Beal/Bal: Moonlight In Your Eyes
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Mal's POV:
Ajusté los audífonos inalambricos en mis oídos y recogí mi cabello en un moño desordenado. Revisé entre las tantas playlist que he creado conforme avanzan los años.
Las ojee por encima. Core Four, esa la guardaré para mi próxima reunión con Evie, Carlos y Jay luego del cumpleaños de Janna, mi sobrina de 8 años. La adorable pequeña de Lonnie y Jay.
Dragon, nah. Esa es para cuando me transformo y salgo a volar para relajarme. No pregunten como logro oír música así.
Sunshine, sonreí. En esa tenga mucha música especialmente dedicada a Bailee y a Miles, mis dos hermosos angelitos.
ΠΑΤΕΡΑΣ και ΚΟΡΗ, esa la oigo con papá. Hemos ido agregando canciones entre los dos estos años.
Me reí para mí misma al notar que tenía varias para Ben y para mí, con distintos nombres y temas. Algunas extremadamente melosas y otras algo subidas de tono. Me decidí por dejar la que se llama Moonlight, en esa solo hay canciones de Ariana Grande.
Dejé las canciones en aleatorio y tomé mi lienzo, el cual solo tiene los trazos en lápiz, y me senté justo enfrente de la ventana que da al jardín principal del castillo.
Escogí los pinceles y los colores con calma. Estoy realmente relajada y descansada, así que me es fácil ser creativa.
Ben y yo nos tomamos unas semanas de vacaciones por ser casi el final del verano y por nuestros aniversarios. El de bodas que fue hace unos días y el de novios que será en un mes.
Llevamos ya doce años juntos, y nueve de ellos casados. Tuvimos a Bailee a los 22, y a Miles hace poco más de un año. Ambos son los niños más preciosos del universo. Ben y yo los amamos con todo nuestro ser, son nuestro orgullo.
Regulé el volumen de los audífonos, no pueden estar muy altos por mis oídos sensibles de dragón. Además, Miles está tomando su siesta y tengo el monitor conmigo aquí en mi estudio de arte, así que quiero estar atenta a cualquier cosa.
Esta pintura que estoy haciendo es importante para mí. Quiero colgarla en nuestra oficina, entre los dos escritorios. Es una representación de nuestra familia en el Lago Encantado hace pocos días. Me gustaría regalársela a mi esposo, un detalle fuera de alguna fecha en especial.
Ya era una hora bastante avanzada de la tarde cuando tuve que quitar mis audífonos y dejar la música con las bocinas del teléfono. Estiré mis articulaciones, haciendo una mueca cuando mi cuello crujió luego de tantas horas aquí sentada.
Oí gritos provenientes del jardín. Al acercarme a la ventana sonreí como tonta al ver que era mi hija jugando con su papá. Bailee corre, huyendo con lo que supongo que es la corona de mi marido, y Ben la persigue. Comencé a reírme al notar que Miles va detrás de ellos, dando pasos bastante graciosos porque apenas aprende a caminar sin ayuda.
El castaño logró atraparla, alzándola en el aire. Nuestra princesa chilla y se ríe. Ben toma en su brazo libre al bebé, provocando risas por su parte.
Mi corazón se siente lleno al ver las sonrisas en los rostros de mi pequeña familia.
Veo como ella señala hacia arriba, en mi dirección. Mi hijo y su papá siguen con la mirada lo que ella señala. Ben sonríe y saluda con la mano. Le devuelvo el saludo, sonriendo también.
Me río al ver la corona torcida sobre su cabeza, la cual seguramente Bailee le colocó. De tal palo a tal astilla. O como diría Regina: "De tal manzana envenenada a tal manzanita".
Les dice algo a los dos y los pierdo de vista cuando caminan hacia la entrada al castillo. Decido que es hora de terminar por hoy. Me levanto de la silla, tomo mi teléfono y salgo del lugar.
(...)
Perséfone, papá, Adam y Bella regresaron a casa hace una hora. Habían pasado el día afuera, explorando una montaña.
