Lalisa Manoban se encontraba más que concentrada perfeccionando aquella compleja coreografia que ella misma había creado.

No quería que su danza fuera igual de cute como las del resto de sus compañeras, calificaba un tanto aburrido hacer constantemente lo mismo de siempre.

Definitivamente la originalidad no quedaba por ningún lado, excepto en la cabeza de la pequeña tailandesa, qué hace un buen tiempo llevaba preparándose para audicionar en la academia de baile.

La danza era su pasión.

Pero su verdadera inspiración nació del amor tan grande que sentía por su mejor amigo, Jung Hoseok. Aquel chico de cabellos anaranjados era el más guapo y talentoso hombre que Lisa había visto en toda su corta vida.

Lo conoció hace cuatro años, cuando ella aún no había empezando a descubrir su pasión por el baile.

Él la había ayudado mucho a desenvolverse y a descubrir que bailar era su verdadera pasión.

Él la había ayudado cuando ella más lo necesitaba, cuando aquellos niños tontos la molestaban por su sobrepeso en la escuela, él era el que la defendía.

Y sin querer se había enamorado hace ya dos años de su mejor amigo.

Estaba completamente consciente que si le decía lo que sentía por él corría el riesgo de terminar con su amistad, y eso era lo que menos quería, por eso no le había dicho nada.

—¡Lisa!—gritó un azabache acercandosé a la rubia.

—¿Mark? ¿Que haces aquí?—preguntó completamente sorpendida la más pequeña.

—¿No me vas a dar un abrazo?—preguntó el castaño ignorando la pregunta de la menor.

—C-Claro.

Lalisa abrazó con fuerzas a su viejo amigo, lo había extrañado demasiado.

—¿BanBan? ¿Él esta contigo?—preguntó ansiosa la rubia.

—La señora Malai ha enfermado, Kunpimook se ha quedado en Tailandia a cuidar de ella—respondió algo desanimado el castaño.

Lisa se puso algo triste al oír aquella noticia. La señora Malai era una de las personas más dulces y lindas que había conocido, le ponía realmente mal enterarse que estaba enferma, sobre todo se preocupaba por su amigo BanBan y la situación tan agobiante que debe estar pasando en estos momentos.

Hubo un pequeño silencio entre ellos.

—¿Tu eres estudiante de esta academia?— preguntó Mark.

—S-si, entre hace tan sólo unos meses—contestó sonriente la pequeña rubia.

—Pero supongo que antes de entrar ya bailabas.

—Si, de hecho me estuve preparando por tres años seguidos para hacer la audición en esta Academia— contestó orgullosa de sí misma.

—Parece que la pequeña Panpriya ya no es la misma iresponsable de antes, se ha vuelto una chica realmente encantadora—dijo el azabache logrando sonrrojar ligeramente a Lalisa.

Mark acarició la mejilla de la maknae.

—¡Lalisa! Quiero presentarte a.. —Hoseok corto con sus palabras mirando al guapo chico al lado de su mejor amiga. ¿Quien era él? ¿Y por que acariciaba la mejilla de su pequeña Lisa?

—¡Hobi! Quiero presentarte a Mark Tuan, Mark, él es Jung Hoseok—dijo Lisa emocionada.

—Un gusto, Hoseok—el azabache extendio su mano sonriente.

—El gusto es mio, Mark—contestó el pelinaranja serio.

—Bueno, como ya se conocieron ¿Qué te parece si vamos a enseñarte Busan, Mark?—preguntó Lisa emocionada.

—Me encantaria pampriya, pero quede con mi novia Nayeon en ir a visitar a su familia—contestó Mark.

—Tranquilo, sera otro día—dijo Lisa sonriente.

Tiene novia, menos mal. Pensó Hoseok.

—Hasta proto—Mark se fue.

Lisa abrazó a su amigo, para después salir a comer un helado....

. . . .

—¡Oh Lisa! Te presento a Hirai Momo, ella es una muy buena amiga mía—dijo feliz el pelinaranja.

—Un gusto Momo, yo soy Lalisa Manoban—se presentó Lisa con el semblante serio. Estaba enojada.

—Hoseok Oppa me a platicado mucho de usted, Lisa-ah—sonrió tiernamente la castaña.

¿Oppa? ¿Que esta pasando aquí?

—Ella va ir en nuestra Academia, Limario, por eso me gustaría que de lleven muy bien—comentó Hoseok.

—Si, Claro, no hay problema.