🩶 𝕵𝖎𝖒𝖎𝖓'𝖘 𝖕𝖊𝖗𝖘𝖕𝖊𝖈𝖙𝖎𝖛𝖊 🩶
☠️ 𝐂𝐚𝐧𝐜𝐢ó𝐧 𝐚𝐬𝐢𝐠𝐧𝐚𝐝𝐚: 𝐎𝐩𝐞𝐧𝐢𝐧𝐠 𝐒𝐞𝐪𝐮𝐞𝐧𝐜𝐞 || 𝐓𝐗𝐓
☠️ 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐫𝐮𝐨: 𝐂𝐥𝐞𝐨 𝐃𝐞 𝐍𝐢𝐥𝐞
☠️ 𝐒𝐡𝐢𝐩: 𝐊𝐨𝐨𝐤𝐦𝐢𝐧
☠️ 𝐄𝐱𝐭𝐞𝐧𝐬𝐢ó𝐧: 𝟒𝟐𝟓𝟎
☠️ 𝐄𝐭𝐢𝐪𝐮𝐞𝐭𝐚: @monsters_generation
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Abrí mis ojos al instante en que la alarma de mi celular resonó por toda la habitación, yo aún continuaba sumergido en mi sueño pese al insistente sonido. Una vez este comenzó a tornarse molesto no tuve más opción que apagarlo, por lo tanto, tomé el celular y apagué la melodía para, posteriormente, lanzarlo hacia alguna parte de mi habitación.
Acerqué mis dedos a mi cara para secar las lágrimas que yacían debajo de mis ojos. No era una probabilidad o una suposición, sino que una realidad, había noches en las que dormía a la perfección, pero estas eran poco puesto a que son más recurrentes aquellas en las que despertaba con lágrimas en mis ojos.
Reiteradas veces buscaba en internet y obtenía la misma respuesta en todos los sitios: este llanto podía aparecer como respuesta a una situación o pensamiento que, durante el día es reprimido, cosa que trae como resultado que se manifieste durante la noche donde uno no es consciente de su propia mente, y a su vez, podría tratarse de una posible depresión, motivo por el cual había comenzado a realizar sesiones de terapia, no bajo mi propia voluntad sino la de mis padres.
Ambos insistían con que no podía continuar viviendo como lo estaba haciendo por lo que decidieron buscar ayuda profesional y es que, dormir resulta ser demasiado frustrante, ya que, quien solía ser mi pareja hace no mucho tiempo atrás, aparecía en mis sueños.
Jungkook, en ellos sonreías y danzabas conmigo diciendo que todo estará bien, que nosotros podemos contra cualquier mal que se atraviese en nuestra relación pues nuestro amor es demasiado fuerte como para desvanecerse, cuando la realidad es que, al abrir mis ojos, ya no estás a mi lado. Simplemente existe un frío espacio vacío en el lado de la cama que solías ocupar.
Había decidido ignorar este hecho y me dirigí al baño para realizar mis necesidades. Una vez allí, limpié mi rostro y los restos de lágrimas con ayuda del agua fría, momento en el que me detuve a observar detenidamente mi reflejo en el espejo.
Mis ojeras habían comenzado a pronunciarse aún más, una tonalidad azulada algo oscura es la que comienza a tornarse mientras que mi piel es más pálida de lo que solía serlo.
Park Jimin, el joven que, al entrar en una habitación, emanaba una alegría inmensa capaz de contagiar a cualquiera que estuviera ahí, no es más que un recuerdo, ya que, hace mucho tiempo, dejé de ser esa persona. Tal parece que, al entrar al salón de baile, sea quien sea, me observaba con lástima, incluyendo a los más cercanos a mí.
Me resultaba irreal recordar que, algún día, había sido una persona extrovertida, a tal punto que podía generar una sonrisa en alguien más.
Suspiré haciendo de lado cualquier pensamiento que pudiera hacerse presente. No estaba en mis planes amargarme al iniciar el día, no estaba haciendo caso a mi psicóloga, Lee Hojung, a mis padres ni a mi mejor amigo, Kim Taehyung, pero resultaba inevitable. Tan acostumbrado estaba a ti que me resignaba a olvidarte, aunque tu recuerdo me lastimara. No pretendía hacerlo ni tampoco aceptar que ya no estarías conmigo.
