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𝐍𝐨𝐰 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠:
𝑰'𝑴 𝑯𝑬'𝑺, 𝑯𝑬'𝑺 𝑴𝑰𝑵𝑬 ~ 𝑲𝒂𝒕𝒚 𝑷𝒆𝒓𝒓𝒚 𝒇𝒕. 𝑫𝒐𝒆𝒄𝒉𝒊𝒊

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Spooky Season

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❗️Contenido explícito

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La fecha más esperada por muchos de los jóvenes de Auradon había llegado: Halloween. El momento en que los niños salen a pedir caramelos y disfrazarse. La época perfecta para ver películas temáticas de terror, monstruos y brujas. O, en el caso de muchos, la excusa perfecta para caracterizarse de personajes a la vez que se embriagan.

Ese era el caso de nuestro conocido grupo de Auradianos e Isleños. Cada año, alguna de las parejas del grupo de amigos realiza una icónica y exclusiva fiesta de Halloween.

Muy pocos son los afortunados en recibir la invitación mientras que sean del círculo cercano o de confianza. Y si son acompañantes de los invitados, las personas son privilegiadas de poder tener acceso a estos eventos.

Este año fue el turno de los reyes de ser los anfitriones. A decir verdad, no fue tan complicado organizarla por tener experiencia con eventos más grandes. ¿Qué era una fiesta temática al lado de planificar su boda en medio del trabajo y la universidad?

Habían rechazado ser los anfitriones los últimos años debido a sus apretadas agendas. Pero ahora habían tenido tiempo extra, por lo que en menos de una semana tenían todo listo.

Además, sabían que era la última oportunidad de hacer una celebración de ese tipo en un buen tiempo. Planeaban tener hijos pronto, así que esas fiestas quedarían en manos de los demás hasta nuevo aviso.

Todos habían propuesto ideas para el tema de este año, las anotaron en papeles y las metieron en un bowl. Hades, quien casualmente pasó junto a ellos, fue la mano inocente para escoger el papel al azar.

Mal alzó una ceja al verlo juzgando las opciones que sus amigos le comentaron que podrían salir. El peliazul revolvió el cabello de su hija antes de alzar con su magia uno de los papeles.

En este apareció personajes y parejas de dibujos animados. Evidentemente algunos pelearon por escoger sus personajes hasta llegar a acuerdos.

Por lo que quedaron del siguiente modo: Daphne y Fred de Scooby Doo (Ben y Mal), Johnny y Mavis de Hotel Transylvania (Jane y Carlos), Felix reparalotodo de Ralph el Demoledor (Gil), Jessie y Buzz de Toy Story ( Jay y Lonnie), Fresita/Strawberry Shortcake y Orange Blossom (Celia y Dizzy), Timmy Turner y Trixie (Harry y Uma), Emily y Victor del Cadáver de la Novia (Evie y Doug), Woodyy Bo Peep de Toy Story (Chad y Audrey).

Mal tuvo que pelearse con Audrey por los disfraces. Hasta que la rubia cedió de mala gana porque Chad le insistió en que él quería ser un vaquero, y que el personaje le servía.

La reina de Auradon se veía frente al espejo. La peluca que le había conseguido Dizzy lucia muy real. Se sentía extraña ya que está muy acostumbrada a su cabello morado y el único color que tuvo aparte de ese fue el rubio. Pero hasta así tenía un toque de su color favorito y natural.

Se colocó la diadema y el pañuelo y apagó la luz de su habitación, asegurándose de que quedara bien cerrada. Ben ya había bajado para supervisar los últimos detalles.

Ella se dirigió a la cocina, donde suponía que estarían sus suegros, su padre y su madrastra. Kore sonrió al verla.

-Mi color de pelo te luce, cielo- le comentó.

Mal le sonrió con cariño. Pasó a su lado, buscando un vaso de agua. Perséfone portaba un largo y ceñido vestido verde esmeralda, acompañado de un montón de enredaderas. Era Poison Ivy.

-¿Y el niño bonito? - le preguntó su progenitor.

La reina contuvo su risa por el apodo y al verlo con su disfraz. Era el Joker. Le daba gracia verlo con esos colores, ya que él siempre decía que le lucen a ella, pero que jamás los usaría por ser los de su ex.

Que hablando de Maléfica, la pequeña lagartija vive con ellos en un área adaptada para ella. Solo que ese día la habían dejado con Regina, la madre de Evie. La pelinegra la busca una vez al mes para hacerle manicura y pedicura. Según esta eran como unos días de spa.

-Está revisando los detalles de última hora con los de la barra de bebidas- respondió con simpleza.

Recargó su espalda en la pared para ver a los más adultos. Bella se veía muy linda con su vestido, caracterizando a Wanda Maximoff en los años 50. Por lo que Adam iba como Visión. La fiesta temática a la que iban los cuatro era de personajes de Marvel y DC.

