Beal: Inseguridades 2/2
Así es, esta es la segunda parte del capítulo anterior.
Todas me dijeron que les hubiera gustado seguir leyendo después del final, y ya que se me ocurrieron varias ideas, decidí hacerlo❤️.
❗
------------------------------------
Mal's POV:
Corrimos con las manos entrelazadas sin parar de reírnos. Al llegar al pasillo donde están nuestras habitaciones, nos fijamos de que no hubiera nadie. Al asegurarnos de eso, terminamos de correr.
Entramos riendo a su cuarto. Dejé mi espalda apoyada en la puerta y pasé el seguro al lado de mí.
Ben se acercó con cuidado y posó sus manos sobre mi cintura. Nos quedamos mirando unos segundos antes de volver a besarnos.
Seguimos así durante un rato hasta que el aire faltó.
-Te extrañé demasiado, princesa-me dijo.
Teníamos nuestros rostros tan cerca que podía sentir como nuestras respiraciones se mezclaban.
-Y yo a ti, príncipe.
Me dio un beso corto y me ayudó a quitarme mi chaqueta y mis audífonos, los cuales aún tenía alrededor de mi cuello. Yo lo ayudé a quitarse su chaqueta. Volvimos a juntar nuestros labios.
Caminamos lentamente hacia su cama sin separarnos. Me apoyó con cuidado sobre el colchón.
-Si no quieres que vayamos tan rápido ahora, solo dímelo- apartó los mechones de pelo que estaban sobre mi rostro.
-En serio quiero seguir. Te necesito.
Posiblemente sonó como una súplica, pero en serio quiero que tengamos un rato solo para los dos.
Posó su mirada en mis ojos unos segundos para asegurarse de que decía la verdad. Lo jalé hacia mí y volví a besarlo.
Nos di la vuelta y yo quedé encima de él. Pocos segundos después, se acomodó de modo que quedamos sentados. Pasé mis piernas alrededor de su cintura. Sentí sus labios sobre mi cuello y suspiré. Estuvo así varios minutos hasta que volvió a mis labios.
Nos besamos unos minutos más hasta que sentí que su mente estaba en otro lado. Me estaba siguiendo el beso pero sé que su cabeza no estaba en esto.
-Bebé, ¿te pasa algo? - le pregunté.
Abrió los ojos y me miró.
-No es nada, tranquila.
Bajó la mirada.
-Debe ser algo si te perdiste en ese pensamiento.
Agarré una de sus manos y entrelazé sus dedos con los míos. Usé mi mano libre para levantar su barbilla.
-Tú siempre dices que si algo me molesta, preocupa o incómoda debo decírtelo así puedo sentirme mejor. Y sé que es verdad ya que me ha funcionado. Así que por favor, dime que es lo que te pasa.
Me miró unos segundos antes de hablar.
-¿Sientes que de verdad paso suficiente tiempo contigo?
Lo miré confundida.
-Claro que sí, ¿por qué lo dudas?
Apreté su mano para que supiera que puede decirme todo.
-Es que siento que no paso todo el tiempo que debo contigo.
Mi corazón se rompió un poco al oír esas palabras y ver la expresión de culpa en su rostro.
-Amor, yo...
-No, espera-me interrumpió- Quiero ser totalmente honesto contigo. Por favor déjame decirte todo y luego me dices lo que piensas. ¿Sí?
Asentí, no muy convencida.
-Te pedí que te mudaras al castillo para que estuviéramos más cerca del otro y pudiéramos pasar más tiempo juntos. Y la mayoría de las veces solo podemos estar solos en la noche, cuando ambos estamos exhaustos por todo lo que hemos hecho durante el día. Me siento culpable por no tener suficiente tiempo para ti. Eres mi novia, el amor de mi vida...
Hizo una pausa y me corazón terminó de romperse al ver que sus ojos estaban empezando a cristalizarse.
-Tengo miedo de que pase lo mismo que hace unos años, que toda la presión caiga sobre ti y terminemos peleando y yo actúe y diga cosas de las que luego me arrepienta-una lágrima cayó sobre su mejilla y casi me puse a llorar- No sabes lo mucho que me costó perdonarme a mí mismo por como te hice sentir. A veces, por cosas como esa, siento que no te merezco. Que eres más de lo que alguien como yo merece.
Empezó a llorar, al igual que yo. Lo abracé con fuerza. Uní nuestros labios unos segundos antes de hablarle.
-¡Nunca más vuelvas a decir eso! ¿Oíste? - le pregunté pegando nuestras frentes- Eres lo mejor que pudo haberme pasado en la vida. Gracias a ti me descubrí a mí misma, me volví una mejor persona y descubrí lo que es amar. No sabes cuan agradecida estoy por todo lo bueno que has hecho en mi vida. Más bien, a veces yo soy la que siente que no soy suficiente para ti.
Bajé mi mirada y fue su turno de hacerme mirarlo.
-Jamás pienses eso. ¿Sí? - me dio un beso la frente.
-Pero es que siento que no lo soy. Sé que tal vez no es la primera vez que hablamos de esto y sé que tampoco será la última. Pero quiero que te des cuenta de que aunque te ame más que a mi vida, a veces no soy lo que necesitas en tu vida. Me estreso y molesto por todo y termino pagándola contigo. Eso no es justo para ti. Esa fue una de las razones por las que huí hace años.
Me acercó a él y hundí mi cara en su cuello, dejando salir todas las lágrimas que tenía acumuladas.
