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Beal/Bal: I Missed You

En los últimos meses apenas y he actualizado algunas de mis historias. Han sido más que todo publicaciones en My Fangirl Diary y editar detalles si veía algo raro releyendo algún capítulo. Además de haber actualizado mi perfil.

Esto ha sido debido a que a parte de estar corta de inspiración, no me ha nacido escribir. Tengo muchas ideas bastante claras para cosas que se vienen en mis historias, pero simplemente no sentía como que fueran los momentos de escribirlas.

Aparte de que la escuela online me consume mucho tiempo y estoy en busca de Universidades. Entonces decidí empezar a tomarme las cosas con un poco más de calma.

Puede que en algún momento vuelva a tener actualizaciones más constantes, como puede que siga llevando un ritmo más calmado.
Esto lo he estado haciendo por mi salud mental y física, y siento que sí me ha ayudado.

Algunas veces recibo muchos mensajes que insisten sobre nuevas actualizaciones. Como lectora entiendo lo frustrante que puede llegar a ser esperar por más contenido, pero como escritora sé lo cansado y frustrante que puede ser algunas veces.

Actualizaré y escribiré cuando me sea cómodo o adecuado.

Sin más que agregar, espero que les guste este OS.

Espero que lo disfruten💜💙


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Narrador Omnisciente:
Ya ha pasado poco más de un año desde el día de la abertura de la barrera entre la Isla de los Perdidos y Auradon. Poco más de un año de que Ben y Mal se comprometieran.

Las cosas han ido muy bien entre ellos. Han trabajado duro porque todo el reino logre adaptarse a los cambios. Y lo han logrado. Han sido muchos días y noches sin descansar para que todo sea bueno para todos, pero saben que ha valido la pena.

En cuanto a su relación, están felices de haber tomado la decisión de aplazar un poco la boda hasta que las cosas estén un poco más calmadas. Saben que eso les ha dado más tiempo para conocerse como personas y como pareja. Vivir juntos los ha ayudado mucho en ese aspecto.

Bella y Adam adoran poder pasar más tiempo con Mal. Hades se ha adaptado muy bien a su nueva vida en el castillo. Tal vez sigue siendo celoso con su hija, pero poco a poco a ido entendiendo que Ben en serio la ama. Y aunque no lo diga amenudo, aprecia mucho todo lo que la familia Beast ha hecho por su descendiente.

Era un día bastante agitado para el joven rey, llevaba tres semanas fuera de casa, viajando a diferentes ciudades del reino para asistir a reuniones y eventos. Estaba cansado, pero ese día era la fiesta de cumpleaños de Evie, y no quería fallarle a su amiga.

Al llegar al aeropuerto, algunos guardias comenzaron a caminar disimuladamente por diferentes partes del lugar, todos disfrazados de civiles. Ese siempre ha sido el protocolo de seguridad para la familia real.

Ben atravesó la entrada que daba a la sala de espera de donde había llegado su vuelo. Se encontró con muchas personas, entre ellos cámarografos y reporteros. Respondió unas pocas preguntas para calmar un poco a la prensa y caminó hacia sus padres.

La primera en acercarse fue Bella, quien abrazó fuertemente a su hijo. El castaño sonrió y besó la mejilla de su madre.

-Te creció el pelo en estos días-le reclamó.

Padre e hijo rieron. A la ex-reina nunca le ha gustado mucho que se deje el cabello muy largo.

-Hola a ti también, mamá - dijo con diversión.

-Lo siento, sé que ya eres adulto, pero para mí sigues siendo mi bebé- dijo, apretando una de sus mejillas.

Los dos hombres volvieron a reír. Adam abrazó a su hijo.

-¿Qué tal el vuelo? - le preguntó.

-Desde Arendelle hasta acá son casi seis horas de viaje, pero logré recuperar bastante rato de sueño.

-Eso es bueno.

Ben asintió.

-¿Podemos ir a casa? Esperaba poder sorprender a Mal cuando llegue de la universidad.

-Claro, aunque hay alguien que también vino a recibirte-le dijo su padre.

Al decir eso, una chica salió de entre la multitud del aeropuerto. Ben sonrió ampliamente al verla.

Mal corrió hacia él y Ben la alzó en sus brazos. La pelimorada hundió su rostro en el cuello de su novio, no queriendo soltarlo nunca. El castaño la abrazó con fuerza. Se quedaron en esa posición por varios minutos. Habían pasado demasiados días sin poder hacer algo así.

