Lutteo: Sólo para ti
Después de un tiempo sin publicar por aquí, al fin tuve una idea.
Hace mucho que quería hacer algo sobre Lutteo, pero las ideas no me llegaban.
Este One Shot está conectado de cierto modo con el último que subí de ellos😄😉
Espero que les guste❤️❤️❤️❤️
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Luna's POV:
Me desperté sintiendo unos saltos sobre la cama.
-Mami, papi, despierten, despierten.
Abrí los ojos lentamente, encontrándome con mi hija de cuatro años.
-Figlia, apenas son las... -le dijo Matteo.
Se extendió para ver la hora en su teléfono.
-... Ocho de la mañana. ¿Por qué no vuelves a dormir un rato?
Anoche los dos nos fuimos a dormir tarde ya que estábamos ayudando a terminar de organizar todo para hoy.
-Papi, si no nos levantamos ahora llegaremos tarde. Levantense.
Alargó la última palabra y siguió saltando sobre la cama.
-Vamos a hacer algo, Meli, si tú nos ayudas con el desayuno nos levantamos en cinco minutos. ¿Te parece?-le dije.
La niña lo pensó unos segundos. Puso una mano sobre su barbilla.
-Está bien.
Se bajó de la cama y corrió a su cuarto. Matteo me abrazó más a él.
-Sacó la energía e hiperactividad de ti, amore.
Escondió su rostro en mi cuello y me reí.
-Pero sacó tu testarudez.
-Y tu terquedad-me dijo.
-Tienes un punto.
Los dos nos reímos.
Nos quedamos un minuto en un silencio bastante cómodo.
-Debemos levantarnos, sino va a volver y seguirá saltando sobre la cama.
Matteo se rió y nos levantamos.
Alrededor de dos horas después, ya nos encontrábamos camino a nuestro destino.
-¿Porqué casi nunca me llevan para el Roller? - nos preguntó.
Matteo la llevaba en su espalda.
-Porque, eres muy pequeña y aún no sabes patinar-le respondí.
-Pero no lo sé solo porque no me han enseñado-dijo a modo de reclamo.
-Piccola Principessa, la única razón por la que aún no le hemos hecho es porque no queremos que te hagas daño.
-¿Entonces porque Lucy si viene desde bebé? - preguntó.
Miró a la bebé en mis brazos. Lucía es nuestra hija menor. Nació hace ocho meses.
(Por si se lo preguntan, en italiano se pronuncia Luchia)
-Tú también viniste cuando eras bebé, solo que no lo recuerdas-le respondí.
-Oh.
Me dio ternura la cara que puso.
-Me parece que estás más pesada que la última vez que te cargué así, bambina-le dijo Matteo en broma.
Nuestra hija se rió.
-Culpa a su abuela. Mi mamá pretende que coma todo el tiempo-dije.
-La abuela Mónica hace comida muy rica, sobre todo cuando hace dulces.
-Eres igual, a mi abuelo-le dije riéndome.
Como habíamos decidido, nos mudamos de nuevo a la mansión luego de que Melissa cumpliera dos años. Se hicieron muchas remodelaciones en las habitaciones, así que hay suficiente espacio para todos.
Simón y Ámbar aún viven ahí con Amara. Ella y Melissa son inseparables. Además, siempre encuentran el modo de incluir a Lucy en sus juegos a pesar de que es una bebé.
Mis papás ahora viven en Cancún con mi abuelo y mi tía Sharon. Luego del incendio, ella, Ámbar y yo logramos crear una buena relación.
Y aunque vivan en México, vienen todas las vacaciones, si es que nosotros no vamos para allá. Las niñas aman Cancún.
Matteo nos abrió la puerta al llegar al Jam & Roller. El lugar no ha cambiado en lo absoluto.
Nuestros amigos sonrieron al vernos entrar.
Entre Ámbar, Simón- quienes ahora son los dueños del Roller-, Matteo y yo organizamos esta reunión. A muchos de los chicos no los veíamos desde hace casi dos años.
-Opa, opa, al final si vinieron todos.
-¡Juliana!-exclamamos todo y corrimos a abrazarla.
Ella se rió.
Sigue siendo la entrenadora del equipo. Luego de que nosotros nos retiraramos, ella aún quiso seguir ayudando y apoyando al lugar.
Las chicas y yo hablábamos en unas mesas, mientras que los chicos hablaban en la barra.
Pedro aún trabaja aquí y Delfi se ocupa de las promociones del lugar.
Cantamos un rato, como cuando participábamos en los Open Music. En parejas, chicas contra chicos, y canciones grupales.
