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Beal/Bal: The Alchemy x So High School

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𝐍𝐨𝐰 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠:
𝑻𝒉𝒆 𝑨𝒍𝒄𝒉𝒆𝒎𝒚 ~ 𝑻𝒂𝒚𝒍𝒐𝒓 𝑺𝒘𝒊𝒇𝒕

&

𝐍𝐨𝐰 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠:
𝑺𝒐 𝑯𝒊𝒈𝒉 𝑺𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 ~ 𝑻𝒂𝒚𝒍𝒐𝒓 𝑺𝒘𝒊𝒇𝒕

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❗️Contenido explícito

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Auradon, el reino de las oportunidades, su apodo jamás le había quedado tan bien como en los últimos nueve años. Con sus gobernantes Mal y Ben al mando, todos lograban alcanzar sus sueños.

Los jóvenes monarcas eran el ejemplo a seguir para su generación y para las siguientes. Los siguientes futuros reyes y reinas esperaban ser al menos la mitad de bondadosos y justos que ellos.

La educación mágica y tradicional estaba llegando lejos, al igual que las artes de todo tipo. Como líderes y con la esperanza de ser padres en algún momento de sus vidas, ambos deseaban que todos los niños y niñas pudieran desarrollarse en cualquier ámbito. No sólo lo académico o lo deportivo, sino en las áreas que sean de interés para cada joven del reino.

Sus fieles amigos los han ayudado a promover todas estas ideas por medio de actividades y talleres para todos los que deseen asistir. Moda y belleza, cortesía de Evie's 4 Hearts y Dizzy's Curl Up & Dye; deportes y defensa personal por parte Jay y Lonnie; navegación con Uma y Harry; ciencias y tecnología con Carlos y Doug; cuidado de animales con Chico y Carlos; magia con Jane y Mal; literatura con Ben; videojuegos con Chad; arte con Mal; hechicería con Celia y baile con Audrey. Incluso Gil había adquirido una nueva pasión por la música, así que trataba de animar a los más pequeños.

Además, esta había sido la excusa perfecta para que los que antes habían jugado Tourney y los que nunca lo habían jugado participaran en algunas competencias. Los chicos habían decidido tener un equipo para poder distraerse. Ben era su capitán nuevamente, y a él, Jay, Chad y Carlos se les sumaron Harry y Gil. Doug era algo así como su director técnico.

Sus esposas y novias adoraban ir a animarlos, porque esa se había convertido en la excusa perfecta para todos poder reunirse, compartir y celebrar. Incluso a Dizzy y a Celia les gustaba ir para convivir con el resto.

En cuanto a la pareja real, más allá de su mandato, estaban felices de estar tan bien como matrimonio. Cada uno había crecido como los adultos que son, pero también como pareja.

Mal asistía a terapia desde hace varios años, e incluso Ben asistía a algunas sesiones de vez en cuando para desahogarse. Esto incluso los fortaleció más. Sobretodo, los mantenía cuerdos para hacer su trabajo del modo en que los dos quieren.

Curando sus traumas, sabían que no cometerían los mismos errores que sus progenitores al momento de convertirse al fin en padres. Y claro que aman a Hades, Adam y Bella, son gran parte de su soporte y apoyo, pero debían admitir que querían criar a sus futuros hijos bajo sus propias reglas.

Además, la relación padre e hija de Hades y Mal estaba bien establecida desde hace mucho tiempo, así que claro que él la entendía. Sabe que no fue el mejor padre, pero trata de serlo día a día desde que está en su vida.

Maléfica seguía siendo una pequeña lagartija, aunque había crecido un poco y ahora hablaba. Lo que era algo gracioso para Mal cuando está de visita en el castillo. Porque definitivamente sus padres no se soportaban en lo más mínimo, pero dejaban eso de lado por ella. Al menos eso era un progreso.

Por voluntad propia, la Emperatriz del Mal había decidido quedarse en el lugar donde la estaban rehabilitando. Le parecía algo absurdo, y aún así lo hacía por su hija. Al menos la pelimorada sabía que estaba progresando por ella, que su madre a pesar de todo si la amaba a su modo.

Como ese día, donde la visitaba como tenían acordado semanalmente. El geco morado estaba reposando sobre un cojín, con frutas picadas a su lado. Mal tenía una tasa de té y un plato lleno de fresas. Ambas estaban en el jardín del castillo, en una mesa bajo sombra.

-Agh, querida, no entiendo como ahora eres tan refinada. Antes sólo soportabas el café asqueroso del Bar Bazofias y ahora tomas té. Incluso inclinas el meñique - se quejó la lagartija, haciendo una mueca- Ese principito tuyo te ha cambiado.

La ojiverde soltó una carcajada ante el comentario de su madre.

-Eso se debe a que soy la reina, madre. Debo comportarme como tal, aunque sabes que sigo haciendo algunas cosas a mi modo - le recordó.

Un claro ejemplo era su vestimenta. Portaba guantes negros y botas con su vestido veraniego y lila.

-Esa es mi chiquita cruel - la felicitó.

La reina sonrió divertida.

-Y hablando de ti y mi yerno, ¿cuándo será la hora de que me den nietos? - a Mal casi se le sale el té por la nariz- ¿Qué? Que siga siendo un reptil no significa que me hago más joven.

Mal se secó la nariz y trató de respirar con calma luego de casi ahogarse.

-Mamá, ya hablamos de esto. No me presiones. Sabes cuanto deseo ser madre, pero Ben y yo acordamos esperar un tiempo más - respondió, sintiendo algo de ardor en sus fosas nasales por el calor de la bebida- Solo tenemos veinticinco años, aún tenemos mucho tiempo para darte todos esos nietos que quieres.

La lagartija se rió.

-Como sea, creo que ya es hora de que me vaya- señaló con su cola hacia atrás.

Ben caminaba por el pasto, acompañado del guardia que escoltaría a su suegra. El castaño besó con cariño la frente de su esposa al llegar a la mesa.

-Lamento interrumpir su tarde madre e hija, pero la esperan - le dijo Ben a la madre de su esposa luego de saludarla amablemente.

-Descuida, cielo, justamente estábamos por levantarnos- comentó Mal.

Maléfica dejó que su hija la tomara en sus manos y la metiera con cuidado en la espaciosa mochila donde la transportarían.

-Por favor no seas maleducada con los guardias - pidió.

Su madre puso los ojos en blanco.

-Te veo el próximo sábado- ignoró lo que le dijo anteriormente.

Mal se resignó, siempre era lo mismo. Estaba segura de que recibiría alguna llamada de queja en las próximos horas. Todas las semanas era lo mismo. El último fin de semana los había convertido en payasos. Y el anterior los había llenado de cenizas al encender unos papeles con su aliento de fuego.

Asintió y se despidió de ella. Ben le hizo un gesto con la mano cuando el guardia comenzó a alejarse. Ya no le tenía tanto miedo a su suegra ahora que la veía convivir con su esposa. De todos modos trataba de ser lo más respetuoso posible.

Ambos tomaron lo que había en la mesa para llevarlo adentro del castillo. Limpiaron lo poco que habían ensuciado la princesa del Inframundo y su madre y se fueron a su habitación.

Se encontraron con Hades y Cerbero al llegar al pasillo. El perro inmediatamente se acercó a la ojiverde para que lo acariciara. Cuando Ben se posó a su lado, el can se puso patas arriba para que sobaran su barriga. Su dueño sólo pudo reírse.

-¿Cómo estuvo la tarde con la loca de tu mamá? - le preguntó.

El castaño reprimió su risa al ver a su esposa rodar los ojos.

-Bastante bien, en realidad. Al menos ustedes donde coinciden en algo, les urge tener nietos - bromeó.

Ni ella ni el rey pudieron evitar reírse al ver como al principio oyó solo la parte de los nietos hasta que entendió que dijo que él y Maléfica estaban de acuerdo en algún tema.

-No vuelvas a decir que tengo algo en común con ella además de ti - suplicó.

Su hija lo miró burlona.

-¿Vendrá al partido de hoy?- cuestionó Ben.

El perro de tres cabezas, transformado en un adorable American Bully mientras no está en el Inframundo, se dejaba acariciar por el castaño y la pelimorada. Estaba en los brazos de su dueña.

-Lamentablemente no, niño bonito. Hoy voy a cenar con Kore en su casa- respondió- En un rato voy a buscar lo que me pidió para la cena. Y, Cerbero viene conmigo - cargó a su mascota.

-Así que al fin le pedirás ser tu novia- Mal lo codeó.