La oijiverde puso su mano en la mejilla de su prometido y lo besó. Se contuvieron al tener a más gente a su alrededor, no queriendo darle una escena a la prensa. Juntaron sus frentes sonriendo.

-Creí que no podrías venir por tus clases. Me dijiste que tenías cuatro exámenes importantes hoy.

Ella asintió.

-Así era. Pero logré presentar tres de ellos durante la semana. El otro lo hice poco antes de venir- Ben la dejó de pie sobre el suelo- Me costó unas cuantas horas extra de estudio, pero valió la pena. No podía no venir a verte luego de tanto tiempo separados.

El castaño besó su frente. Pasaron sus brazos por la cintura del otro y alcanzaron a Bella y a Adam, quienes habían ido a buscar sus maletas.
Luego de algunos minutos guardaron las cosas en el maletero de la limusina y entraron.

Mal apoyó su cabeza en el hombro de Ben. Ninguno quería soltarse. Esos días separados habían sido sumamente largos y estresantes debido a todas sus responsabilidades. Les brindaba paz saber que ya estaban uno junto al otro.

Pasaron varios minutos hablando sobre algunas cosas que habían sucedido en las reuniones, hasta que Ben recordó algo.

-¿Cómo están tus manos? - le preguntó a Mal.

Ella las separó de las de él le mostró sus palmas. Las marcas de sus uñas se notaban mucho menos que hace unos días.

Oyeron como Bella y Adam soltaban ruidos de sorpresa al verlas.

-¿Qué fue lo que sucedió, querida? - le preguntó Bella con preocupación.

-Fue hace una semana - suspiró- En la noche poco antes de hablar con Ben antes de dormir empecé a sentirme muy mal. Me faltaba el aire y apenas podía pensar con claridad- tomó aire, concentrándose en lo que decía- Traté con todas mis fuerzas de controlar el ataque de ansiedad, pero hubo un punto en el que perdí el control. Apreté mucho mis manos y por eso quedaron así.

Los ex-reyes se sintieron culpables. Hades no estaba en el castillo esa noche y sabían que ella había llegado cansada y extremadamente estresada ese día. Habían querido ir a verla antes de dormir, pero decidieron no hacerlo porque sabían que necesitaba tranquilidad.

-Por suerte Ben llamó justo a tiempo - dijo mirándo al mencionado, con una pequeña sonrisa apareciendo en sus labios- Logré contestar y él me ayudó a calmarme.

Ben la pegó más a su pecho.

-Me dolió mucho verla así. Habían pasado bastantes meses desde la última vez que había sufrido un ataque tan grande como ese- observó a sus progenitores, quienes los miraban aún con preocupación- No me importó que mi teléfono pudiera quedarse sin batería para el día siguiente, así que le pedí que se quedara en la llamada y tratara de dormir.

-Afortunadamente pude hacerlo. Sabiendo que él estaría pendiente de mí me ayudó a tranquilizarme y logré dormir bien.

El castaño besó su coronilla. Se había asustado mucho al verla en ese estado cuando vio su imagen en la pantalla.

No habían notado las marcas en sus palmas por el hecho de que varios de esos días usó guantes o estuvo ocupada.

-¿Por qué no nos avisaste? Hubiéramos pasado la noche contigo o hubiéramos llamado a Hades- le dijo Adam.

-No quería molestarlos. Era prácticamente de madrugada. Pero sabía que cualquier cosa Ben podría avisarles- ahora ella se sentía culpable por no haberle dicho a sus suegros- Lo siento.

-No tienes porqué, tuviste buenas intenciones. Pero la próxima vez que suceda algo así y nuestro hijo no esté, por favor no dudes en avisarnos. ¿Ok? - Bella tomó su mano.

Ella asintió.

(...)

Al llegar al castillo, todos almorzaron en familia y siguieron poniéndose al día de lo que había pasado en esos días.

Hades no estaba con ellos ya que estaba pasando varios días en el Inframundo. Así que unos días antes había ido a dejarles a Cerbero para que lo cuidaran. El can adoraba pasar tiempo con Mal, de modo que ella aceptó con mucho gusto.

Había pasado un buen rato en la habitación de la pareja real, así que cuando los vio entrar por la puerta empezó a ladrar.

-Tranquilo fiera, mi papá no está, así que puedes dejar de fingir que no te agrada Ben- le dijo la pelimorada, riéndose al ver la actitud defensiva de su mascota.

Al oírla decir eso, Cerbero corrió y saltó sobre el castaño, lamiendo todo su rostro y moviendo su cola. Ambos rieron.