-Tu abuelo casi se torció el tobillo por evitar que me cayera- comenta mi suegra, mirando a Bailee.
Mi niña se lleva una cucharada de helado de chocolate mezclado con helado de fresas a la boca antes de hablar.
-¿En serio? - pregunta con su adorable voz.
Bella asiente.
-Y se hubiera quejado todo el camino de regreso de no ser por las vendas de hojas que creó Kore con sus poderes- dijo papá, presumiendo los poderes de su esposa.
La pelirroja sonrió. Me enterneció ver el brillo en sus ojos al ver a papá. Me alegra que se hayan reencontrado poco antes de mi boda. Son realmente felices juntos.
-Fue obra de tu esposa, no tuya, Hades. No alardees tanto - lo provoca Adam.
Ben y yo nos miramos con diversión, sabiendo que esto llevará a otra de sus peleas tontas que nos causan risa a los demás.
Él sigue ayudando a Miles para que sujete la cuchara con cuidado de no volcar su contenido. El niño capta luego de un rato y logra tomarla solo.
Al terminar de comer el helado, recogimos los platos y nos sentamos en la sala. Los niños juegan, armando un fuerte con los sillones, cojines y mantas que encuentran y nosotros los ayudamos a armarlo.
Todos nos metemos debajo del fuerte y nos ponemos a ver películas, comiendo pizza y palomitas.
A la hora de dormir no hay quien los convenza de ir a sus habitaciones ya que quieren dormir ahí. Ben y yo nos quedaríamos con ellos. O al menos eso pensé hasta que Phone se sentó junto a mí, hablándome entre susurros.
-Vayan a dormir tranquilos, Mal. Tu papá y yo nos quedaremos con ellos- me dijo.
-¿Estás segura? - le pregunté con algo de duda.
Amo dormir con los niños, pero Bailee patea bastante y Miles se sube encima de nosotros. No quiero molestarlos.
-Estaremos bien. De paso, es una excusa para que Cerbero también duerma con ellos como Bailee ha estado pidiendo estos días.
Los miramos. Cerbero está echado boca arriba moviendo su cola, dejando que los niños acaricien su barriga. Nos reímos.
-Está bien, pero les dejaremos uno de los monitores de Miles por cualquier cosa. Recuerda que aún lo amamanto en las noches- le dije.
-De acuerdo.
Bella y Adam nos dieron las buenas noches a todos poco después. Y pensamos que era buen momento para hacer lo mismo. Miles estaba recostado en mi pecho luego de comer y Bailee sobre el regazo de Ben.
-Por favor háganle caso a su abuelo Hades y a Kore, ¿sí? Y por favor no alboroten a Cerbero, eso va para ti Bailee - le advirtió Ben.
Nuestra hija lo juró, pasando su dedo por su corazón. Reímos, hace eso cada vez que promete algo desde que vio Up.
Besamos sus frentes con mucho cariño y subimos a nuestra habitación. Caímos rendidos al instante, abrazados el uno al otro.
(...)
Los niños se despertaron temprano, buscándonos porque les prometimos que hoy iríamos al parque. Aunque realmente la apurada era Bailee, Miles solo seguía a su hermana mayor al oír la palabra "parque".
Desayunamos algo bastante sustancioso ya que no sabíamos a que hora regresaríamos. Solo seremos nosotros cuatro, sin guardias ni escolta. Será interesante hacer algo en público solos, en escasas ocasiones lo logramos hacer.
Nos despedimos de nuestros padres y nos dirigimos al estacionamiento cuando estuvimos listos. Bailee se subió sola al auto, ya estando acostumbrada. Yo me encargué de colocar a Miles en su silla. Iba a cerrar la puerta hasta que oí su pequeña voz.
-Mama- estiró los brazos hacia mí, haciendo pucheros.
Miré a Ben.
-No pasa nada, ve tú con ellos y yo conduzco- me tranquilizó.
-Ok - besé sus labios cortamente.
Me senté entre los niños y Ben cerró la puerta. En el camino íbamos cantando y jugando, cosa que divirtió a los niños ya que el parque de diversiones está a poco más de una hora del castillo.