La diosa de la Primavera y ella se llevan de maravilla y se adoran. Así que Mal no veía la hora de que al fin fueran familia. Bueno, técnicamente si lo son, pero entienden la idea.

-No empieces, Mally.

La pelimorada se limitó a sonreírle inocentemente. Como si no le hubiera estado insistiendo desde hace meses que se lo propusiera.

-Supongo que los dos están por prepararse para irse, así que los veré de nuevo mañana- desvió el tema, abrazando a su hija.

-Así es, le enviaremos vídeos del partido- aseguró Ben, divertido de ver lo parecidos que eran padre e hija, al igual que madre e hija.

El peliazul asintió y se despidió de ellos.

(...)

𝑻𝒉𝒊𝒔 𝒉𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏𝒔 𝒐𝒏𝒄𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒇𝒆𝒘 𝒍𝒊𝒇𝒆𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔
𝑻𝒉𝒆𝒔𝒆 𝒄𝒉𝒆𝒎𝒊𝒄𝒂𝒍𝒔 𝒉𝒊𝒕 𝒎𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒘𝒉𝒊𝒕𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒆
𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒇 𝑰 𝒕𝒐𝒍𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝑰'𝒎 𝒃𝒂𝒄𝒌?
𝑻𝒉𝒆 𝒉𝒐𝒔𝒑𝒊𝒕𝒂𝒍 𝒘𝒂𝒔 𝒂 𝒅𝒓𝒂𝒈
𝑾𝒐𝒓𝒔𝒕 𝒔𝒍𝒆𝒆𝒑 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝑰 𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒉𝒂𝒅
𝑰 𝒄𝒊𝒓𝒄𝒍𝒆𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒏 𝒂 𝒎𝒂𝒑
𝑰 𝒉𝒂𝒗𝒆𝒏'𝒕 𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒂𝒓𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝒔𝒐 𝒍𝒐𝒏𝒈
𝑩𝒖𝒕 𝑰'𝒎 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒏𝒈 𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒔𝒐 𝒔𝒕𝒓𝒐𝒏𝒈

El ambiente estaba cargado de una mezcla de emoción y tensión. Hacía mucho que no se sentían unas ganas de competir tan grandes entre dos equipos que no estuvieran en las ligas profesionales. Definitivamente el Tourney sacaba el lado competitivo de todos.

Mal estaba que se comía las uñas de los nervios. Ese juego era decisivo para el campeonato en el que su esposo y sus amigos participaban. Ben estaba muy emocionado de volver a jugar, así que esperaba que lograran pasar a la final.

Evie estaba a su lado, sosteniendo a su hijo de dos años. Daniel es un niño muy curioso, de modo que le encantaba ver el juego y las reacciones de la gente. Lo mismo era con Lisa, la pequeña bebé de Lonnie y Jay.

La niña se apoyó en el hombro de Mal cuando la pelinegra se la pasó para ir al baño. Aunque la animaba todo eso, ya tenía sueño por apenas tener diez meses.

-Nena, ¿no vas a seguir viendo jugar a tu papá y a tus tíos? - le preguntó dulcemente.

La bebé negó y cerró los ojos, escondiendo su cara en su cuello. La reina acarició su espalda para relajarla. La niña se sentía cómoda en los brazos de sus tíos, en especial en los de Mal, Evie y Carlos.

-Dios, no había estado tan estresada por un partido desde que estábamos en preparatoria- se quejó Audrey, echándose aire por el calor.

-Ni yo - habló Jane- He oído a Carlos hablar sin parar de este partido por semanas.

-Lo mismo con Harry y Gil. Por todos los mares, no sé cuando decidí que era buena idea que fuera nuestro roomie. Me tenían mareada hablando de jugadas- la cara de fastidio de Uma hizo reír a sus amigas.

Lonnie regresó del baño y volvió a sostener a su hija. Se distrajeron conversando hasta que Dizzy las llamó.

-Chicas, ¿qué está sucediendo por allá? - señaló la cancha.

Todas regresaron su atención al campo de juego. Casi pegan un salto al ver que el otro equipo comenzó a ponerse brusco. A Mal se le pusieron de un verde brillante los ojos al ver como uno de los contrincantes casi taclea a Ben.

-¡Por favor! Ni que esto fuera fútbol americano - exclamó con molestia.

Algunos se voltearon al oír a su reina gritar de ese modo, pero estuvieron de acuerdo y empezaron a reclamar. El arbitro sonó el silbato y el juego se detuvo. Doug y Felipe, el ex-rey de Auroria y entrenador del equipo, se acercaron para hablar al igual que el director técnico y el entrenador de los otros.

-Vamos chicas, ellos han estado jugando bien y como se debe. Seguro que todo saldrá bien - las animó Celia.

El grupo suspiró de alivio al ver que estuvieron a favor de que eso había sido contra el reglamento. El juego se reanudó, con el balón en posesión de los chicos.

-Si anotan en el próximo minuto, pueden ganar- se emocionó Lonnie.

El público animaba al equipo. En la cancha, Ben los alentaba a continuar.

-Escuchen, sé que esto es algo nuevo para ustedes - habló con Harry y Gil- Pero también sé que están muy familiarizados con ser competitivos y defenderse. Usen eso a nuestro favor pero sin llegar a la violencia.

-Y no olviden que esta es nuestra oportunidad de llegar a la final - continuó Doug- Chad, está atento a cuando Ben te lance el balón.

El rubio asintió.

-No decepcionemos a las chicas, están muy ilusionadas por vernos jugando - pidió Carlos.

Llevaron sus manos hacia el centro del círculo en el que estaban reunidos y las alzaron. Ben saludó con la mano a su esposa antes de ponerse su casco. Ella le devolvió el saludo con una sonrisa.

El tiempo empezó a correr de nuevo. Ben corría detrás de Jay y Carlos. El pecoso le pasó el balón. Avanzó unos segundos antes de rodar por la grama y pasársela a Chad. Harry, Gil y los demás se fueron detrás de él. Faltando menos de diez segundos para que acabara el juego, logró lanzarla hacia el arco.

𝑺𝒐 𝒘𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒅𝒐𝒘𝒏
𝑪𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒕𝒆𝒖𝒓𝒔 𝒂𝒏𝒅
𝑪𝒖𝒕 '𝒆𝒎 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒎

Las chicas y el resto del público saltaron en las gradas y comenzaron a celebrar. El alboroto era gigante. Daniel y Lisa se despertaron. Sus tías y madres los calmaban mientras les contaban lo que pasó. Bajaron de las gradas para buscarlos.

El grupo se abrazaba y saltaba, gritando de emoción. Saludaron amablemente al otro equipo como muestra de educación y se acercaron al público.

Mal abrazó con fuerza a Ben. Los dos se rieron cuando él la alzó para que sus rostros quedaran a la misma altura. Juntaron sus frentes sonriendo.

-¡Estoy tan feliz por ustedes! - besó sus labios.

𝑫𝒊𝒕𝒄𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒍𝒐𝒘𝒏𝒔, 𝒈𝒆𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒓𝒐𝒘𝒏
𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑰'𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒐 𝒃𝒆𝒂𝒕
𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒏 𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕
𝑺𝒂𝒊𝒅 𝒊𝒕'𝒔 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒆𝒅 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒆
𝑯𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒍𝒚, 𝒘𝒉𝒐 𝒂𝒓𝒆 𝒘𝒆 𝒕𝒐 𝒇𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒍𝒄𝒉𝒆𝒎𝒚?

Ben frotó su espalda con cariño y se separaron. Mal felicitó a los demás. Comenzaron a ponerse de acuerdo de como se repartirán en los autos para irse a celebrar.

Evie, Doug, Jay y Lonnie llevarían a los bebés con sus abuelos para que pudieran descansar. Al acordar todo el plan, que los chicos se cambiaran de ropa y se refrescaran un poco, subieron a los autos. El ruido que hacían saliendo de Auradon Prep, donde amablemente les habían prestado la cancha para el partido, estuvo presente en gran parte del camino.

(...)

𝑯𝒆𝒚 𝒚𝒐𝒖, 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒇 𝑰 𝒕𝒐𝒍𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒆'𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒐𝒍?
𝑻𝒉𝒂𝒕 𝒄𝒉𝒊𝒍𝒅'𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒚 𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒊𝒏 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍
𝑰𝒔 𝒇𝒐𝒓𝒈𝒊𝒗𝒆𝒏 𝒖𝒏𝒅𝒆𝒓 𝒎𝒚 𝒓𝒖𝒍𝒆
𝑰 𝒉𝒂𝒗𝒆𝒏'𝒕 𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒂𝒓𝒐𝒖𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝒔𝒐 𝒍𝒐𝒏𝒈
𝑩𝒖𝒕 𝑰'𝒎 𝒎𝒂𝒌𝒊𝒏𝒈 𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒕𝒐 𝒘𝒉𝒆𝒓𝒆 𝑰 𝒃𝒆𝒍𝒐𝒏𝒈 ...