Ese día lo comencé ignorando una de las tantas indicaciones que Hojung me daba y es que, si me entraban ganas de llorar debía hacerlo. Según ella, con reprimir mis sentimientos lo único que lograría es que me sentiría peor, pero la realidad es que, si lo hacía, no era capaz de detener mi llanto.
Tanto dolía ver el rostro de quien creí que era el amor de mi vida que sentía que si volvía a verlo sonreír me volvería loco ¿Cómo hacías, Jungkook? ¿Cómo podías reír con tanta facilidad?
Hojung, en múltiples ocasiones, me había dicho las mismas palabras, independientemente de cuánto haya durado la relación y cuan repentino haya sido el final, será doloroso consigo el proceso de superación, puede llevar tiempo, pero al final del día lo habré superado, aunque... ¿Tanto tiempo llevaría? ¿Por qué debería aceptarlo si prometimos estar juntos siempre?
Debido a que una llamada comenzó a hacer que mi celular sonara nuevamente, salí del baño y me acerqué hacia mi habitación de nuevo para buscarlo, acción que no me llevó mucho trabajo, ya que este estaba cerca de la puerta. Afortunadamente no lo había lanzado con mucha fuerza, por lo que continuaba intacto sin daños.
—¿Taehyung? —Posteriormente, un suspiro acompañó mi respuesta ante el llamado de mi mejor amigo. No es como si no tuviera ganas de escucharlo, sino que, últimamente, su existencia se basaba en recordarme en todo momento como Jungkook me "despreciaba", cuando esto no era así... o quizás, era yo quien no quiso verlo en su momento, nunca estaré seguro al respecto.
—Jiminnie ¡Por fin contestas! Sé que llamé solo una vez, pero debo hacer la pregunta por la que siempre me pones tus bellas caras de enojón ¿Vendrás a la clase de hoy?
—No estoy seguro, Taehyung, no he dormido como corresponde estos días y no tengo la energía suficiente para hacerlo.
—Corrección, no tienes las ganas suficientes para hacerlo.
Lo sabía, sabía que Taehyung me conocía lo suficiente como para notar que no estaba siendo honesto con mis palabras, pero al menos no perdía nada intentándolo. Afrontar la situación no es algo que específicamente pretendiera hacer, Jungkook, tú no podías ser parte de mi pasado, no cuando planeamos ser el futuro del otro.
—Tae-
No pude terminar mis palabras debido a que escuché la puerta de mi casa abrirse. Con seguridad, puedo afirmar que no supe disimular la sorpresa en mi rostro ante su presencia al salir de mi habitación, no tuve tiempo a reaccionar, ya que Taehyung rápidamente me abrazó.
Sus brazos rodearon mi cintura y sus manos acariciaron mis cabellos con cuidado. Siempre me trató como si fuera un vaso de vidrio capaz de caer y partirse en cualquier momento, por lo que sus abrazos son con demasiado cuidado, diría que a veces sentía que era una especie de ángel guardián.
Los primeros días luego de la ruptura, me costaba reprimir el llanto, demasiado, ya sea con Taehyung o con mis padres, cualquier muestra de afecto era capaz de provocar que el llanto surja de forma inmediata, motivo por el cual, a medida que el tiempo avanzó, evitaba a toda costa el contacto físico con quien sea, aunque, evitarlo no quiere decir que aquellos que me rodean me hagan caso, pues aún así ellos continúan siendo afectuosos conmigo.
¿Tanto me duele tu recuerdo, Jungkook? ¿Cuándo esta herida, incapaz de sanar, dejará de dolerme?
—¿De dónde sacaste ese juego de llaves que traes entre tus manos?
—¡¿Es así cómo me recibes?! Quita esa cara, llevo años sabiendo que hay un juego de llaves de sobra escondido dentro de una de las piedras del jardín.
—Haré de cuenta que esto no pasó y voy a desayunar ¿Quieres hacerme compañía o comenzarás a hablar de lo miserable que soy? —Taehyung cambió su expresión totalmente ante mis palabras, reacción que no tardaría mucho en llegar. No me tomaba muchas molestias en ser amable, no estaba bien y lo sé, pero ni siquiera tenía ánimos suficientes para ser cortés con los demás.
Era algo similar a un espectro, no sentía, no me permitía hacerlo tampoco debido a que sabría que sería cavar un pozo en lo más profundo de mis sentimientos y... no traería nada más que empezar el día de la peor manera posible.