-Solo pido que no se excedan con lo que beban. La última vez no había quien les quitara el mal humor con la resaca- se rió la castaña.

Su esposo se rió.

-Diviértanse, pero sean prudentes - sugirió el de lentes.

Mal soltó una risita.

-No puedo prometer nada - dijo sincera.

Ellos rieron. Se despidió de ellos, diciéndoles que se les haría tarde. Cosa que no era mentira, ya que la fiesta en el castillo de Tiana y Naveen ya estaba por comenzar.

Mal robó un par de fresas de la nevera antes de sacar su celular de su bolsillo y salir de la cocina. Sus amigos estaban por llegar según lo que decían por el chat grupal.

Saludó con la mano a Jordan, quien era la DJ designada. Chip y Melody ya habían llegado, al igual que algunos de los otros invitados.

Se acercó a Ben, quien conversaba con uno de los guardias. Le daba indicaciones sobre lo que debían hacer esa noche para supervisar el lugar.

Su esposo notó su presencia cuando ella apoyó su mano en su espalda. El rey quedó embobado al verla. El guardia se retiró al notar que el monarca se había distraído totalmente.

Mal le agradeció con la mirada al hombre, volteando a ver a su marido con diversión.

-Nunca imaginé verte como pelirroja, pero te ves maravillosa - la halagó.

La ojiverde sonrió.

-A mí alegra que hayamos podido dejarte tu cabello natural - le quitó un mechón fuera de lugar- Aunque lamento que te hayas quitado la barba - hizo pucheros.

Ben se rió con suavidad. Sabía cuanto le gustaba a su esposa verlo con barba desde que la tuvo años atrás con el hechizo de Audrey.

-La dejaré crecer para Acción de Gracias y Navidad- le prometió.

Eso emocionó a la princesa del Inframundo.

No siguieron su conversación al ver que ya comenzaban a llegar más invitados, incluyendo a sus amigos. Cuando notaron que ya estaba más de la mitad de los asistentes dieron por inaugurado el bar de barra libre.

(...)

Pasadas las primeras dos horas de la fiesta todos tenían en sus sistemas al menos dos bebidas. Las luces moradas, verdes y naranjas iluminaban gran parte del jardín principal.

Las fuentes y bancos de piedra estaban llenos de telarañas. Los árboles tenían murciélagos falsos. Los arbustos y flores eran rodeados por calabazas encendidas con velas. La música variaba entre lo actual y la típica música para la ocasión.

Al colocar Thriller de Michael Jackson, muchos se sumaron a los que se encontraban en la pista. Doug y Jane grababan a Carlos, quien lideraba a todos.

Sus mejores amigos aplaudieron y silbaron cuando la coreografía terminó. Jay se abalanzó hacia su hermano, provocando que ambos se cayeran al suelo.

Evie y Mal se burlaron de ellos.

-Bueno, ya sabemos quien de los cuatro está más ebrio- bromeó la peliazul.

La monarca sorbió de su vaso.

-Espero ser la siguiente, porque ni Ben ni yo pretendemos beber así en un buen tiempo - declaró.

Carlos rió.

-Eso espero, no quiero que mi futuro sobrino o sobrina tenga una madre descuidada en su embarazo - dijo el pecoso.

Mal le dio un codazo. Evie negó entre risas.

-Chicos, ¿nos acompañan a una ronda de shots? - los llamó Uma.

Su actual cargo como directora de Auradon Prep no le impedía divertirse en las reuniones y fiestas. Harry y Gil discutían a su lado, decidiendo quien serviría los shots.

-¡Allá vamos! - respondió el hijo de Jafar.

Los cuatro se unieron al resto. Alzaron sus vasos hacia el centro del círculo que habían formado.

-Por nuestros queridos anfitriones, Daphne y Fred - bromeó Chad.

-Y por Celia y Dizzy, que al fin pueden beber legalmente con nosotros- celebró Lonnie.

El grupo se rió y repitieron sus palabras antes de chocar los pequeños vasos y beberse de un soñó trago el vodka con frutas. Algunos se quejaron por el ardor en su garganta.

La mezcla de bebidas los estaba poniendo bastante alegres y relajados. Las chicas celebraron al oír el inicio de una de las canciones que últimamente ponían en bucle en sus cuentas de Spotify.

𝑫𝒐-𝒅𝒐-𝒅𝒐-𝒅𝒐-𝒅𝒐-𝒅𝒐𝒆𝒄𝒉𝒊𝒊 𝒂𝒏𝒅 𝑲𝒂𝒕𝒚 𝒖𝒑 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒑𝒐𝒕
𝑫𝒐𝒆𝒄𝒉𝒊𝒊 𝒂𝒏𝒅 𝑲𝒂𝒕𝒚

Sus parejas las siguieron al verlas tan entusiasmadas. Mientras que Gil aprovechó el momento para buscar a su ligue de la noche.

