Jungkook
─ ¿Estás seguro hijo? ─preguntó con un poco de inseguridad. Rodé los ojos con disimulo.
─Si mamá, yo vengo enseguida, Yerin ya mismo debe estar por llegar.
─Pero ya son las 8 de la noche, sabe ser algo peligroso, no conocemos bien Seúl. Le diré que iremos mañana.
─Mamá ─le miré serio y ella asintió.
─ ¡Cómo desees Jungkook, no tardes! ─gritó desde la cocina.
Cogí una chaqueta, guardé mi celular, las llaves las tenía en mi mano y salí al auto.
Suspiré algo tranquilo, la señora Grimaldi debía entregar unos papeles muy importantes sobre el caso de Yerin, estaba en su oficina, desconocía su exigencia, era las 8 de la noche ¿Qué hace llamando a esta hora? ¿Acaso no podía esperar a mañana? Manejé algo apresurado, en parte mi madre tenía razón, no conocía bien Seúl, sin embargo, gracias a un compañero de la clase puedo localizarme un poco.
El semáforo se puso en rojo, y aproveché para mandar un mensaje a la señora Grimaldi informando que estaría allá en unos minutos. Pensé que su oficina estaría en algún lugar de Seúl, o en un edificio junto a un bufete, pero no, era en su casa.
Si, su casa
Mordí mi labio divertido recordando lo de la semana pasada.
Si, una semana había pasado desde que toqué esa suave piel, tan lisa y frágil. Suspiré, pensando así parecía un depravado, solo que Romy me pareció hermosa cuando la vi, aparte, que sentía claramente que necesitaba alguien.
Joder, que niña tan linda.
Torcí los labios dándome cuenta de que algo en mi cabeza, en mis recuerdos, en mi...en mis memorias faltaba algo. Nuevamente esa sensación nada agradable. Sacudí la cabeza.
Salí del auto ya estacionado frente a la casa de los Grimaldi. Toqué el timbre y esperé a que salga y me dé los papeles muy importantes que dijo. Me estremecí un poco por la brisa helada de la noche, hubiera querido tener un poco más de acercamiento a Romy, se portó tan dura y firme al día siguiente de la cena que por estos días preferí mantenerme sereno, me encantó su forma de hacerse respetar
"No quiero que me vuelvas a tocar de esa manera, tenme más respeto Jeon Jungkook"
Sus labios se movieron con tanta sensualidad, que me dieron ganas de divertirme un poco al verlos tan esponjosos y rosados.
"Una mujer debe ser tratada con amor, delicadeza y entregarte a tu pareja de vida en el matrimonio, hijo"
Querida madre, tus palabras perdieron sentido desde que desperté.
La puerta se abrió ─Jungkook, perdón por pedirles que vengan a esta hora, pero es urgente. ─no tenía alternativa, bueno sí, pero quería salir de casa.
─No se preocupe señora Helena ─me hizo pasar a su casa, estaba despejado, parecía que estaba solo ella.
─Mira, como sabrás el escrito ya fue entregado, me recibieron y la respuesta me la dieron hoy en la tarde....
─ ¡Mamá! ─unos pasos venían bajando apresurados, y bendito sea el señor que me permitió ver semejante panorama. ─ ¡no hay agua caliente...!
─ ¡Romy! ─su madre pegó un grito estupefacto.
Perdón señor, he pecado con mis ojos, pero no me arrepiento.
─... ¡¿Qué haces así?! ─Romy pegó un gritito y se escondió atrás de la puerta, verla envuelta en una toalla pequeña que apenas y cubría sus esbeltas piernas, sus senos se apretaban marcando sus pezones y su cintura...─Jungkook perdona a mi hija, discúlpame un momento por favor.
Helena pasó enojada por mi lado jalando a Romy del brazo, parecía como en las películas, pasó tan lentamente que su mirada se clavó en mis ojos, sonreí de lado, y ella mordió su labio seguramente, nerviosa, su trasero se marcaba perfectamente en esa toalla blanca que tanto ansiaba quitarla y admirar su precioso cuerpo.
─Joder ─susurré abriendo mi chaqueta sintiendo el calor correr por toda mi espalda ocasionando una puta semierección.