Nos bajamos del auto, conmigo llevando a Miles y mi esposo cargando a Bailee. Nuestras manos van entrelazadas mientras que esperamos a que nos den los braceletes y nos indiquen a cuales atracciones pueden subirse los niños.
Estuvimos de una atracción a otra. El carrusel, la tirolesa, las montañas rusas donde podían subirse los niños, las tasas locas, los carros chocones. En algún momento luego de las dos de la tarde hicimos una pausa para almorzar y continuamos luego de reposar un rato.
En este momento estamos en los Go-Karts. Yo estoy con nuestra princesa y Ben con nuestro príncipe.
Bailee y yo nos reíamos, huyendo de Ben. Estamos compitiendo por quien logra dar más vueltas en el menor tiempo posible.
-Hay que ganarle a papi y a Miles, ¡más rápido mamá! - exclamó la pequeña castaña con reflejos morados junto a mí.
Reí.
-Tranquila, dragón. Les ganaremos- aceleré todo lo que podía.
Ben logró sobrepasarnos, haciendo muecas que provocaban las risas de nuestro bebé. Mis ojos brillaron cuando el castaño me desafió con la mirada. Pisé el acelerador.
Al final, Bailee y yo logramos sobrepasarlos y llegamos dos segundos antes.
-¡No! - se quejaron mi marido y mi hijo, bajando del Go-Kart.
-¡Sí! - celebramos nosotras.
Bailee hace un baile de la victoria, logrando que Ben y yo nos ríamos. Mi marido se acercó a nosotras. Nos quitamos los cascos y se los regresamos a los encargados. Caminamos hacia afuera de la atracción.
-De acuerdo, acepto mi derrota.
Nuestra hija sonríe y lo abraza.
-¿Qué quieren que sea su premio? - nos preguntó.
Alcé a Miles, quien hundió su cara en mi cuello y cerró sus ojos. Sus puñitos toman la tela de mi camiseta.
-Yo quiero el peluche de dragón gigante que vimos en el puesto de premios - pidió Bailee- Y una dona con chocolate y maní.
-Donaaa- balbuceó Miles.
Nos reímos.
-¿Y qué quiere mi reina? - me preguntó.
Lo abracé por un costado.
-Una cita- le dije.
Ben sonrió y besó la punta de mi nariz.
-Acepto.
Me reí y besé su mejilla.
(...)
Pasamos por las donas de camino a casa. Al llegar al castillo, Bailee bajó del auto a toda velocidad y corrió, emocionada por enseñarle a sus abuelos el gran peluche de dragón morado, verde y dorado que Ben le regaló.
Bajé a Miles con cuidado, el está profundamente dormido. Me sorprende que haya aguantado tantas horas despierto con solo una siesta de media hora luego de comer. Ben me ayuda a bajar nuestras cosas y entramos.
Mi papá, Kore y mis suegros ríen al ver la ilusión de la niña con su nuevo juguete. Me siento junto a mi padre. Él besa mi frente y acaricia con cariño la espalda del bebé.
-Creo que ahora adora más a Ben gracias a ese dragón- dice, simulando disgusto.
Mi hija salta de alegría y abraza a su papá. Yo simplemente sonrió y me recuesto en su hombro.
-Hubieras visto su cara cuando se lo entregaron en el parque. Parecía que sus ojos se saldrían de la impresión al sujetarlo en sus brazos - dije riéndome.
Papá se ríe. Mira con atención el pequeño peluche en los brazos de Miles y lo señala.
-Ella insistió en que también le dieran algo a su hermanito - el orgullo me llena por lo cariñosa que es con él - Es un dinosaurio bebé.
-Tenemos a una obsesionada con los dragones, su versión en miniatura y al mini obsesionado con los dinosaurios- comenta con diversión.
Suelto una carcajada al notar que a la primera persona a la que se refiere soy yo.
Todos nos reímos al ver que Bailee sujeta como puede el peluche, corriendo con Cerbero detrás de ella para intentar tomarlo.
(...)
Como Ben me prometió, tendremos nuestra cita. Organizó todo en cuestión de horas, así que un día después de ir al parque ya estamos en camino a su sorpresa.
