
~ Veinte'🍑
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El omega sintió los labios de su pareja moverse de su rostro hacia su cuello, murmurando palabras dulces en voz baja entre besos.
- ¿Cómo amaneció el omega más hermoso? - habló Harry con la voz ronca, cuando sintió a Louis removerse en sus brazos.
- Hazz. - suspiró el castaño con una pequeña risita saliendo de sus labios.
- Mhm... precioso. - murmuró el rizado continuando con sus labios. - Hermoso - un beso más. - Dulce. - dejó un último beso en su marca de unión.
- Detente alfa. - respondió el omega girándose para ver a su pareja. - Hagas lo que hagas, no vas a salvarte de esa platica. - advirtió divertido.
- Por favor, Lou. - suplicó el rizado, haciendo un puchero, escondiendo su rostro en el cuello del omega. - Haré lo que tú quieras, pero no me hagas darles esa plática a los niños. - agregó.
Louis rió y negó con la cabeza.
- Mejor... - suspiró, pensando en una idea para convencer a su alfa. - Tú les das esa plática a los niños y yo haré lo tú quieras por un mes. - propuso acariciando el pecho del alfa.
- No juegues conmigo, omega. - gruñó Harry contra su piel.
- Lo digo enserio, alfa. - respondió el chico en voz baja con un tono coqueto.
El alfa alzó su rostro para mirar al omega, tragando en seco, considerando la propuesta de su omega.
- ¿De verdad? - preguntó con la voz ronca el rizado.
- Claro, amor. - murmuró Louis con una sonrisa coqueta en su rostro. - ¿Acaso vas a negarte a mi propuesta? - preguntó con un tono dulce, estirándose para besar la mandíbula del alfa.
- Tienes suerte de yo te amé más, de lo que tú me amas a mi. - dijo el rizado besando los labios del castaño.
- ¿Qué te hace pensar que tú me amas más? - cuestionó Louis una vez que se separaron y Harry se levantó de la cama.
- Amor, si tú me amarás como yo te amo a ti, te juro que no saldríamos de esta habitación. - respondió el rizado con un guiño coqueto.
- Idiota. - bufó el omega aventándole una almohada en su dirección.
- Deja de actuar como un niño pequeño, amor. - regañó Harry, regresandole la almohada al omega.
Louis se sonrojó y rodó los ojos.
- Di lo que quieras, pero tú vas a darle esa charla a tus hijos. - dijo el castaño levantándose de la cama. - ¡Y lo harás hoy! - sentenció saliendo de la habitación.
- Todo por ese mes. - suspiró Harry entrando al baño.
Louis bajó las escaleras, vistiendo una larga camiseta del alfa, peinando su flequillo, encontrándose con los niños y Katie peleando.
- ¡Niños, ¿Qué pasa aquí?! - gritó el omega tratando de poner orden con sus hijos.
- ¡KATIE ESTÁ ENAMORADA! - respondió James en defensa, corriendo lejos de su hermana mayor.
La chica abrió los ojos de golpe, sonrojada, sintiéndose muy avergonzada de lo que dijo su hermano.
- Niños. - habló Louis. - Hablaremos de esto después, ahora deben ir con su papá Harry. - ordenó.
- Papá, yo... - murmuró Katie con la mirada baja.
- Kat, no tienes que decirme nada si no quieres. - habló el castaño sonriendo un poco, para que su hija se relajará. - Ve, arriba. Ya hablaremos después. - agregó dándole un beso en la frente a la niña.
Katie asintió, tragando en seco cuando sus ojos se encontraron con la marca del cuello de su padre.
Louis suspiró una vez que sus hijos subieron como él lo ordenó, esperando que Harry realmente pudiera hacer eso.
Pasó una hora y varios minutos, antes de que sus cuatros hijos bajarán, y el omega alzó una de sus cejas al notar el rubor en el rostro de sus hijas y mirando como los niños tiraban un par de muñecos a la basura.
- ¿Qué hacen, niños? - cuestionó el castaño curioso.
- Papá arruinó los juguetes. - bufaron los chicos molestos, cruzándose de brazos, con sus mejillas igual de sonrojadas.
- Listo. - dijo Harry, llegando con una sonrisa de orgullo en su rostro.
- ¿Les diste la plática a los niños con sus juguetes? - preguntó Louis sin poder evitarlo ni creer eso.
- Es lo único que se me ocurrió. - respondió el alfa encogiéndose de hombros.
- No tienes remedio. - bufó Louis divertido y rodando los ojos.
- Si tenemos más hijos, tú les darás la plática. - sentenció el rizado.
- Claro, eso ya lo veremos. - respondió el omega riendo.
- Ahora... - habló Harry abrazando al omega por detrás. - Tú estás en deuda conmigo. - murmuró en voz baja, besando la mejilla del chico.
"Lo sé, lo sé alfa" respondió el omega.
Y pasaron varios días después de eso, para que Louis recordará el comentario de su hijo James, sobre que Katie estaba enamorada. Y no fue precisamente por sus hijos que recordó aquel tema, si no por alguien más.