Romy...tan perceptiva y tan hermosa. Me senté concentrado en mi celular, algo que pensé que estaba haciendo bien, cosa que fue mentira. En mi cabeza solo paseaba Romy en toalla de baño, danzando frente a mis ojos con ese sensual sonrojo. Nunca antes me había pasado algo así, bueno, sí, con una chica del pasado, pero no tengo todas las escenas completas en mi cabeza, yo tenía 20 años, algo extraño ¿no es así? Una circunstancia en mi vida hizo que curse recién mi último año en la secundaria.
─Otra vez discúlpame Jungkook, mi hija es algo dramática, no había agua caliente...─bufó─ ella no sabía que habría visitas.
─No se preocupe ─por supuesto que agradezco que no avisara, me brindó una vista muy agradable que no se borrara de mi cabeza muy fácilmente.
En el lapso que me explicó algunas cosas sobre el caso de Yerin, no pude concentrarme, pero sí procesé y guardé lo más importante para avisar a mi hermana.
─Gracias por venir Jungkook, en estos días no pasaré aquí en casa y sería muy irresponsable de mi parte dejar para el último, debemos esperar la contestación del ex marido de Yerin y una vez que veamos que haya dicho en su escrito nosotros debemos dar el siguiente paso.
─Excelente, gracias señora Helena ─estaba ya saliendo de su oficina. Pero ella me paró algo dubitativa.
─Jungkook... Te agradecería que me cuides a mi niña por favor, sin que ella se dé cuenta, por supuesto, será la primera vez que dejaremos a Romy sola ─se levantó y caminamos a la salida─ ocurrió un problema con la clínica de Román y debemos estar en Italia mañana temprano ─hablaba bajito.
─ ¿Cuidarla? ¿Cómo haría eso? ─hazte el inocente Jeon Jungkook.
─En el colegio ─susurró viendo hacia las escaleras ─ sé que ella me dice que todo va bien, pero estoy segura que algo pasa ─se cruzó de brazos, eso llamó mi atención ─ ¿podrías hacerme ese favor? Parece toda una gruñona, pero es muy sensible ─ ¿algo le pasaba en el colegio? Mi calentura se esfumó en milisegundos.
─No se preocupe, yo estaré muy atento a ella ─dije sinceramente.
Me despidió con un abrazo y agradecimiento muy efusivo. En el camino no dejé de pensar en Romy ¿le hacían bullying? ¿Acaso era eso? Toqué la cadena que tenía en mi cuello por reflejo, la cruz metálica tocando mi pecho me hizo estremecer por lo frío que estaba.
Llegando a casa les expliqué todo lo que me dijo Helena a las dos mujeres más importantes de mi vida, o eso es lo que yo pienso, sin embargo, hay algo que de alguna manera me aparta de ellas, Yerin estaba mucho mejor, anímicamente hablando. Cuando la vi por primera vez toda golpeada, no sabía cómo reaccionar, no sabía si lo que hacía era bueno o malo, pero me di cuenta que no decir nada cuando la vi así lastimada por pedido de Yerin, fue la peor decisión, me arrepentí.
─Kookie, yo arreglaré esto, pero no digas nada a mamá por favor, promételo
Fue la primera vez, cumplí mi promesa.
─ ¡Dijiste que no diga nada! Pero mira cómo estás. ─la segunda vez.
Su mejilla moreteada, su labio hinchado y rojo por la sangre.
─Ya te dije que yo arreglaré esto Jungkook, por favor.
La tercera no pude prometer nada.
─Le diré a mamá ─y eso fue lo que hice, mi madre no tardó en sacarle de ese matrimonio tóxico y procesó el divorcio y la demanda por maltrato.
─ ¿Te pidió eso? ─salí de mis recuerdos al escuchar la voz de mi hermana, Yerin comía tranquilamente, poniendo de lado el hueco que existe en mi vida, me relajaba verla así.
─Si, cree que algo le pasa en el colegio. ─metí un trozo de fruta a mi boca.
─Si es así, pues hazlo, puede ser algún caso de acoso, las madres no tienen en vano ese presentimiento. ─me dijo mamá.
─Lo haré sin que ella se dé cuenta ─afirmé.
─Me parece bien cariño, es una niña muy linda, opino que es algo injusto que le estén acosando o molestando en el colegio ─Mamá se puso de pie y subió a su habitación─ dios les bendiga hijos, duerman bien.