-Tu papá en serio me odia como para haberlo entrenado a que me ladre cuando me ve.

Mal se rió.

-No te odia. Si lo hiciera te hubiera matado hace mucho por compartir habitación conmigo- señaló ella en tono burlón.

-Cómo eso ayuda mucho a que le agrade- dijo él con sarcasmo.

Su prometida volvió a reírse. Acarició detrás de las orejas del perro.

-Seguramente quiere salir a pasear, tuve que dejarlo aquí para que no hiciera desastres o se perdiera.

-Entonces llevemoslo al jardín, aún nos quedan bastantes horas antes de tener que arreglarnos para la fiesta de Evie- sugirió él.

-De acuerdo.

La ojiverde buscó una de las pelotas de goma que tenía para Cerbero y unas bolsas para recoger lo que hiciera. El perro se emocionó al ver que saldrían, tanto que echó a correr por los pasillos del castillo. Ben y Mal tuvieron que salir corriendo detrás de él.

Pasaron casi una hora en los jardines del castillo, persiguiendo a Cerbero y jugando con él. Decidieron entrar para descansar un rato. Se recostaron en su cama, viendo una película en Netflix. Al terminar, decidieron que ya era hora de arreglarse para salir.

Se dieron una ducha, cada uno por su cuenta porque sabían que tardarían más juntos, y comenzaron a vestirse.
Ben arreglaba su camisa mientras que Mal se veía al espejo, delineando sus ojos.

Mal había pasado el día del cumpleaños de Evie con ella y sabía lo feliz que estaría si iban a su fiesta, pero también entendía lo agotado que podía estar Ben luego de tantas semanas viajando.

-¿Seguro de que quieres ir? Apenas has descansado en los últimos días- le preguntó, concentrada en no pincharse el ojo con el delineador.

-Sí. De milagro pude felicitarla el lunes por lo acupado que estuve- arregló los botones al final de sus mangas- No quiero decepcionarla. Es como tu hermana, y es mi mejor amiga. Además, piensa que será el modo de que podamos distraernos y pasar tiempo con nuestros amigos-dijo, tomando su teléfono para revisar mensajes.

Eso convenció a la futura reina.

-Está bien, pero si te sientes muy cansado volveremos temprano.

-Ok.

Mal cerró el delineador y lo dejó sobre la mesa. Revisó si no tenía labial en los dientes y se levantó de la silla. Desenredó el nudo de la bata de seda esmeralda con mangas de encaje negro - obsequio de Audrey por su cumpleaños- que tenía sobre su ropa y se la quitó, dejándola sobre el asiento donde estaba.

-¿Qué tal me veo? - preguntó.

Ben levantó la mirada de su celular, se quedó embobado al verla. Mal se rió por la expresión de su prometido.

-Te ves demasiado bien... - dijo, observándola de arriba a abajo.

-Cuidado y se te cae la baba, amor-soltó con burla.

El rey aún no lograba dejar de verla, pero lo que ella dijo lo hizo reaccionar.

Tomó su chaqueta de cuero y acomodó el cuello. Puso su bolso sobre su hombro. Rodeó el cuello de Ben con sus brazos, mientras que él apoyó sus manos en su cintura.

-Si nos vamos ahora, podremos escabullirnos cuando todos estén ebrios y cansados, y podríamos recuperar el tiempo perdido en las últimas semanas- le dijo con coquetería.

Ben la besó durante varios segundos.

-Definitivamente me agrada tu idea.

Ambos sonrieron. Entrelazaron sus dedos y fueron a buscar a Bella y a Adam para avisarles que se iban.
Los padres de Ben sabían que volverían tarde, así que les dijeron que no hacía falta que les avisaran cuando llegaran pero que los llamaran en caso de que pasara algo.

Bajaron hasta el garage y se dirijieron hacia la camioneta blindada negra. Había sido un regalo de Bella y Adam por su compromiso. Al principio pensaron que era mucho solo por esa ocasión, pero la aceptaron al ver que los ex-reyes no dejarían de insistir. Además, era mucho menos llamativa que el auto deportivo que querían darles en un principio y pensaron que era bueno para no depender de guardias y chóferes todo el tiempo.

Mal sonrió con ternura al ver como Ben le abría la puerta del asiento del copiloto. Tomó su mano y subió al vehículo. El castaño rodeó el auto y subió al asiento del conductor. Arrancaron luego de unos segundos. Abrieron el quemacocos para aprovechar el aire natural y el sol ya que era casi la hora del atardecer.

