en mano se movía ágilmente en la arena, sus oponentes figuras de madera cedían de inmediato cuando un impacto de la diosa llegaba hacia ellos.
También se dedicó a entrenar con su magia, mejorando lo que su madre le había enseñado días atrás. Con sus puños cubiertos por los distintos elementos de la materia batallaba contra sus inertes contrincantes siendo ella—como siempre— la vencedora.
Su rauda circulación se vio interrumpida cuando después de unas horas, otra presencia llegara a hacerle compañía.
¿Hoy era el día de acompañantes inesperados? Al parecer sí.
—¿Liberando estrés?
Ella sonrió al reconocer la voz inmediatamente y se giró a verle.
—¿No es una de mis mayores virtudes, Steve?— éste negó con gracia y se acercó.
A pesar de la cercanía y comodidad que siempre sentían cuando estaban juntos, en ese momento también se percibió algo de tensión. Las cosas en la fiesta del día anterior habían sido un tanto raras debido a aquella revelación de la ley.
—¿Quieres un verdadero contrincante o seguirás golpeando cosas de madera?—dijo apuntando éstas.
Sonrió de lado—Si insistes— le arrojó una vara como la suya— Con cuidado, que golpeo fuerte.
—Lo sé.
Ambos se dedicaron a entrenar juntos, llenos de recuerdos de los viejos días cuando lo hacían en las dependencias de SHIELD. Días en los que todo parecía más sencillo, días donde no tenían una ley que se interpusiera entre ellos.
—Al parecer Thor descubrió algo— dijo el rubio mientras peleaban.
—¿Ah sí?—giró sobre su eje—¿Qué cosa?
—Los patrones de Lorleen...Al parecer coinciden.
Astrid detuvo su ataque unos segundos—¿Es en serio?— continuó.
—Sí. Los ataques casi omniscientes como el del otro día en la plaza de la ciudad...Sucedieron también en la historia de tu madre.
—Oh wow—golpeó la vara de Rogers y se balanceó—Eso nos acerca.
—Bastante.
—Solamente tenemos que seguir hilando el patrón. Es probable que descubramos en donde termina todo esto.
El hombre se detuvo y sonrió de lado—Tu hermano dijo lo mismo.
Ambos soltaron cortas risas mas no continuaron en la pelea por ese momento. La castaña quería hablar sobre lo del día anterior ya que sentía que si no arreglaba las cosas todo sería su culpa.
—Oye—le llamó ella después de un rato poniendo sus manos en su descubierta cintura—Lo lamento.
—¿Por qué?—arrugó la nariz.
—Por lo de ayer—contestó obvia—Me comporté como una idiota.
—Estabas ebria—puntualizó.
Ella apretó los labios un segundo estando se acuerdo con eso—Sí, ajá. Pero de todas maneras ese fue mi primer error—se apoyó en su palo—Además de hacerte pasar el ridículo conmigo y antes de eso...—suspiró—Lo de la ley.
Ambos guardaron silencio unos segundos, sintiendo como el nudo en sus gargantas les impedía continuar.
—Eso no es tu culpa— contestó el Primer Vengador con suavidad—Son las...Reglas de tu nación— su boca detestó pronunciar esas palabras.
—Lo sé...Pero quisiera que no lo fueran...Quisiera poder evitarlo—se acercó—Realmente no quiero casarme con Alrek perl ese es un idioma que las autoridades aquí no entienden.
Steve asintió neutral. Tenía ganas de decirle que estaba de acuerdo con ella, que no debía hacerlo, que debía huir o simplemente buscar un pretexto. Pero su corazón de justicia sabía que aquello no era lo correcto.
—Tu pueblo te necesita, Astrid— ella levantó su cabeza para mirarle—Si no lo haces ellos caerán en el caos.
—Espera ¿Qué?—contestó sorprendida y echándose un poco para atrás—Vaya...Yo...No creí que realmente apoyaras esto, ¿Acaso estás de acuerdo con esa ley?
—No—su rápida y firme respuesta la sorprendió aún más—Para nada lo estoy—ella asintió aliviada—Pero a veces...Hay que aceptar estas cosas aunque duelan.
Magna sabía que aquel comentario iba dirigido a ella, pero pudo sentir también que el rubio estaba hablando un poco de manera personal.
—No se puede hacer nada para impedirlo.
—Tal vez sí—dijo la erat encogiéndose de hombros—Tengo tiempo para pensar en un plan que me salve de esto y lo haré...—volvió a acercarse—Créeme, voy a resolver esto—sus marrones ojos se fusionaron con los orbes azules del soldado—No dejaré que una ley antigua me impida tener la vida que quiero.
Por un momento aquellas palabras no tuvieron una dirección específica, simplemente Stark necesitaba sacarlas de su sistema. Y gracias ello, pudo sentir una vez más la armonía y la comodidad que la presencia de Rogers le emanaba.
No obstante, una persona aclarando su garganta a unos metros de ellos los hizo separarse rápidamente.
—Majestad—fatídicamente se trataba de Herjolf—Lamento interrumpir...Lo que sea esto—se acercó—Pero necesito de su presencia en la sala del trono. Tenemos muchos detalles que discutir sobre la celebración del Gerf mañana—la princesa suspiró recordando que la fiesta por la materia prima más utilizada del planeta ya estaba encima de ellos. Además, se le había encomendado organizarla—Debemos ponernos de acuerdo sobre cuál de los tres colores de Erathor reinarán en el festejo.