Audrey y Chad, quienes iban en la parte delantera del auto, se miraron con complicidad al ver lo acaramelada que iba la pareja real en la parte trasera. Llevaban todo el camino riéndose y jugando con sus manos.

-Oigan tortólos, ya estamos por llegar - les avisó Chad.

Los reyes se rieron.

-Oh vamos, no se burlen de nosotros. Llevamos rato viendo las miradas que se están lanzando - bromeó la ojiverde.

Los dos rubios se sonrojaron.

-Eso, Mal, se debe a que somos unos recién casados. No llevamos ni medio año siendo un matrimonio. En cambio ustedes llevan casi seis años casados y parecen adolescentes- le recriminó la reina de Auroria.

Chad ingresó al estacionamiento del club, acercándose a los autos de los demás.

-No nos culpen, saben que somos extremadamente cursis - se defendió Ben.

Los cuatro rieron. Se bajaron del auto unos segundos después. Al ingresar al club, todos se reunieron en un área un poco más privada para que los dejaran tranquilos. Escogieron las bebidas que estarían pidiendo durante la noche y la comida.

Al pasar un par de horas, todos bailaban, bebían y celebraban. El club estaba dividido en varias áreas, las cuales poseían sus propias pistas de baile y barras de bebidas.

Mal y Ben estaban abrazados, conversando en la mesa mientras comían un poco.

-Me hubiera gustado hacer yo la anotación, para dedicartela- le dijo a su amada, haciendo un puchero.

La reina besó su mejilla.

𝑺𝒐 𝒘𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒅𝒐𝒘𝒏
𝑪𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒕𝒆𝒖𝒓𝒔 𝒂𝒏𝒅
𝑪𝒖𝒕 '𝒆𝒎 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒎
𝑫𝒊𝒕𝒄𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒍𝒐𝒘𝒏𝒔, 𝒈𝒆𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒓𝒐𝒘𝒏
𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑰'𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒐 𝒃𝒆𝒂𝒕
𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒏 𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕
𝑺𝒂𝒊𝒅 𝒊𝒕'𝒔 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒆𝒅 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒆
𝑯𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒍𝒚, 𝒘𝒉𝒐 𝒂𝒓𝒆 𝒘𝒆 𝒕𝒐 𝒇𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒍𝒄𝒉𝒆𝒎𝒚?

-Eso no importa, ya que siempre me dedicas tus anotaciones - acarició su piel.

Acomodó su cabello, moviendo con diversión la corona de plástico que le habían colocado. Gesto que siempre hace con sus coronas reales.
Se rió cuando él hizo lo mismo con la tiara sobre su cabello.

Sus amigos habían comprado accesorios de fantasía para colocarse. Les dejaron las coronas a ellos. Los demás tenían coronas de flores, orejas de gato y un montón de cosas chistosas.

Siguieron comiendo con calma antes de volver con los demás. Todos se estaban divirtiendo. Era genial poder tener distracciones como esas teniendo agendas tan ocupadas.

𝑻𝒉𝒆𝒔𝒆 𝒃𝒍𝒐𝒌𝒆𝒔 𝒘𝒂𝒓𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒆𝒏𝒄𝒉𝒆𝒔
𝑾𝒆 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒐𝒏 𝒂 𝒘𝒊𝒏𝒏𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒕𝒓𝒆𝒂𝒌
𝑯𝒆 𝒋𝒐𝒌𝒆𝒔 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒕'𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒐𝒊𝒏 𝒃𝒖𝒕 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒂𝒏 "𝑬"
𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒏 𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 𝒔𝒂𝒊𝒅 𝒊𝒕'𝒔 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒆𝒅 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒆
𝑯𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒍𝒚, 𝒘𝒉𝒐 𝒂𝒓𝒆 𝒘𝒆 𝒕𝒐 𝒇𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒍𝒄𝒉𝒆𝒎𝒚?

(...)

El juego final había llegado. El equipo iba ganando, aunque sólo necesitaban unos puntos más para hacerlo con mayor ventaja de la que llevaban hasta ahora.

Hades, Adam y Bella estaban en el público junto a Mal. Las familias de los amigos de los reyes también se encontraban ahí. Querían apoyar a sus hijos y yernos.

Esperaron con impaciencia mientras que los equipos decidían sus tácticas finales. Al regresar a la cancha, el público no podía aguantar su emoción.

-Ojalá ganen - rogó Bella.

-Eso espero, porque si no perderé mi apuesta contra mi hermano Zeus. Y saben que odio que ese idiota gane - dijo Hades con molestia.

Algunos de los nietos de Zeus se encontraban jugando en el equipo contrario. Mal elevó una ceja.

-Papá, ¿qué hablamos sobre apostar con Ben con mis tíos? - lo regañó su hija.

El peliazul gruñó al ver que Adam estaba apunto de burlarse del regaño que le daba la pelimorada.
Siguieron viendo el partido. Gil le pasó el balón al rey.

-¡Vamos hijo! - lo animó Adam.

Mal y Hades silbaban, creando más alboroto. El castaño corrió con todas sus fuerzas. El cronómetro marcaba los últimos cinco segundos. Harry y Chad apartaron a los jugadores que intentaban atacar al capitán. Ben lanzó la pelota. Esta cayó en la arquería justo antes de que sonara la campana.

Audrey, Uma, Lonnie, Jane y Mal comenzaron a saltar abrazándose. Evie, Celia y Dizzy gritaban y aplaudían. Hades miraba al lado contrario, burlándose de su hermano, quien estaba escondido con una forma humana entre el público del otro equipo. Bella y Adam se abrazaron, orgullosos de su hijo.

Al bajar al campo, el rey abrazó con fuerza a su familia. A Mal no le importó recostarse en su hombro a pesar de lo sudado que estaba, solo quería abrazarlo.

𝑺𝒉𝒊𝒓𝒕𝒔 𝒐𝒇𝒇, 𝒂𝒏𝒅 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔 𝒍𝒊𝒇𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒖𝒑 𝒐𝒗𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒆𝒊𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒅𝒔
𝑩𝒆𝒆𝒓 𝒔𝒕𝒊𝒄𝒌𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒍𝒐𝒐𝒓
𝑪𝒉𝒆𝒆𝒓𝒔 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒕𝒆𝒅, 𝒄𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒉𝒆𝒚 𝒔𝒂𝒊𝒅
𝑻𝒉𝒆𝒓𝒆 𝒘𝒂𝒔 𝒏𝒐 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒄𝒆, 𝒕𝒓𝒚𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐 𝒃𝒆
𝑻𝒉𝒆 𝒈𝒓𝒆𝒂𝒕𝒆𝒔𝒕 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒍𝒆𝒂𝒈𝒖𝒆

Se rieron cuando los demás lo subieron en sus brazos, felicitandolo. Los jueces se acercaron a entregarles el trofeo. Ben lo levantó en el aire, causando más gritos de celebración.

Mal se sonrojó cuando su marido le lanzó un beso. Bella estaba enredada a su brazo, sonriendo al ver el amor que se transmitían su hijo y su nuera.

Los del equipo bajaron al rey. Se quitaron las camisetas, quedándose con la protección abajo de estas. El castaño corrió hacia su esposa. Su madre se apartó para que pudiera celebrar con ella.

𝑾𝒉𝒆𝒓𝒆'𝒔 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒓𝒐𝒑𝒉𝒚?
𝑯𝒆 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒔 𝒓𝒖𝒏𝒏𝒊𝒏𝒈 𝒐𝒗𝒆𝒓 𝒕𝒐 𝒎𝒆

Ben rodeó su cintura con sus brazos y la besó. Mal se agarró de su camisa y le siguió el beso. Ambos rozaron sus narices al separarse.

-¡Eso estuvo genial!

-Bueno, teniéndote como porrista no podías esperar que no me sintiera motivado a ganar- se rió- Tus gritos y los de Hades se oían hasta la cancha.

La princesa del Inframundo arrugó la nariz.