El camino del castillo a la casa de Evie -y técnicamente de Doug- era de poco más de cuarenta minutos, así que tomaron ese rato para estar en tranquilidad y hablar.

Querían definir algunos detalles de lo que habían comenzado a planear de la boda. Al haberla aplazado poco más de un año de lo que habían planeado en un principio, no se habían apresurado en organizar todo de una vez. Hasta el momento ya tenían la fecha, el lugar y los colores principales.

-¿Aún quieres que hagamos la ceremonia en la catedral y la recepción en el Bosque Encantado? - le preguntó Ben, acariciando los nudillos de la mano de Mal con su pulgar.

Ella asintió.

-Me parecen las mejores opciones. En la catedral puede entrar mucha gente y técnicamente es el lugar donde dije por primera vez mis sentimientos hacia ti, así que definitivamente es el lugar ideal.

Ben sonrió y besó su mano. Volvió a bajarla para poder prestarle más atención al camino, pero sin soltarla aún.

-¿Y el Bosque Encantado?

-Está cerca del Lago Encantado y siempre hablamos de que fuera al aire libre. Además de que es un lugar muy hermoso - respondió.

-Tienes razón. Aunque no creo que sea más hermoso que como tú lucirás ese día con tu vestido - la miró de reojo, sonriendo al notar que había logrado que se sonrojara.

Mal a veces se sentía como una niña pequeña cuando le decía esas cosas, tímida y nerviosa. Por momentos no lograba entender que había hecho para merecer a alguien como Ben, pero estaba feliz de tenerlo en su vida.

-Tú también te verás muy guapo en tu traje, cariño- se inclinó hacia él y besó su mejilla.

Ben le sonrió y volvió su vista hacia enfrente. El resto del camino lo pasaron bromeando y riendo al recordar como habían terminado varios de sus amigos luego de la última fiesta que habían hecho.

Al llegar a la casa de su amiga, se encontraron con un montón de autos y motos en la entrada y a los alrededores. Suponían que eso pasaría, al fin y al cabo Evie era muy popular y quería tener una fiesta grande. La música se oía por todo el terreno verde que rodeaba a lo que la peliazul llama su "Castillo de Comienzo".

Ben estacionó la camioneta y bajaron. Volvieron a entrelazar sus manos y entraron a la casa.

Las ventanas de la casa estaban abiertas, pero igualmente hacía algo de calor con tantas personas. Y eso que la fiesta no llevaba ni dos horas. Habían mini reflectores de colores que iluminaban desde los techos, el DJ tenía la música a todo volumen y la gente disfrutaba bailando, comiendo, bebiendo y hablando. Ubicaron a sus amigos en el jardín, donde también había gente y luces iluminando el cesped.

Saludaron a todos y conversaron un rato. Lonnie y Jane les dijeron que Evie y Doug habían ido a asegurarse de que las habitaciones estuvieran cerradas con llave. No querían más desastres aparte de los que ya habrían en el jardín y gran parte de la casa.

Evie corrió a ellos con emoción en cuanto los vio.

-No sabía si vendrían- chilló, abrazándolos con fuerza.

La pareja real rio al verla así de enérgica.

-No podíamos faltar-le dijo Ben.

-Luces perfecta, E - la halagó Mal.

Y sí que lo hacía. Su cabello azul estaba ondulado hacia las puntas, tenía puesto un vestido rojo y dorado con escote corazón que tenía las mangas directamente en los brazos, mostrando sus hombros. Y lo que más destacaba era la diadema dorada con rubíes y diamantes, la cual había sido un regalo de la familia de Doug.

-Gracias, M -le dijo sonriendo- Enseguida vengo, aún están llegando invitados. ¿Vienes conmigo, amor? - le preguntó a Doug.

El nombrado asintió.

-Carlos, Jay, ¿podrían llevarlos a nuestra habitación para que dejen sus cosas?

-Con gusto - dijo el pecoso.

Ben y Mal siguieron a sus amigos.

-Nos dieron a Carlos y a mí y una llave de su cuarto para que nuestro grupo pudiera dejar sus chaquetas o bolsos - les explicó Jay.

-No quieren desconfiar de los que vinieron, pero nunca se sabe que pueda pasar con tantas personas por aquí- siguió Carlos.

-Es entendible- dijo el rey.

Pasados los minutos, ya todos estaban reunidos de nuevo en el jardín.

(...)