—Jimin, jamás he dicho o pensado que eres miserable, pero me importa en lo más mínimo que te enojes, más que un amigo soy un hermano para ti y si tengo que hablarte de esto hasta que seamos ancianos lo haré hasta el cansancio.
—Y aquí vamos otra vez... -Antes que comenzara a hablar había tomado el plato con cereales que, con anterioridad, preparé y me senté, dispuesto a escuchar el mismo discurso de todos los días. Posaba mi pierna derecha sobre la otra mientras que recosté mi espalda en el respaldar de la silla, en parte oía los reclamos de Taehyung, pero otra parte de mí no hacía caso alguno a ellos.
—¿Hasta cuándo pretendes seguir así, ah? No es justo que te trates y castigues de esta manera, la danza es lo que te da vida, Park Jimin, no pienso dejarte solo en esto, ahora iré a buscar tu ropa y tú iras a darte una ducha para cambiar un poco esa energía ¿De acuerdo?
—Pero no tengo ganas de ir ¿Es tan difícil de entender?
—Jimin, sé cuándo hablas entre líneas, no quieres ir porque verás a Jungkook y entiendo que es doloroso verlo cada día, pero ¡No puedes renunciar a lo que amas solo por-
—Ahórrate el discurso, Taehyung, no lo necesito... iré un par de clases, pero mis días en la academia están contados, que lo sepas. No dejaré el baile, pero por mi propio bien debo cambiar de aire, sino no aguantaré un día más del modo en el que estoy.
—¿De qué hablas?
Un dato extra que olvidé mencionar, mis padres llegaron a la conclusión que cambiar de aire sería lo que me podrá ayudar a sanar, volver a nuestras raíces, lo que significa regresar a Busan, por supuesto no estuve para nada contento en cuanto me lo propusieron un par de semanas atrás, muchos días antes de que este desafortunado día llegara, pero no estuve en posición de negarme al notar que ya había sido una decisión tomada sin consultarme aunque, con el pasar de los días, concluí que regresar me ayudaría a olvidarte.
Quizás, al no verte me daría cuenta de que no tendría ni tengo una oportunidad contigo.
—Volveré a Busan, Tae, quizás la distancia es algo extremista, pero su recuerdo está volviéndome loco y sumarle el hecho de que debo verlo todos los días no me ayuda en lo absoluto, lo único que hace es que me vuelva un obstinado que pretende regresar con él de nuevo. A diario sus palabras dan vueltas en mi cabeza, los momentos con él y... y-yo lo extraño como no te puedes dar una idea.
—Pero Jimin, ambos sabemos que eso no ocurrir-
—¡Ya sé que no ocurrirá! Pero me cuesta rendirme con él, tan solo tú que bien dices ser mi hermano, entiéndeme, fueron cinco años de relación en los que ambos parecíamos entendernos con tan solo una mirada, teníamos planes, Taehyung... y un día, de repente, todo se derrumbó.
Un amargo sabor se hizo presente en mí, dejé el plato de cereales sobre la mesa debido a que un repentino mareo me había invadido, Taehyung se acercó hacia mí mientras que evitaba hacer contacto visual con él manteniendo mi cabeza baja observando directamente el plato de cereales, no quería observarlo, no quería aceptar nada de lo que iba a decirme.
—Lo sé, fue y aún es alguien bastante importante para ti, pero odio no poder volver a verte nada más por su culpa. Últimamente te trataba como un perro que podía manejar a su antojo e incluso ahora eres incapaz de notarlo, apenas respondía tus llamados o quería verte, era demasiado cortante contigo y esa no es una relación que merezcas, Jiminnie.
—Sé que toda persona merece alguien que esté a su lado, pero la culpa no es de él, es mía, yo soy quien no logra superar las cosas y se volvió frío y distante, sé que he sido de ese modo a veces sin siquiera darme cuenta por lo que debería darte una disculpa.
—Ahórrate las disculpas, sabes que no me enojaré contigo por eso ¿Le pedirás de volver?
—Sí, al menos sé que lo habré intentado antes de dejar Seúl porque desde el día en el que ponga un pie lejos de aquí, no volveré nunca más Taehyung, aunque estos días que me quedan aquí no hablemos del tema, por favor. —Su expresión había cambiado por completo, Taehyung siempre fue un chico sonriente pero jamás lo vi tan petrificado como ese día, no supe deducir si sentía enojo o tristeza, aunque intentaba ocultarlo no lo hacía para nada bien.