-Podrías decirme a donde vamos - le pedí.
-No- pude notar el humor en su voz.
-Amooor- me quejé, oyendo sus risas- Debería ser ilegal que vendes los ojos de la reina- me crucé de brazos.
Él se rió. Me puso una venda luego de que saliéramos de la ciudad. Dejamos a los niños al cuidado de Bella y Adam.
-No es ilegal si lo hace su marido para darle una sorpresa- aseguró divertido.
Gruñí, haciendo que él riera más. Tomó mi mano y besó mis nudillos.
-¿Te puedo confesar algo? - hice un ruido de asentimiento- En realidad, esta salida la tenía planeada antes de nuestra apuesta de ayer.
Eso hizo que riera.
-Me lo imaginé al ver que tenías cada detalle planeado - hice una pausa- Te lo agradezco, teníamos varias semanas tratando de hacer algo solo los dos.
Apretó mi mano y la soltó para seguir manejando.
-Lo sé. Por más que tratamos los días que fuimos a la playa, era difícil porque no teníamos quien cuidara de los niños.
Es verdad. Hace unos días fuimos a Atlántida para estar en la playa por nuestro aniversario, pasamos una semana allá. Fue relajante y especial, pero no negaré que a ambos nos hubiera gustado al menos salir a cenar solos.
Seguimos conversando unos minutos hasta que sentí que el auto se detuvo. Me pidió que me volteara para quitarme la venda. Deshizo el nudo con delicadeza.
-¿Estás lista? - cuestionó, tomándome de los hombros. Asentí- Ya puedes abrir los ojos, ma vie.
Sonreí al oírlo hablarme en francés. Abrí los ojos poco a poco, tratando de acostumbrarme a la luz. Grité de la emoción al darme cuenta de donde estábamos.
-Gracias, gracias, gracias- le dije, lanzándome a sus brazos.
Ben se rió y me devolvió el abrazo. Mis ojos se aguaron, no solo por el gesto sino por su significado. Nos trajo a una pequeña y preciosa posada en el Páramo. Hemos soñado con venir desde que estaba embarazada de Miles, pero no habíamos tenido la oportunidad.
El lugar tiene una hermosa leyenda. Las parejas que vengan a este lugar serán "bendecidas" por la magia del Páramo, teniendo fertilidad y abundancia para sus familias. Nos prometimos venir luego de lo difícil que fue quedar embarazada por segunda vez.
Fueron muchos meses de angustia y esfuerzo hasta que al fin vimos los positivos en las pruebas. Queríamos tener otro bebé desde que Bailee tenía casi cuatro años. Y tomando en cuenta que ahora tiene seis y medio y Miles catorce meses, fue mucho tiempo intentándolo. Por suerte, el embarazo fue muy tranquilo y nuestro hijo nació completamente sano.
Ben juntó su frente con la mía y acarició mis mejillas, secando mis lágrimas.
-Con algo de fe y suerte, esto nos ayudará para dentro de unos años cuando tengamos otro bebé - me dijo.
Sonreí, secando las pocas lágrimas que salían de sus ojos.
-Nos lo merecemos.
-Nos lo merecemos - afirmó él.
Lo besé, sonriendo. Me dio un beso más antes de ayudarne a salir del auto. Nuestros brazos rodean la cintura del otro. Nos entregaron la llave de nuestra habitación.
Mientras que caminábamos me explicó todo.
-Pasaremos aquí esta noche y el día de mañana. Al atardecer regresaremos a casa. ¿Te parece bien?
-Me parece perfecto.
Besó mi coronilla. Me pasó la llave y abrí la puerta, riéndome al ver que todo estaba preparado para nuestra llegada. Hay un ramo de tulipanes morados que provienen de los campos de la zona. Un plato repleto de fresas y una olla para fondue nos esperan en la pequeña mesa de la terraza.
Me paré en la terraza y aspiré el aroma de la naturaleza a nuestro alrededor. Sonreí, esto me hace sentir más conectada a mis raíces.