Los niños corrían por todo el local. Meli y Amara, Paulina y Daniel-hijos de Delfi y Pedro-, Nathan-el hijo de Gastón y Niña- y Elena-la hija de Emilia y Benicio-.
-Después de los problemas, es impresionante como todos nos hemos vuelto unidos-dijo Nina.
-Eso es muy cierto-respondió Yam.
-Chicas.
Todas nos volteamos en dirección de los chicos.
-¿Qué tal si vamos a la pista? - preguntó Nico.
Todos empezamos a hacer ruido y nos levantamos de las mesas.
Matteo se acercó cargando a Lucía. Besé la frente de la bebé y ella comenzó a balbucear.
-Mami, mami.
Miré los ojos verdes de Meli. Estaba jalando mi chaqueta para que la mirara.
-¿Sí?
-¿Ahora sí me van a enseñar a patinar?
Reí. Me puse a su altura.
-Claro que sí, pequeña.
Le di un toque en la nariz y se rió. La cargué y Matteo nos miró sonriendo. Pasó su brazo libre por mi cintura y caminamos para alcanzar a los demás.
-¿Así me los debo de poner?
Los únicos que quedábamos en los lockers eramos nosotros cuatro junto con mi prima, mi mejor amigo y mi ahijada.
-No, pero tranquila, yo te ayudo-dijo la pequeña rubia.
Se bajó de las piernas de Simón y se agachó y ayudó a Meli a amarrarse las trenzas(cordones/agujetas).
Simón, Matteo, Ámbar y yo nos miramos sonriendo.
Las niñas salieron primero que nosotros ya que Nathan las vino a buscar. Les dijimos que tuvieran cuidado.
Melissa aún no sabe patinar y Amara apenas está aprendiendo.
Entramos a la pista y Lucy comenzó a moverse entre mis brazos.
-¿Qué pasó princesita? ¿Tú también quieres aprender a patinar? - le preguntó Matteo.
La bebé balbuceo cómo respuesta. Los dos nos reímos.
Dejamos que Jim la cuidara mientras que le enseñábamos a Meli.
-Lo haces muy bien, hija.
Ella sonrió por lo que le dije.
Matteo tomaba sus manos y la ayudaba a deslizarse poco a poco.
Logró dar una vuelta y comenzamos a aplaudirle.
-Basta-dijo riéndose.
Un rato después, nos sentamos en las gradas junto a los demás.
Simón y Ámbar patinaron, al igual que el resto de los chicos.
Melissa estaba entretenida jugando con los demás niños mientras que Lucía dormía en los brazos de su papá.
-Es súper chido poder pasar tiempo con nuestros amigos y con nuestra familia. ¿O no, chico fresa?
Él sonrió.
-Claro que sí, chica delivery.
Besó mi frente y sonreí.
-Hey, tórtolos-nos llamó Gastón.
Dejamos de mirarnos y mis mejillas se pusieron rosadas.
-Los únicos que no han patinado son ustedes- dijo Ramiro.
-Queremos ver lo que los reyes de la pista hacían- nos animó Ámbar.
Los chicos nos decían así. Y luego de un tiempo, ella también comenzó a hacerlo.
Nos miramos un momento.
-Mami, papi, quiero verlos patinar. Porfi.
Meli hizo pucheros.
Matteo y yo nos agachamos a su altura y besamos su frente.
-Está bien-dije.
Ella sonrió.
Nuestros amigos comenzaron a hacer ruido. Nina se acercó y tomó a Lucy entre sus brazos.
Matteo y yo somos los padrinos de Nathan y de Amara. Mientras que Simón y Ámbar son los padrinos de Melissa y Nina y Gastón de Lucía.
Ya estábamos por entrar a la pista.
-¿Estás lista, chica delivery?- me preguntó, apretando mi mano.
-Por supuesto, chico fresa.
Entramos a la pista. Juliana se acercó a los altavoces y le dio play a la música en su teléfono.
Matteo y yo nos miramos sonriendo al oír que canción era.
Extendió su mano hacia mí y envolvió con suavidad mi mano, mientras que con la otra rodeó mi cintura.
-Esto es de verdad, lo puedo sentir. Llegaste a mi y todo cambió-íbamos dando vueltas por la pista.
-Y ahora por fin, sé lo que es amar-nos miramos sonriendo- Mi destino es así, a tu lado volar-tomó mi cintura con sus dos manos y me levantó en el aire-
Tu mirada me estremece el alma.
Eres para mí.
Me dejó en el suelo y patinamos con las manos entrelazadas.
-Un verdadero amor que llega al corazón. Si es de los dos es para siempre-miramos nuestras alianzas de matrimonio y sonreímos- Sin tiempos ni razón, Eres mi inspiración.