—Oh, eso ya lo decidí— se adelantó ella dejando la vara en el suelo y acercándose al cabecilla del consejo. Éste se sorprendió— Será azul.
—Eh...— rió nervioso— ¿Azul? Pero yo no he dado mi opinión sobre eso...
—No la necesito— sonrió de lado— Ya lo decidí junto con la autorización de la reina...Además...— miró a Steve levemente— Me gusta el azul.
Luego de repartirse cómplices miradas— y de tener a Herjolf nervioso y confundido— la diosa comenzó a retirarse en compañía del hombre de palacio.
Una vez que estuvieron solos por el pasillo del castillo, Herjolf se tomó el atrevimiento de decir:
—Princesa, perdone mi indiscreción pero...No creo que sea muy bueno que pase tanto tiempo con sus amigos midgardianos...Sabe a lo que me refiero.
Magna entendió las truculentas intenciones del calvo y soltó un bufido disgustada.
—No tiene nada de malo— sintió como su estrés aumentaba— Tú lo dijiste, son mis amigos.
—Usted va a casarse— la dureza de la voz hizo que sus pasos se detuvieran y apretara sus puños en su lugar— Con el general Alrek, y nada puede impedir eso.
Por un segundo ella deseó escupir fuego directamente a su cara.
Se volteó algo disgustada—No sé como serán las cosas en este lugar, pero en la Tierra tener amigos y personas cercanas no es absolutamente nada de malo. Yo puedo reunirme con quien yo desee.
—Esto no es Midgard— habló con dureza mirándola— Y es momento de que empiece a asimilarlo.
—Cuida tu tono— sentenció ella con severidad alzando su dedo índice— Soy tu princesa y me debes respeto, no estas molestas insinuaciones.
Él tragó saliva— Lo siento, alteza. Pero para mí es importante que...
—De mi vida me encargo yo, Herjolf— sonrió con cinismo— Y en cuanto a la fiesta—retomó su caminata—El azul se queda...Así que espero verte con tu traje más bonito en ese color.
Mientras veía que la figura de la castaña desaparecía por el corredor, Herjolf sintió un enojo invadirle. No le agradaba la princesa para nada, y estas bajo su subordinación no era su mayor placer.
Astrid sentía igual, la presencia de aquel hombre le disgustaba y trataba de evitarlo a toda costa. Pero lamentablemente no podía. Tenían una celebración que organizar y tal vez aquello fuera un móvil para eliminar su estrés y disfrutar un poco.
Tal vez...
EN ALGÚN LUGAR DESCONOCIDO.
La figura de aquella pelinaranja no dejaba de admirar el paisaje galáctico que se apreciaba en frente de su gran ventanal. A su lado, una pantalla holográfica enseñaba una cuenta regresiva que estaba por acabarse.
—Daven— llamó a su subordinado que no tardó en aparecer—El conteo está por terminar...¿Sabes lo que eso significa?
El aludido sonrió de lado—Que las defensas de Erathor pronto van a caer.
La mujer también sonrió, pero con mucha más amplitud. Pegó media vuelta y se dirigió a una mesa que estaba al centro de su nave.
—Mañana es la fiesta del Gerf y confieso que estoy muy emocionada por ir. No he probado un pastel de esos en siglos— observó sus uñas.
—¿Cree que sea una buena idea aparecer?—cuestionó el hombre— El encubrimiento de Erathor aún existe y habrán defensas en todos lados.
Lorleen se le acercó y lo tomó por el mentón—Solamente quiero recordarle al pueblo de mi existencia. Será una simple aparición gracias a un pequeño truco que conseguí para llegar—lo soltó y caminó—Luego cuando las defensas caigan será mi momento de resurgir—rió—Muero por ver la cara de horror de mi hermana.
—Pero...—tragó saliva—Y...¿Y su sobrina...?
Al oír aquel nombre la diosa de la muerte se giró con brusquedad sintiendo la molestia de aquella mención.
—Ella ya está en Erathor— agregó Daven.
—¿Y eso qué?—dijo molesta—Magna no es ni será un impedimento para que mí profecía se cumpla sobre la de ella—se encogió de hombros—Si ella es la salvación...Yo soy la perdición.
La anatomía de la pelinaranja volvió a girarse para admirar la cuenta regresiva que a cada minuto iba retrocediendo un poco más.
—Además...—una idea apareció en su mente junto con una ladina curvatura en sus labios—Creo que tengo una idea para deshacernos de mi linda sobrina...
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TAN TAN TAAAAAAN
quién volvió después de años? ajá yo, 1 gran disculpa.
ACLARACIÓN: sé que hela es la diosa de la muerte pero acá vamos a tratar a lorleen con ese título, va? para que no me escriban: pero hela es la diosa de la muerte!!!😡😡 sí, ya saben fjfj es preciso que ella sea así para...bueno, ya verán djfkd
espero les haya gustado, y déjenme decirles que en el siguiente capítulo se viene salseooOOOo, cosas van a pasar djfjd
vieron el nuevo banner gif???? hecho obviamente por su servidora juju, lo amo.
30 votos para actualización ♡
les tkm mucho, gracias por seguir aquí <3
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