Amor, a veces suele ser un sentimiento tan idealizado que cualquier acción básica de respeto proveniente de aquella persona de la que se tenía una imagen perfecta, uno termina tomándola como una muestra de afecto, cuando nunca lo fue, sino que el otro estaba siendo amable contigo.
Y ese fue el primer error que cometí, creer que cuando serías mi pareja de baile viviría aquel cuento de hadas que mi mente creó la primera vez que te vi, pues al principio resultó ser así... pero solo en ese entonces.
Una vez que había entrado al baño quité mi pijama y abrí la canilla de la ducha dejando que el agua golpee sobre mí. Con muy pocas ganas me di un baño bastante rápido y me seque con mi toalla, Taehyung dejó mi ropa fuera del baño así que a duras penas me la coloque. Quizás... intentar una última vez finalmente me permitiría darme cuenta que no tenía una oportunidad contigo, entiéndeme, me negaba absolutamente a renunciar a ti y solo buscaba excusas.
Llené mi botella de agua y la guardé en mi mochila, observé mi reflejo en el espejo de la sala por última vez y apliqué algo de maquillaje en mis ojeras, aunque tapándolas parecían notarse de todas formas. Decidí no insistir y me acerqué hacia Taehyung que estaba sentado esperándome jugando con su celular, esa mirada se hacía presente de nuevo, esa que el otro me hacía notar que sentía lástima por mí, cuando era lo último que necesitaba.
—¡Ahora sí! Vamos de una vez.
Al salir de mi casa, observé por última vez las calles que terminarían convirtiéndose en otro recuerdo, el camino hacia la academia acompañado de Taehyung el cual siempre fue una rutina, se convierte en algo que con los días extrañaré, pero más me dolería extrañarte, Jungkook.
Cinco años pueden sentirse como una eternidad o un simple parpadeo y es así como fue lo nuestro. Cuando te vi por primera vez llegar a la academia fue absolutamente un flechazo, pero sin dudas eras un chico totalmente fuera de mi alcance... ¿Al principio me equivoqué? Posiblemente, no dudaste en acercarte a mí en cuanto llegaste y te presentaste acompañado de aquella ternura e inocencia que irradiabas en todo momento con esa sonrisa tan bella que siempre me deslumbró por completo, era poco creíble para mí sentir que los días avanzaban y cada día nos volvíamos más cercanos, todo era igual a una historia de amor perfecta.
Tus ojos marrones me observaban con un cariño con el cual nunca me vi reflejado, adoraba acariciar tus cabellos negros cada vez que aprendías un paso nuevo en las prácticas. Por mucho que quieras negarlo no tengo dudas que adorabas los halagos que solía hacerte cuando practicábamos juntos durante las noches, me adorabas tanto como yo lo hago y nadie logrará hacerme cambiar de parecer.
Los recuerdos me golpeaban sin cesar, en cualquier parte que esté tú estás ahí en mi memoria, son tantos que no podré olvidarlos con tanta facilidad, pero no está en mis planes hacer una cosa como tal, quizás no volvería a verte, pero no me rendiría con tanta facilidad.
Pero es otro día en el que entraba al salón de baile y estabas allí de pie, elongando siendo tan elegante como siempre lo eres, todo en mí me ruega que corra a ti a abrazarte y dejar un beso en tu mejilla como solía hacerlo, pero no podía, al girar levemente tu cuerpo te diste cuenta de mi presencia y pese a que fingiste ignorarme pasando al lado mío... ¿Una parte de ti no se rompió al hacernos eso?
No había prestado demasiada atención durante la clase, el profesor, de todas formas, sabía que pronto me iría, por lo tanto, no me esforcé demasiado. Mis recuerdos fluían en el tiempo hacia la escena en la que tú y yo terminamos, aún parece que era ayer cuando ambos estábamos recostados sobre el césped riendo de nuestras metas a futuro, pero repentinamente yo estaba entre lágrimas rogándote para que no me dejaras, no tenías ni siquiera un argumento ante tu repentina propuesta más que "No puedo seguir contigo, Jimin".
Había recibido un par de llamados de atención por parte del profesor debido a que no me encontraba atento, poco me importó, lo único que quería era que terminara la clase para hablar contigo, debía ser mi última oportunidad antes de no volver a verte, y posterior a unas tortuosas horas la clase terminó, el salón comenzó a vaciarse y al quedar menos gente en el lugar significaba el momento perfecto para acercarme a donde estabas, aunque Taehyung, en voz baja, me insistió que no lo hiciera, no hice caso y con prisa me acerqué hacia ti.