La fiesta ya llevaba unas cuantas horas, y eso se notaba por el hecho de que varias personas ya tenían un par de tragos y bebidas encima.

Entre ellos Harry, Uma, Chad y Audrey. Así que Dizzy y Celia - quienes no beberían más de dos vasos- fueron a buscarles snacks y agua para ayudarlos a que su borrachera disminuyera un poco. Gil simplemente se burlaba de ellos ya que había ganado la apuesta de que serían los primeros en ponerse ebrios.

Mal tomó una fresa con chocolate y se la llevó a su boca. Había comido un par de trozos de pizza, pero prefería no tener el estómago vacío si iba a tomar algo.

Sintió una mano tocar su hombro y se volteó. Era Lonnie.

-Los chicos colocaron una mesa afuera y quieren jugar Beer Pong, ¿Ben y tú se nos unen? - le preguntó casi gritando debido al ruido.

-Por supuesto, sólo deja que los busque a él y a Jay y vamos.

-Te acompaño.

Las dos chicas hablaron un rato hasta que encontraron a sus respectivos novios, quienes conversaban con algunos de sus ex compañeros del equipo de Tourney.

Al volver con los demás, se encontraron con sus amigos y algunas otras personas rodeando la mesa. La cual tenía los vasos y pelotas de ping-pong listas para jugar. Comenzaron Jane y Carlos con Uma y Harry, luego Chad y Audrey con Jay y Lonnie, y por último Ben y Mal contra Evie y Doug. Gil, Dizzy y Celia hacían de árbitros y ayudaban a rellenar los vasos.

En un comienzo cada pareja tenía ocho vasos, pero iban empatados y sólo les quedaban dos vasos a cada uno.

Era el turno de Doug, el cual no logró encestar su pelota. Le susurró algo a Evie, ella asintió y lanzó su pelota. Esta sí calló dentro del vaso, provocando que todos hicieron ruido.

Ben tomó de él, ya que era su turno.

-Les estamos ganando a los reyes de Auradon, quien lo diría- dijo Evie en tono burlón, sacando a relucir sus actitudes competitivas.

Cuando se trataba de competir, tanto en Evie como en Mal se notaba el hecho de haber crecido y vivido en la Isla. Y no les importaba en lo más mínimo.

-Pues yo no me confiaría mucho, Evs. Aún nos quedan dos tiros. Y si mal no recuerdo, la última vez les ganamos - dijo la ojiverde con una sonrisa cínica.

Se oyó un "Oooh" de parte de los que veían la competencia.

Ben tomó la pelota de ping-pong, concentrándose en lo que debía hacer. Mal apoyó su mano en su hombro. La pelota cayó justo en el centro de uno de los vasos.

Los que apoyaban a la pareja silbaron e hicieron ruido. Doug tomó el contenido del vaso de mala gana.

-No celebren tanto, aún falta Mal- exclamó Evie.

Los ojos de la pelimorada brillaron levemente. Estaba en su naturaleza de semi-diosa y de dragón ser competitiva, y vaya que lo estaba disfrutando.

-¿Tú qué dices, amor? ¿La lanzo directamente al vaso o la dejo rebotar primero en la mesa? - le preguntó al castaño.

Ben rodeó los hombros de Mal con su brazo, riéndose internamente al ver como sacaban de quicio a su mejor amigo desde la infancia y a su novia.

-Me gusta mucho la segunda opción, princesa- dijo, siguiéndole el juego a su prometida.

-Bien.

Mal tomó la pelota e hizo lo que había decidido el castaño. La pelota rebotó en todo el centro de la mesa, impulsándose hasta caer dentro del vaso que quedaba.

Todos hicieron ruido, celebrando la victoria de la pareja real. Evie bebió la cerveza en su vaso con mala cara.

Cuando los otros empezaron a calmarse, ella y Mal se vieron por unos segundos y terminaron riéndose.

-Empiezo a entender porqué no se caían bien de pequeñas, ambas son muy competitivas- dijo Jane entre risas, con su cabeza apoyada en el hombro de Carlos.

-Es cierto- aceptó la peliazul.

Mal asintió y sonrió. Ben tenía razón, necesitaban ir a esa fiesta y divertirse con sus amigos.

(...)

La noche ya estaba bastante avanzada, y con ello, llegó la ebriedad para la mayoría de los que estaban en la fiesta.

Ya le habían cantado cumpleaños a Evie y habían comido pastel.