- Buenos días señor, ¿Está... Katie? - preguntó una chica con hermosa sonrisa y ojos verdes, casi grises, brillantes.
- Claro. Tú eres Valeria, ¿verdad? - respondió Louis.
La chica asintió, con un sonrojo en sus mejillas.
- Pasa, le diré a Katie que baje. - dijo el omega. - ¡Katie baja. Tu amiga Val está aquí! - le aviso a su hija, alzando un poco la voz.
Cuando Katie bajó, ellas comenzaron a charlar en la sala, fue cuando Louis notó algo especial en el par de amigas.
Valeria miraba con amor a su hija, pero a Katie no correspondía aquella mirada.
- Papi, iré a casa de Val. ¿Está bien? - preguntó su hija mayor.
- Si, está bien. - aceptó el omega con una sonrisa, mirando cautelosamente a la chica sonrojada detrás de su hija.
- Vamos, Valeria. - dijo Katie feliz tomando la mano de su amiga.
- Adiós, señor... - dijo la chica tímida, con la mirada baja.
Louis suspiró mirando aquello, torciendo sus labios cuando aquello le hizo recordar algo familiar de su pasado.
El omega subió de inmediato, en cuanto se fue de la casa, para hablar con su esposo.
- Harry. Harry. - dijo mortificado sentándose junto a su pareja en la cama, con la mirada baja.
- ¿Qué sucede amor? - preguntó el alfa angustiado.
- La amiga de nuestra hija está enamorada de ella. - respondió con un suspiro recargando su cabeza en el hombro del rizado.
Harry frunció el ceño al escuchar eso.
- ¿Cómo lo sabes? - preguntó curioso.
- Por que ella... - suspiró. - Ella la mira de la misma manera en la que yo te miraba a ti cuando era...
- Un cachorro. - interrumpió Harry con una tierna sonrisa en su rostro.
- Ya te dije que no me llames así. - bufó el castaño sonrojado.
- Bien, bien. Continua. - respondió el rizado riendo un poco.
- El punto es que ella mira a Katie con amor y nuestra hija la mira a ella como... tú solías mirarme cuando yo no te interesaba. - explicó la voz apagada y la mirada baja.
- No, no, amor. - negó Harry de inmediato. - Yo era un estupido, no puedo creer que aún pienses en eso. - dijo en su defensa.
- No es como si todos los días estuviera pensando en eso. - bufó Louis rodando los ojos. - Solo que el verlas me hizo pensar en eso. - agregó torciendo los labios.
- Cielo, se que fui un completo idiota y te lastime, pero pensé que todos estos años de matrimonio yo había...
- No, alfa. - interrumpió Louis mirando el rostro de su pareja, sintiéndose mal por hacer sentir a Harry culpable. - Me has dado unos hermosos años de matrimonio y cuatro bellos cachorros que no cambiaría por nada. - dijo tomando el rostro del alfa entre sus manos. - Eres un buen alfa y un excelente padre, no debes porque sentirse mal por lo que pasó en nuestro pasado, te he perdonado, todo está bien entre nosotros, ¿No? - agregó sonriendo, subiéndose lentamente en el regazo de su pareja.
- Si, tenerte como mi omega ha sido maravilloso. - respondió Harry con una sonrisa en sus labios.
- Si. - sonrió Louis igual. - Tenerte como alfa ha sido lo mejor de mi vida. - admitió el castaño besando la frente de rizado.
- Así que... ¿Qué te preocupa exactamente, mi amor? - cuestionó el alfa, colocando sus manos en las caderas del omega.
- Que nuestra hija lastime a su amiga, porque hasta donde vi, ella no tiene ni idea de lo que siente Val. - respondió. - Pero, creo que no debo meterme en eso, ¿verdad? Es la vida de nuestra hija, no debo meterme al menos que ella me lo pida. - dijo, más para él mismo que para su pareja.
- Ella estará bien, amor. Debe aprender de sus errores y de sus aciertos, no podemos vivir por ella. - comentó Harry tratando de consolar a su pareja.
- Lo sé, pero me da miedo que herede tu estupidez. - respondió Louis riendo ligeramente.
- Bueno, tal vez igual herede lo torpe de ti. - respondió el alfa riendo igual antes de estirarse para besar al omega.
- Te odio. - comentó el castaño una vez que sus labios se separaron, sintiendo sus mejillas calientes.
- ¿Por qué? - preguntó el alfa con curiosidad, mirando con encanto el sonrojo en el rostro de su esposo.
- No puedo creer que sea un señor de cuarenta años y tú me hagas sonrojar como un adolescente. - dijo Louis escondiendo su rostro avergonzado en el cuello del alfa.
- Me encanta verte sonrojado. - admitió Harry acariciando su espalda.
- Te encanta molestarme. - respondió el omega riendo.
Harry sonrió, pegandolo un poco más a su cuerpo, antes de girarlo con cuidado, quedando él encima del castaño en la cama.
- Estoy muy enamorado de ti. - habló el alfa mirándolo a los ojos. - Haría cualquier cosa por ti cariño, ¿Lo sabes? - agregó sonriéndole.
- Claro que lo sé. - asintió Louis, tratando de no sonrojarse más.
