~Tres'👶
✞
9 meses de embarazo.
Decir que Harry no estaba nervioso sería mentira, estaba más que nervioso, se sentía alerta y ansioso todo el tiempo, sobre todo su alfa.
"Cuidar omega. Cachorro. Cuidarlos a ambos", gruñía su alfa preocupado a todo momento.
- Harry, no va a pasarnos nada. - susurró Louis en la noche, al ver que el alfa no planeaba dormir.
- Tienes nueve meses, puede pasar en cualquier momento. - respondió el rizado.
El omega sonrió y recargó su cabeza en el pecho del alfa, sintiendo el latir de su corazón.
- Todo va a estar bien. - murmuró el castaño dejando un beso en el pecho de Harry.
- ¿Crees que sea un buen padre? - preguntó el alfa con preocupación en su voz.
Louis sonrió, alzando su rostro para mirar a su alfa a los ojos.
- Serás un gran padre alfa. - respondió sin dejar de sonreír.
El alfa Harry se sintió orgulloso al escuchar las palabras de su omega.
- Voy a cuidar de ambos. - susurró el alfa acercándose al castaño, para esconder su rostro en el cuello del omega.
- Lo sé. - susurró Louis sintiendo a su omega ronronear por la cercanía de Harry.
- Te ves precioso cargando a mi cachorro, voy a extrañar verte así. - confesó el rizado pasando su mano por el hinchado estómago de su omega.
Louis rió y dirigió sus ojos a su estomago.
- Estoy gordo. - dijo el omega haciendo un puchero con sus labios.
- No. - negó el alfa. - Estás lleno del cachorro de tu alfa y luces hermoso así amor. - agregó con la voz ronca, dejando un beso en la marca que el omega tenía en su cuello, que demostraba su unión.
- Te amo. - respondió el omega besando en los labios al alfa.
"Te amo omega", respondió su alfa interior.
Y aunque después de aquella pequeña conversación Harry intentó controlarse, pero fallaba mucho en el intento; por cualquier cosa que sucedía se ponía en alerta, alterando un poco su omega al sentir su preocupación. Louis encontraba linda la preocupación de su alfa, pero no quería que el rizado se estresara por el nacimiento de su cachorro, pero al parecer su alfa no iba a permitirse tranquilizarse.
El alfa de Harry no estaría tranquilo hasta tener a su cachorro entre sus brazos con su omega sano a su lado.
Y el día llegó...
Louis sintió como su bebé se movía dentro de él, era algo a lo que ya se había acostumbrado, podía sentir una calidez en su pecho al sentir a su bebé moverse, era normal, pero esa mañana sabía que no era algo común, después de nueve meses largos de esperas el momento había llegado.
El omega sintió la primera contracción mientras peinaba su cabello y Harry estaba bajo en la sala.
Louis soltó el peine y colocó su mano en su estómago, tratando de controlar el ligero dolor, respirando lo más tranquilo que podía, no podía alterarse en plena labor de parto.
"Alfa", llamó su omega.
- Resiste pequeño. - susurró acariciando su vientre, sosteniéndose del mueble, respirando profundo.
Harry no tardó en llegar a la habitación.
- Es hora. - murmuró Louis mirando al alfa.
"Lo sé", respondió el alfa de Harry entre alegre y preocupado.
- Tranquilo omega, vamos al auto. - habló el rizado acercándose al castaño para ayudarlo a caminar.
Louis se sintió más tranquilo con su alfa ayudándolo, a su lado.
La pareja logró llegar al auto, el castaño tiró su cabeza contra el respaldo del asiento, controlando su respiración, sintiendo las contracciones más continúas.
Harry subió de inmediato al auto, encendiendo el motor.
- Estoy aquí, todo va estar bien. - habló el rizado colocando su mano en el vientre el omega.
Louis asintió con una sonrisa en sus labios.
El alfa asintió, mirando por última vez con admiración el vientre de su omega hinchado antes de arrancar.
En cuanto Louis entró al hospital, el alfa se comenzó a sentir ansioso y por razones de "seguridad" a Harry no se le permitió entrar al quirófano al momento del parto.
Dejando a un alfa nervioso caminando de un lado a otro, jalando sus rizos por los nervios.
A pesar de su angustia Harry le informó a Niall y a sus amigos de que Louis ya había entrado en trabajo de parto.
Y Niall no tardó en llegar junto con su alfa y sus inquietas gemelas.
- Hola Harry. - habló Niall emocionado. - Vine de inmediato, me muero por conocer a mi sobrina o sobrino - comentó sonriendo.
El alfa sonrió un poco tenso y asintió.
- Hola tío Harry. - habló Maggie sonriendo.
- Hola pequeñas. - susurró el rizado.
- ¿Dónde está LouLou? - preguntó Emily con un puchero.
Harry no pudo evitar sonreír.
- No te preocupes linda, vas a verlo pronto. - respondió.
- ¿Con bebé nuevo? - cuestionó la otra niña.
- Si, con mi bebé. - respondió orgulloso.
Las pequeñas celebraron eso, aunque no lo entendía del todo.
Pasaron unas cuantas horas, las cuales Harry sintió como eternas, aunque Niall le decía que no eran tantas, que el tardo más con las gemelas, pero el rizado no le importaba, él quería ver a su omega, ¿Era tan difícil de entender?
Liam y Zayn, igual llegaron, pero a diferencia de Niall y Shawn, ellos no llegaron con sus hijos, los hijos de la pareja eran un poco más grandes, además de que los dejaron con la madre del omega.
- Que bueno que no trajimos a los niños, si no esto iba a parecer un preescolar. - comentó Zayn mirando a las gemelas correr de un lado a otro.
Niall rió.
- ¿Alguna noticia? - preguntó Liam sentándose junto Harry.
- No, nada. - respondió el rizado angustiado, sentía a su alfa removerse en su pecho nervioso y preocupado por su omega y cachorro.
Liam suspiró.
- He pasado por esto tres veces, vas acostumbrarte. - ánimo el alfa.
- Lo dudó. - susurró Harry.
¿Cómo iba acostumbrarse a estar angustiado por el amor de su vida?
- Mira, cuando entres a esa habitación y veas a Louis con su bebé en brazos, sabrás que todo ha valido la pena. - fue el turno de Shawn de hablar.
El alfa sonrió y asintió con la imagen de su omega y su cachorro en su mente.
- Tranquilo amigo, todo va a estar bien. - susurró Niall abrazando a su amigo, sonriendo al sentir los celos de Shawn por su lazo.
Y Harry nunca pensó sentirse tan aliviado al mirar a un doctor llamando su nombre.
- ¿Cómo están? - preguntó de inmediato sin dejar que el médico dijera algo más.
- Están perfectos. - respondió el hombre sonriendo. - Puede entrar a ver a su omega, su bebé se lo traerán en unos minutos.
Harry sonrió y sintió a su alfa sentirse aliviado al escuchar eso y ahora tan solo quería el aroma a vainilla con canela de nuevo en su sistema.
Y el alfa de Harry nunca se había sentido tan feliz, como en el momento en que entró a la habitación y vio a su omega.
Louis lucía agotado, respirando lento, con sudor corriendo por su rostro, mejillas sonrojadas por el esfuerzo y ojos brillantes.
- Omega. - murmuró Styles tomando la mano del castaño, sonriendo encantado al ver la diferencia de tamaños entre sus manos y lo perfecto que encajaban.
- Alfa. - respondió lento.
- Te amo. - dijo sin pensarlo, inclinándose para dejar un beso en la frente del chico, respirando aquel aroma que tanto le encantaba a él y a su alfa.
- ¿Y nuestro bebé? - preguntó el omega.
- En un momento lo van a traer. - respondió Harry acercando su rostro a la curva del cuello del omega para besar su marca, amaba hacer eso y a Louis les gustaba que lo hiciera.
Louis sonrió, cerrando los ojos.
El alfa bajo sus manos al vientre del omega, sintiendo el plano estómago, sintiendo algo extraño en su interior, su omega ya no estaba lleno de su cachorro.
Y antes de que Harry pudiera decir algo al respecto, una mujer entró a la habitación con su bebé entre sus brazos.
- Aquí está su pequeño. - murmuró la mujer entregándole el bebé al omega.
El brillo en la mirada del omega, hizo que Harry sintiera una calidez en su pecho.
- Es una hermosa niña. - comentó la enfermera sonriendo a la pareja.
Harry se acercó, sentándose junto a Louis con cuidado, pasando su brazo por los hombros del omega, sonriendo en grande al ver a su bebé.
Su alfa se sintió orgulloso al ver a su bebé en los brazos de su omega.
"Míos", dijo su alfa con orgullo.
"Tuyos", respondió el omega de Louis.
- Gane. - murmuró Harry acariciando el rostro de su hija.
- ¿Ganaste? - preguntó el castaño.
- Tiene tus ojos. - explicó el alfa sonriendo en grande, con sus hoyuelos adornando su sonrisa.
Louis rió suave y asintió.
- No es por ser narcisista, pero mi hija es preciosa. - comentó Harry. - Igual que mi omega. - agregó dejando un beso en la mejilla sonrojada del omega.
- Serás un padre muy celoso y protector con ella. - comentó Louis divertido.
- Claro. Nadie va a lastimar a mi familia. - afirmó orgulloso.
El omega rodó los ojos con diversión, sin dejar de admirar a su pequeña.
Por fin tenía a su bebé entre sus brazos, con su alfa a su lado, protegiéndolos como siempre y él no podía estar más feliz por eso, sintiéndose completo, en casa.
Ahora era un omega torpe con un bebé y un alfa estúpido bastante protector.
No podía pedir más que eso, tenía todo para ser feliz.
Tenía a su familia completa.
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