El gran grupo de amigos de la Isla de los Perdidos y Auradon se encontraba en la pista de baile que habían armado en el medio de la sala. Todos bailaban animados y se reían.

A petición de Uma, el DJ había estado colocando canciones de Dua Lipa, una de las cantantes favoritas de Evie.

-I would've stayed at home, 'Cause I was doin' better alone. But when you said, "Hello", I knew that was the end of it all - cantaron al ritmo de la melodía- I should've stayed at home, 'Cause now there ain't no letting you go. Am I falling in love, With the one that could break my heart?

-Oh no, I was doin' better alone. But when you said, "Hello", I knew that was the end of it all. I should've stayed at home, 'Cause now there ain't no letting you go. Am I falling in love, With the one that could break my heart?

Después de cierto momento, el grupo se había dispersado. Dizzy y Celia estaban comiendo, Chad y Audrey se habían sentado un rato en la entrada para tomar aire; Evie y Doug conversaban con algunos de los invitados de la fiesta; Gil jugaba cartas con Harry, Uma y otras personas; Jane y Carlos bailaban en la pista; y no se sabía nada de Lonnie y Jay desde hace un rato, pero tampoco estaban seguros de que quisieran saberlo. De modo que Ben y Mal utilizaron ese momento para estar como pareja.

Ben rodeaba la cintura de Mal y bailaban al compás de la música, tratando de permanecer lo más relajados posibles. Cosa que no les fue difícil con lo que tenían de alcohol en sus sistemas y el tiempo que tenían sin salir.

La distancia entre ambos era casi inexistente, de modo que podían sentir sus cuerpos prácticamente pegados. El castaño gruñó por lo bajo cuando la pelimorada movió ligeramente su cadera.

-Si seguimos así, les daremos un gran espectáculo a los otros invitados y a los medios- le dijo al oído.

Mal sonrió. Cada vez notaba más el estado en el que tenía a su prometido, y siendo sincera, ella tampoco tenía ideas muy diferentes en ese momento.

-Esa noticia aparecería en todos los periódicos, revistas y páginas de chismes -comentó ella, siguiéndole el juego.

Él asintió y apoyó su mentón en el hombro de Mal. La canción había cambiado, pero ellos seguían bailando pegados al otro.

-Es cierto.

-Ya veo los titulares- continuó- "El rey y la futura reina fueron vistos teniendo sexo en la fiesta de su mejor amiga".

Ambos soltaron una carcajada al caer en cuenta de lo que Mal había dicho.
La ojiverde podía decir groserías, pero generalmente ella no usaba palabras como esa teniendo tanta gente a su alrededor.

-Sé que ninguno de los dos está ebrio, pero definitivamente el alcohol ya está haciendo efecto - se burló él.

Ella se rió. Ben dejó un suave beso en su cuello, haciéndola sentir una descarga de adrenalina.
Se dio la vuelta, quedando frente a frente con él. Pasó sus brazos alrededor de su cuello.

-Te amo, Ben- le dijo, con su rostro a escasos milímetros del de él.

Su prometido alzó sus manos, una apoyándola sobre su mejilla y la otra tomándola del mentón con delicadeza.

-Y yo te amo a ti, princesa.

Seguido de eso unieron sus labios con suavidad. Pasaron muchos segundos así, hasta que poco a poco el beso fue subiendo de tono. Las manos de Ben descendieron hasta sus caderas, acariciando su piel por sobre la tela brillante. La pelimorada suspiró, dándose cuenta de que en serio darían un espectáculo sino se iban a algún lugar apartado.

Mordió ligeramente el labio inferior de Ben, haciéndolo separarse por solos unos pocos centímetros.

-Es mejor que busquemos un lugar para estar a solas. De verdad terminaremos dándoles ese espectáculo que decías sino nos frenamos por un momento-le dijo en tono no muy alto, tratando de que nadie los oyera.

-Tienes razón.

Ambos miraron a su alrededor. Notaron que casi nadie les prestaba atención, todos metidos en su mundo entre el alcohol y la música. Mal tomó la mano del rey y le sonrió. Él imitó su gesto. Comenzaron a caminar, fijándose que nadie los siguiera.

Les costó un poco apartarse de la pista debido a la cantidad de gente que había, pero lograron hacerlo discretamente. Se percataron de que no había nadie en uno de los pasillos que daba hacia algunas de las habitaciones, así que se dirigieron disimuladamente en esa dirección.

La princesa del Inframundo tomó el pomo de la única puerta que sabían que estaría abierta, la del baño. El rey la dejó entrar primero y se aseguró por última vez que nadie estuviera alrededor. Pasó el seguro de la puerta.

-Evie nos va a matar si llega a enterarse de esto- dijo el castaño.

Mal se rió.

-Eso no importa. Lo único que me importa en este momento es poder seguirte besando- lo tomó del cuello de la camisa, volviendo a acercarlo a sí misma- ¿O le vas a negar a tu reina y a ti una oportunidad como esta? - le dijo juguetonamente.

Ben estaba totalmente hipnotizado por ella. Tenían semanas sin poder estar solos, y al fin tendrían algo de liberación en toda esa tensión que habían estado aguantando en las últimas horas.

-Sabes que jamás nos podría negar algo así, amor- dijo en tono ronco, le estaba costando mantenerse bajo control.

Los ojos de ambos demostraban todo el deseo y amor por el otro. Ocurriera como ocurriera, ocasiones como esa eran algo extremadamente preciado para los dos.

Ben la tomó por sorpresa cuando la tomó de la cintura y la subió sobre el mostrador de mármol del lavamanos, haciéndola reírse.

-Eres lo mejor que pudo haberme pasado en la vida- le dijo, apoyando sus manos sobre sus rodillas y volviendo a acercar sus rostros.

Ella sonrió. Pasó un brazo alrededor del cuello del castaño y su mano libre la dejó sobre su pecho. Rodeó la cintura de Ben con sus piernas.

-Y tú eres lo mejor pudo haberme pasado a mí.

Comenzaron a besarse de nuevo, más relajados ahora que estaban a solas. El ambiente cada vez se volvía más apasionado. Sus lenguas tenían una batalla entre sí, y sus manos recorrían el cuerpo del otro.

Mal jadeó al sentir como las manos de Ben tocaban sus piernas hasta llegar al interior de sus muslos. Ladeó la cabeza para darle más acceso a su cuello. De vez en cuando jalaba un poco el cabello de su prometido cuando sus labios mordían su piel.

Al terminar de besar cada centímetro del cuello de su amada, el rey comenzó a repartir besos por sus hombros y todo lo que el vestido le permitía llegar de su pecho. Mientras que hacía eso, deslizó sus manos dentro de la ropa interior de ella, haciéndola gemir.
Mal aprovechó la concentración de Ben sobre su cuerpo para desabotonar su camisa, aunque le costaba mantener la concentración debido a lo que le hacía.

Alzó la cara de Ben y juntó sus labios con los de ella un rato, empezando a tener algo de control en la situación. Comenzó a dejar besos por el cuello de él mientas que le acariaba el pecho. Logró colar su mano hasta el cierre de su pantalón, quitando el botón y bajando el cierre de este. Metió su mano dentro del bóxer. Sonrió para sí misma al oír como él también comenzaba a gemir.

Se detuvieron, sabiendo que no podían aguantar más tiempo sin estar unidos al otro. La pelimorada se sujetó con fuerza a los brazos de Ben, permitiendo que la alzara y pudiera caminar hacia la pared atrás de él.
Dejó su cabeza en el cuello de Ben, tratando de calmar un poco su respiración.

-Si sientes que te hago daño por favor no dudes en decírmelo-le susurró.

-De acuerdo.

Ninguno de los dos pudo evitar gemir cuando entró en ella. Empezó a moverse lentamente, aumentando el ritmo cuando ambos ya estaban lo suficientemente acostumbrados.
Los ruidos que hacían iban aumentado conforme se iban acercando más.

-Tenía ganas de arrancarte este vestido desde que estábamos en el auto, pero me parece que esta solución fue aún mejor - le dijo en el oído.

Eso solo hizo que ambos se desearan más aún.

-Ben -jadeó entrecortadamente.

Mal unió sus labios a los de él. Bastó una embestida más para que ambos llegaran al orgasmo. Se mantuvieron abrazados al otro durante varios minutos, recuperando el oxígeno y esperando a que sus cuerpos dejaran de temblar.
Ben la dejó con cuidado sobre el suelo, sujetándola para asegurarse de que no se cayera. Besó su frente varias veces.

-Te extrañé mucho, princesa. Y no solo por esto- agregó al ver la expresión que le dio ella.

Mal sonrió y tomó su mano.

-Yo también te extrañé mucho, cielo.

Se besaron suavemente, con las hormonas menos alborotadas que unos minutos atrás.

-¿Crees que ya puedas mantenerte de pie sola? - le preguntó, apartando algunos mechones de pelo de su rostro.