─Descansa mamá ─dijimos al unísono Yerin y yo.
─Haz lo correcto Jungkook, no es bueno que repitas lo mismo ─susurró lo último, tal vez para ella mismo, eso parecía, pero no logré entender a qué se refería. Fijé mi mirada en ella, un atisbo de enojo recorrió mi sistema, ocurría muy continuamente, me enojaba y quería gritarle que no entiendo a qué se refiere ─hasta mañana ─dio un apretón en mi brazo y se fue.
¿Repetir lo mismo? Han sido muchas veces que oía decir eso, Yerin decía cosas que me dejaba en un limbo, sin entendimiento, como si ella supiera cosas que yo no. Cosas que al parecer me ocultan.
Con un lio en cabeza, subí a dormir.
[...]
─Harán el trabajo en grupos de tres ─movía mi lápiz entre mis dedos. ─así que por favor hagan sus grupos, trabajaremos ya. Ella no se movió, se quedó ahí sentada viendo su cuaderno lleno de garabatos.
─Harás conmigo ─dije, ella giró a verme tensa.
─E-está bien ─ ¿por qué no buscaba a alguien para hacer los grupos? Todos se regresaban a ver, sonreían y se unían.
Mi cabeza como siempre, empezaba a hacer teorías, debía buscar el punto del problema que tenía Romy en el colegio.
─Jeon Jungkook y Romy Grimaldi ¿y su último integrante? ─preguntó una vez que dije que haríamos solo los dos.
─No sé a cuál más integrar, ¿podemos hacer de dos? ─pedí.
─Salma, tú intégrate a ese grupo ─esa tal Salma hizo berrinches, rodé los ojos, el profesor de matemáticas estaba más serio de lo normal y no le hizo caso. ─este trabajo será presentado el día lunes de la otra semana, tienen bastante tiempo para hacerlo.
Dicho esto, salió del salón. Wao. Quería que seamos solo Romy y yo.
─Tenemos bastante tiempo, ¿lo haremos en tu casa, en la mía o.... en la de Salma? ─preguntó más tensa de lo normal.
─ ¿En la tuya? En mi casa están pasando los hijos pequeños de mi tía y no conozco a Salma. ─mentí.
─Me parece...
─Jungkookie, te espero a las 4 en mi casa ─dijo Salma muy cerca de mi rostro, cosa que me molestó tanto. ─haremos tu parte Romy, adiós...
─Haremos en la casa de Romy ─cogí el brazo de la hermosa pelinegra a mi lado listo para salir ─ si vas bien, y si no, no importa, tenemos bastante tiempo para hacer.
─ ¿En la casa de Romy? Yo no pienso pisar la casa de esa cualquiera ─chilló llamando la atención de algunos que quedaban en el salón.
Que fastidio.
─ ¿Qué dices? ─un enojo me arremetió─ cuida tus palabras, iremos a la casa de ella, si no vas no me importa.
─Jungkook ─susurró Romy incómoda con la cabeza gacha.
─ ¡Pues yo no iré!
─Ya dije que no me importa, vamos Romy ─jalé de su antebrazo y pasamos de largo a Salma. Esta última quedó gritando mi nombre como una mocosa malcriada.
─Basta ¿Qué crees que haces? ─Romy frenó, tenía su rostro contraído y sus mejillas sonrojadas con su ceño fruncido.
─ ¿Qué hago? ¿Acaso querías que deje que Salma te trate de esa manera? ─empezaba a tener una idea de que pasaba con ella y todo el colegio.
─No deberías meterte en mis asuntos, te dije que no me molestes ─se soltó de mi agarre y empezó a caminar a la salida.
Un dolor agudo se presentó en mi cabeza, hice una mueca y comencé a caminar tras ella.
"Quiero que sea solo mía"
Un eco se hizo en mi cabeza, ese eco que desde un día empezaba a resonar sin razón alguna, apareció así de la nada, sin saber de quién era, sin saber porque estaba una voz que desconocía en mi cabeza, pensar en eso realmente me enfermaba y me llevaba a la misma conclusión. Algo me hacía falta.
ᴇᴅɪᴛᴀᴅᴏ | ₁₈₋₀₁₋₂₀₂₂|
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
🍃; 「 NOCHU VANGOGH 2022©」
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro