
𝘼𝙣 𝙪𝙣𝙪𝙨𝙪𝙖𝙡 𝙘𝙤𝙞𝙣𝙘𝙞𝙙𝙚𝙣𝙘𝙚
Inspirado levemente en Breaking Bad.
-S-solo dame un tiempo, ¿Si? -pidió la coreana de ojos grandes con suplica- J-juro que te pagaré, p-pero dame un tiempo más...
La mujer de aspecto brutal rió diabólicamente, está se sentó recta en la silla de cuero y miró con desdén a la chica arrodillada.
-Te he dado demasiado tiempo Park -esta dijo, luego acarició su arma- Me debes muchísimo dinero, y el plazo para poder pagarlo se acaba rápido.
-¡Pero juro que le pagaré! -esta se arrodilló sin más, casi pegando su frente en el suelo- ¡Estoy iniciando una idea de negocios, le pagaré cada centavo pero deme más tiempo por favor señorita Nayeon!
La cimimal frunció el ceño ante la idea, ¿Una idea de negocios? ¿Ahora con que estupidez iría a salir?
Nayeon miró a la menor en el suelo, luego se puso de pie y caminó alrededor de esta, pensando y analizando.
-¿De cuánto tiempo estamos hablando? -preguntó la mayor- Aunque no lo creas yo también necesito dinero para invertir en mi negocio, necesito darle un sueldo a mis muchachos para que ellos no se mueran de hambre así como estás tú ahora. ¿Entiendes?
Jihyo asintió efusivamente. -Son solo algunos meses mientras mi idea prospera señorita Nayeon -dijo, luego se mordió la lengua- Pero...
Nayeon se detuvo, miró a la menor y suspiró.
-¿Un préstamo?
Jihyo sonrió inocente.
-Veinte grandes, y en menos de dos meses le estaré regresando el préstamo, también la primera cuota e intereses atrasados -dijo la menor, Nayeon negó- O tal vez no...
-Ya vete -esta dijo, Jihyo se puso de pie y reverenció a la rubia de flequillo varias veces- Antes de irte pásate con Tzuyu, ella te dará el dinero.
-¡Muchas gracias señorita Nayeon!
Y finalmente salió, Nayeon miró a través del pasillo y luego regresó a su escritorio, sacó algo de un cajón y lo posicionó sobre la mesa, viendo como siempre hacía a aquel retrato.
.
Jihyo observó a cierta mujer haciendo la fila del supermercado para pagar sus compras. La coreana la observó por un buen rato, fijándose bien en todo lo que hacía.
Solo dos horas atrás había sido secuestrada de un parque y llevada frente a su mayor miedo, una narcotraficante a la cual, por muchas y variadas razones le debía bastante dinero.
La idea de negocios de Jihyo involucraba a la mujer que salía del establecimiento con una expresión de melancolía y furia. Tras escabullirse por todo el super y salir sin alertar a nadie Jihyo siguió a la mujer hasta su auto, posicionándose estratégicamente para dar la impresión de estarla esperando.
-¿Ya terminaste? -T/n preguntó mientras guardaba las compras en la cajuela, Jihyo frunció el ceño- Te ví desde que entraste al lugar, y como me seguías por todos los pasillos.
Jihyo sonrió, luego se acercó hasya la mayor y abrazandola por la espalda esta juntó sus brazos por encima del vientre de la otra, besando su cuello repetidas veces.
-Aún no sé cómo es que tienes tan buenos reflejos -esta dijo, T/n rió- Siempre me atrapas, aún cuando me esfuerzo.
-Viejas costumbres solamente -respondió la mayor- ¿Dónde estuviste? Saliste preocupada y no supe de ti en... ¿Cuatro horas?
-Estaba hablando con un inversionista -respondió la menor- Es sobre, eso...
-¿Sobre qué, Park Jihyo?
Está sonrió.
-Pues... Tú sabes de química, yo sé del negocio -esta dijo, T/n frunció el ceño- ¿Que dices?
-Y yo ya te dije que no -dijo T/n, luego cerró la cajuela y enfrentó a la menor- No utilizaré mis diez años de estudios universitarios para terminar metida en un sótano haciendo algo muy ilegal. No.
-T/n, cariño... -esta la detuvo, pero la mayor se safó y se metió al auto, Jihyo actuó rápidamente y se subió al asiento del copiloto- Ya te había hablado de esto, es un buen negocio.
-Ser una criminal nunca es buen negocio -respondió- He tratado con esa gente de primera mano Jihyo, y eso nunca, nunca, deja algo bueno o productivo.
-¿Y seguir viviendo en miseria? -dijo la menor, T/n apretó el volante con fuerza mientras conducía- Tu trabajo como profesora de Química en una preparatoria cualquiera no cubre todos tus gastos o los gastos necesarios para cuidar de Chaeyoung... Y ni siquiera con mi ayuda podemos mejorar eso, por qué no... ¿Por qué no intentarlo?
T/n no respondió.
-Sé que ese tipo de gente te cae mal, pero no vas a tener que tratar con ellos, solo seré yo, tu solo cocinarás y ya -esta dijo, T/n suspiró- Sé que no estás de acuerdo con esto, pero solo trabajando de seis meses a un año ya tendríamos el dinero suficiente para pagar deudas, vivir cómodamente y ahorrar para nuestro futuro.
-¿Nuestro futuro?
-Nuestro futuro -respondió Jihyo- Sé que hace mucho tiempo te pedí que fueras mi esposa, y te prometí que viviríamos bien en cuanto yo pudiera liberarme de... Bueno, de todo lo malo.
T/n solo pudo sonreír levemente. -Me estás pidiendo que me vuelva una cocinera de metanfetaminas Jihyo, ¿Por qué crees que seré la indicada para eso?
-Por que nunca en todos mis años de escuela tuve una maestra tan buena como tú -esta dijo, recordando levemente cómo fue que tan solo siete años atrás Jihyo se había enamorado a primera vista de la nueva maestra de química, T/n sonrió al recordar esos momentos- Solo será poco tiempo, luego nos mudamos a Daegu y abrimos ese negocio del que tanto hemos hablado.
T/n lo dudo, ¿Realmente valía la pena hacerlo?
La vida no las había tratado bien, ni a ella, ni a su novia ni a la hija que tenían juntas. Fracasos, injusticias y malos tratos por parte de personas desalmadas las habían llevado hasta ese punto, entonces, otra vez, ¿Realmente valía la pena hacerlo?
Jihyo decía que solo sería un año, luego lo dejarían todo atrás y con el dinero obtenido (que sería más aue suficiente) podrían abrir ese negocio con el cual T/n y Jihyo habían soñado tener desde que se conocieron; una línea de productos al nivel de Carolina Herrera, Giorgio Armani, Bvlgari, Christian Dior y Prada. ¿Ambicioso? Por supuesto, ¿Una buena idea? Era viable, el apoyo local era bueno.
¿Lo único malo? Nadie invertiria dinero en un negocio al que nadie le veía futuro.
-¿De cuantos kilogramos al día estamos hablando? -preguntó la mayor mientras estacionaba el auto frente al apartamento- Quiero estar el menor tiempo involucrada en eso. No quiero que Chaeyoung sepa de eso y como tú dices, no quiero tratar con esa gente ni un segundo.
-En un laboratorio pequeño cuatro personas pueden producir de diez a veinte kilogramos en un día, en un mes son seiscientos kilogramos -dijo- En doce meses serían siete toneladas de producto -y al hacer las cuentas está asintió- Y sí cada kilogramo se vende a setenta dólares en total serían de cuatrocientos noventa mil a quinientos mil dólares para cada una. Lo suficiente para poder vivir cómodamente y en el margen de lo legal.
-Entiendo -respondió T/n- ¿Y quién la...?
-Alguien más irá por ella y la venderá, nosotras solo nos encargamos de hacer y facturar.
Luego de pensarlo un rato T/n asintió.
-Espero que esto funcione Jihyo, no estoy de acuerdo, pero si eso significa poder vivir bien lo haré -dijo, Jihyo asintió- Vamos adentro para hablarlo mejor, Chaeng llegará pronto de la escuela.
-Aún me cuesta creer que ustedes estén aquí -musitó T/n mientras vertia una considerable cantidad de agua en un frasco- ¿Cuál es la razón?
-Dinero fácil -respondieron Dahyun y Momo al mismo tiempo- Hemos sido socias y amigas de Jihyo desde la primaria, no podíamos perdernos está oportunidad.
-Pero vamos, ya han pasado casi doce meses desde que iniciamos, ¿Por qué te sorprende aún? -agregó Dahyun.
-Nunca pensé que iba a terminar cocinando metanfetaminas en un sótano con tres de mis antiguas estudiantes -respondió la azabache- Mucho menos que mi novia sea una de ellas.
Jihyo soltó una carcajada desde el fondo de la habitación. -Es bastante normal que aún me sorprenda eso -dijo- De hecho me sorprende más que la expresidenta del consejo estudiantil Kim Dahyun esté aquí. O que la promesa del deporte Hirai Momo también este aquí.
-No hemos tenido buena suerte -respondió Momo mientras empacaba los cristales de color violeta en un empaque- Y así como tú y Chaeyoung nosotras estamos ahorrando dinero para irnos de aquí -dijo- Nuestras opciones son París o Kioto.
-Aunque preferimos Kioto.
Luego la conversación fue interrumpida cuando varios toques se escucharon en la puerta. Tanto Dahyun, cómo Momo y T/n miraron con pavor a Jihyo, está última se puso de pie y las tranquilizó.
-La jefa está aquí, no hay problema -contestó- Cómo hoy es uno de los últimos cargamentos que serán entregados quiso venir personalmente y ver el proceso de primera mano.
-¿Por qué? -preguntó T/n.
-Resulta que tu receta es la mejor que hay en el mercado, la más pura químicamente en Asia y Europa -respondió Jihyo- La jefa sabe que todas nos iremos en una semana o dos de aquí, entonces ella nos quiere comprar la receta para seguir produciendola -dijo- Por eso quiere ver el proceso de cerca.
Al decir eso T/n asintió y Jihyo subió las escaleras para abrir la puerta, tras unos segundos estás escucharon como varias personas bajaban, murmurando cosas apenas audibles.
-El día de hoy hemos aumentado la producción a treinta kilos, así cubrimos la demanda de producto mucho más rápido -dijo Jihyo, T/n continúo haciendo lo suyo- En total nos faltan cien kilogramos para completar la tonelada de estos últimos cuatro meses.
-¿Y quién es la dueña de la receta?
T/n se quedó congelada al escuchar esa voz. ¿De verdad estaba ahí?
-Mi novia -respondió Jihyo- T/n, cariño, ella es la jefa.
La azabache se giro lentamente, y, por pura coincidencia del destino allí estaba ella.
Nayeon por su parte abrió sus ojos tanto como pudo al ver quién era la famosa azabache.
T/n y Nayeon conectaron miradas, incapaces de decir o hacer algo.
-¿Sucede algo? -preguntó Jihyo.
Nayeon tosió y miró a la coreana de ojos grandes.
-¿Por qué mierda no me dijiste que mi ex esposa era la maldita "azabache"? -preguntó Nayeon.
Jihyo abrió sus ojos más de lo que ya los tenía abiertos.
Ciertamente la habían cagado.
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