-Eres la única persona que quiero que esté a mi lado por el resto de mi vida. Así que por favor, cada vez que sientas algo de esto, no dudes en decírmelo.
Asentí y levanté mi rostro.
-Y si tú vuelves a sentir todo eso, dímelo. ¿Sí?
Besó mis labios.
-¿Esto responde a tu pregunta?
Sonreí.
-Es lo único que necesitaba para saberlo.
Ambos nos reímos y nos quedamos abrazados un rato, disfrutando la tranquilidad y el cariño que nos transmitía estar así.
Cuando volvimos a mirarnos, tanto sus ojos como los míos se fueron directamente a los labios del otro. Me reí.
-Ahora, ¿podemos seguir con lo de hace unos minutos? - le pregunté coqueta.
-Es lo único que quiero hacer-me respondió del mismo modo.
Sellamos nuestros labios. Me quitó mi camisa y yo me tomé algo de tiempo quitando la suya, desabotonando cada botón. Pasé mis manos por su pecho y las llevé a su cuello. Seguimos besandonos y cuando se distrajo lo empujé para que quedara sobre el colchón.
Comencé a hacer un recorrido de su cuello hasta su estómago. Oía sus gruñidos. Quité el cinturón y volví a sus labios.
Él volvió a quedar encima de mí, tomando el control de la situación. Siguió besandome mientras que quitaba hábilmente los ganchos de mi sostén. Se podría decir que ya tiene unos cuantos meses de práctica.
Sus labios llegaron a mi cuello. Lo recorrió completamente y subió un momento para darme un beso en los labios, seguido de uno por detrás de mi oreja. Él sabe que ese es uno de mis puntos débiles. Siguió otra vez con mi cuello y pasó a mi clavícula. Agarró uno de mis senos y lo masajeo, haciendo que un gemido saliera de mis labios. Llevó sus labios a ese lugar mientras que masajeaba el otro.
Yo tenía mis manos sobre su pelo, acariciandolo. Estaba mordiendo mi labio inferior para evitar que algún otro ruido saliera de mi boca. Sé que sus papás deben de estar por ahí antes de irse a dormir. No quiero que nadie nos descubra.
Cuando terminó, su recorrido culminó en mi estómago. El cual llenó de besos. Seguimos besandonos mientras que las manos de ambos estaban sobre los botones y cierres del pantalón del otro. En el momento en que ya no había ninguna prenda sobre nosotros, la sábana ya estaba cubriendonos. Separamos nuestros labios para recuperar el aire.
-Eres realmente hermosa, ¿lo sabías?-me preguntó acariciando mis mejillas.
Me sonrojé ligeramente.
A pesar de los años, cosas como esa que vengan de su parte aún hacen que me sonroje.
Le di un beso y sentí como sus manos iban hacia el primer cajón de su mesa de noche. Ya tenía el paquete en su mano cuando lo frené.
-Esta vez no, cariño.
Me miró dudoso.
-Llevamos semanas sin poder hacerlo y quiero que sea especial. Sabes que nunca se me olvida tomarme mis pastillas. Así que por favor relajate y dejémonos llevar.
Sonrió un poco y me dio un pico.
-Está bien.
Guardó de nuevo el paquete. Agarró mi mano, la que tiene el anillo que me dio en su coronación, y entrelazó nuestros dedos. Dio un beso en mis nudillos y luego pasó a mis labios. Su brazo libre estaba alrededor de mi cintura y el mío alrededor de su cuello.
Lo sentí dentro de mí y ambos gemimos, aunque no se oyó mucho porque nuestros labios estaban unidos.
Varias horas después, aún seguíamos en nuestro mundo, sin importar que habíamos oído que nuestros teléfonos habían recibido mensajes en la última hora. Probablemente eran del grupo con nuestros amigos y por eso sonaban los dos.
Solté una risita al sentir como sus manos me hacían cosquillas mientras que nos besabamos.
-Te amo muchísimo, lo sabes. ¿Verdad? - le pregunté mientras que jugaba con nuestras manos.
-No creo que más de lo que yo te amo a ti, cielo-dijo y me dio un beso en la punta de la nariz.
Apoyé mi cabeza en su pecho. En los siguientes minutos, mientras que hablábamos de cualquier cosa, su mano acariciaba con cuidado mi cabello. Causando que poco a poco fuera dándome sueño.
-¿Quieres dormir? - me preguntó antes de bostezar.
Fue mi turno de imitar su acción.
-Sí.
Mi espalda quedó apoyada contra su pecho. Sus brazos estaban alrededor de mi cintura y mis manos entrelazadas a las suyas.
-Buenas noches, amor-le dije, sintiendo como mis ojos se iban cerrando poco a poco.
-Buenas noches, mi vida.
Sonreí adormilada.
------------------------------------
Quería que este capítulo tuviera diferentes cosas de ellos dos.
Ya que el estreno de D3 es dentro de casi dos semanas, quiero ver si se me siguen ocurriendo ideas de más OS Beal o Devie.
Y también por el hecho de que no puedo aguantar tanto tiempo sin escribir de ellos dos hasta que salga mi nuevo proyecto.
Porque sí, algunos ya lo saben y otros sospechan que puede ser. Para los que no saben, les confirmo que es de Descendientes y va a contener muchísimo de Ben y Mal.
Eso es lo único que voy a decir por ahora.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 17/07/2019.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro