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Beal/Audrey: I'm so obsessed with your ex

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𝐍𝐨𝐰 𝐩𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠:
𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 ~ 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 𝑹𝒐𝒅𝒓𝒊𝒈𝒐

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𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂, 𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂, 𝒍𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂, 𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂
𝑰𝒇 𝑰 𝒕𝒐𝒍𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒉𝒐𝒘 𝒎𝒖𝒄𝒉 𝑰 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒂𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒉𝒆𝒓
𝒀𝒐𝒖'𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝑰 𝒘𝒂𝒔 𝒊𝒏 𝒍𝒐𝒗𝒆

La Princesa del Inframundo se encontraba en un momento difícil. No entendía porqué, o tal vez sí, pero de repente ahora tenía una insana obsesión por la ex de su futuro esposo.

Tal vez habían sido las constantes comparaciones que hacían de ellas en las redes, o como de la nada la prensa decidió que ella era una rompehogares luego de todo el desastre con Audrey hace más de un año. También estaban sus propias inseguridades.

El punto era que, después de incluso estar considerando a la rubia como una nueva amiga, se encontraba obsesionada por compararse con ella. Su rol en la realeza, su desempeño como futura reina. Incluso, comenzaba a sentirse celosa del pasado de Ben con Audrey, lo cual era totalmente absurdo cuando lo pensaba con cabeza fría.

No supo cuando comenzó a sentirse de ese modo, pero sabía que debía parar. El problema es que no tenía idea de cómo hacerlo.

Cualquiera creería que se había obsesionado porque le gustaba o algo parecido. Lo cual no era cierto.

Ese día se encontraba descansando en la habitación que comparte con su prometido. Él había salido con sus amigos a jugar R.O.A.R en el castillo de Chad, sus suegros estaban de viaje y Hades en el Inframundo, por lo que se encontraba sola.

Estuvo viendo películas hasta que se sintió aburrida. Lo que la llevó a ponerse a jugar con su teléfono y ver sus redes sociales, lo que terminó en uno de sus nuevos hobbies: stalkear el Instagram de Audrey.

𝑨𝒏𝒅 𝒊𝒇 𝒚𝒐𝒖 𝒌𝒏𝒆𝒘 𝒉𝒐𝒘 𝒎𝒖𝒄𝒉 𝑰 𝒍𝒐𝒐𝒌𝒆𝒅 𝒂𝒕 𝒉𝒆𝒓 𝒑𝒊𝒄𝒕𝒖𝒓𝒆𝒔
𝒀𝒐𝒖 𝒘𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒘𝒆'𝒓𝒆 𝒃𝒆𝒔𝒕 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔

Se regañó a sí misma cuando se dio cuenta de que pasó veinte minutos viendo su cuenta. Soltó el teléfono en el colchón y soltó un grito de frustración contra su almohada.

¿Qué demonios le pasaba?

Ya hasta creía que debía adelantar el tiempo en que comenzaría a ir a terapia. Porque estos pensamientos intrusivos no eran nada normales.

Quería culpar a Maléfica por haberle metido en la cabeza durante tantos años el odio hacia la familia real de Auroria, de todo lo malo que le había dicho de ellos. De como odiaba a Felipe por matarla, y como le dolía la traición de Stephan.

Incluso de como a ella personalmente no le agradaba Leah en lo absoluto. Porque esa mujer seguía cuestionandola en cómo se manejaba siendo dama de la corte y futura reina.

Pero era absurdo, porque incluso cuando Audrey la odiaba, ella nunca pensó que la princesa fuera una amenaza a su propia salud mental y autoestima. A pesar de todo, por algo habían conversado y aclarado todo cuando la despertaron con la brasa de Hades y meses después cuando se reunieron con ella para disculparse.

'𝑪𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒉𝒆𝒓 𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒔𝒊𝒈𝒏, 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒉𝒆𝒓 𝒃𝒍𝒐𝒐𝒅 𝒕𝒚𝒑𝒆
𝑰'𝒗𝒆 𝒔𝒆𝒆𝒏 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒎𝒐𝒗𝒊𝒆 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒊𝒏 𝒂𝒏𝒅, 𝒐𝒉 𝒈𝒐𝒅, 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒃𝒆𝒂𝒖𝒕𝒊𝒇𝒖𝒍

Se regañaba a sí misma por saber tantos datos personales sobre la ex de Ben. Información que manejaba gracias a él, a Audrey, a sus amigos y al montón de artículos sobre la rubia que había en Internet.

La consideraba muy hermosa y agradable ahora que se estaba reformando y mejorando como persona.


𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒉𝒆𝒓, 𝒂𝒏𝒅 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝑰'𝒎 𝒃𝒖𝒕𝒕𝒉𝒖𝒓𝒕
𝑩𝒖𝒕 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒉𝒆𝒍𝒑 𝒊𝒕, 𝒏𝒐, 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒉𝒆𝒍𝒑 𝒊𝒕

En algunas ocasiones se había sincerado hasta cierto punto con su novio. Él la tranquilizaba diciéndole que aunque la quiso mucho, nunca estuvo enamorado realmente. Se enamoró de la idea de tener a alguien con él. Y que por suerte ella, su prometida, era la mujer que encajaba con todo lo que siempre soñó y deseó.

Que era ella a quien ama, con quien deseaba casarse, formar una familia, estar juntos hasta viejos. Que por algo la había escogido como su reina.

Esas cosas le hacían darse cuenta de que probablemente lo que estaba herido era su ego. Que su ego y orgullo había sido reducido a esto luego de tantas cosas malas que había leído y escuchado.

Salió del remolino de pensamientos en su mente cuando un Ben muy sonriente entró a la habitación. Su cálida sonrisa venía acompañada de unas inmensas ganas de abrazarla y de un bote de su helado favorito: macarron de frutos rojos.

Se levantó de la cama y se rió cuando él la acercó a su cuerpo para abrazarla con fuerza. Le acarició tiernamente el cabello y le dio un beso en la frente. La tomó de la mano y la llevó a la terraza de su cuarto.

Ambos se pusieron a comer el helado mientras que conversaban. Era lindo tener momentos tan íntimos y cómodos en casa luego de la locura de año que han tenido entre organizar la boda, la apertura de la barrera, eventos y reuniones.

Al caer la noche, cenaron y se pusieron a ver televisión. Ben se quedó dormido a mitad del programa que estaban viendo, recostado en sus piernas. Mal decidió que era el momento de apagar el televisor, hasta que le llamó la atención lo que nombraban como titular en el noticiero de chismes de Blanca Nieves.

Puso los ojos en blanco al leerlo bien: ¿Quién es mejor? La pregunta venía acompañada de unas encuestas que habían hecho sobre ella y Audrey. Hablaban sobre sus aspectos, sus personalidades y un montón de cosas tontas y falsas. Apagó el aparato, intentando no irse a dormir con ese disgusto.

Despertó con cuidado a su prometido para que los dos pudieran acostarse bien. El castaño la abrazó, profundamente dormidos. Mientras que ella no pegó un ojo hasta pasada la una de la mañana.

𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒖𝒉-𝒉𝒖𝒉)
𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒂𝒔𝒍𝒆𝒆𝒑 𝒐𝒏 𝒎𝒚 𝒔𝒊𝒅𝒆 𝒐𝒇 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒆𝒅

Se maldecía a sí misma por estar obsesionada. Por tener la imagen nada realista de Ben durmiendo junto a Audrey. Cosa que jamás sucedió.

Pensó en que le pediría a Evie una de sus raras bebidas que la ayudaban a dormir cuando tiene insomnio.

(...)

El viernes llegó, día que Mal quería evitar para no tener que socializar con tanta gente. Esa noche irían a la fiesta de cumpleaños de Harry, lo que significaba que todo el grupo estaría allí. Incluyendo a Audrey.

Su mejor amiga le había hecho un bonito vestido violeta con destellos azules y unos guantes negros. Ben la había llenado de halagos en el camino a la Isla, lo cual la hizo sonrojarse y pasar todo el camino riéndose por las ocurrencias del ojiverde-miel.

Dejaron el auto en la antigua casa de la futura reina y caminaron hacia el muelle. Al llegar al barco de Uma, saludaron a todos sus amigos y aceptaron los tragos que les dieron. Se estuvo divirtiendo con la música, las conversaciones y las bebidas.

Hasta que Ben la dejó unos minutos para hablar con Gil y Harry. Sus mejores amigos estaban entretenidos hablando con sus parejas, por lo que ella se quedó apartada un rato junto a la mesa de bocadillos.

𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒄𝒂𝒏 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒊𝒕
𝑰'𝒎 𝒔𝒕𝒂𝒓𝒊𝒏' 𝒂𝒕 𝒉𝒆𝒓 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒈𝒆𝒕 𝒉𝒖𝒓𝒕
𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒓𝒆𝒎𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒅𝒆𝒕𝒂𝒊𝒍 𝒚𝒐𝒖 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒕𝒐𝒍𝒅 𝒎𝒆
𝑺𝒐 𝒃𝒆 𝒄𝒂𝒓𝒆𝒇𝒖𝒍, 𝒃𝒂𝒃𝒚

Cometió el error de mirar hacia donde Audrey y Chad se encontraban. Mal se llevó su trago a la boca, sintiendo como el alcohol ardía en su garganta. Debía parar.

Alejó la mirada y se fue a bailar con Evie y Lonnie cuando estas le hicieron señas. Las tres bailaban, riéndose al ver como sus respectivos novios se quedaban viéndolas.

𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒂𝒉)
𝒀𝒆𝒂𝒉, 𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒂𝒉)
𝑳𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂, 𝒅𝒂-𝒅𝒂-𝒅𝒂

Jane, Uma y Audrey se les unieron al baile. Debía admitir que la princesa se movía mejor que ella, y que ese vestido le lucía. Agitó su cabeza. Comenzó con los ejercicios que creó para cada vez que quería compararse con la rubia.

𝑺𝒉𝒆'𝒔 𝒈𝒐𝒕 𝒕𝒉𝒐𝒔𝒆 𝒍𝒊𝒑𝒔, 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒈𝒐𝒕 𝒕𝒉𝒐𝒔𝒆 𝒉𝒊𝒑𝒔
𝑻𝒉𝒆 𝒍𝒊𝒇𝒆 𝒐𝒇 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒇𝒖𝒄𝒌𝒊𝒏' 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒚

No tenía porqué hacerse ese daño. Además, su amor propio había mejorado mucho, así que estaba consciente de que se veía muy bien. Las adorables y a la vez acaloradas palabras de su prometido regresaron a su mente. Eso la animó.

No supo cuando, pero de algún modo u otro Audrey y ella terminaron en el círculo que habían formado sus amigas. Bailaban espalda con espalda. Las dos se rieron cuando dieron la vuelta y provocaron a sus respectivos novios al verlas así.

Tan pronto como la cubierta del barco comenzó a despejarse, la pareja real se dirigió a la antigua casa de Mal. La estaban remodelando para tenerla como una casa de vacaciones o para cada vez que van a la Isla y necesitan quedarse por algunos días.

La pelimorada soltó un grito de sorpresa cuando el castaño la levantó como novia y empezó a subir las escaleras apenas ella cerró con llave la puerta del Castillo de las Gangas.

(...)

El grupo entero de amigos se encontraba en un evento de caridad de un orfanato. Ese día habían ido a llevarle ropa y juguetes a todos los niños, tanto de Auradon como de la Isla de los Perdidos.

Era gracioso ver como todos se emocionaban por conocerlos y pasar tiempo con ellos. Los admiraban y respetaban. Estaban realizando diversas actividades para entretenerlos.

Mal estaba sentada en una mesa junto a varias niñas. Las ayudaba a pintar pequeñas mariposas de cerámica que pegarían en unas tasas. Audrey estaba en el otro extremo de la mesa, ayudándolas a pegar.

Conocía el amor de Audrey por el arte porque ambas coincidían en las clases de Auradon Prep, aunque nunca se había tomado un momento para apreciar el estilo de la chica. Era muy distinto al suyo. Y parecía que las niñas estaban encantadas.

𝑺𝒉𝒆'𝒔 𝒕𝒂𝒍𝒆𝒏𝒕𝒆𝒅, 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒈𝒐𝒐𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒌𝒊𝒅𝒔

En realidad, era bonito ver como sus personalidades y talentos se combinaban en una actividad como esa. Dejó de pintar una mariposa dorada cuando una de las niñas tocó su brazo.

-¿Lady Mal? - preguntó la pequeña, de unos cinco años.

La ojiverde se llenó de ternura al ver la admiración en los ojos de la niña. No se había alejado de ella desde que la vio.

-¿Sí?

-¿Es verdad que usted y la princesa Audrey no se llevan bien? - preguntó con curiosidad.

El resto de las niñas dejaron de hablar, mirando a las dos adultas alternativamente.

-Claro que no, cariño. De hecho, ambas no llevamos muy bien ahora, ¿cierto? - respondió lo más calmada posible, mirando a la rubia.

-Es verdad. Desde que su padre, Hades, me salvó, ambas nos hemos ido conociendo más. Somos amigas ahora - continuó, mirando tranquilizadoramente a Mal.

Había sido complicado llegar a ese punto. Pero Audrey en serio la apreciaba y estimaba.

-¿Y por qué dicen lo contrario en la televisión? - cuestionó la niña junto a la rubia, de unos ocho años.

-Bueno, debemos ser sinceras. No nos agradabamos al principio - notó que todas las oían atentamente- Pasamos dos años en una especie de enemistad, pero ahora estamos formando una linda amistad y queremos limar asperezas - explicó.

Audrey le sonrió y asintió.

-Así es. Es más, me encantaría aprender mucho de Mal. Es una gran artista. Adoro ver lo que sube de su arte en Instagram, y estoy emocionada por visitar la exposición que hará en la preparatoria en unas semanas - agregó la princesa de Auroria.

𝑺𝒉𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒏 𝒔𝒑𝒆𝒂𝒌𝒔 𝒌𝒊𝒏𝒅𝒍𝒚 𝒂𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒎𝒆, 𝒉𝒂-𝒉𝒖𝒉

Eso conmovió a Mal. Le dio una sonrisa agradecida. Continuaron pintando con las niñas hasta que llegó la hora de merendar.

(...)

Ben observaba a su prometida. Llevaba varias semanas estando rara. Suponía el porqué, solo que no sabía cómo iniciar la conversación.

Entendía que podía estar sintiéndose insegura y fuera de su comodidad. Y por más que ya había intentado hablar sobre el tema, no lograba llegar muy lejos. Mal lo evitaba en todo lo posible.

Le quería dar su espacio, pero comenzaba a desesperarse. La obsesión que tenía por compararse con Audrey debía parar. Se estaba causando daño.

La pelimorada estaba sentada de espaldas en la terraza. Veía su teléfono, leyendo esos tontos artículos que le causaban tanta ansiedad.

Mal no se esperó que de repente le arrebataran su celular de sus manos. Miró con una ceja alzada al rey cuando se dio cuenta de que había sido él.

-Ben, ¿qué te sucede? ¿Por qué...- comenzó a reclamarle.

-Mal, sabes que te amo, y por eso es que hago esto. Es por tu bien - entró a la habitación, con ella pisándole los talones- Esto no es sano.

La ojiverde se cruzó de brazos. Estaba molesta.

-No me mires así, sabes que tengo razón- le dijo su novio.

-Pero...

-Nada de peros - la frenó.

Se sentó en el sillón frente a su cama. Palmeó el asiento junto a él.

-Tú y yo tenemos que hablar, y muy seriamente.

La pelimorada resopló, sintiéndose frustrada. No quería pasarle todo ese malestar. Aunque si era honesta consigo misma, necesitaba desahogarse y sacar todo eso de sus sistema pronto. Ya no aguantaba más esa situación.

Terminó sentándose junto a él. Ben ya se había preparado para la difícil e incómoda situación. Ella se dio cuenta al ver que en la mesa habían chocolates, fresas, pañuelos y agua. Hasta tenía una cobija preparada a un lado por sí quería arroparse.

-Esto es muy vergonzoso - comenzó a decir.

El castaño apoyó sus piernas en el sillón, invitándolo a apoyar las suyas encima de las de él. Mal aceptó el gesto.

-No tienes de qué avergonzarte, cariño. Creeme que aunque no me has hablado mucho de esto, sé que te ha atormentado por unos meses - palmeó su rodilla con suavidad- Nos casamos en un mes, así que creo que es el momento indicado para resolver esto.

La futura reina de Auradon lo miró unos segundos, tratando de encontrar las palabras adecuadas.

-Ben, sé que me amas. Y que darías todo por mí, mi tranquilidad y por mi bienestar. Que jamás me compararías con alguien más y que todo esto es una locura - hizo una pausa, tomando el tazón de fresas- Pero mi mente me quiere convencer de la loca idea que a veces si lo haces, que a veces recuerdas tus momentos con Audrey estando conmigo.

𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆, 𝒂𝒏𝒅 𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒊𝒕'𝒔 𝒄𝒓𝒂𝒛𝒚
𝑩𝒖𝒕 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒕𝒊𝒎𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒄𝒂𝒍𝒍 𝒎𝒚 𝒏𝒂𝒎𝒆, 𝑰 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒚𝒐𝒖 𝒎𝒊𝒔𝒕𝒂𝒌𝒆 𝒎𝒆 𝒇𝒐𝒓 𝒉𝒆𝒓

Ben la oía con calma. Claro que se imaginaba que eso era lo que la aquejaba. Estaba seguro. Tomó sus pies para masajearlos, relajandola.

-Sé que ambos han seguido adelante. Que ella por fin aceptó el amor que le ofrece a Chad y que tú me amas incondicionalmente. Que son amigos y nada más- masticó una fresa, sintiéndose tonta al decir todo eso en voz alta- Tengo un serio problema con esto, y por más que quiero evitarlo, no lo logro.

𝒀𝒐𝒖 𝒃𝒐𝒕𝒉 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒎𝒐𝒗𝒆𝒅 𝒐𝒏, 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒏'𝒕 𝒆𝒗𝒆𝒏 𝒕𝒂𝒍𝒌
𝑩𝒖𝒕 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒉𝒆𝒍𝒑 𝒊𝒕, 𝑰 𝒈𝒐𝒕 𝒊𝒔𝒔𝒖𝒆𝒔, 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒉𝒆𝒍𝒑 𝒊𝒕, 𝒃𝒂𝒃𝒚

El monarca estaba en silencio, dejando que por fin sacara de su pecho y su cabeza ese montón de pensamientos.

-Me obsesioné con tu ex. Y es tan ridículo que me fije tanto en cosas de su pasado contigo, de como la comparan conmigo - mantuvo su mirada en el plato que contenía su fruta favorita- Pero el simple hecho de pensar todas las cosas que pudieron hacer juntos si yo no te hubiera conocido me enferma.

𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙
𝑰 𝒌𝒏𝒐𝒘 𝒔𝒉𝒆'𝒔 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒂𝒔𝒍𝒆𝒆𝒑 𝒐𝒏 𝒎𝒚 𝒔𝒊𝒅𝒆 𝒊𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒆𝒅

Ben notó que comenzaba a alterarse, sus ojos pasaban de estar normales a brillar por segundos.

-Y es horrible sentirme así. Porque te amo con todo mi corazón, porque sé que lo de ustedes quedó en el pasado- por fin se animó a verlo a los ojos- Porque sé que tú jamás me traicionarías.

Él sobó cariñosamente sus piernas. Veía lo complicado que era para ella expresar todo eso sin descontrolarse.

-Es posible que sea mi posesividad y celos por ser parte dragón. Y lo detesto, porque me veo obsesionada, observándola y comparándonos. Me hiero al hacerlo -se lamentó- Mi cerebro se envenena por la información que sé sobre ella gracias a ti- sus ojos volvieron a brillar- Mierda, en ocasiones como esta odio haber heredado todas estas cosas de mi madre y de mi padre. Y que además se mezcle con mi ansiedad.

𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒄𝒂𝒏 𝒇𝒆𝒆𝒍 𝒊𝒕
𝑰'𝒎 𝒔𝒕𝒂𝒓𝒊𝒏' 𝒂𝒕 𝒉𝒆𝒓 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝑰 𝒘𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒈𝒆𝒕 𝒉𝒖𝒓𝒕
𝑨𝒏𝒅 𝑰 𝒓𝒆𝒎𝒆𝒎𝒃𝒆𝒓 𝒆𝒗𝒆𝒓𝒚 𝒅𝒆𝒕𝒂𝒊𝒍 𝒚𝒐𝒖 𝒉𝒂𝒗𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒕𝒐𝒍𝒅 𝒎𝒆
𝑺𝒐 𝒃𝒆 𝒄𝒂𝒓𝒆𝒇𝒖𝒍, 𝒃𝒂𝒃𝒚
𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒂𝒉)
𝒀𝒆𝒂𝒉, 𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒂𝒉)

Escondió su rostro en una almohada. Sentía la magia brotando en sus venas y estaba consciente de que sus ojos brillaban. En los últimos meses, luego de haber estado en contacto con la brasa y ya haber pasado de la mayoría de edad, pareciera que su cuerpo hubiera decidido sacar un montón de poderes que ni ella sabía que poseía.

Poderes que afectaban su salud mental y le consumían mucha de su energía porque apenas los descubría y buscaba los modos de manejarlos.

Ben decidió probar algo para calmarla. En el último medio año había leído más libros sobre magia y criaturas que en el resto de su vida. Primero, porque le interesaba entender más para poder hacer tratados mágicos. Segundo, porque después de los efectos del hechizo de Audrey, algunos restos de su encantamiento y el de su padre le dejaron secuelas.

Por último pero no menos importante, deseaba entender más a su futura esposa. De por sí tenía curiosidad en investigar sobre sus poderes, y con todo este descontrol en la magia de Mal le reconfortaba saber como ayudarla y entenderla en casos de crisis.

Investigando sobre bestias y dragones descubrió que tenían algo en común: pueden tener arranques de celos, posesividad involuntaria y descontrol en sus poderes (en el caso de tenerlos). Eso era justo una parte de lo que él había experimentado estando bajo el hechizo, y en el caso de Mal, era lo que había estado viviendo en el último año.

A eso se le sumaron los poderes de hada y de semi-diosa. Era normal que su mente y su cuerpo estuvieran hechos un caos. Uno que a pesar de todo ella manejaba bastante bien. Pero ya se estaba desbordando.

La pelimorada respiraba pesadamente, como si en cualquier segundo fuera a escupir fuego o a gruñir como cuando está en su forma de dragón. Trató de hacer ejercicios de respiración. Los cuales apenas y hacían efecto.

Ben la abrazó, tomándola por sorpresa. La apoyó en su pecho, haciendo que oyera los latidos de su corazón. Casi se le escapa un suspiro de ternura al ver que adentro de su cuerpo se oía casi un ronroneo. Él le estaba demostrando que tener efectos de la magia no era tan desagradable. Comenzaba a sentirse menos pesada.

Él empezó a relatarle todo lo que había aprendido durante esa mitad del año. Conocía algunas cosas, pero no tenía idea de qué tan lejos había llegado en sus investigaciones. Sentía como se enamoraba más de él al verlo tan interesado por su legado mágico. Demostrándole una vez más que la ama tal y como es.

Unas cuantas cosas que le mencionó le sorprendieron e hicieron que los dos se sonrojaran. Tal vez esa era información que debían tomar en cuenta. De cualquier manera, era genial poder compartir esa nueva pasión por la magia y querer ayudarse.

(...)

Pasaron un buen rato hablando sobre todo lo que ella había estado sintiendo con respecto al tema de Audrey. Le había hecho bien desahogarse, aunque se dio cuenta de que había retenido tantas emociones relacionadas a sus poderes, que terminó teniendo su punto de quiebre.

A pesar de que se había calmado, Ben le propuso irse a su taller de arte para que terminara de drenar todas esas emociones. Taller que él y sus padres le regalaron cuando se mudó al castillo. Estaba en uno de los cobertizos alrededor del jardín. Un lugar grande e iluminado.

Mal tomó un lienzo gigante que tenía en blanco y lo colocó contra una pared. Pusieron una alfombra de plástico para no ensuciar el piso y llenaron globos con pintura. La actividad terminó siendo terapéutica para ambos.

El lienzo se llenó de pinturas de todos los colores. Los dos se reían, cantaban y bailaban la música que habían puesto en las bocinas. Los dos estaban con ropa cómoda, así que no les importaba mucho que esta se estuviera llenando de manchas.

La dama de la corte tomó un spray negro, trazando un corazón, una bestia y un dragón. Ya había ayudado al castaño a hacer su firma. Estaba plasmando su firma cuando sintió como los brazos de Ben la apretaban contra su cuerpo por la cintura.

-¿Qué tramas, Bennyboo? - lo interrogó.

Sospechaba que él planeaba algo desde hace rato.

-¿No puedo abrazar a mi prometida?- preguntó, besando sonoramente su mejilla- Quiero estar seguro de que te sientes mejor.

Mal terminó de firmar la obra y soltó el spray sobre el mueble portátil donde los almacena. Se dio la vuelta, rodeando su cuello.

-Estoy bien- le sonrió- Después de nuestra charla y esta sesión de arte terapéutico, me siento liberada.

Ben sonrió, tomando una de sus manos y besando sus nudillos. La miró con diversión al notar que las manos de ambos tenían restos de distintos colores.

-Creo que esta va a ser de tus mejores obras - dijo el rey.

-Solo lo dices porque participaste en ella, rey presumido - le dio un toque burlón en el pecho.

Él se rió. Tomó sus mejillas entre sus manos, viendo el hermoso brillo en los ojos verdes de su amada.

-¿Qué más crees que pueda ayudarme a drenar todo este estrés y ansiedad? - le preguntó.

Ben la tomó en sus brazos y los llevó hasta el sillón de descanso que ella tiene en su estudio. Ella quedó encima de él. Le apartó varios cabellos del rostro. Empezó a explicarle lo que pensaba que podría ayudar. Se salía de su zona de confort, porque no es una actitud que ninguno de los dos suele manejar personalmente ni en su relación. Pero tal vez eso calmaría a su dragón interno.

Y vaya que estaba funcionando. Aparentemente, al estar desarrollando todas estas nuevas habilidades, algunos de sus ciclos hormonales podían sentirse como si estuviera en celo. Como lo estaría si estuviera en su forma de dragón. Por eso se sentía tan insegura y descontrolada, era como su instinto tratando de marcar territorio.

El rey debía admitir que ver a su futura esposa en esa faceta posesiva y dominante era extremadamente encantador. Lo tenía embobado, obedeciendo a todo lo que le decía y pedía.

-Dime algo, mi amor- la voz de la pelimorada sonaba más grave- ¿Alguna vez creíste que ella podría hacer algo como esto?- apoyó sus uñas en sus hombros, las cuales estaban ligeramente más puntiagudas- ¿Que podría hacerte sentir así de bien?

𝑰𝒔 𝒔𝒉𝒆 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔? 𝑰𝒔 𝒔𝒉𝒆 𝒈𝒐𝒐𝒅 𝒊𝒏 𝒃𝒆𝒅?
𝑫𝒐 𝒚𝒐𝒖 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒌 𝒂𝒃𝒐𝒖𝒕 𝒉𝒆𝒓? 𝑵𝒐, 𝑰'𝒎 𝒇𝒊𝒏𝒆, 𝒊𝒕 𝒅𝒐𝒆𝒔𝒏'𝒕 𝒎𝒂𝒕𝒕𝒆𝒓, 𝒕𝒆𝒍𝒍 𝒎𝒆

El castaño fue obligado a levantar el rostro de su pecho. Mal apretaba su cuello, moviéndose sobre él. Soltó un gemido antes de contestar.

-No - intentó con todas sus fuerzas no cerrar sus ojos para poder seguirla admirando- Jamás me imaginé estar con ella de este modo, ni con nadie más- apretó sus caderas- Princesa, eres una diosa.

En los labios rosados e hinchados de la dama de la corte se formó una sonrisa socarrona. Nunca pensó que sacaría este lado suyo que ni ella misma conocía, pero le fascinaba ver como su prometido estaba bajo su control.

𝑰𝒔 𝒔𝒉𝒆 𝒆𝒂𝒔𝒚-𝒈𝒐𝒊𝒏𝒈? 𝑵𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒐𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈?
𝑾𝒆𝒍𝒍-𝒕𝒓𝒂𝒗𝒆𝒍𝒆𝒅? 𝑾𝒆𝒍𝒍-𝒓𝒆𝒂𝒅? 𝑶𝒉 𝒈𝒐𝒅, 𝒔𝒉𝒆 𝒎𝒂𝒌𝒆𝒔 𝒎𝒆 𝒔𝒐 𝒖𝒑𝒔𝒆𝒕


-¿Era más fácil tener una relación con ella? ¿Era menos "controladora"?- siguió con sus burlas. Viendo las críticas que le habían hecho desde esa perspectiva era totalmente distinto- ¿Es más culta que yo? ¿Más educada y refinada?

El monarca llenó de besos su cuello.

-Eres mucho mejor que cualquier otra mujer - jadeó en su oído- Eres mi reina, mi diosa.

𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒂𝒉)
𝑺𝒉𝒆'𝒔 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒂𝒔𝒍𝒆𝒆𝒑 𝒐𝒏 𝒎𝒚 𝒔𝒊𝒅𝒆 𝒊𝒏 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒃𝒆𝒅 (𝒂𝒉, 𝒘𝒉𝒐𝒂)
𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙 (𝒈𝒐𝒅, 𝒔𝒉𝒆 𝒎𝒂𝒌𝒆𝒔 𝒎𝒆 𝒔𝒐 𝒖𝒑𝒔𝒆𝒕, 𝒂𝒉)
𝑰'𝒎 𝒔𝒐 𝒐𝒃𝒔𝒆𝒔𝒔𝒆𝒅 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓, 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒚𝒐𝒖𝒓 𝒆𝒙

Mal volvió a besarlo con intensidad. Le bastaron un par de movimientos más para provocar que él se corriera. Lo alcanzó unos segundos después. Los dos se acostaron en el sillón, abrazados. Ben acariciaba su cabello, adormilado.

La princesa del Inframundo sintió como por fin se quitaba todo ese peso de su mente y su cuerpo. Permaneció con los ojos cerrados unos minutos. Sus ojos habían vuelto a la normalidad, al igual que sus uñas.

Nunca creyó que sus poderes de dragón le afectarían de ese modo. Pero al menos le aliviaba saber que contaban con esta solución en caso de que algo así de extremo volviera a ocurrir. Eso y que ya iba a comenzar sus sesiones de terapia. Además de seguir con sus prácticas de magia.

Al estar completamente tranquila, sus cachetes se ruborizaron al recordar todo lo que había dicho y hecho minutos atrás. Se rió cuando al abrir los ojos Ben la miraba con coquetería.

-Jum, y tú que te burlaste de mí hace un año por tener los efectos de haberme transformado en bestia- se burló.

Ella lo apartó, riéndose.

-Oh cállate, lo disfrutaste tanto o más que yo - jugueteó con la piel de su pecho desnudo.

-Touché.

Ben se limitó a besarla calidamente. Se puso su camisa, entregándole a ella la suya. Los dos arreglaron sus pantalones y se peinaron lo mejor posible antes de recoger todo el desastre que dejaron en el sillón y en el estudio.

Al llegar a su habitación, entraron directamente a la ducha para quitarse toda la pintura que tenían en el cabello y la piel. El castaño preparó unos sándwiches cuando estuvo vestido y los subió para comerlos. Los dos estaban exhaustos. Al acostarse a dormir, los dos conciliaron el sueño con paz y tranquilidad.

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👁👄👁

Después del OS que había escrito de ellos hace unas semanas, pensé que sería interesante hacer uno con Mal bajo los efectos de sus poderes.

Y, hace mucho quería escribir algo con esta canción de Olivia y no lo había hecho 🤭

Los próximos dos capítulos serán variados en cuanto a temática. Voy a tratar de tenerlos listos para los próximos días.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕

Publicado el 16/08/2024.

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