Ben soltó una carcajada cuando Mal lo jaló hacia ella para bailar.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒒𝒖𝒆𝒆𝒏, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒇𝒓𝒆𝒂𝒌
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒆𝒅𝒔
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒅𝒓𝒖𝒈
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒔, 𝒔𝒐 𝒘𝒉𝒂𝒕?

La reina rodeó su cuello con uno de sus brazos, dejando su espalda pegada en su pecho. El castaño la abrazaba. La canción le gustaba mucho a la pelimorada ya que la hacía sentirse animada y segura de sí misma a pesar de sonar algo posesiva y celosa.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒃𝒐𝒔𝒔, 𝑰'𝒎 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒃𝒊𝒕𝒄𝒉
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒌𝒏𝒐𝒘𝒔 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒔
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒊𝒏, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒔𝒊𝒅𝒆
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒅

Ella cantaba la letra, riendo por las ocurrencias que su marido le murmuraba al oído al escucharla.

Ambos habían comenzado a provocarse varios minutos atrás luego de comenzar a ingerir alcohol. Sabían que no eran la única pareja que estaba así.

Por algo le habían dado acceso a su grupo cercano a las habitaciones para que pasaran la noche allí aún cuando el resto de los invitados se fuera.

𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔, 𝒉𝒆'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒆
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔, 𝒉𝒆'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒆

El rey sonrió cuando su mujer alzó sus manos con los anillos antes de besarlo apasionadamente.

(...)

La reina había ido a la cocina para buscar más postres en el refrigerador. Le habían dado el resto de la noche libre al personal que no requería quedarse con ellos. Dejando los dulces en la mesa se quedó observando a alguien.

Su cara le era familiar, aunque sabía que no la habían invitado. Luego recordó que había ingresado como la acompañante del hijo de Blanca Nieves. Su nombre era Mackenzie, si no recordaba mal. Y era la hija de Arista, una de las tantas sobrinas de Ariel.

Frunció su ceño al notar hacia donde estaba la mirada de rubia. La mujer estaba pegada cerca de uno de los árboles, sin prestarle atención a lo que le decía su amigo a su lado. Su vista fija en el hombre a unos metros de ella.

La pelimorada no supo muy bien como reaccionar. Está acostumbrada a que tanto ella como Ben suelen recibir miradas a pesar de estar casados. Pero es que esta chica estaba siendo totalmente descarada.

Decidió ignorarla e ir hacia donde él se encontraba hablando con Audrey y Chad. Sentía una mirada quemándole la espalda desde el instante en que Ben rodeó su cintura, pero no le prestó atención.

(...)

Tanto el rey como la reina debían admitir que ambos ya estaban pasados de copas. No ebrios al cien por ciento, pero definitivamente muy relajados y animados.

La hija de Hades y Maléfica bailaba en la pista con sus amigas. Todas reían y conversaban. Uma, Evie y Lonnie estaban completamente borrachas, y Celia y Audrey iban por el mismo camino. Dizzy y ella estaban ligeramente más lúcidas.

Por el rabillo del ojo algo captó su atención. Mackenzie se había acercado a hablar con Ben y Chip. Notaba como enroscaba su cabello con sus dedos. Casi se comía al castaño con la mirada sin siquiera disimular.

Y el hecho de estar disfrazada de Lola Bunny favorecía con su intento de hacerlo mirarla. Intento, por que el rey en realidad no le prestaba atención a su vestimenta.

Comenzó a atar cabos cuando recordó que la chica era una de las compañeras de universidad de Melody, a parte de ser su prima (y técnicamente de ella, pero más lejana). La gobernante de Seaside había vuelto con los vasos para ella y su esposo.

Se excusó con las demás, diciendo que iría a buscar algo. Se alejó hacia una zona más solitaria del jardín y sacó del bolsillo escondido de su vestido tres objetos. Apoyó su costado en el barandal que separaba la parte más alta del jardín con la de abajo.

Desbloqueó su celular, entrando directamente a su Instagram. Comenzó a buscar a su objetivo. Abrió la caja de metal morada que pintó a mano con dragones y sacó uno de sus cigarrillos de lavanda.

Detestaba cualquier tipo de tabaco, y no quería usar ninguna droga medicinal. Por lo que su psicóloga le dijo que eso era una opción un poco más sana para calmar su ansiedad.
Tenía varios meses sin consumir ninguno.

A Ben no le molestaba, al contrario. Varias veces bromeó con ella, aunque lo decía con algo de verdad, que se veía muy atractiva fumando.

Encendió el cigarrillo con ese olor tan floral y se lo llevó a sus labios. Al darle la primera calada tosió ligeramente. Se le mezcló el humo entrando a sus pulmones después de tanto tiempo con el aire frío de esa noche otoñal.

Encontró el perfil que buscaba y sus sospechas se confirmaron. Recordaba que meses atrás su marido le había contado que una mujer le escribió varias veces a sus DM's de Instagram. Jamás le respondía. Nunca le prestaron atención a quién era, hasta que Mal la identificó por su foto de perfil.

Llegaron a bromear entre los dos sobre las cosas que la chica le escribía. Era una de las más insistentes. Le respondía casi todas las historias, comentaba la mayoría de sus publicaciones e intentaba insinuarse en sus mensajes. Mensajes que él ni siquiera respondía porque no la conoce realmente.

Decidió ser mala, metiéndose a los mensajes directos de la ojiazul. La citó al lugar donde se encontraba, indicándole que se acercara sola.

A lo lejos vio como Mackenzie alzaba su teléfono al sentir como llegaba una notificación. Su expresión de confusión logró que en los labios de la reina apareciera una sonrisa maliciosa.

La pelimorada, ahora pelirroja, siguió fumando y viendo sus redes desinteresadamente hasta que sintió una presencia a su lado. El olor a alcohol proveniente de la princesa le indicó que podría fastidiarla con facilidad.

-¿Mal? - cuestionó extrañada.

-Mira, no daré rodeos con lo que te diré, ya que tú también has sido bastante directa- habló con autoridad- Desde aquí veo tu sobre esfuerzo intentando coquetear con Ben.

𝑰 𝒄𝒂𝒏 𝒔𝒆𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒇𝒍𝒊𝒓𝒕𝒊𝒏'
𝑾𝒉𝒚 𝒚𝒐𝒖 𝒐𝒗𝒆𝒓𝒘𝒐𝒓𝒌𝒊𝒏'?
𝑶𝒏 𝒉𝒊𝒎 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒂 𝒔𝒖𝒏𝒕𝒂𝒏

No supo si fue el alcohol en el cuerpo de la rubia o que sus ojos brillaban de un verde intenso, pero la notó nerviosa.

‐No sé de qué estás hablando - se trabó un poco con la última palabra- Estoy perfectamente consciente de que ustedes están casados.

-Ahorrate las excusas - la otra mujer intentaba verse firme, pero estaba pálida con el alcohol y ante el brillo de los ojos de Mal- Tente un poco de amor propio y no andes buscando migajas en donde ni siquiera las hay.

-Pero, estuve leyendo sobre que ustedes dos estaban pasando por un mal momen...

-¿Y eso justifica que busques a un hombre casado? O en todo caso, ¿en una relación? - alzó sus cejas- Creeme, estamos en uno de nuestros mejores momentos- enseñó una sonrisa, mostrando ligeramente sus colmillos.

Desde que todos sus poderes se habían desarrollado, algunas veces solía tener algunos cambios. Hoy, con la luna llena y estando en una se las fechas más conectadas a las hadas y brujas, era común verla así.

𝑮𝒐 𝒂𝒏𝒅 𝒈𝒆𝒕 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒐𝒘𝒏 𝒎𝒂𝒏
𝑻𝒉𝒊𝒏𝒌𝒊𝒏' 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒘𝒆'𝒓𝒆 𝒐𝒗𝒆𝒓 (𝒐𝒗𝒆𝒓)
𝑾𝒆 𝒐𝒏𝒍𝒚 𝒈𝒆𝒕𝒕𝒊𝒏' 𝒄𝒍𝒐𝒔𝒆𝒓 (𝒄𝒍𝒐𝒔𝒆𝒓)

Siguió fumando del cigarrillo casi acabado. Fingió no darse cuenta de que el humo cayó en dirección de las orejas de conejo y el rostro de la rubia.

-No tienes manera de comprobar lo que dices- se defendió.

-¿Ah no? - soltó una risa irónica- Creía que todos los mensajes en el DM de mi esposo eran prueba suficiente. Los cuales él mismo me ha enseñado en la comodidad de nuestra cama.

𝒀𝒐𝒖'𝒓𝒆 𝒄𝒓𝒆𝒆𝒑𝒊𝒏' 𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒔 𝑫𝑴𝒔
𝑰'𝒎 𝒔𝒍𝒆𝒆𝒑𝒊𝒏' 𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒔 𝒔𝒘𝒆𝒂𝒕𝒑𝒂𝒏𝒕𝒔

Mackenzie la miraba con desagrado, dejando de lado su fingida inocencia del principio.

-No entiendo como alguien de su clase puede estar tan perdido por alguien como tú- soltó con veneno.

Mal volvió a reírse, perturbando a la ojiazul. La pelimorada estaba medio borracha, pero muy consciente de lo que hacía.

-Repito, estamos mejor que nunca - sonrió, soplando el aire humeante- Querida, te voy a dar un consejo. Deja de insistir, soy su tipo. Tú no.

𝑾𝒆 𝒈𝒐𝒐𝒅, 𝒘𝒆 𝒇𝒊𝒏𝒆, 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒆𝒗𝒆𝒏 𝒕𝒓𝒚
(𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒓𝒚)
𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒘𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒕𝒊𝒎𝒆, 𝑰'𝒎 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆𝒔
(𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆𝒔)

La reina debía admitir que probablemente se estaba desahogando más que por ella, por todas las mujeres que han hecho lo mismo. Solo que esta mujer había intentado irse a otros extremos. Y eso colmó su paciencia.

-Estás loca - dijo mordazmente.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒒𝒖𝒆𝒆𝒏, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒇𝒓𝒆𝒂𝒌
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒆𝒅𝒔

-Soy hija de Maléfica y Hades, eso debería decirte algo - apagó el cigarro con sus zapatos contra el muro de piedra- Al fin y al cabo, soy su reina y la mujer que quiere y necesita a su lado. Mientras que tú apenas y entras en tu línea de sucesión.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒅𝒓𝒖𝒈
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒔, 𝒔𝒐 𝒘𝒉𝒂𝒕?

Contuvo su risa al ver como la princesa se ponía roja de furia. Se le estaba yendo de las manos, pero para este punto no pretendía detenerse.

-Debes tenerlo drogado y hechizado como para que pueda soportarte- se cruzó de brazos.

Para Mal, luego de haber lidiado con tantas personas en su vida, fue demasiado gracioso verla comportándose tan infantilmente.

-Ay, me ofendiste tanto- fingió llorar, irritándola- Acéptalo, sabes que él no te presta atención. ¿Por qué lo haría? Somos felices, y nos complementamos en más de un sentido.

El tono sugerente que usó hizo que Mackenzie soltara un grito de frustración.

-Eres una perra- le espetó con rabia.

-Jum - miró sus uñas ligeramente afiladas. Alzó su palma para verlas y luego regresó su vista a ella- Me han dicho cosas peores.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒃𝒐𝒔𝒔, 𝑰'𝒎 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒃𝒊𝒕𝒄𝒉
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒌𝒏𝒐𝒘𝒔 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒔
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒊𝒏, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒔𝒊𝒅𝒆
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒅

Vio como Mackenzie se iba, soltando un fuerte grito de rabia a la vez que daba pisotones ante el cinismo de la reina. Guardó sus cosas en su bolsillo. Sonrió triunfante. Más cuando vio como Ben se acercaba hacia ella.

El rey la había estado buscando. Le pareció extraño que al por fin encontrarla la viera fumando mientras que hablaba con la rubia.

Llegó justo en lo que parecía el final de la conversación, por lo que caminó hacia ellas por detrás de un árbol para que la princesa no lo viera. Estaba mareado y harto de que ella intentara sacarle conversación mientras que él hablaba con otras personas.

Reprimió una risa al escuchar el grito que soltó y como iba soltando maldiciones. Mal le sonrió inocentemente cuando llegó a su encuentro. El castaño negó, riéndose.

-¿Por qué presiento que la asustaste con una escena de celos? - cuestionó, entregándole un vaso con vodka de frutos rojos.

Su esposa siguió mirándolo, como una niña que finge inocencia ante una travesura. Ben soltó una carcajada y besó su coronilla.

-Luego me contarás lo que hiciste -le hizo cosquillas en el costado, provocando que ella soltara una risita- En este momento creo que debemos volver aunque sea por un rato a la fiesta en la que se supone que somos anfitriones.

La princesa del Inframundo emitió un quejido.

-¿No podemos escaparnos un rato? - lo vio directo a los ojos con su mirada de cachorrito más convincente.

Él posó la mano que no sostenía su vaso sobre su cintura.

-Con esa mirada nadie creería que quieres que nos escapemos con otras intenciones - bromeó.

La conoce perfectamente, sabe que su amada está extremadamente relajada a pesar de estar en una fiesta. El simple hecho de sentirse en confianza con sus invitados, estar en su propio hogar, el alcohol y los efectos de este junto con el cigarrillo de lavanda la tenían de muy buen humor.

A eso se le sumaba lo que acababa de hablar con Mackenzie y el sentirse tan cómoda con su disfraz. Ben no pudo negarse cuando ella con mucho entusiasmo le pidió que fueran Daphne y Fred.

Compartían el gusto por ver series animadas, y esa es una de las que más ven juntos. Además, era todo el estilo de ambos. Un grupo de amigos que resuelve misterios con muchas escenas cómicas. Ese es el tipo de contenido que les encanta ver para distraerse en sus tiempos libres.

Y no podía negar lo sexy que le parecía su amada con ese cabello y ese estilo tan distinto al suyo aún cuando son sus colores habituales.

-¿A caso tú no quieres escaparte para un rato a solas?- preguntó de manera sugerente.

Pasó un trago de su bebida por su garganta. Ben se relamio los labios al verla hacer eso.

-Claro que quiero- rozó sus narices- Solo que antes de eso creo que podríamos beber y bailar un poco más y escaparnos cuando los demás estén más ebrios.

Las pupilas de ambos comenzaban a dilatarse al ver fijamente al otro.

𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔, 𝒉𝒆'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒆

-Esa idea no me desagrada para nada- concordó con él.

Los dos se besaron lentamente. Caminaron de regreso a la pista, donde sus amigos los esperaban. Para ellos era evidente la creciente tensión sexual entre los reyes, pero no podían burlarse de nada al estar en situaciones similares con sus respectivas parejas.

Ben y Mal bailaban, susurrándose de vez en cuando para acordar qué sitio sería el ideal para su "breve" escapada.

𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔, 𝒉𝒆'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒆
𝑫𝒐𝒆𝒄𝒉𝒊𝒊 (𝑫𝒐𝒆𝒄𝒉𝒊𝒊)

(...)

Mal se rió con fuerza cuando Ben casi se resbaló al dar una curva en uno de los pasillos del castillo. Ella iba adelante, jalandolo por el brazo para que la siguiera. Tuvo que hacerle de apoyo para que no terminara en el suelo.

Ya los dos estaban borrachos, pero muy conscientes de su alrededor y de lo que hacían. Sus amigos habían comenzado a hacer un karaoke, y con lo borrachos que ya estaban todos era el momento perfecto para huir.

La ojiverde dejó de correr al llegar a su destino. Tomó el pomo de la puerta y al abrirla se volteó a ver a su esposo.

Ben, recuperando la respiración luego de esa carrera, la miró con diversión y complicidad.

-¿La sala del trono? - preguntó con gracia.

Entraron al amplio lugar. Los reflectores de colores del jardín y la luna iluminaban perfectamente la sala, de modo que no necesitarían encender velas o las luces del candelabro.

Por suerte el sonido que llegaba era principalmente la pista de fondo y no las voces desafinadas de los valientes que se subieron a cantar.

-¿Y por qué no? - soltó una risa seductora, cerrando la puerta y apoyando su espalda en esta- Hace mucho que no venimos para acá solos.

𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒓𝒚𝒏𝒂 𝒅𝒐? 𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒍𝒐𝒄𝒌 𝒊𝒏
𝑾𝒆 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒈𝒆𝒕 𝒊𝒕 𝒊𝒏, 𝒚𝒐𝒖 𝒄𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒃𝒓𝒊𝒏𝒈 𝒂 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅
𝑯𝒐𝒆𝒔 𝒔𝒐 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝒔𝒕𝒆𝒑 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒑𝒐𝒕

El castaño se rió. En más de seis años de matrimonio y siendo tan activos sexualmente era evidente que muchos lugares del castillo habían presenciado sus momentos. De hecho, este fue de los primeros espacios en los que experimentaron al volver de su Luna de miel años atrás.

Aunque sospechaba que tenía otro motivo muy específico para que fuera ese sitio el elegido y no cualquier otro.

-¿Cuál es tu plan, cielo? - dijo sin rodeos.

Mal simuló no saber de qué hablaba.

-Oh vamos, tú no me engañas - se acercó a ella. Posó su mano a un costado de su rostro y la otra sobre la madera a un lado de su cintura- ¿De casualidad le dijiste a alguien que íbamos a estar aquí? ¿Y ese alguien es una mujer rubia la cual te mataba con la mirada?

La sonrisa que Mal demostró era muy similar a la de su madre al hacer planes malévolos. La misma que usaba en su adolescencia, incluso después de conocerse.

-Quiero que le quede claro que solo hay una mujer en tu mente y tu corazón- lo tomó del pañuelo naranja del disfraz y lo acercó a su rostro. A la vez comenzaba a hacerlo retroceder- Porque sé que tú lo tienes muy en claro.

Ben se dejó caer sobre su trono al cabo de un par de pasos. Mal irradiaba sensualidad, amor, deseo y posesión. Todo al mismo tiempo. Su simple presencia y el aroma que tanto adora merodeando a su alrededor lo tenían totalmente atrapado.

𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒑𝒐𝒔𝒔𝒆𝒔𝒔𝒊𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝒖𝒑-𝒆𝒄𝒉𝒆𝒍𝒐𝒏
𝑼𝒑𝒑𝒆𝒓 𝒆𝒄𝒉𝒆𝒍𝒐𝒏 𝒓𝒐𝒍𝒍𝒊𝒏' 𝒖𝒑 𝒊𝒏 𝒕𝒉𝒆 𝒔𝒉𝒂𝒅𝒆
𝑰𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒓𝒚 𝒕𝒐 𝒗𝒊𝒃𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒉𝒊𝒎, 𝒎𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒄𝒂𝒕𝒄𝒉 𝒂 𝒇𝒂𝒅𝒆

Quien diría que un dragón podría domar tan bien a una bestia, a un rey. Aunque bueno, ninguno de los dos podía negar que también sucedía seguido que el dragón lograra ser domado.

-Amo verte tan segura, y no negaré que verte así de celosa y posesiva provoca algo en mí- su mirada pasaba de sus labios a sus ojos.

El semblante arrogante en su rostro se le hacía sumamente atractivo al rey.

-Bien, porque definitivamente el control lo tengo yo hoy- se subió con cuidado sobre su regazo.

𝑰 𝒃𝒆 𝒔𝒐 𝒂𝒈𝒈𝒓𝒆𝒔𝒔𝒊𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒂𝒓𝒄𝒊-𝒕𝒉𝒆-𝒄𝒊𝒔𝒕𝒊𝒄
𝒀𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝑰'𝒎𝒂 𝒔𝒍𝒊𝒅𝒆 𝒐𝒏 𝒂 𝒉𝒐 𝒂𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒂 𝒃𝒊𝒈 𝒅𝒊𝒄𝒌

Se rieron al estar en esa situación, mientras que de la nada oyeron los gritos desafinados de Chad y Harry cantando I'm Just Ken, las voces de los otros chicos parecían ser los coros.

-Espero que estén grabando eso- comentó ella, aguantando la risa.

Ben decidió ignorar el ruido del exterior y concentrarse en Mal. La tomó de la nuca e impactó sus labios con los de ella. La pelimorada jadeó por el gesto repentino. Los dos sabían a alcohol, pero no era nada que no hubiera sucedido antes.

Los besos se tornaron más apasionados y acalorados. La ojiverde aflojó el pañuelo en el cuello del castaño. Buscó su teléfono y tecleó rápidamente mientras sentía como la boca de él llenaba su cuello de marcas.

-¿Qué planeas? - dijo con curiosidad.

Ella misma se quitó el pañuelo del cuello, subió su falda e hizo que las manos de él se posaran en sus caderas.

-Nada de lo que debas preocuparte- le aseguró.

Ben se derritió entre los brazos de su esposa cuando esta bajó sus labios hacia su cuello.

(...)

Evie había notado que de repente sus dos amigos desaparecieron de la nada. Decidió no comentar ni una sola palabra para darles espacio y privacidad.

Miró con disgusto a la rubia que se tambaleaba a su lado. Mackenzie estaba extremadamente ebria. Apenas podía mantenerse de pie, incluso ya había vomitado hacia un par de minutos.

Le dio un golpe en el hombro al primogénito de su hermanastra. Brighton, el hijo de Blanca Nieves, se quejó por ese gesto. Este soltó una queja de dolor y se llevó una mano al sitio donde impactó la mano de la diseñadora.

-¿Y eso porqué fue?- reclamó.

-Les pedí que te invitaran para convivir contigo y ellos con mucho gusto dejaron que trajeras a tu amiga.

Su desagrado por la ojiazul aumentó al verla intentando coquetear con su esposo y sus amigos.

-Lo siento, pero lo mejor es que se vayan pronto. Mackenzie en cualquier momento volverá a vomitar, y te pondré a limpiar todo si eso pasa.

El pelinegro suspiró. Podrían ser de edades similares, pero la hija de Regina podía darle miedo cuando se pone de ese modo.

-Está bien - tomó del brazo a su amiga- Mack, es hora de irnos.

Le daba algo de vergüenza que la princesa estuviera así. Sobretodo porque el pobre rey de Auradon había estado muy incómodo a su alrededor.

-Pero yo quiero seguir bailando y bebiendo - se rió, apenas logrando formar esa oración.

Él negó. La mujer suspiró dramáticamente.

-Está bien, pero dejame ir al baño primero- pidió.

El príncipe la dejó ir. Mackenzie debía admitir que ya comenzaba a sentirse mareada y desorientada. Al estar en la penumbra de los pasillos y con el sonido de la música retumbando en las ventanas se le hacía más difícil coordinar sus pasos.

Apenas pudo conseguir el baño. Se horrorizó al verse en el espejo cuando lavó sus manos. Su cabello hace rato estaba fuera de lugar y tenía todo el maquillaje corrido.

Sintió su teléfono vibrar en su bolso. Lo sacó, apenas pudiendo enfocar su vista en la pantalla. Era un mensaje de un número desconocido. La citaban en la sala del trono.

Sus ánimos mejoraron, creyendo que tal vez era Ben ya que hace rato que no lo veía. Seguramente la tonta de su esposa se había sentido mal y por eso desaparecieron.

Salió del baño, guiándose por lo mínimo que conoce del castillo por haber ido en contadas ocasiones con su familia. Al llegar a la puerta del lugar oyó una risas y unas voces adentro. Abrió lentamente la puerta. Se quedó parada en el lugar al entender la escena que estaba presenciando.

En medio de la oscuridad divisó dos figuras sobre el trono del rey. Era bastante evidente lo que sucedía.

Mal mordió su labio inferior al sentir como Ben la apretaba más contra sí mismo. Juntó sus frentes, oyendo los gemidos de su esposo a la par que ella se movía sobre él.

El sonido bajo de la puerta abriéndose la hizo girar levemente su cabeza. Sonrió socarronamente al ver a la rubia con la boca muy abierta por la impresión.