- Cualquier cosa. - repitió Harry en un susurro, acariciando los muslos del omega e inclinándose para besar su cuello.
- Y yo por ti, mi cielo. - respondió el omega en un suspiro, mordiendo su labio para no jadear. - Detente Hazz. - pidió con una risa nerviosa, cuando los besos del alfa comenzaron a ir más lejos.
- Vamos. - suspiró Harry continuando con sus besos y caricias por la piel suave del omega. - Estás en deuda conmigo. - recordó con una sonrisa.
- Tienes suerte que tus hijos no estén en casa. - bufó Louis con una pequeña risa.
El alfa sonrió de nuevo contra su piel, sintiéndose emocionado.
- Girate. - pidió suavemente, alejándose un poco de él para darle la libertad de moverse.
- ¿Quieres que me quite la camiseta? - preguntó el omega tímido, mordiendo su labio inferior.
- Por supuesto, cariño. - respondió Harry encantado con la idea, quitándose su propia camiseta.
Louis hizo lo mismo, recargándose sobre sus codos y alzando un poco las caderas esperando algún movimiento de parte de su pareja.
En cuestión de segundos los pantalones de charol del omega fueron quitados, junto con su ropa interior, sintiéndose ansioso igual.
- Eres muy precioso. - comentó Harry en un susurro, acariciando la piel desnuda de su pareja. - Un omega muy hermoso. - agregó más para el mismo que para el omega.
- Alfa. - jadeo un poco desespero el castaño, abriendo ligeramente las piernas, rogando por algo.
Louis apretó las sábanas entre sus manos en puños cuando escuchó la bragueta del alfa bajarse y después el silencioso movimiento de sus prendas cayendo al suelo.
- Alfa. - dijo de nuevo, cerrando los ojos.
- Tranquilo, aquí estoy. - respondió Harry besando la espalda del chico, colocándose detrás de él.
El omega mordió su labio inferior cuando el alfa acercó sus dedos a su entrada, sintiendo el lubricante saliendo de su interior.
Después de unos segundos, los dedos del alfa entraron en su interior, comenzando a estirarlo, mientras él repartía besos y caricias por toda la espalda y cuello del omega.
- Harry. Por favor. - pidió Louis después de unos minutos, moviendo sus caderas ligeramente contra los dedos del alfa, queriendo más.
- Si, cariño. - respondió el alfa acatando los deseos del chico, sacando sus dedos de su interior, tomando sus caderas con sus dos manos y alineándose a su entrada antes de comenzar a entrar lentamente en el omega.
- Harry. - jadeo Louis en alto, echando su cabeza hacia atrás y curvando su espalda.
- ¿Te sientes bien, omega? - preguntó Harry cariñosamente.
- Si, si... Me siento muy bien. - respondió el omega sin dudarlo, mordiendo una vez más su labio.
Harry se dedicó a acariciar por un poco más de tiempo la espalda del chico, dándole un tiempo para adaptarse antes de comenzar a mover sus caderas.
- Oh. Harry. - gimió agudamente Louis apretando las sábanas en sus manos, resistiendo el movimiento de las embestidas de su pareja, abriendo más las piernas para poder sostenerse.
- Louis. - gruñó el rizado estirándose sobre la espalda del omega, para acercarse al rostro de su pareja para besarlo.
Ellos se besaron desordenadamente, sin detener el movimiento de sus cuerpos, con el calor entre ellos aumentando.
- Tan bueno. Tan jodidamente bueno. - jadeo roncamente Harry en su oído, aumentando el movimiento de sus caderas, moviendo ligeramente sus cuerpos con la velocidad y fuerza de sus embestidas.
Mientras que Louis se sentía temblar en sus brazos, moviendo sus caderas contra el cuerpo del alfa para encontrarse con sus embestidas, aumentando el placer en su cuerpo, deseando que esa sensación de lujuria no la perdieran por un largo de tiempo más.
- ¿Quieres mi nudo? - cuestionó Harry lentamente, con su voz rasposa y ronca, llevando más lejos con sus embestidas.
- Si, lo deseo tanto. - asintió el omega con un sollozo débil.
- Claro que lo quieres. - murmuró con un casi gruñido el alfa, llevando una de sus manos al miembro del omega para ayudarlo a llegar a su orgasmo junto con él.
- Harry. - sollozo agudamente Louis sintiendo una corriente eléctrica recorrer su cuerpo, con el calor y éxtasis del orgasmo golpeándolo.
- Louis. - gimió el alfa alcanzando su orgasmo unos segundos después, corriendose en el interior del chico, con su nudo expandiéndose, dejándolo atrapados por unos minutos.
"Te amo demasiado, mi omega." ronroneo su alfa, con Harry escondiendo su rostro en la zona de su marca, respirando el aroma dulce del chico.
- Harry. - suspiró Louis con una sonrisa en su rostro. - Yo igual te amo. - respondió.
- Quería que me hablará tu omega. - confesó el rizado con una pequeña sonrisa contra su piel.
Louis rió enternecido por eso.
"Te amo alfa" ronroneo su omega en respuesta.
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