~Veintitrés'📚
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Valeria estaba en su respectivo lugar de siempre, esperando a que las clases empezaran, cuando alguien conocido y no tan agradable se colocó enfrente de ella.
- Así que, soy una mala persona, ¿No? - habló Rebecca colocando ambas manos sobre el pupitre de Valeria.
Valeria la miró sin decir nada, sintiéndose un poco intimidada por la otra omega, tenía esa mirada era fría, casi calculadora que podía hacer sentir a alguien inferior, sobre todo a alguien tan tímido como ella.
- Pues te dire algo. - siguió hablando la otra chica, inclinándose un poco para que su rostro quedará a escasos centímetros del de Valeria. - Yo podré ser todo lo mala persona y víbora que tú quieras, pero la verdad es que a pesar de que tú te la pasas suspirando por tu amiga, ella prefiere mil veces más fijarse en alguien como yo, antes que en ti, por qué no eres más que basura. - murmuró con burla, mirando fijamente a los ojos de la omega.
Valeria sintió una enorme presión en el pecho y apretó sus manos en puños.
- Pero tranquila, yo no pienso estar con ella. - dijo volviendo alejarse de ella. - No pienso volver a poner un solo pie en esa casa llena de fenómenos y bestias. - agregó.
- ¿Qué? - preguntó Valeria frunciendo el ceño.
- Uno de sus hermanos me hizo esto. - respondió bajando la calceta larga que usaba, para mostrar el gigante moretón de color morado que le había dejado Edward al patearla en la pantorrilla. - Y ni hablar de su padre omega, el mayor de los fenómenos, ahora veo porqué a ti te gusta tanto ir a esa casa. Son igual de raros que tú.- dijo con burla.
Valeria se puso de pie, mirando fijamente a la omega, antes de soltarle un golpe en el rostro con todas sus fuerzas, haciendo que le salga un poco de sangre del labio, llamando la atención de todo el salón.
- A mí puedes decirme lo que quieras, porque no puedes decirme algo que yo no sepa, pero no voy a permitir que insultes al señor Louis. - dijo la omega firmemente. - Él es alguien dulce y muy amable y no se merece eso, es hora que superes tu trauma. - agregó.
- ¿Mi trauma? - cuestionó Rebecca limpiando la sangre de su labio, mirando con odio a la chica que estaba enfrente de ella.
- Si, tu trauma. La mayoría aquí sabe que tu padre dejó a tu madre por un omega hombre, pero no es culpa del señor Louis ni de ningún otro omega hombre, que tu padre fuera un cobarde infiel. - respondió Valeria sin dejarse sentir intimidada por la otra omega.
Los demás chicos del salón hicieron un sonido de incomodidad, al escuchar eso, aumentando el enojo de Rebecca.
- Mira tú... - gruñó Rebecca acercándose un poco más ella, dispuesta a regresarle el golpe a Valeria, pero se detuvo al ver a Katie entrar al salón. - Puedes decir lo que quieras de mí familia, pero eso no quita lo patético de tu vida. Siempre la que suspira por su amiga, nunca la novia. - murmuró con burla antes regresar a su lugar.
Valeria suspiró y volvió a sentarse, sabiendo más que perfectamente que eso era verdad.
Katie nunca se fijaría en ella.
- Val, Hola. - dijo la alfa sentándose enfrente de la chica como siempre, notando la tristeza en sus ojos. - ¿Todo está bien?, ¿Qué te decía Rebecca? - cuestionó preocupada.
- Todo bien, Katie. - murmuró dirigiendo sus ojos hacia la ventana que estaba a su lado.
- ¿Segura? - insistió Katie.
- Solo... déjame en paz, por favor. - respondió la omega tratando de controlar las ganas de llorar y gritarle a su amiga lo que sentía por ella.
Katie suspiró y torció los labios antes de darse la vuelta, para dejar en paz a la chica.
La alfa estuvo la mayoría del tiempo inquieta, tratando de pensar el porqué su amiga podía estar así con ella, pero no logró formular nada en su mente.
Cuando terminó la clase Valeria se levantó y salió de inmediato del salón sin esperar a la alfa, mientras que Katie trató de alcanzarla.
Los pasos de la chica se detuvieron cuando un chico se interpuso entre ella y su amiga.
- Valeria. - dijo el chico nervioso, rascando su nuca, tímido.
- Hola... - respondió la chica mirándolo un poco confundida.
- Yo quería saber si... - habló el chico tratando de sonar tranquilo, fallando mucho en el intento. - ¿Te gustaría salir conmigo al cine o por un helado? - preguntó con las mejillas un poco rojas.
Valeria lo miró sorprendida, un alfa sonrojado enfrente de ella; era la primera vez que pasaba algo así, ¿Acaso estaba sonrojado por ella?, ¿Ella lo hizo sonrojar?
Vaya, eso es muy nuevo para ella.
- Mmm... me encantaría. - aceptó encontrándose con la mirada de Katie detrás del chico.
- ¿Si? - dijo el alfa sorprendido, como si realmente hubiera esperado que fuera rechazado.
- Si. - asintió la omega. - ¿Qué te parece hoy a las seis? - preguntó la chica sonriendo lo mejor que podía.
- Claro, si. - respondió el chico entusiasmado. - Yo.. te veré en el parque a las seis. - dijo nervioso y feliz a la vez.
- Nos vemos. - dijo Valeria tímida igual antes de seguir con su camino.
- ¿De verdad saldrás con Jerry? - preguntó Katie alcanzandola.
- Si, ¿Qué tiene? - respondió Valeria sin mirarla.
"Necesito ir superándote, aunque eso le duela mucho a mi omega" pensó torciendo sus labios.
- Él no me agrada. - dijo la alfa, sintiendo algo raro y totalmente diferente en su pecho y su alfa interno estaba alterado.
- Rebecca igual no es de mi agrado y aún así saliste con ella y la llevaste con tus padres. - contraatacó la omega. - Y te apoyé en eso, aunque fue una horrible idea. - agregó.
- Y tenías razón, ella es una mala persona, debía hacerte caso. - dijo Katie pasando su brazo por los hombros de la chica sin tener la más mínima idea de lo que eso provoca en Valeria. - Es por eso que tú deberías hacerme caso con Jerry, no cometas mi error. - agregó mirando a su amiga.
Mentía. Era una vil mentira.
De hecho ella conocía Jerry, ellos habían tenido un par de clases juntos, era un chico amable, caballeroso y agradable, pero simplemente no quería que Valeria saliera con él.
- Bien, quiero darme una oportunidad, nunca he tenido una cita. - suspiró la omega sin rendirse a la idea de Katie.
- Yo te he llevado al cine miles de veces, Val. - dijo la alfa de inmediato.
- Si, pero es como amigas, Kat. Eso es distinto. - dijo Valeria riendo para no sentirse mal por eso. - Incluso se sonrojó por mi. - comento con una pequeña sonrisa juguetona.
Katie tragó en seco y asintió sin poder insistir más, ignorando el dolor en su pecho y las palabras de su alfa.
- De acuerdo, más le vale a ese tipo que te de una buena cita y te trate bien o lo golpeare. - bromeó para hacer más amena la situación e ignorar por completo sus sentimientos.
Valeria solo rió y asintió.
[...]
- ¡Estúpido, estúpido Jerry! - gritó Katie molesta, tirando su mochila y lanzando los cojines del sofá de la sala. - ¡Estúpido, atleta de linda sonrisa! - gruñó tirándose al sofá mirando hacia el techo, tratando de lidiar con los sentimientos que estaba teniendo.
- ¿Qué rayos te sucede a ti? - preguntó Olivia, mirando con curiosidad a su hermana mayor, desde el marco de la puerta de la cocina con un vaso de agua en la mano.
- A ti no te importa. - gruñó la alfa tomando uno de los cojines que lanzó al suelo para cubrir su rostro y amortiguar su gritó con él.
- Apestas como papá cuando alguien se acerca demasiado a mamá. - comentó Olivia con un poco de burla.
- ¡Déjame sola! - gritó Katie lanzándole el cojín a su hermana.
- Bien. Lidia con tu locura tú sola. - bufó Olivia antes de dirigirse a su habitación.
Katie sentía las mejillas calientes y tenía el ceño fruncido de confusión y enojo a la vez, mirando directamente al techo de la casa, pensando en que le estaba pasando a ella y a su alfa.
Pasaron unos minutos antes de que Louis entrará a la casa, llegando del trabajo, percibiendo el aroma de su hija y la miró en el sofá con curiosidad.
- Katie. - llamó acercándose a ella. - ¿Qué te sucede? - preguntó el omega alzando una de sus cejas.
- Nada. - bufó la alfa cubriendo su rostro caliente con sus manos.
- ¿Por qué hueles como tu padre cuando está celoso? - cuestionó el castaño tratando de ocultar su sonrisa burlona, sabiendo perfectamente que su hija estaba celosa.
- No estoy celosa. - murmuró ella en respuesta sin mirarlo.
Louis suspiró y se sentó en el pequeño sillón que estaba a un lado del sofá.
- Hija, no me mientas. - habló de nuevo esperando a que su hija lo mirará. - He estado por más de veinte años con un alfa muy celoso, no puedes engañarme cuando de celos se trata, así que dime que sucede. - pidió en un tono dulce.
- Yo no sé porque estoy celosa. - dijo Katie sincera, sentándose en el sofá para mirar a su padre. - Solo... Valeria saldrá con alguien y yo... no sé... - explicó avergonzada.
- ¿Con quién saldrá? - preguntó Louis sonriendo de lado.
- Con Jerry Thompson. - respondió Katie con molestia rodando los ojos.
- ¿Y bien?, ¿Él como es?, ¿Es alguien agradable o no?
- Es la clase de chico que le gustaría a Valeria sin duda alguna, pero yo quería evitar que saliera con él. - respondió sincera.
"Dudo que sepas que le gustas a Valeria" pensó Louis.
- Exactamente, ¿Por qué no quieres que salga con él, sí dices que es perfecto para ella? - cuestionó el omega tratando de que su hija aceptará lo que era más que obvio.
- No sé. - dijo Katie encogiéndose de hombros.
- Bien, cariño... - suspiró el omega sabiendo que tenía que darle un pequeño empujón a su hija para que hablara sinceramente. - Creo que nunca te he contado la historia de tu padre y yo. Y si quiero que evites la estupidez de tu padre debo hacerlo antes de que sea tarde. - dijo mirando a su hija. - Aunque, quizás sí ya es un poco tarde. - agregó soltando una pequeña risa.
- ¿Qué? - preguntó la alfa confundida.
- Tu padre era un completo idiota, créeme. Y yo, bueno, era el pequeño hermano de su mejor amigo que se la pasaba suspirando por él, pero él nunca se fijaba en mí, hasta que comencé a salir con el tío Shawn.
- ¡¿El tio Shawn y tú fueron novios?! - preguntó Katie totalmente sorprendida, riendo sin poder imaginarlo.
- Si, aunque en realidad solo fue un noviazgo de mano sudada, nunca nos besamos ni nada de eso, pero tu padre estaba celoso, pero claro nunca me lo dijo. Entonces, tuve mi primer celo y sus celos fueron más grandes, no solo tuvo celos del tío Shawn, si no que igual de la tía Rexha e incluso del tío Liam.
Katie lo miraba sorprendida e interesada en la historia.
- Y no digo que los celos sean algo bueno, pero como alfa y omega es normal sentirlo y normalmente es una de las maneras en las que nuestros lobos intentan decirnos que cierta pareja es la indicada. - explicó el omega.
- Entonces, ¿Cómo sé realmente si alguien es mi omega? - preguntó Katie. - ¿Qué debo sentir exactamente?, no quiero equivocarme de nuevo. - agregó cabizbaja.
- Creo que eso debería de decírtelo tu padre mejor, habla con él. Yo puedo decirte que siento yo como omega, pero necesitas saber lo que siente un alfa y eso solo tu padre puede decírtelo. - respondió Louis.
- Yo aspiro realmente a tener una relación como la de ustedes. Papá siempre cuida de ti y tú de él. Son perfectamente la definición de alma destinada y tengo miedo de no tener eso nunca. - confesó Katie un poco nostálgica.
- No, cariño. - suspiró Louis dirigiéndose al sofá en donde estaba su hija para abrazarla. - No es como si mi relación con tu padre hubiera sido perfecta desde el inicio, ya te dije que él era un idiota, pero lo supo arreglar. No tengas miedo a equivocarte en el amor, cariño. Si nunca sangras, nunca crecerás. - dijo tratando de animar a su pequeña.
Katie sonrió y asintió, sintiéndose mejor con las palabras del omega.
- Mami, perdón por el mal rato que te hice pasar al traer a esa chica. - dijo la chica un tiempo después, sintiéndose realmente avergonzada de eso y mal, porque sabía que su padre había llorado.
- Eso no importa, cariño. - respondió el castaño restándole importancia. - No es tu culpa que ella fuera tan cruel y grosera. - agregó.
- Debí defenderte mejor, no sé quizás sacarla a patadas o algo así.
- No, no cielo. - negó Louis riendo. - Lo que hiciste fue más que suficiente.
- Edward le dio una patada en la pantorrilla y se la dejó morada. - dijo la chica riendo igual.
- Dios. Ese chico es igual de salvaje que tu padre. - suspiró el omega divertido con eso.
- Él solo quería defenderte.
- James igual me defendió, sin golpearla.
- Él es más tranquilo. - admitió Katie.
- Ustedes sí que son realmente todo un caso. - suspiró el omega amando a su familia, sin querer cambiar nada en absoluto.
Katie rió y se abrazó más de su padre.
Fue hasta la noche que Katie se ánimo a hablar con su padre alfa, una vez que el alfa había regresado del trabajo y se encontraba en la sala descansando.
- Papá. - llamó la chica tímida sentándose a lado de su padre.
- Dime, cariño. - respondió el alfa apagando la televisión.
- ¿Cómo te diste cuenta que papá Louis era tu omega? - preguntó Katie con un poco de pena.
Harry sonrió en grande y suspiró antes de comenzar a hablar.
- Creo que una parte de mi siempre lo supo, pero darte cuenta que alguien es tu pareja destinada, sin duda alguna tu alfa es una gran clave. - respondió el rizado mirando a su hija. - Tu alfa siempre va querer cuidar de esa persona, protegerla e igual vas a sentir una gran conexión en todos los sentidos con esa persona y bueno, tener celos igual sucede mucho. - explicó tranquilo.
- Yo nunca sentí eso por Rebecca. - dijo Katie haciendo una mueca con sus labios.
- Entonces, ¿Por qué pensaste que era tu omega? - cuestionó Harry.
- Mmm... no sé... yo solo me gustaba mucho. - respondió avergonzada. - Pero, eso que tú dices si lo he sentido por alguien. - dijo segura.
- ¿Por quién? - preguntó su padre.
- Valeria. - respondió en voz baja, sintiendo sus mejillas rojas.
- Vaya. - suspiró el rizado sorprendido.
- Pero yo siempre pensé que era algo normal, sabes, algo de mejores amigas. Pensé que sólo era protectora y sentía todo por eso por nuestros años de amistad y no por nada más, pero me equivoqué. - murmuró triste.
- Bien, pero aún no es tarde, pequeña, puedes intentarlo.
- No, no puedo. - negó. - Ella salió con Jerry. - suspiró enojada.
- Oye, eres una Styles, no dejes que nadie te quite tu omega. - dijo Harry entusiasta, animando a su hija.
Katie asintió con una sonrisa en su rostro, un poco más animada por las palabras de su padre.
- Si, claro. - aceptó la chica. - Yo... voy a luchar por ella. - agregó segura de eso.
- Así se habla. - respondió el alfa alzando su mano para que su hija la chocará con él.
- Gracias papá. - dijo la alfa abrazando a su padre después de eso y dándole un beso en la frente al rizado antes de irse a su habitación.
"No permitas que nos alejen de nuestra omega" habló la alfa de la chica, rasgando en su pecho.
"No lo haré" respondió Katie suspirando.
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