𝑻𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒅𝒐𝒘𝒏
𝑪𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒕𝒆𝒖𝒓𝒔 𝒂𝒏𝒅
𝑪𝒖𝒕 '𝒆𝒎 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒆𝒂𝒎
𝑫𝒊𝒕𝒄𝒉 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒍𝒐𝒘𝒏𝒔, 𝒈𝒆𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒄𝒓𝒐𝒘𝒏
𝑩𝒂𝒃𝒚 𝑰'𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒐 𝒃𝒆𝒂𝒕
𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒏 𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕
𝑺𝒂𝒊𝒅 𝒊𝒕'𝒔 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒆𝒅 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒆
𝑯𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒍𝒚, 𝒘𝒉𝒐 𝒂𝒓𝒆 𝒘𝒆 𝒕𝒐 𝒇𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒍𝒄𝒉𝒆𝒎𝒚?

-¿Cómo no iba a animarte? No le digas esto a los demás, pero para mí, eres el mejor del equipo - lo halagó.

Ben besó su coronilla.

-Eso no es cierto.

-Claro que sí- le aseguró.

El ojiverde-miel negó sonriendo.

-Aunque no me creas, igual sigo estando muy orgullosa de ti- acarició su cabello.

Ben volvió a besarla. Ambos se reunieron con los otros. Habían sacado algunas bebidas, así que decidieron servirse algo para refrescarse.

𝑻𝒉𝒆𝒔𝒆 𝒃𝒍𝒐𝒌𝒆𝒔 𝒘𝒂𝒓𝒎 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒆𝒏𝒄𝒉𝒆𝒔
𝑾𝒆 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒐𝒏 𝒂 𝒘𝒊𝒏𝒏𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒕𝒓𝒆𝒂𝒌
𝑯𝒆 𝒋𝒐𝒌𝒆𝒔 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒕'𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒐𝒊𝒏 𝒃𝒖𝒕 𝒕𝒉𝒊𝒔 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒂𝒏 "𝑬"

Habían colocado música con algunas bocinas. Bailaban con sus amigos. Mal rodeaba su cuello con un brazo mientras que su otra mano sostenía su vaso con refresco. El de él tenía lo mismo pero mezclado con ron.

-¿Cuánto crees que tarden en darse cuenta? - le preguntó él al oído.

-No lo sé, luego de tanto pedir nietos y sobrinos es raro que no lo hayan hecho todavía. Últimamente no he ingerido nada de alcohol cuando celebramos, y eso es raro en mí- se rió- Pero sé que estarán muy felices cuando se enteren.

Ben sonrió, acariciando su vientre disimuladamente. Se habían enterado de su embarazo hace casi cinco semanas cuando Mal fue a un control con su ginecóloga. Eso fue justo antes del día en que Maléfica le preguntó que cuando sería abuela. Le había dicho una mentira piadosa ya que prefirieron guardarse el secreto hasta el tercer mes, o al menos hasta que alguien lo notara.

-Técnicamente no tenía a una animadora, sino a dos - besó su frente- Sé que aún no sabemos que será, pero no veo la hora de tenerlo o tenerla con nosotros.

Mal lo miraba con muchísimo amor.

-Creo que estos próximos seis meses y medio se pasarán rápido. Y este bebé será realmente querido por toda su familia.

Ben jugó con los mechones de pelo que le caían en la cara. No siguieron hablando del tema ya que sus amigos se acercaron.

Si de por sí sentían que la química entre ellos era imparable, con su primer heredero en camino se sentían más conectados que nunca. Como si fuera algo más allá de una conexión entre ellos. Como si fuera alquimia. El resultado de su amor había dado algo aún más maravilloso y hermoso de lo que ya poseían.

𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒊𝒈𝒏 𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕 𝒔𝒂𝒊𝒅 𝒊𝒕'𝒔 𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒆𝒅 𝒇𝒐𝒓 𝒎𝒆
𝑯𝒐𝒏𝒆𝒔𝒕𝒍𝒚, 𝒘𝒉𝒐 𝒂𝒓𝒆 𝒘𝒆 𝒕𝒐 𝒇𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒂𝒍𝒄𝒉𝒆𝒎𝒚?
𝑻𝒉𝒊𝒔 𝒉𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏𝒔 𝒐𝒏𝒄𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒇𝒆𝒘 𝒍𝒊𝒇𝒆𝒕𝒊𝒎𝒆𝒔
𝑻𝒉𝒆𝒔𝒆 𝒄𝒉𝒆𝒎𝒊𝒄𝒂𝒍𝒔 𝒉𝒊𝒕 𝒎𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒘𝒉𝒊𝒕𝒆 𝒘𝒊𝒏𝒆

(...)

El cumpleaños de Ben había llegado, y con este, el día en que le contarían al mundo que están esperando un bebé. Mal ya tenía catorce semanas, lo que les daba la paz para saber que todo estaba en orden y que podían relajarse un poco.

Con todos sus síntomas haciendo estragos, esa semana la reina se sentía extremadamente sensible y nostálgica. Sobretodo ese día por ser una fecha tan importante.

Ben no pudo evitar estrecharla entre sus brazos cuando en la mañana al felicitarlo se aferró a él. Sollozando pero a la vez sonriendo. Su pequeña hada estaba hecha un revoltijo de hormonas, pero para él eso había sido muy tierno de su parte.

Entendía que al estar creando vida dentro de ella era totalmente normal que se pusiera de ese modo. No podía no admirarla al ver como había logrado ocultar sus síntomas de la gente cercana a ellos por tantas semanas. Estaba llevando el embarazo como lo que es, una semi-diosa y una reina.

Él la admiraba desde el otro lado del salón donde estaba llevándose a cabo su fiesta. La pelimorada portaba un bonito vestido morado que la hacía lucir radiante. Más aún con los cambios que le estaba haciendo el embarazo a su cuerpo.

Estaba hablando con Chip y con Doug, pero no podía no distraerse con su amada. Sobretodo al verla sonriendo de esa manera mientras la felicitaban por el embarazo.

𝑰 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒔𝒐 𝒉𝒊𝒈𝒉 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝑰 𝒍𝒐𝒐𝒌 𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖
𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒇𝒊𝒏𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒊𝒏 𝒂 𝒄𝒓𝒐𝒘𝒅 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒕𝒐 𝒉𝒊𝒅𝒆 𝒇𝒓𝒐𝒎 𝒚𝒐𝒖

Se lo habían anunciado a los presentes cuando Adam y Bella hicieron un brindis por su hijo. A ellos, Maléfica, Perséfone y Hades no les cabía la emoción al enterarse. Y ni hablar de sus amigos al saber que tendrían a una tercera personita a la cual llenar de regalos.

Mal notó la mirada de Ben sobre ella. Se sonrojó al verlo embelezado. Carlos, Jay y Evie solo podían estar contentos al ver la enorme sonrisa de felicidad plasmada en la cara de su hermana.

𝑨𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝒂 𝒃𝒍𝒊𝒏𝒌 𝒐𝒇 𝒂 𝒄𝒓𝒊𝒏𝒌𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒆𝒚𝒆
𝑰'𝒎 𝒔𝒊𝒏𝒌𝒊𝒏𝒈, 𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 𝒆𝒏𝒕𝒘𝒊𝒏𝒆𝒅
𝑪𝒉𝒆𝒆𝒌𝒔 𝒑𝒊𝒏𝒌 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒊𝒏𝒌𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔

Al regresar junto a él, Ben la abrazó por la espalda y posó sus manos en su pancita con tranquilidad. El cosquilleo que ambos sentían en el cuerpo los hacía sentir como si estuvieran de nuevo en la preparatoria.

Las risas y sensaciones que experimentaban los devolvían a la magia de la primera vez que se miraron. Era como volver a ser los adolescentes de dieciséis años que eran cuando se conocieron.

𝑻𝒆𝒍𝒍 𝒎𝒆 '𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒔𝒂𝒘 𝒎𝒆
𝑰'𝒍𝒍 𝒅𝒓𝒊𝒏𝒌 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌, 𝒂𝒏𝒅 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒈𝒉
𝑭𝒓𝒐𝒎 𝒔𝒎𝒐𝒌𝒊𝒏𝒈 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒋𝒐𝒌𝒆𝒔 𝒂𝒍𝒍 𝒅𝒂𝒎𝒏 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕
𝑻𝒉𝒆 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒌 𝒐𝒇 𝒂 𝒘𝒓𝒊𝒏𝒌𝒍𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒊𝒎𝒆
𝑩𝒊𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒔𝒊𝒙𝒕𝒆𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒅𝒅𝒆𝒏𝒍𝒚

No necesitaban ninguna bebida para sentirse embriagados. Porque así era como podían describir la gran felicidad que sentían en ese instante.

(...)

Mal caminaba con calma por los pasillos de su hogar. Llevaba un vaso de agua de fresas en su mano, revisando su teléfono. Suspiró fastidiada al ver que Ben seguía jugando videojuegos en la habitación que comparten.