—Jungkook... espera ¿Por qué me ignoras de esta manera? Me tratas como si fuera un desconocido. —Con algo de fuerza te soltaste de mi agarre y tu mirada llena de frialdad fue capaz de golpearme sin necesidad de utilizar una bofetada, pues no tuviste que usar palabras que aún no estaba listo para escuchar, con algo tan insignificante para alguien ajeno a ti como tu mirada, fuiste capaz de hacerme sentir poca cosa.
—Es porque eso es lo que somos desde que decidimos ponerle fin a lo nuestro, dos desconocidos que no tienen motivos para seguir juntos. —Mis ojos comenzaron a arder. Estaba cansado de aguantar todo el dolor existente en mí, odiaba que los demás me vieran triste, pero, a su vez, estaba agotado de pensar en el resto y lo que estos pudieran decir acerca de mí, aún así ¿Qué importaba si me humillaba a mí mismo hablándote? No importaría, en unos días no te vería de nuevo y todo quedaría en un vacío oscuro dentro de mi corazón.
—¿No tienen? ¿Pero de qué estás hablando? Permíteme corregirte, yo nunca estuve de acuerdo en ponerle fin a lo nuestro, tú, en cambio, sí. En cuanto obtuviste tu papel protagónico fue cuestión de semanas en las que comenzaste a actuar distante conmigo y decidí no decir algo al respecto debido a que pensé que sería una situación pasajera o que simplemente habías discutido con tu tía de nuevo ¿Acaso fui solamente alguien a quien usarías para obtener lo que querías? ¿Taehyung, acaso, siempre tuvo razón respecto a ti? ¿Sabes todo lo que me esforcé por no culparte a ti?
Soltaste tu mochila dejándola en el suelo y reposaste ambas manos sobre mis hombros ejerciendo algo de fuerza y observándome a los ojos, tu sinceridad me dolería, pero tus manos tocándome ya no se sentían como antes, algo había cambiado y ni siquiera yo podría haber hecho algo para recuperar tu afecto.
—Mis sentimientos por ti siempre fueron auténticos, Jimin, no me arrepiento de cada segundo que pasé a tu lado... pero —Rió, aquella sonrisa de la cual me enamoré al verte por primera vez, seguía intacta ¿Por qué reíste? ¿Por qué tu sonrisa aún tenía ese impacto en mí? —Mi amor por la danza, es más fuerte que mi amor por ti y no supe cómo demostrártelo porque, a su vez, no quería renunciar a lo que tenía contigo, pero tenía que elegir entre uno y otro, en la balanza salió ganando la danza y ya, si yo pude aceptarlo tú también deberías hacerlo. Taehyung no me conoce en lo absoluto para andar hablando sobre mí, estoy seguro que tú tampoco me conoces realmente, Park Jimin.
—Pensar que cuando te escuché decir que tus sentimientos fueron auténticos estaba a nada de pedirte que te des una oportunidad conmigo... si realmente me amaras lo habrías intentado, Jungkook, pero que conste que hay una única cosa que quiero que me prometas; cúlpame a mí, todo esto es mi culpa, por mucho que lo intenté no hay nada que pueda hacer.
—Vamos, Jimin esto que estás haciendo es muy cliché-
—Cliché hubiera sido que en esta historia llena de sombras que tuvimos tú y yo, a día de hoy siguieras a mi lado. No tenías por qué hacerme esto, no es justo cuando yo, siempre que me necesitaste, estuve a tu lado ¿Sabes lo doloroso que es verte a diario y recordar cada momento que pasé contigo? Es como una herida dolorosa que nunca deja de sangrar, cada recuerdo está infectado con el día en que terminaste nuestra relación y las sonrisas que, alguna vez fueron honestas, según tú dices, ahora no son más que recuerdos que me están volviendo loco.
—Jimin, debes seguir adelante, la danza es una carrera dura que nos obliga a tomar decisiones complicadas, algunos sobreviven a ella y otros no, no te creí tan débil, Pichón.