Tal vez mamá no fue la mejor madre, pero sé que sus años aquí fueron los mejores. Muchas cosas la llevaron a ser quien era antes de convertirse en lagartija, aún así me comentaba de lo feliz que fue en este lugar y como su magia evolucionó.
Me senté en una de las sillas y Ben hizo lo mismo cuando acomodó las pocas cosas que trajimos. Conversamos con tranquilidad, compartiendo las fresas y el chocolate.
Volvimos a la habitación al cabo de unos minutos. Encendimos el televisor y nos pusimos a ver una película. Sus piernas están abiertas y yo estoy sentada entre ellas. Sus brazos rodean mi cintura.
Me hizo cosquillas en el estómago, haciéndome reír. Giré mi rostro para mirarlo. Su mirada se quedó fija en mis ojos.
-¿Qué pasa? - cuestioné riéndome.
-Nada, es solo que quería ver tus ojos- apartó unos mechones de pelo que estaban en mi cara- Son tan bonitos cuando les da la luz del sol. Es como si tuvieras reflejos dorados en ellos.
Me reí, con las mejillas rosadas. El recuerdo de la primera vez que halagó mis ojos viene a mi mente.
La luna comienza a reflejarse en el cielo mientras que el sol se oculta, provocando que el atardecer, la luna y la pantalla frente a nosotros sea lo único que nos ilumina.
𝑻𝒉𝒆 𝒔𝒖𝒏 𝒊𝒔 𝒔𝒆𝒕𝒕𝒊𝒏𝒈,
𝑨𝒏𝒅 𝒚𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒉𝒆𝒓𝒆 𝒃𝒚 𝒎𝒚 𝒔𝒊𝒅𝒆.
Di la vuelta para quedar frente a frente con él, con mis rodillas flexionadas sobre el colchón. Unimos nuestras frentes, rozando nuestras narices y cerrando los ojos. Me siento tan liviana y tranquila estando con él. Su compañía siempre me brinda muchísima paz.
El ruido de la película se apagó al unir nuestros labios. Los suyos son cálidos y suaves, y me hacen perder la cordura cada vez que besan los míos.
Mis manos viajan a su marcado pecho solo cubierto por una camiseta azul marino y las suyas se posan en mi cintura y mi espalda baja.
𝑨𝒏𝒅 𝒕𝒉𝒆 𝒎𝒐𝒗𝒊𝒆 𝒊𝒔 𝒑𝒍𝒂𝒚𝒊𝒏𝒈,
𝑩𝒖𝒕 𝒘𝒆 𝒘𝒐𝒏'𝒕 𝒃𝒆 𝒘𝒂𝒕𝒄𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒕𝒐𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕.
Nos separamos unos segundos, sin apartar la mirada de los ojos del otro. Su mano se cuela por debajo de mi blusa negra, estremeciéndome al sentir sus manos cálidas dando caricias suaves en mi espalda. Llevo mi mano a su nuca, acercándolo a mí lo más que puedo.
𝑬𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒍𝒐𝒐𝒌, 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉,
𝑴𝒂𝒌𝒆𝒔 𝒎𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒈𝒊𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒎𝒚 𝒉𝒆𝒂𝒓𝒕.
En estos instantes, sé que ambos sentimos que somos los únicos en el mundo. Puedo sentir como su cuerpo reacciona a mis caricias y como su respiración y latidos están acelerados, sincronizados con los míos.
𝑰 𝒃𝒆 𝒄𝒓𝒖𝒔𝒉𝒊𝒏' 𝒐𝒏 𝒚𝒐𝒖, 𝒃𝒂𝒃𝒚,
𝑺𝒕𝒂𝒚 𝒕𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒚𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆.
Él me da la vuelta, dejándome debajo de su cuerpo y mi cabeza apoyada en las almohadas. Sus labios atacan los míos de nuevo, con más intensidad y pasión. Siento que me derrito por sus caricias en mi estómago y la manera en que me besa.
'𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒌𝒏𝒆𝒘, 𝑰 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒌𝒏𝒆𝒘,
𝒀𝒐𝒖 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒉𝒐𝒍𝒅 𝒎𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒊𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒂𝒏𝒅𝒔,
'𝑻𝒊𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑰 𝒉𝒆𝒍𝒅 𝒚𝒐𝒖.
Suelto una risita cuando besa mis mejillas. Lo tomo de las suyas y vuelvo a unir nuestras bocas. Su lengua lucha con la mía por tener el control del beso. Y ninguno quiere sederlo.
𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒎𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕,
𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕.
Esconde su rostro en mi cuello, tratando de regular su respiración. Busco su mano y entrelazo nuestros dedos. Juego con ellos por un rato hasta que alza la vista, sonriéndome.
Llevo sus nudillos a mis labios, besándolos con delicadeza. Él sonríe e imita mi acción.
𝑰 𝒌𝒊𝒔𝒔 𝒉𝒊𝒔 𝒇𝒊𝒏𝒈𝒆𝒓𝒕𝒊𝒑𝒔,
𝑨𝒔 𝑰'𝒎 𝒘𝒊𝒔𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒉𝒆'𝒔 𝒂𝒍𝒍 𝒎𝒊𝒏𝒆.
La luz de la luna ahora es lo que ilumina sus ojos. Su cabello está todo revuelto, y eso lo hace ver más sexy aún. Suspiro, aturdida por la perfección de su rostro y su toque.
𝑯𝒆'𝒔 𝒈𝒊𝒗𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝑬𝒍𝒗𝒊𝒔,
𝑾𝒊𝒕𝒉 𝒔𝒐𝒎𝒆 𝑱𝒂𝒎𝒆𝒔 𝑫𝒆𝒂𝒏 𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒔 𝒆𝒚𝒆𝒔.
Cierro los ojos con fuerza cuando sus labios descienden por mi mentón hacia mi cuello. Jadeo por lo bien que se sienten sus besos y su cuerpo pegado al mío.
𝑷𝒖𝒕𝒔 𝒉𝒊𝒔 𝒍𝒊𝒑𝒔 𝒐𝒏 𝒎𝒚 𝒏𝒆𝒄𝒌,
𝑴𝒂𝒌𝒆𝒔 𝒎𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕 𝒕𝒐 𝒈𝒊𝒗𝒆 𝒉𝒊𝒎 𝒎𝒚 𝒃𝒐𝒅𝒚.
Permito que tome todo el control de la situación, no queriendo que pare. Necesito que no pare.
𝑰 𝒃𝒆 𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏' 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖, 𝒃𝒂𝒃𝒚,
𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒔𝒕𝒐𝒑...
Lo jalo ligeramente hacia arriba para besarlo. Él me sigue el beso sin ninguna objeción. Sus manos se enredan en el borde de mi camisa al igual que las mías sobre la cintura de su pantalón.
'𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒌𝒏𝒆𝒘, 𝑰 𝒏𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒌𝒏𝒆𝒘,
𝒐𝒖 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒉𝒐𝒍𝒅 𝒎𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒊𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒉𝒂𝒏𝒅𝒔,
'𝑻𝒊𝒍 𝒕𝒉𝒆 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝑰 𝒉𝒆𝒍𝒅 𝒚𝒐𝒖.
Estiro los brazos para que levante mi blusa y él las caderas para que quite su pantalón. Nos deshacemos de la ropa del otro en cuestión de segundos. Sus pupilas están extremadamente dilatadas, pero su sonrisa cálida no ha desaparecido en ningún momento.
𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒎𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕,
𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕.
Sus labios descienden por mi cuerpo, haciendo que ruede los ojos hacia atrás. Está dándole prioridad a mi placer y no al suyo, lo que hace que me derrita más ante su tacto.
𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝑰 𝒃𝒆 𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏'.
𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒎𝒚 𝒎𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕,
𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕.
Al regresar mi rostro, entrelaza nuestras manos. Mi brazo libre va a su cuello, rodeándolo. Toma mis muslos y lleva mis piernas a sus caderas, uniendo más nuestros cuerpos sudorosos.
-Sujetate con fuerza- me pide.
El tono en el que habló sonó tan dominante que se me escapa un suspiro antes de asentir.