𝑩𝒂𝒃𝒚, 𝒘𝒆 𝒈𝒐𝒐𝒅
𝑾𝒆 𝒈𝒐𝒐𝒅, 𝒘𝒆 𝒇𝒊𝒏𝒆, 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒆𝒗𝒆𝒏 𝒕𝒓𝒚
𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒕𝒓𝒚 (𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒓𝒚), 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒕𝒓𝒚 𝒊𝒕

Ben ignoró completamente el ruido aún cuando notó el cambio de actitud en Mal y como aceleraba sus movimientos. Hundió su cara entre su cuello y su hombro.

-Te lo dije- moduló al ver que la rubia miraba su rostro con rabia e ira.

𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝒘𝒂𝒔𝒕𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒕𝒊𝒎𝒆, 𝑰'𝒎 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆𝒔
𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆 (𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆𝒔), 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒌𝒆𝒔

Volvió a darse la vuelta. Se rió cuando Ben apretó su trasero y se alzó para besarla en los labios. Ahora estaba más que relajada. Sobretodo al oír como un portazo invadía la habitación.

-Amor, definitivamente a veces puedes ser muy mala - comentó él entre risas y besos al cabo de unos segundos.

-No te vi deteniéndome- contraatacó.

-¿Por qué lo haría? - alzó sus cejas.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒒𝒖𝒆𝒆𝒏, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒇𝒓𝒆𝒂𝒌
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒔 𝒂𝒏𝒅 𝒏𝒆𝒆𝒅𝒔
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒅𝒓𝒆𝒂𝒎, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒅𝒓𝒖𝒈

Los dos estaban muy cerca de sus clímax, por lo que sus oraciones comenzaban a entrecortarse.

Ben gruñó con fuerza al sentir una mano de ella clavando sus uñas en su hombro y como la otra lo tomaba del cuello.

𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒏𝒕𝒔, 𝒔𝒐 𝒘𝒉𝒂𝒕?
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒃𝒐𝒔𝒔, 𝑰'𝒎 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒃𝒊𝒕𝒄𝒉
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒉𝒆 𝒌𝒏𝒐𝒘𝒔 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒔 (𝒚𝒆𝒂𝒉)

-¿Contenta? - dijo a duras penas.

Mal siguió moviéndose, más al sentir como uno de sus dedos estimulaba su clitoris. Echó la cabeza hacia atrás.

-Muy contenta.

𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒎𝒂𝒊𝒏, 𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔 𝒔𝒊𝒅𝒆
𝑰'𝒎 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒘𝒐𝒎𝒂𝒏 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒊𝒏 𝒉𝒊𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒅

Para ambos ya era muy difícil contener los ruidos que salían de sus bocas. Tampoco ayudaba el sonido de las telas de sus disfraces rozandose y como el trono se movía ligeramente.

𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔, 𝒉𝒆'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒆

Ben no pudo contenerse, gimió con rudeza antes de dejar su cabeza apoyada en el respaldar del trono. A la reina le pareció tan sexy y encantadora esa acción que terminó por correrse a los pocos segundos.

𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒆𝒆, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰'𝒎 𝒉𝒊𝒔, 𝒉𝒆'𝒔 𝒎𝒊𝒏𝒆

La pelimorada dejó caer su cuerpo sobre el de su marido. Sus respiraciones estaban totalmente descontroladas. Habían sido extremadamente bruscos y rudos.

Sonrió con cansancio al sentir las suaves caricias de él sobre su cabello, caderas y espalda. Ben besaba su coronilla con mucho amor, estrechándola entre sus brazos.

-Puede ser el alcohol en mí, pero creo que me acabo de enamorar más de ti por esta escena de celos que acabas de montar.

Mal se rió con ganas.

-Creo que ahora sí que no nos molestarán más, sobre todo ella- dijo con simpleza.

El rey volvió a besarla, esta vez con más calma. La ayudó a ponerse de pie con cuidado. Ni siquiera sabían muy bien como se las habían ingeniado para estar en esa posición en ese asiento tan reducido.

Se ayudaron el uno al otro a arreglar sus prendas para que al menos no fuera tan obvio lo que sucedió. El castaño la ayudó a ajustar lo que se había movido de su peluca.

Le extendió su brazo y comenzaron a caminar. Lo mejor era dar por finalizada la fiesta. Seguramente los chicos apenas podían mantenerse de pie luego de beber en exceso.

Además, querían terminar de cerrar su celebración en la comodidad y privacidad de su habitación, alejados de todos los demás.

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Puede que les esté dando esto con un mes de retraso, pero han pasado muchas cosas que me han retrasado.

Los parciales, mis ataques de alergia y dolores musculares, falta de tiempo o inspiración, mi obsesión de ver edits de Wicked, o el hecho de que en este preciso instante estoy muy mal del estómago.

Decidí completar lo que me faltaba de este OS para animarme un poco.

Como ya entramos en épocas decembrinas, el otro capítulo del cual apenas tenía una idea base tal vez se quede como una idea para el siguiente Halloween.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora.

Publicado el 01/12/2024.