Una parte de mí no tenía dudas respecto a que Jungkook se negaría, pero existía esa parte pequeña que anhelaba una explicación que me permitiera entenderlo, entender el motivo por el que nuestra película romántica, como él solía llamar a nuestra relación, de repente se tornó en una con un final deprimente, las escenas de nuestra secuencia que estaba repleta de colores y promesas resultó llenarse de sombras y oscuridad, pero nunca creí que la ambición sería parte de una persona como tú, quizás nunca llegué a conocerte por cómo eres en realidad, justamente como respondiste.
El dolor era insoportable, tal como si cargara con numerosos cortes en mi cuerpo y fuera incapaz de detener el sangrado.
Escuché a Taehyung llamarme, pero las palabras aún seguían en mi mente, recorriendo y dando vueltas sin parar, incluso causándome fuertes dolores que me hicieron romper mi promesa, la cual involucraba no tener un día miserable, puesto que las lágrimas, camino a mi casa, comenzaron a deslizarse sobre mis mejillas sin que pudiera ser capaz de retenerlas.
Los sollozos se escapaban de mi garganta, tal como si todo mi dolor quisiera salir de una vez, pero yo lo impedía, impedía que ese dolor se manifestara, aunque fue imposible impedir que sucediera, su imagen se desvanecía en la distancia de nuestros caminos y fue así como, a duras penas, al llegar a mi casa, abrí la puerta del baño y entré a la ducha.
Después de cuatro extensos meses reusándome a renunciar a ti, fui capaz de gritar como no pude hacerlo cuando todo se rompió en pedazos y de sentir ese dolor que no me permití debido a mi resignación a olvidarte, pues tus palabras tan dolorosas me hicieron darme cuenta que no importara lo que hiciera, no podría recuperarte de nuevo.
Mis brazos ardieron ante el amargo ardor de las heridas que dejaste en mí, el dolor se volvió insoportable, más de lo que acostumbraba, en la película romántica tu mirada se desvaneció y no pude detener lo inevitable antes de irme; mi corazón hecho pedazos.
Días más tarde, con mis padres nos marchamos de Seúl, no iba a permitirme hacerte saber que no serías tú quien le pondría fin a lo nuestro, sino yo mismo el "Pichón" que siempre se negó a abandonarte, pero no podía continuar viviendo de la manera en la que estaba haciéndolo.
Despedirme de Taehyung fue la parte más triste de esta decisión, pero prometimos que, un día cada mes, nos veríamos, pero aún así mi corazón dolía más por dejar a quien amo atrás. Una parte de mí deseaba que, de alguna manera te hubieras enterado que me iría y antes de subirme al auto corrieras en mi búsqueda e intentaras convencerme para que me quede, muy en el fondo tenía la idea de que seguíamos teniendo una oportunidad pero en otra vida, aunque el universo mismo se esforzara en hacerme ver que esto no sería posible, nunca fui capaz de estar de acuerdo conmigo mismo, ya que, cuando decidía olvidarte, al día siguiente la idea de recuperarte aparecía de nuevo tal como una escena eterna incapaz de detenerse.
Me prometí a mí mismo que esta sería la primera y última vez que te escribiría, Jungkook, no me queda mucho tiempo para terminar, un mensaje no sería lo más formal para despedirme de ti. Fue por eso que decidí hacerlo a través de esta carta, pese a que nos distanciamos como nunca lo hubiera deseado, todo lo que anhelo para ti es que cada día que observes tu reflejo en el espejo mientras danzas recuerdes cómo elegiste tu obligación en lugar de ser feliz.
Pero lo que nos diferencia es que yo elegí ser feliz, aunque me lleve demasiado tiempo el proceso ¿Puedes creer que mi psicóloga me aconsejó escribir en papel todo esto? Desahogarme escribiéndote me permitiría sentirme mejor y... en cierto modo ayuda, se siente como hablar contigo, aunque ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que hablamos? ¿Quizás un año? ¿Sentirás el mismo dolor que yo? ¿No me extrañas al igual que yo lo hago, amor mío?
Pese a que prometí estar contigo hasta el fin del mundo, nunca creí que pondrías fin a lo que teníamos. Los recuerdos se volvieron repetitivos y una tortura con la que no podía aguantar ningún día más. Cada uno de ellos se convirtió en el inicio de una triste secuencia que perduraría un largo tiempo, pero te prometo cariño, que si algún día logro sanar las heridas que dejaste en mi corazón, siempre te recordaré como el hombre que me logró hacer sonreír de una forma que nunca conocí.
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