Durante los siguientes minutos solo se pueden oír nuestros gemidos y jadeos.
𝑯𝒆'𝒔 𝒔𝒐 𝒃𝒐𝒔𝒔𝒚,
𝑯𝒆 𝒎𝒂𝒌𝒆𝒔 𝒎𝒆 𝒅𝒂𝒏𝒄𝒆.
Trato de darnos la vuelta para al menos tener algo de control por un rato, pero él no me lo permite, aferrando su mano a mi cintura para mantenerme quieta. Eso me gusta, casi siempre compartimos el control o nos turnamos. Es excitante cuando quiere tenerlo para él solo.
𝑻𝒓𝒚𝒏𝒂 𝒔𝒊𝒕 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒂𝒄𝒌 𝒐𝒇 𝒉𝒊𝒔 𝒘𝒉𝒊𝒑,
𝑨𝒏𝒅 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒄𝒂𝒏𝒄𝒆𝒍 𝒎𝒚 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒔.
Sus besos y caricias son dulces, pero sus movimientos son todo lo contrario. Eso provoca muchas sensaciones en mi cuerpo y en mi mente.
𝑺𝒘𝒆𝒆𝒕 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒄𝒂𝒏𝒅𝒚,
𝑩𝒖𝒕 𝒉𝒆'𝒔 𝒔𝒖𝒄𝒉 𝒂 𝒎𝒂𝒏.
S
iento como un nudo comienza a formarse en la parte baja de mi estómago, y aunque lo intento no puedo cerrar la boca para evitar gemir. Oigo sus gemidos también, entendiendo que está tan cerca como yo.
Acerca su boca a mi oído, tratando de hablar en medio de sus jadeos.
-Te amo tanto, mi reina - aprieto su mano con fuerza- Te amo tanto - repite, hundiéndose más en mí.
𝑯𝒆 𝒌𝒏𝒐𝒘𝒔 𝒋𝒖𝒔𝒕 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒊𝒕 𝒅𝒐𝒆𝒔,
𝑾𝒉𝒆𝒏 𝒉𝒆'𝒔 𝒉𝒐𝒍𝒅𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝒕𝒊𝒈𝒉𝒕.
𝑨𝒏𝒅 𝒉𝒆 𝒄𝒂𝒍𝒍𝒔 𝒎𝒆 "𝑴𝒐𝒐𝒏𝒍𝒊𝒈𝒉𝒕" 𝒕𝒐𝒐.
Al cabo de un par de minutos, su cuerpo colapsa junto al mío, buscándome para abrazarme. Me acerco a él y lo abrazo, apoyando mi frente en su pecho. Hace mucho que no eramos así de intensos en una sola ronda.
Sonrió cuando sus labios besan mi coronilla y sus manos acarician mi cabello.
-Bueno, creo que ese tercer bebé tal vez si llegue antes de lo que planeamos- le digo, soltando una risita.
Ben se ríe y me apega a su cuerpo.
-Si eso pasa, estaré muy feliz - responde con voz cansada.
Ahora yo me río. Alzo mi cabeza y beso su mentón. Él baja la mirada y me sonríe.
-Gracias por traernos, necesitábamos estas horas solo para los dos, como pareja - agradezco- Te amo, y mucho.
El castaño roza su nariz con la mía.
-Y yo a ti mi vida.
Nos quedamos abrazados el resto de la noche, hablando con calma y solo levantándonos cuando pedimos la cena y para ducharnos antes de dormir.
Ya sé cuál será mi próxima pintura. Una de sus ojos con la luna reflejada en ellos, como la vi mientras que hacíamos el amor.
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No sé si quedó tan bien como me lo imaginé en un principio, pero espero que lo hayan disfrutado.
Cambié un poco el estilo de como venía escribiendo este tipo de escenas, y me gustó el resultado.
En los próximos días tendrán dos one shots de Sin Filtro y espero que capítulos de Mamma Mia o Liar (porque son las historias que llevo más tiempo sin actualizar).
Psd: Hace unas semanas actualicé DBM3, por si no lo han leído.
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕
Publicado el 07/08/2022.
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