Le parecía genial que tuviera varios pasatiempos, al fin y al cabo trabajan mucho. Pero ya tenían más de tres horas jugando, y honestamente en ese momento solo quería que la mimara y abrazara.

Ese día las hormonas y su panza de cinco meses la tenían agotada. Por eso había decidido distraer su mente un rato mientras que su marido jugaba online con sus amigos. Había pintado un rato, merendado, incluso hizo la sesión de yoga que tanto le insistieron su suegra y su mejor amiga que hiciera. Más en ese instante solo quería recostarse y estirar sus piernas.

Ben alzó la mirada al notarla en el marco de la puerta. Estaba cruzada de brazos, sus labios formando una mueca, con su nariz y ceño arrugados.

-Amor, me prometiste que habrían terminado de jugar cuando regresara de la cocina- reclamó.

El castaño le sonrió inocentemente. Sabía que su esposa quería descansar ese fin de semana y pasar tiempo juntos. Solo que ya le había prometido a los chicos con anterioridad que jugarían ese sábado.

-Lo siento, cariño - se bajó un poco los audífonos y el micrófono para hablarle- Es solo que por fin logramos avanzar de nivel, y sabes que llevábamos semanas estancados en el anterior - se disculpó.

Mal relajó un poco su expresión y caminó hacia la cama. Él estaba sentado en el sillón de enfrente. Se volteó para verla, habían pausado el juego. La pelimorada recostó su cuerpo en el colchón y su cabeza en una almohada. Abrazó su almohada de maternidad para estar más cómoda.

Ese objeto había sido su salvación desde que la compraron. Le permitía poder recostar sus piernas y su barriga. Además, esa posición la aliviaba con los malestares estomacales.

-Les doy una hora más, sino, le voy a escribir a las chicas para apagarles a todos los televisores. Llevan rato quejándose por nuestro grupo- le advirtió.

Oyó los reclamos que provenían de los cascos de Ben.

-Mal, no seas así- oyó la voz de Jay.

Los demás hablaron al mismo tiempo.

-Oigan, ella tiene razón. ¿O acaso no les habían prometido a sus novias y esposas que pasarían tiempo con ellas hoy? - les dijo el castaño.

Volvió a oír algunas quejas. Aunque terminaron aceptando sus términos. Nadie quería hacer molestar a la reina, y menos a una Mal embarazada y cansada. Y si a eso se le sumaban las chicas, eso sería aún peor.

La ojiverde puso su tablet a su lado y colocó una película para distraerse. Se puso un audífono para no generar ruido. Comenzaba a tener sueño, pero estaba entretenida viendo, así que se aguantó. Dudó si lograría ver más allá de media hora.

Algunos minutos después, cuando sus párpados empezaron a sentirse pesados, sintió como el colchón se hundía a su lado. Abrió los ojos, girándose un poco. Ben se había sentado junto a ella. Pasó una mano por su espalda. Mal paró el video en la tablet y la apagó. La colocó en su mesa de noche y guardó el auricular en su estuche.

-¿Puedes abrazarme? - pidió adormilada.

El rey asintió. Abrió espacio entre sus piernas para que ella se recostara en su pecho. Ella aceptó gustosa. Se acurrucó contra su cuerpo. Ben la abrazó y sostuvo su barriga con la mano con la que no usaba el control, eso la alivió bastante.

Siempre que tenía la oportunidad hacía eso para que ella pudiera descansar. Ella cargaba con los síntomas y el peso del bebé, era lo menos que podía hacer.

Oía como él conversaba en voz baja para no perturbarla y el sonido de los botones del control de su consola. Comenzaba a volver a quedarse dormida. Estuvo a punto de hacerlo, hasta que de repente sintió como la mano de él comenzaba a moverse de lugar.

𝑰'𝒎 𝒘𝒂𝒕𝒄𝒉𝒊𝒏𝒈 𝑨𝒎𝒆𝒓𝒊𝒄𝒂𝒏 𝑷𝒊𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒏 𝒂 𝑺𝒂𝒕𝒖𝒓𝒅𝒂𝒚 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕
𝒀𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒂𝒓𝒐𝒖𝒏𝒅, 𝒔𝒐 𝒃𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒕

Ignoró los movimientos por unos minutos. Hasta que comenzó a sentirse acalorada. La mano de él acariciaba su muslo lentamente, causándole cosquillas.

Abrió los ojos al darse cuenta de que su mano volvió a subir, solo que en dirección al elástico de sus pantalones deportivos. Apretó su brazo al sentirlo rozar su ropa interior. ¿Qué estaba pasando por su mente? Se suponía que estaba jugando con los demás.

-Amor - murmuró para llamar su atención.

-Dime, mi amor.

-¿Qué haces? - se mordió el labio inferior al sentir sus caricias.

Él se encogió de hombros. Mal tuvo que llevarse una mano a la boca cuando su amado introdujo su mano en su ropa interior. Ben estaba mirando hacia la pantalla, pero notó como las pupilas se le dilataban.

-No hagas ruido, ¿sí? - susurró en su oído.

𝑰'𝒎 𝒕𝒓𝒚𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒕𝒊𝒇𝒍𝒆 𝒎𝒚 𝒔𝒊𝒈𝒉𝒔
'𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒔𝒐 𝒉𝒊𝒈𝒉 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝑰 𝒍𝒐𝒐𝒌 𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖
𝑩𝒖𝒕 𝒍𝒐𝒐𝒌 𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖

Ella solo pudo mover la cabeza, afirmando su respuesta. Contuvo un jadeo al sentir un dedo en su centro, penetrandola. Mierda. ¿Cómo haría para que no la escucharan? Porque ya no había manera de que lo frenara.

El rey siguió con su juego. Simulaba estar concentrado, pero en realidad su atención estaba más en su esposa que en lo que hacían los otros en el mundo virtual donde sucedía la partida.

Jamás se hubiera imaginado haciendo algo así, pero Mal sacaba un lado de él totalmente distinto. Uno arriesgado y atrevido. Sabía que podrían descubrirlos, y a pesar de eso, sólo podía pensar en los suaves jadeos que estaban saliendo de los labios de ella.

𝑨𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐𝒏𝒏𝒂 𝒎𝒂𝒓𝒓𝒚, 𝒌𝒊𝒔𝒔, 𝒐𝒓 𝒌𝒊𝒍𝒍 𝒎𝒆? (𝑲𝒊𝒍𝒍 𝒎𝒆)
𝑰𝒕'𝒔 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒂 𝒈𝒂𝒎𝒆, 𝒃𝒖𝒕 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒍𝒚 (𝒓𝒆𝒂𝒍𝒍𝒚)
𝑰'𝒎 𝒃𝒆𝒕𝒕𝒊𝒏' 𝒐𝒏 𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒆 𝒇𝒐𝒓 𝒖𝒔 𝒕𝒘𝒐 (𝒂𝒍𝒍 𝒕𝒉𝒓𝒆𝒆)

G𝒆𝒕 𝒎𝒚 𝒄𝒂𝒓 𝒅𝒐𝒐𝒓, 𝒊𝒔𝒏'𝒕 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕? (𝑻𝒉𝒂𝒕 𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕)
𝑻𝒉𝒆𝒏 𝒑𝒖𝒍𝒍 𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒂𝒄𝒌𝒔𝒆𝒂𝒕 (𝒃𝒂𝒄𝒌𝒔𝒆𝒂𝒕)
𝑵𝒐 𝒐𝒏𝒆'𝒔 𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒉𝒂𝒅 𝒎𝒆 (𝒉𝒂𝒅 𝒎𝒆), 𝒏𝒐𝒕 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒚𝒐𝒖

Se sentía tan bien lo que le hacía. Más cuando le sumó un segundo dedo a sus embestidas y un tercero masajeaba su clitoris. Cerró los ojos, tratando de hacer el menor ruido posible. Lo más que se permitió salir de su boca fueron varios suspiros.

Ben no sabía cuanto rato podría aguantar antes de abandonar la partida y concentrarse solamente en ella. Comenzaba a excitarse, y sabía que Mal ya se había dado cuenta.