Porque el destino fue más fuerte.
Dimos varias vueltas.
-Mi felicidad llegó junto a ti-me levantó de modo que me cargaba como princesa-, Y mi corazón ya es pura emoción.
Miramos en dirección a nuestras hijas, quienes nos miraban sonriendo.
Me dejó en el suelo.
-La luz que me das puede iluminar-mis piernas rodeaban sus caderas, de modo que mi espalda estaba inclinada hacia el suelo-, El camino de a dos, Que empezamos a andar-me dejó en el suelo y patinamos persiguiéndonos el uno al otro- Son tus ojos la luz de mi cielo, Solo para mí.
Me levantó desde atrás, dimos una vuelta así y me dejó sobre la pista.
-Un verdadero amor, Que llega al corazón-hicimos el paso de la tijera- Si es de los dos, Es para siempre. Sin tiempos ni razón, Eres mi inspiración-me levantó de modo que quedé de cabeza sobre su espalda- Porque el destino fue más fuerte.
Di una vuelta y caí hacia el suelo. Matteo fue rápido y me ayudó a levantarme antes de que llegara.
-Un verdadero amor, Que llega al corazón-ibamos patinando hacia atrás, con mis brazos rodeando su cuello y los suyos mi cintura- Si es de los dos, Es para siempre. Sin tiempos ni razón, Eres mi inspiración-nos soltamos y patimamos en diferentes direcciones- Porque el destino fue más fuerte.
-Un verdadero, verdadero, verdadero amor. Es para siempre, es de los dos sin tiempos ni razón-nos encontramos- Un verdadero, verdadero, verdadero amor-él me está sujetando para que no me caiga, mientras que mi cabeza está apoyada sobre su pecho- Es mi destino, es de verdad toda mi inspiración. Wooh, Woah. Wooh, Woah-no dejábamos de mirarnos a los ojos- Verdadero amor.
-Un verdadero amor, Que llega al corazón-me montó sobre su hombro- Si es de los dos, Es para siempre. Sin tiempos ni razón, Eres mi inspiración-una de mis piernas estaba apoyada sobre sus caderas mientras que me levantaba ligeramente en el aire- Porque el destino fue más fuerte.
-Un verdadero, verdadero, verdadero amor. (Es más fuerte)-me alzó un poco, estábamos inclinados y nuestras frentes estaban unidas.
-Un verdadero, verdadero, verdadero amor. (Es más fuerte)-pasó un brazo alrededor de mi cabeza.
-Un verdadero, verdadero, verdadero amor. (Es mas fuerte)-me lanzó en el aire y me atrapó.
Quedé inclinada hacia atrás con él sujetándome.
-Un verdadero, verdadero, verdadero amor. ¡Es mas fuerte!
La canción terminó y mis brazos aún rodeaban su cuello. Nuestros labios estaban muy cercanos a los del otro.
No pudimos besarnos ya que los demás comenzaron a aplaudir, gritar y silbar.
Otra vez estuve de pie y abracé a Matteo con fuerza. Él me alzó un poquito y besó mi coronilla.
Patinamos hacia donde estaban los chicos.
Nuestra pequeña corrió hacia nosotros y nos abrazó. Matteo la cargó y ella se rió.
Nina me dio a Lucy y ella aplaudía con sus manitas. Las agarré y las besé. Ella soltó una carcajada.
-Siguen siendo igual de buenos, chicos-nos halagó Jazmín.
Ella había estado grabando toda la coreografía.
-Que puedo decirte, los reyes de la pista nunca dejarán de ser buenos. En especial el Rey.
Todos nos reímos.
Nuestros amigos volvieron a la pista. Matteo se acercó a mí y rodeo mi cintura con su brazo libre.
-Nunca te cansarás de ser así de fresa, ¿verdad? - le pregunté sonriendo.
-Jamás.
Los dos nos reímos. Ahora sí, pudimos besarnos cortamente.
Fuimos enterrupidos por Meli.
-Volvamos a la pista, quiero que me enseñen a patinar como ustedes. Son los mejores.
Mi esposo y yo sonreímos y le hicimos caso.
Haber tomado la decisión de haber vuelto con Matteo hace diez año valió totalmente la pena.
Tenemos una familia hermosa y nuestro amor nunca se acaba entre los cuatro. En especial, entre nosotros dos.
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Tuve que ver vídeos de ellos patinando para poder sacar algunos de los pasos.
Y no me arrepiento de ello😂😍❤️❤️
Hacía mucho que no veía vídeos de Lutteo. Me hizo extrañarlos😭❤️
Como sea, espero que les haya gustado.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 26/10/2019.
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