Ella soltó una carcajada.

-Sí, sí puedo.

Se apartaron de los brazos del otro. Cada uno se aseó aprovechando que estaban en el baño. Ben volvió a abotonar su camisa, sonriendo al ver el reflejo de Mal acercándose a él para abrazarlo por la espalda.

Ella ya estaba lista, había tenido que arreglar su cabello y quitar lo que se había corrido de su maquillaje, pero para Ben seguía viéndose igual de hermosa que antes de siquiera haberse arreglado para la fiesta.

Apoyó su mentón sobre el hombro del rey. Dejó uno de sus brazos sobre el pecho de él y otro en su estómago.

-Tienes el cuello lleno de labial- le dijo riéndose, aunque debía admitir que estaba orgullosa de haberlo dejado así.

Ben simplemente sonrió. Tomó la mano de Mal que se encontraba sobre su pecho y besó sus nudillos.

-No importa, para este punto dudo que alguien note eso.

Los dos rieron.

-¿Regresamos a la fiesta? - preguntó.

Mal asintió como respuesta.

Se aseguraron de que no hubiera nada fuera de lugar en su ropa y su cabello antes de abrir la puerta. Salieron del baño abrazados por la cintura.

La mayoría de sus amigos habían vuelto a la pista, así que se acercaron a ellos luego de haber bebido algo de refresco. Sabían que ya habían tenido suficiente alcohol por esa noche.

-¿Dónde estaban? Doug y yo los perdimos de vista cuando hablábamos con Ally y Jordan- les preguntó Evie.

-Salimos a caminar y a tomar aire -mintió Mal.

La cumpleañera no terminó de creerles, pero lo dejó hasta ahí ya que no notaba nada raro.

Jay, Lonnie, Dizzy y Celia eran los únicos que faltaban, así que cuando llegaron el grupo siguió bailando y disfrutando la fiesta.

(...)

Eran aproximadamente las cuatro de la mañana cuando la pareja real iba de regreso al castillo. La fiesta había terminado hacía una hora, pero algunos de ellos se quedaron un rato más hablando y ayudando a Evie y a Doug a recoger un poco el desastre que había quedado en la casa.

Los dos tenían sueño, pero se habían divertido mucho y eso era lo que más importaba.

Mal tenía su cabeza apoyada en el respaldar, tratando de mantenerse despierta. Lo único que la ayudaba a hacerlo eran las caricias que de vez en cuando Ben le daba en su mano y su rodilla.

-Cariño, puedes dormir si lo necesitas.

La princesa del Inframundo bostezó y se frotó los ojos. Pasó sus manos sobre su chaqueta, tratando de agarrar algo de calor.

-Quiero estar atenta al camino, además de que no nos falta mucho para llegar.

-Está bien.

Pasados algunos minutos entraron por las rejas del castillo. Atravesaron el camino que bordeaba uno de los jardines, observando como las luciérnagas iluminaban el pasto.

El motor del auto dejó de sonar cuando ya se encontraban dentro del garaje. Bajaron del auto y caminaron por los pasillos en silencio, tratando de no molestar a nadie. Mal se había quitado las botas porque ya no aguantaba el dolor de pies, de modo que las llevaba colgadas en sus manos.

-Te propongo algo - le dijo Ben.

Ella se volteó a mirarlo.

-¿Cuál es tu idea?

-El último en llegar a nuestra habitación hará el desayuno más tarde. ¿Aceptas el reto?

Mal sonrió maliciosamente.

-Pues espero mis waffles con chocolate y fresas en la mañana, Bennyboo.

Luego de decir eso, comenzó a correr hacia las escaleras. Se rió cuando sintió como los brazos de Ben la colocaban sobre su hombro cuando iba a mitad de camino.

-Mejor hacemos el desayuno los dos, porque presiento que nuestra noche aún no ha terminado.

Volvieron a reírse mientras que el castaño cerraba la puerta de la habitación de ambos.

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Que el altísimo me perdone, porque mi idea era subir esto a más tardar la semana pasada por ser las fechas que son 😂😅

Les pregunté, y ustedes decidieron que esto fuera primero que el Yo Nunca, Nunca de Sin Filtro. Tengo planeado que eso sea mi próxima actualización o entre las próximas.

Este OS quiero dedicarselo a xoxolyLaura y a ElaenaT, ya que ellas sabían desde que empecé a escibrir esto y fueron bastante pacientes esperando a que lo subiera 😂❤️

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 30/03/2021.

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