Como están viendo, decidí escribir una segunda parte del One Shot Beal: Durante Descendientes 3.

Lo consideré desde que escribí el primero y me gustó la idea.

Me costó un poco encontrar las ideas de algunas de las cosas que leerán. Pero amé el resultado.

Parte del capítulo será un flashback de algo que pasó antes de la Boda Beal y luego será en la "actualidad".

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La noche de la Fiesta de Compromiso...

Mal's POV:
Al separarnos de nuestro beso. Sonreí al ver los ojos de Ben mirando los míos.

Juntó nuestras frentes. Cerré los ojos e intenté apartar las ideas que acababan de pasar por mi mente.

No es la primera vez que al besarnos me pasa esto. Y sé que a él también le ha pasado.

Por suerte, ya mi papá no estaba mirándonos. Hubiera bajado a separarnos y montado una escena de padre sobreprotector.

-¿Ya quieres subir? - me preguntó.

Abrí los ojos y asentí. Agarró mi mano y entramos al castillo. Subimos en silencio, aún con la respiración alterada por lo que acababa de pasar.

Besó mi frente cuando llegamos a mi puerta. Iba a dirigirse a su habitación, la cual está al lado de la mía, pero lo detuve.

Lo jalé hacia mí y volví a besarlo. Él me correspondió, algo sorprendido por mi gesto. Rodeé su cuello con mis brazos. Me alzó un poco con los suyos para que estuviera a su altura.

Abrí como pude la puerta de mi habitación. Entramos sin separar nuestros labios. La cerré y mi espalda quedó apoyada sobre ella.

Jamás nos habíamos besado así, de manera tan intensa y apasionada. Pero me gustaba la sensación que estaba sintiendo en ese momento, algo que solo él provoca en mí.

Rocé su nariz con la mía. Ambos intentábamos recuperar el oxígeno.

-¿Estás segura de lo que estamos haciendo?-me preguntó con la voz ronca.

-Siento que es el momento, Ben. Sé que hablábamos de que pasara más adelante, pero estoy lista. Solo quiero estar contigo por el resto de mi vida.

Acarició mi mejilla.

-Si no quieres hacerlo, puedo esperar. Tú me esperaste a mí a pesar de que tardé en decirte que te amo. Y en serio lo hago.

-Yo también pienso que es el momento y también te amo. Sé que ambos estamos listos para esto. Solo no quiero obligarte a nada o que sea algo de lo que luego puedas arrepentirte-me dijo.

-Jamás me arrepentiría de estar contigo-le dije.

Sonrió y yo hice lo mismo.

-Solo-apoyé mi mano sobre su pecho y entrelazamos nuestros dedos-... quiero que sea algo importante para los dos. Algo especial.

-Lo será.

Sonreí. Juntamos de nuevo nuestros labios y nos dejamos llevar por todo lo que sentíamos en ese momento.

Importándonos solamente nuestros propios sentimientos y los del otro.

Así que sí, mentí cuando dije que me dormí rápidamente luego de subir.

Un año y medio después...

Ben's POV:
Ambos sonreíamos ampliamente, con las frente unidas.

Acabábamos de unirnos por el resto de la eternidad. Mal se había convertido en mi mujer y yo en su marido.

Apreté su mano, donde ahora están su anillo de compromiso y el que le deslicé hace pocos minutos. Sonrió y miramos a los demás.

Todos aplaudían, silbaban y gritaban.
El padre de Mal se quitó una lágrima disimuladamente, pero nosotros lo vimos hacerlo.

Nos dimos la vuelta y el Hada Madrina nos sonrió.

-Es la hora, querida.

Mal asintió. Me puse al lado de la directora de Auradon Prep. Mis padres se acercaron a nosotros 

Mal se arrodilló frente a nosotros, justo como hice yo cuando me coronaron. Mi papá me extendió la caja de terciopelo y la abrí. El Hada Madrina agarró entre sus manos la corona y se la colocó a Mal.

Mi mamá levantó la cúpula de cristal que rodeaba la varita mágica más poderosa de todas.

-¿Juras solemnemente, gobernar al Reino de Auradon con justicia y piedad durante todo tu reinado?

-Lo juro solemnemente.

Me sonrió y yo le devolví el gesto.

-Entonces con mucho honor-posó la varita sobre su hombro derecho- y mucha alegría-la puso en su izquierdo- te nombraré nuestra reina.