𝑻𝒓𝒖𝒕𝒉, 𝒅𝒂𝒓𝒆, 𝒔𝒑𝒊𝒏 𝒃𝒐𝒕𝒕𝒍𝒆𝒔
𝒀𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒉𝒐𝒘 𝒕𝒐 𝒃𝒂𝒍𝒍, 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝑨𝒓𝒊𝒔𝒕𝒐𝒕𝒍𝒆
𝑩𝒓𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒘, 𝒇𝒖𝒍𝒍-𝒕𝒉𝒓𝒐𝒕𝒕𝒍𝒆
𝑻𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒎𝒆 𝒘𝒉𝒊𝒍𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒓𝒐𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒚 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒅 𝑻𝒉𝒆𝒇𝒕 𝑨𝒖𝒕𝒐

La ojiverde arqueó la espalda. Si seguía moviendo sus dedos a ese ritmo, no podría aguantar mucho rato sin correrse. El castaño celebró con los demás cuando ganaron la partida.

-Es hora de parar, las chicas llevan rato esperándonos- les dijo por el micrófono.

A Mal casi se le escapa una carcajada. ¿En qué había convertido a su esposo? Porque los dos sabían que hace rato que él estaba dándole atención. Oyó como todos se despedían. Se sorprendió al dejar de sentirlo. Lo miró con molestia. Él se rió y besó su frente.

-Te juro que ya voy a seguir - la calmó- Solo deja que apague todo y asegure la puerta.

Eso la tranquilizó.

-Lo siento, pero me tenías tan entretenida que no me acordé de ese detalle - soltó una risita.

Los dos se rieron. Se apartó para que él pudiera levantarse. Ben dejó el control en la mesa frente al sillón, luego apagó la consola y el televisor. Abrió la puerta, asegurándose de que no hubiera nadie en el pasillo. Al echar un vistazo, la volvió a cerrar y pasó el seguro.

𝑰𝒕'𝒔 𝒕𝒓𝒖𝒆, 𝒔𝒘𝒆𝒂𝒓, 𝒔𝒄𝒐𝒖𝒕𝒔 𝒉𝒐𝒏𝒐𝒓
𝒀𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒆𝒘 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒆𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒃𝒐𝒚, 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐𝒕 𝒉𝒆𝒓
𝑩𝒓𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒘, 𝒇𝒖𝒍𝒍-𝒕𝒉𝒓𝒐𝒕𝒕𝒍𝒆
𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒍𝒓𝒆𝒂𝒅𝒚 𝒌𝒏𝒐𝒘, 𝒃𝒂𝒃𝒆

𝑰 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒍𝒂𝒖𝒈𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒎𝒊𝒅𝒅𝒍𝒆 𝒐𝒇 𝒑𝒓𝒂𝒄𝒕𝒊𝒄𝒆
𝑫𝒐 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒔𝒊𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒊𝒅 𝒐𝒇 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒅𝒂𝒅 𝒂𝒈𝒂𝒊𝒏
𝑰'𝒎 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒊𝒏𝒈 𝒗𝒐𝒊𝒄𝒆𝒔 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒂 𝒎𝒂𝒅𝒎𝒂𝒏

Mal se rió al ver la expresión coqueta en su rostro. Ambos estaban locos por estar haciendo algo como eso. Se distrajo totalmente cuando se quitó el suéter, y luego su camisa. Dioses, si de por sí él era totalmente atractivo, ahora que había vuelto al Tourney se veía más sexy aún.

Sus brazos tenían más músculos, y su pecho estaba marcado. Se acercó a ella, tirándose a su lado. Mal lo rodeó con sus brazos, rozando sus narices.

-Eres un pervertido, mi rey - le dio un toque juguetón en la punta de la nariz- ¿Qué hubiera pasado si me escuchaban?

-Pues les hubiera dicho que le daba el merecido cuidado a mi esposa. A mi esposa embarazada y hormonal- bromeó.

Los dos rieron al escuchar el ruido que salió por la nariz de ella al soltar una carcajada.

-Como si tú no estuvieras hormonal - se burló- Después de todo, fuiste tú quien inició - le dio un golpecito en el pecho, como si lo acusara.

-Y así como lo inicié, seguiré con esto.

-Bien, porque tu muy embarazada esposa quiere que estés totalmente concentrado en ella y que le hagas el amor - acercó sus rostros.

Ben apretó su cadera, metiendo su mano por debajo de su camisa.

-No tengo problema en complacer a mi reina - habló, con su voz tornándose ronca.

Ella sonrió al oír su voz. Alzó sus brazos, invitándolo a quitarle sus prendas. Él captó inmediatamente lo que quería. Sacó con cuidado su camiseta morada y bajó sus pantalones. Los lanzó al final de la cama. Bajó su rostro, besando con cariño su barriga.

-Lamento el alboroto que habrá, princesa. Pero tu mami y yo necesitamos un rato para nosotros, ¿sí? - habló cerca de su piel.

La bebé pateó suavemente su panza. Mal se rió. Si había pateado con tanta tranquilidad, se suponía que era porque estaba a punto de dormirse. Su doctora les había dicho que era normal que durante el día la bebé estuviera más tiempo dormida que despierta, ya que sentía el movimiento de su cuerpo y eso la relajaba. Y cómo ventaja para ellos, se suponía que tener relaciones beneficiaba al embarazo.

Ben le dio unos cuantos besos más antes de volver a los labios de la pelimorada. Ella lo jaló, acercandolo más a sí misma. El sueño se le había esfumado hace tiempo. Solo quería continuar con lo que él había empezado hace rato.

Levantó la espalda para que él pudiera quitarle el sostén. Aprovechó su concentración para bajarle los pantalones y la ropa interior. Ben la miró divertido al ver lo que había hecho. Apartó las tres piezas que ambos juntaban, echando eso y el resto de la ropa de los dos al sillón.

-Me parece injusto que sigas teniendo algo puesto - le hizo cosquillas en las costillas.

La reina se rió, tomando ella el elástico de sus panties y quitandoselas. El rey se quedó adorandola unos segundos. No podía dejar de verla con ojos de amor y deseo. Era su reina, su diosa. La mujer más hermosa del universo.

Besó su cuello lentamente, descendiendo hasta llegar a sus senos hinchados. Mal soltó un gemido, sintiendo esa zona muy sensible. Él succionó su pezón, apretando su otro seno con la mano. Eso se sentía demasiado bien. Luego de darle varios besos, cambió al otro. Dejándolos duros y enrojecidos. No le había dejado marcas, pero igual estaba muy orgulloso de su obra.

Mal lo tomó de las mejillas, regresandolo a su boca. Sus lenguas batallaban entre sí. Deslizó su mano por su pecho, sintiendo sus músculos endurecidos. Ben gimió sobre sus labios cuando tomó su miembro, acariciandolo. Ella imitó sus sonidos cuando él regresó sus dedos a su intimidad.

Los dos tenían el mismo objetivo, darle el mayor placer posible al otro. La ojiverde sentía como el nudo en la parte baja de su estómago volvió a tensarse. Estaba llegando justo al lugar indicado con sus dedos. El castaño apenas podía centrarse en ayudarla al tenerla tocandolo de ese modo.

Entre caricias ambos llegaron al orgasmo pocos minutos después. Ben apoyó su cabeza en su pecho, tratando de retomar el aire. Sabía que debía esperar un poco más para que ella lo recuperara. El embarazo la podía cansar con mayor rapidez.

Besó entre sus pechos con suavidad antes de plantarle un beso en la mejilla. Ella sonrió, abriendo los ojos lentamente. Acarició su espalda. Sus mejillas estaban rosadas por el esfuerzo y el calor. Él la veía, con sus oyuelos reluciendo y sus ojos arrugados por su sonrisa.

𝑨𝒏𝒅 𝒊𝒏 𝒂 𝒃𝒍𝒊𝒏𝒌 𝒐𝒇 𝒂 𝒄𝒓𝒊𝒏𝒌𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒆𝒚𝒆
𝑰'𝒎 𝒔𝒊𝒏𝒌𝒊𝒏𝒈, 𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓𝒔 𝒆𝒏𝒕𝒘𝒊𝒏𝒆𝒅
𝑪𝒉𝒆𝒆𝒌𝒔 𝒑𝒊𝒏𝒌 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒕𝒘𝒊𝒏𝒌𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕𝒔

Ben despegó los cabellos que se le pegaron a la frente y el cuello. Se sentó al ver que ella tenía intenciones de hacer lo mismo. Le pasó su vaso de agua. El líquido la hizo dejar de sudar. Le dio un poco de su bebida antes de volver a dejar el vaso al lado de la cama.

Juntó su frente con la de él. Se miraron a los ojos, sintiéndose embriagados por la presencia del otro. No podían no sentirse como esos jóvenes enamorados que eran hace unos años, como aún seguían estando igual o más perdidos por el otro.