Ayudé a Mal a que se levantara. Entrelazamos nuestras manos.

-Les presentó a los reyes de Auradon. El Rey Benjamin y la Reina Mal.

Todos los presentes, tanto las personas de Auradon como los ex-habitantes de la Isla, hicieron una reverencia. Mal y yo nos miramos sonriendo.

(...)

Mal y yo estábamos bailando una canción lenta. Se veía extremadamente hermosa con su vestido de novia.

(Imaginen que ahora es más corto[como en la foto] ya que se le podía quitar una parte)...

Ambos habíamos salido a uno de los jardines del castillo. Estaba cerca del salón donde celebrabamos la boda.

-Te noto algo callada, ¿tienes algo que decirme?

Mal's POV:
Tenía mi cabeza apoyada sobre su hombro así que la levanté.

-Solo disfruto del momento. Y de hecho, si tengo algo que decirte.

Dejamos de bailar y agarró mis manos. Estaba nerviosa. Muy nerviosa.

-¿Recuerdas que tenía algo que hacer luego de que habláramos esta mañana por teléfono? ¿Qué debía asegurarme de algo? - pregunté.

-Sí.

-Bueno, ya lo averigüé.

Lo guié hasta la fuente que estaba unos metros más allá.

Tenía varias luces colgando.

-Evie me ayudó en todo esto. Es la única que lo sabe ya que estaba conmigo cuando me enteré.

Tomé aire y le entregué una caja. Era azul y morada y tenía un lazo dorado.

-¿Mal? - pregunté.

Empezaba a sospechar de que se trataba esto, lo sé. Ambos los sospechabamos desde hace unos días.

-Abrela.

Me miró unos segundos e hice lo que le dije. Dejó la caja a un lado y sacó lo que había adentro.

Sus ojos se cristalizaron al ver el objeto.

-¿Es en serio?-preguntó ilusionado.

Asentí sonriendo, también con los ojos cristalizados.

Encerramos con nuestras manos sobre el objeto.

-Sí-sonreí.

Me levantó y me dio vueltas en el aire. Reí, totalmente feliz por lo que estaba pasando.

Guíe su mano libre a mí estómago y la puse encima.

-Amor, estoy embarazada-empecé a soltar las lágrimas- Vamos a ser padres.

Acunó mi rostro entre sus manos y guió mis labios a los suyos. Nos besamos durante un rato, hasta que el aire hizo falta.

-Voy a ser papá-dijo sonriendo al separarnos.

Reí enternecida. Besó mi frente y nos abrazamos.

12 meses después...

Entré a la habitación de nuestra pequeña de casi 5 meses.

Estaba dormida así que me senté a un lado de su cuna. Miré mi teléfono unos minutos hasta que la oí bostezando.

-Hola mi amor-me levanté y me paré enfrente de su cuna.

Ella se rió en cuanto me oyó y me vio. Extendió sus brazos hacia arriba para que la cargara.

-¿La princesita de mami y papi durmió bien?

Besé sus mejillas y volvió a reírse.

Sonreí al ver que no se le había caído su pulsera mientras que dormía.

Los padres de Ben nos las dieron el día que nació.

A veces se mueve mucho cuando duerme así que no siempre puedo dejarsela puesta mientras que lo hace.

Caminé con ella en mis brazos hasta el balcón que conecta a su cuarto y al nuestro.

El día estaba bastante soleado a pesar del frío que hacía. Aún no ha llegado la primavera y a veces sigue nevando.

Melissa nació justo el día entre el cumpleaños de Ben y el mió. Fue un ragalo para los dos.

A decir verdad, físicamente se parece mucho a mí. Pero en cuanto al carácter, hasta el momento se parece más a Ben.

Tiene ojos verdes, mejillas ligeramente rosadas y el poco cabello que tiene es castaño con reflejos morados. Es la niña más hermosa que he visto en mi vida.

Sentí unos brazos rodearme y la risa de Meli se hizo presente. Sonreí.

-¿Cómo están los amores de mi vida?-preguntó.

Le estaba haciendo caras a Melissa. Aunque esté detrás de mí lo sé ya que ella no paraba de reírse.

Di la vuelta con cuidado y le di un beso. Abrazó mi cintura y con la otra le hacía leves cosquillas a la bebé.

-Muy bien.

Besó la cabeza de Melissa y luego la mía. Entramos a la habitación.

-Ambas se ven muy lindas hoy.

Reí. Meli balbuceó y la miramos.

-Solo lo dices porque nos amas.

-Lo digo porque es cierto.

Negué con la cabeza sonriendo. Agarré el chupón y se coloqué. No tardó nada en empezar a jugar con él con su boca.

-Mis padres ya salieron a comer con los padres de Chad. Y tu papá los acompañó.

-Nosotros deberíamos hacer lo mismo e ir a casa de Evie. Me escribió hace unos minutos para que todos lleguemos a la hora.

-Entonces vamos.

Ben agarró el bolso con las cosas de nuestra hija y salimos de ahí.

(...)

Melissa estaba sobre una manta que colocamos en el piso de piedra de las ruinas del Lago Encantado.

Como aún era de día cuando salimos de casa de Evie y Doug, decidimos venir para acá. Le hacía cosquillas y ella se reía.

Apoyé mi cabeza sobre el hombro de Ben. Él me pegó más a su pecho. Estaba sentada entre sus piernas.

-La amo tanto.

Besó mi mejilla. Vimos como nuestra pequeña gateaba hacia nosotros.

La senté sobre una de mis piernas y me aseguré de que estuviera cómoda.

-¿Sabes? Los momentos más felices y especiales que he tenido en mis veinte años de vida los he pasado contigo.

-¿En serio? - pregunté sonriendo.

Meli bostezó. Ben acercó el portabebés y la puse ahí.

Abrazó su peluche de conejito, uno que le regaló mi papá cuando nació, y se quedó dormida. Le puse una cobija para que no le de frío.

Ben se acomodó y me senté sobre su regazo.

-¿Quieres saber cuales fueron esos momentos? - preguntó.

-Claro que sí-sonreí.

-El primero fue el día en que soñé por primera vez contigo. No te conocía y ya me había enamorado perdidamente de ti-sonreímos- El siguiente fue cuando nos conocimos. Desde el momento en que te miré supe que eras la chica de mis sueños, literalmente.

Ambos nos reímos.

-Luego fue cuando te canté frente a todos en el campo de Tourney.

Me reí.

-Jamás olvidaré eso.

-Nuestra primera cita es uno de los recuerdos que más me gusta tener-sonreí y lo miré embobada por todo lo que estaba diciéndome- El día del Cotillion definitivamente es otro de ellos. Me enamoré aún más de ti ese día.

-Al igual que yo de ti.

Besé su mejilla.

-Cuando te pedí que fueras mi esposa, fue otro de ellos. Aún recuerdo como el corazón me latía a mil por hora cuando me arrodillé.

-¿Estabas nervioso? - le pregunté.

-Más de lo que imaginas-agarró mi mano con mis anillos y besó mis nudillos- Nuestra fiesta de compromiso también fue muy especial, sobre todo por lo que ocurrió esa noche.

Ambos reímos y sonreímos al recordarlo. Una de las mejores noches de mi vida, sin duda alguna.

-Nuestra boda fue el mejor día. Me casé con el amor de mi vida y me enteré de que siete meses después tendríamos a la primera de muchos frutos de nuestro amor.

Sonreímos y miramos como nuestra hija dormía pacíficamente.

-Y el nacimiento de Melissa fue el día que compite con el de nuestra boda-dijo y reí- Aún recuerdo lo nerviosos que estábamos los dos y como todo eso se esfumó en el momento en que la tuvimos en nuestros brazos.

-Es perfecta, ¿cierto?

-Igual que su mamá.

Quité la mirada de la bebé y miré sus ojos.

-Te amo-le dije.

-Yo te amo a ti.

Unimos nuestros labios y nos quedamos abrazados.

Disfrutando el momento. Sin saber que pocos meses después llegaría alguien más a nuestra hermosa familia.

Nuestra boda fue solo el principio de nuestro cuento de hadas. Uno que amaré y atesoraré por el resto de mi vida.

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Sé que les hubiera gustado leer su primera noche juntos y toda la ceremonia de la boda. Pero sé que jamás hubiera igualado lo que escribí para DBM❤️

Estoy orgullosa de lo hermosos que quedaron esos capítulos.

No fue lo que tenía en mente, pero amé escribir sobre ellos y su hija😍💜💜💙

El próximo fin de semana es el aniversario n°1 de DBM así que habrá un capítulo muy especial para celebrarlo.

No habrá ningún capítulo antes de ese día así que espero poder escribirles otro OS antes de eso.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado 06/09/2019.