𝑻𝒆𝒍𝒍 𝒎𝒆 '𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒔𝒂𝒘 𝒎𝒆
𝑰'𝒍𝒍 𝒅𝒓𝒊𝒏𝒌 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌, 𝒂𝒏𝒅 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒈𝒉
𝑭𝒓𝒐𝒎 𝒔𝒎𝒐𝒌𝒊𝒏𝒈 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒋𝒐𝒌𝒆𝒔 𝒂𝒍𝒍 𝒅𝒂𝒎𝒏 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕
𝑻𝒉𝒆 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒌 𝒐𝒇 𝒂 𝒘𝒓𝒊𝒏𝒌𝒍𝒆 𝒊𝒏 𝒕𝒊𝒎𝒆
𝑩𝒊𝒕𝒕𝒆𝒓𝒔𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒔𝒊𝒙𝒕𝒆𝒆𝒏 𝒔𝒖𝒅𝒅𝒆𝒏𝒍𝒚

-Creo que ya estoy lista para continuar - dijo de repente.

Ben la miró con diversión.

-¿Por qué presiento que esa mentecita tuya se puso creativa mientras que recuperabas el aire? - preguntó.

Mal no respondió, solo tomó su mano y entrelazó sus dedos. Hizo que se levantara de la cama y la siguiera. Le daba curiosidad lo que planeaba. Los dirigió hacia su closet, específicamente al sillón que tenían frente a un espejo de cuerpo completo.

-Vaya, veo que esa escena de Bridgerton se convirtió en tu nueva fantasía- bromeó con ella.

Mal soltó una risita. Debía admitir que ver esa serie y leer los libros se había convertido en uno de sus pasatiempos últimamente. Y esas escenas juntadas con su mente vuelta un desorden con las hormonas eran una combinación bastante peculiar.

-Bueno, no te he visto reclamando las otras veces que hemos estado por aquí - rodeó su torso.

Él simplemente apoyó sus manos en su cintura.

-¿Y qué tendría que reclamar? - se rieron.

Ella había descubierto que eso de tener el espejo cerca la había hecho aumentar su autoestima. Claro que estaba feliz de estar portando a su bebé, pero algunos cambios en su cuerpo no habían sido tan fáciles de procesar. Aunque debía admitir que ya se sentía a gusto con como lucía. Tenía curvas más marcadas y la barriga aún le permitía estar lo suficientemente cómoda como para seguir teniendo ese tipo de actividad.

Acarició su pecho, delineando sus bíceps. Ben simplemente la admiraba en silencio. ¿Cómo hacía par lucir tan tierna pero a la vez tan sexy? No podía estar más enamorado de ella.

Él la besó, apretando su piel. Ella hizo lo mismo, apretando su trasero. Se sentían hirviendo de deseo. Retrocedieron con lentitud hacia el sillón. Al sentarse, la semi-diosa quedó encima del rey. Ben volvió a hundir su rostro en su pecho, besando sus senos. Ella arañó sus hombros y brazos.

La vista de ellos en el reflejo era extremadamente excitante. Podía ver el cabello alborotado y despeinado de Ben, y como sus cuerpos estaban pegados. Lo detuvo, recorriendo su cuello y pecho con besos. El monarca posó sus manos en su trasero, apretando la piel.

La volteó, teniendo cuidado de no aplastar su barriga y fijándose de que su espalda y caderas estuvieran cómodas. Mal rodeó su cintura con una de sus piernas y la otra la dejó recostada en el mueble. Sus ojos se pusieron en blanco al sentirlo dentro de ella.

-Oh, Ben - apoyó sus uñas en su espalda.

El rey comenzó con las embestidas. Sus ojos no podían dejar de ver los gestos de placer que hacía su esposa mientras la complacía. Tenía una mano arañandole la espalda y la otra en su pecho. Los dos gemían, sabiendo que nadie los oiría y que podían hacer todo el ruido que quisieran.

-Cielo - ella soltó un gemido agudo que le puso los vellos de punta- Más rápido.

Él le hizo caso, guiándose por sus gestos en qué punto y velocidad debía moverse. Había aprendido que ese era el mejor modo de saber si algo le gustaba o no. Tomó su cintura con una mano y la otra la apoyó en el respaldo del sillón.

-¿Así? - preguntó con la voz ahogada.

-Justo así- arqueó la espalda.

Al verla cerrando los ojos, la tomó del mentón. Dirigió la mirada de ambos al espejo, lo que solo logró que se sintieran más cerca de correrse. Sintió como se quedaba sin aire cuando él bajó una mano, dando caricias circulares en su clitoris.

Esto era demasiado para ver. Las caras de placer de ambos, ver como su mano se movía en ella, sus senos moviéndose por las embestidas y ver como sus cuerpos se unían. Y a eso le sumaban los ruidos que los dos estaban soltando.

Sintieron como sus intimidades se apretaban entre sí, anunciando su orgasmo. Juntaron sus labios en un último beso antes de correrse. Ben la movió hacia un lado para recostarse junto a ella al salir de su interior. Apoyó su cabeza en su pancita. Mal se relajó al sentir las caricias que le brindaba.

-Dioses, Bennyboo, ¿porqué tienes que ser tan malditamente ardiente? - lo halagó.

Su esposo se rió. Levantó la cabeza para verla.

-Tú no te quedas atrás, mi diosa - besó su mentón- Te amo.

La pelimorada lo abrazó.

-También te amo, mi vida - besó su coronilla- Y a la pequeña bebita que me está pateando la vejiga en este momento.

Ben se rió. Vio como la piel de su panza se estiraba debido a las patadas que estaba dando su hija. Se sentó, ayudándola a ella.

-¿Quieres que te lleve al baño? Porque veo que nuestra pequeña dragoncita está haciendo de las suyas - la ayudó a ponerse de pie- Va a ser deportista como su papá y sus tíos, o va a correr tan rápido como su mamá.

-Por favor - dijo entre risas- No digas eso, porque aún me quedan unos meses más con esas patadas.

Él se rió. La rodeó de un costado y ambos caminaron hacia el baño. Mientras ella hacía sus necesidades, el hijo de Bella y Adam pensó que sería buena idea preparar la tina para que se relajaran y pudieran darse un baño.

Los dos se reían abrazados, hablando de las ocurrencias de sus amigos mientras jugaban videojuegos. A la vez, se sentían en una burbuja de paz y tranquilidad que sólo provocaba que su ánimo se mantuviera tan elevado.

𝑰'𝒎 𝒘𝒂𝒕𝒄𝒉𝒊𝒏𝒈 𝑨𝒎𝒆𝒓𝒊𝒄𝒂𝒏 𝑷𝒊𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒏 𝒂 𝑺𝒂𝒕𝒖𝒓𝒅𝒂𝒚 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕
𝒀𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔 𝒂𝒓𝒆 𝒂𝒓𝒐𝒖𝒏𝒅, 𝒔𝒐 𝒃𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒕
𝑰'𝒎 𝒕𝒓𝒚𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐 𝒔𝒕𝒊𝒇𝒍𝒆 𝒎𝒚 𝒔𝒊𝒈𝒉𝒔
'𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒔𝒐 𝒉𝒊𝒈𝒉 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍 (𝑰 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒔𝒐 𝒉𝒊𝒈𝒉 𝒔𝒄𝒉𝒐𝒐𝒍)
𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝑰 𝒍𝒐𝒐𝒌 𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖
𝑩𝒖𝒕 𝒍𝒐𝒐𝒌 𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖

(...)

La siguiente temporada de Tourney estaba llegando a su fin. De nuevo, el equipo iba ganando y habían llegado a la final. Mal estaba sentada junto a Evie y Lonnie en las gradas, con su pequeña hija de apenas un año y tres meses observando todo con curiosidad.

Amélie ubicaba cuál jugador podía ser su papá, así que le emocionaba verlo saludandolas cada que podía. Su madrina le había hecho una camisa especial con el número de su padre, el 7. Y Mal tenía puesta la camisa que él le había regalado años atrás, cuando apenas se conocían.

Se asustó un poco al sentir la angustia de su mamá cuando derribaron a su esposo y a uno de sus mejores amigos. Ben y Jay habían caído al suelo gracias a un empujón de tres jugadores de sus adversarios. El rey se tocó el hombro por el impacto. Detuvieron el juego unos segundos para revisar a todos los involucrados en el choque.

La princesa se giró hacia su mamá, jugando con su chupón en su boca. No entendía que era lo que hablaban ella y sus tías, pero se veía como algo serio y malo.

-Perdón, mi vida. ¿Te asustamos? - se disculpó la pelimorada al ver el gesto angustiado de su bebé. Acarició sus manitos- Lo más seguro es que tu papi y tu tío estén bien, no te preocupes.

La arrulló para calmarla. Amélie cerró los ojos y apoyó su mejilla regordeta y rosada en el pecho de su mamá. No le gustaba oír todos esos gritos bruscos que estaba soltando el resto del público a pesar de estar usando sus audífonos canceladores de ruido.

Daniel, su primo, le extendió un juguete de dinosaurio. Eso pareció distraer a la niña. Al igual que a Lisa, que comenzaba a entender más lo que sucedía a su alrededor.

-¿Creen que estén bien? - se preocupó Lonnie, abrazando a su hija.

Jay se había lesionado una muñeca en el último partido, tenía miedo de que la caída hubiera empeorado la herida.

-Pareciera que no fue tan doloroso como se vio - dijo Jane.

Carlos y Gil ayudaban a Jay a ponerse de pie, al igual que Harry y Chad a Ben. Todos suspiraron de alivio al ver que estaban bien. De todos modos decidieron regresar al de pelo largo a la banca para evitar más accidentes con su brazo.

-Quieren jugar sucio por la victoria de hace un año- gruñó Uma, viendo como trataban de hacer enojar a su prometido.

El equipo se alejó de sus contrincantes para hablar de su jugada final con Doug y Adam, quien suplantaba a Felipe como entrenador en ese partido. Bella subió a las gradas luego de estar un rato acompañando a su esposo y a su hijo. Los tres niños se emocionaron al ver que les había llevado galletas a cada uno.

-Grachias- dijeron los más grandes.

La castaña les sonrió y besó la mejilla de su nieta, quien claramente no le podía dar una respuesta. Pero su sonrisa agradecida bastaba.

-No les pasó nada, solo unos pocos raspones con el pasto- tranquilizó a su nuera y a su amiga.

Ambas suspiraron.

-Si de por sí me estresaba ver esas caídas antes, ahora con Amélie presente me pongo peor - expresó la ojiverde.

Su suegra la miró con comprensión.

-Te entiendo más que nunca- la reconfortó Audrey, quien tapaba del sol a su bebé recién nacido con una manta para que no le diera el sol.

El partido continuó cuando los dos equipos se acercaron a hablar con el árbitro. Chad lanzó la pelota con su stick, dando inicio de nuevo al juego.

La princesa de Auradon se comía sus galletas, sin comprender muy bien lo que pasaba frente a ella. ¿Por qué su papá y sus tíos estaban saltando y corriendo sobre el pasto? Y además, persiguiendo y pasándose un balón. Ella solo sabía jugar con las pelotas que le lanzaba al perro de su abuelo Hades y su abuela Kore, Cerbero.

Volvió a observar la cancha cuando su papá las señaló a ella y a su mami. Eso la puso contenta.

𝑻𝒓𝒖𝒕𝒉, 𝒅𝒂𝒓𝒆, 𝒔𝒑𝒊𝒏 𝒃𝒐𝒕𝒕𝒍𝒆𝒔 (𝒚𝒆𝒂𝒉)
𝒀𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒉𝒐𝒘 𝒕𝒐 𝒃𝒂𝒍𝒍, 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝑨𝒓𝒊𝒔𝒕𝒐𝒕𝒍𝒆
𝑩𝒓𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒘, 𝒇𝒖𝒍𝒍-𝒕𝒉𝒓𝒐𝒕𝒕𝒍𝒆 (𝒚𝒆𝒂𝒉)

-Mami, esh Papi- chilló emocionada, parándose en las piernas de la reina.

Su mamá y su abuela rieron.

-Sí, ese es papi, dragoncita - dijo Mal divertida- Y creo que quiere dedicarnos su próxima anotación - levantó la mano de la bebé para que lo saludara.

La joven monarca decidió sacar su teléfono y grabarle un video al Dios del Inframundo y a la Diosa de la Primavera, quienes estaban en su luna de miel. En la imagen se podía ver a la niña aplaudiendo y soltando gritos de felicidad.

También era para Maléfica, quien aunque no lo admitiera, deseaba estar completamente rehabilitada para poder pasar más tiempo con su adorada nieta. Si de por sí el amor que tenía por Mal era lo que le había permitido no desaparecer y comenzar a crecer, desde que supo que sería abuela había crecido aún más. Y luego del nacimiento de la princesa, había logrado volver a su forma "humana".

La pelimorada no veía la hora de que su madre pudiera jugar más seguido con su retoño.

Saltaron de felicidad cuando el rey, con ayuda de Gil, logró anotar el gol final. La niña se rió al sentir como las adultas la aplastaban por abrazarse entre todas.

Recogieron sus pertenencias para poder celebrar con los demás. Al llegar a la cancha, Ben corrió directo a su esposa y a su hija. Las estrechó con fuerza, besando sus frentes.

-Papi - la bebé dijo, apretando toscamente sus mejillas entre sus manitas.

Sus padres rieron.

-Fue de buena suerte dedicarles mi jugada - dijo el ojimiel.

Su esposa besó sus labios cortamente. Él le revolvió el pelo castaño a la princesa cuando esta le extendió una de sus galletas para que la comiera.

-Meli, ¿no crees que tu papá debería darse un baño antes de seguirnos abrazando? - bromeó.

La bebé alzó su naricita, como si oliera algo. Hizo una mueca de disgusto y apartó ligeramente a su progenitor de ella y su mamá. Olía feo, como cuando su mascota y la de su tío Carlos no se habian bañado en días. Ben se llevó una mano al pecho, fingiendo estar ofendido.

-Vaya, si yo hiciera lo mismo cada vez que debo cambiarte el pañal, estarías cochina todo el día- le hizo cosquillas.

La princesa se rió, escondiendo su cara en el hombro de su mamá. Ben les dio un último beso a ambas. Atrayendo a su esposa por la cintura, provocando su sonrojo cuando se separaron.

𝑻𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒎𝒆 𝒘𝒉𝒊𝒍𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒓𝒐𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒚 𝑮𝒓𝒂𝒏𝒅 𝑻𝒉𝒆𝒇𝒕 𝑨𝒖𝒕𝒐
𝑰𝒕'𝒔 𝒕𝒓𝒖𝒆, 𝒔𝒘𝒆𝒂𝒓, 𝒔𝒄𝒐𝒖𝒕𝒔 𝒉𝒐𝒏𝒐𝒓 (𝒚𝒆𝒂𝒉)
𝒀𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒆𝒘 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒆𝒅 𝒂𝒏𝒅 𝒃𝒐𝒚, 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐𝒕 𝒉𝒆𝒓


Cuando el alboroto de la celebración se calmó, la familia real regresó a su hogar. Amélie estaba entretenida jugando en la alfombra de su cuarto. Tenía a sus padres sentados con ella, pasándoles helados de juguete, los cuales sacaba de su cocinita.

-¿Cómo tiene tanta energía a esta hora? Yo estoy molido - se tiró dramáticamente al suelo.

Mal rodó los ojos.

-Eso pasa por dejarla tomar esa siesta fuera de su horario- se burló- Te dije que no nos iba a dejar dormir hasta pasada la medianoche.

Amélie regresó a ellos al oírlos conversando. ¿Por qué su papá estaba acostado en el suelo? Se lanzó sobre él, sacándole por completo el aire. Su mamá se reía con fuerza, haciendo que ella también lo hiciera. Era chistoso oírla y ver la cara de su papá.

Mal soltó un gritito de sorpresa cuando él la jaló hacia ellos. Su hija los abrazó con toda la fuerza que poseían sus bracitos. Ama a sus papis, y le encanta estar junto a ellos y a sus abuelos.

El matrimonio dejó que su pequeña drenara toda su energía. La aman así de alocada y cariñosa.

𝑩𝒓𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒘, 𝒇𝒖𝒍𝒍-𝒕𝒉𝒓𝒐𝒕𝒕𝒍𝒆 (𝒚𝒆𝒂𝒉)
𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒍𝒓𝒆𝒂𝒅𝒚 𝒌𝒏𝒐𝒘, 𝒃𝒂𝒃𝒆
𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒍𝒓𝒆𝒂𝒅𝒚 𝒌𝒏𝒐𝒘, 𝒃𝒂𝒃𝒆

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Este es uno de mis escritos más largos. Quise ponerle un poco de todo, porque estas dos canciones me tenían muy inspirada.

En mi cuenta de TikTok pueden conseguir un montón de edits de ellos con canciones de Taylor entre mis listas y mis compartidos. Además, hice la playlist de Spotify con todas las canciones de Tay que los identifican💘

Y, esto me sirvió para drenar y distraerme de todo lo que pasa por acá.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕

Publicado el 07/08/2024.

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