~Treinta y tres'🎃 (ESPECIAL DE HALLOWEEN)
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Halloween era una de las épocas favoritas de la familia, bueno, en la actualidad sus hijas e hijos eran los que la disfrutaban más, pero antes Louis lo adoraba en cada aspecto, desde buscar el disfrazar a sus cachorros hasta llevarlos a pedir dulces junto con su alfa.
Y uno de los años favoritos de Louis fue cuando vistió a los trillizos de calabazas, los tres bebés se veían tan adorable, al grado que el omega había mandado a marcar esa foto en la que salían sus tres calabazas y Katie vestida de su chica superpoderosa favorita: bellota.
Pero ahora los únicos que iban por dulces eran los trillizos y desde el año pasado no dejaron que sus padres los acompañaran, lo que rompió más el corazón de Harry que el de Louis, para ser sinceros, aunque el alfa no la aceptará en voz alta.
Y este año Katie había insistido mucho en que la dejaran ir a su primera fiesta de Halloween, a lo que sus padres no pusieron mucha resistencia en realidad, tan solo le establecieron un horario de llegada y restricción con alcohol o cualquier tipo de sustancia.
- ¡Es estúpido! - habló James indignado mirando en la televisión una de las viejas películas de Chucky. - Es un maldito muñeco, solo deben arrancarle la cabeza y no aventarlo para el costado. - se quejó, soltando un quejido de frustración.
- Cualquier persona que se deja ganar por un muñeco merece morir de todas las maneras. - argumentó Edward encogiéndose de hombros y restándole importancia a la poca coherencia de las películas.
- Cierto. - bufó el omega robándole palomitas a su hermano.
- Bobos. - habló Olivia entrando a la habitación de los chicos.
- ¡Oh por Dios! - gritó Edward asustado antes de tomar su cojín y aventarselo a su hermana, mientras que James se reía y Olivia rodaba los ojos. - Se toca para entrar a una habitación, me asustaste. - se defendió el chico.
- Luces sorprendentemente bien. - dijo el omega, mirando a detalle el disfrazar de Chucky de la chica, que era un overol de mezclilla, vans rojas y su top de rayas de arcoiris, agregándole el increíble maquillaje de las cicatriz y que la chica incluso se había teñido el cabello de rojo. - ¿Cómo hiciste las cicatrices? - preguntó curioso.
- Mis papás me ayudaron. - admitió la chica. - Bueno, papá Harry hizo la mayoría del trabajo y papá Louis le daba indicaciones, fueron como un equipo. - explicó. - Cómo sea, se está haciendo tarde, preparen sus disfraces no voy a salir tarde por su culpa. - sentenció.
- ¿Podemos ir de Chucky también? - preguntó Edward. - Seriamos como un culto. - agregó emocionado.
- No. - negó Olivia de inmediato. - La época de ir disfraces iguales por ser trillizos pasó, consiganse un disfraz original o los golpeare. - sentenció antes de salir de la habitación.
- ¡Chucky tiene los ojos azules, no verdes! - gritó James solo para hacerla enojar.
Los chicos pudieron ver como la chica se regresaba solo para enseñarles su dedo del medio como respuesta.
- ¿Qué haremos ahora? - preguntó Edward sin quitar la vista de la televisión.
- Ella no dijo que no pudiéramos usar overol. - respondió el omega encogiéndose de hombros.
Aunque muchos consideraban que para disfrazarse había una edad límite, pero Louis y Harry amaban hacerlo, más cuando usaban disfraces complementarios, como el año pasado que Harry se disfrazó de Jack y Louis de Sally, terminaron con el omega montando a su alfa en su habitación o como ahora que el omega estaba vestido de Peter Pan y el alfa de Campanita, con un vestido verde que habían pedido por Internet junto con las alas que portaba orgullosamente.
- ¡Voy a matarlos! - se escuchó el grito de Olivia.
- ¿Qué pasa aquí? - preguntó Louis acomodándose su sombrero.
- Mamá, no me mate en mi disfraz para que estos vayan así. - se quejó la chica señalando a sus hermanos que estaban con un disfraz que no exigía mucho esfuerzo.
Ambos estaban vestidos con su overol, una camiseta amarilla y un gorro de Minions que les había comprado el omega cuando eran pequeños.
- Están adorables. - opinó Louis con una sonrisa.
- ¡Mamá, son unos simples Minions! - se quejó la alfa. - Me esforcé en mi disfraz y ellos se pusieron lo primero que vieron. - bufó indignada.
- ¿Por qué gritan? - preguntó Harry apareciendo detrás de su omega.
- Tu hija está indignada por qué los niños son Minions. - explicó Louis esforzándose para no reírse.
- Son adorables. - apoyó el rizado mirando a los chicos.
- Lo mismo dije. - respondió el castaño.
- ¿Por qué papá es Campanita y mamá Peter Pan?, ¿No es al revés? - preguntó la chica alzando una de sus cejas.
- ¿Por qué? - preguntó Louis abrazando de la cintura al alfa. - Su padre se ve hermoso y adorable en vestido. - agregó dándole un beso en su mandíbula.
- Además, a su mami le quedan mejor los pantalones. - argumentó Harry un sonrisa arrogante en su rostro, antes de bajar su mano al trasero del omega y darle un apretón, ganándose un sonrojo de su parte.
- ¿Dónde está Katie? - preguntó el castaño dándole un discreto golpe a su alfa, para que dejará de manosearlo.
Antes de que alguien pudiera responder, la hija mayor comenzó a bajar las escaleras orgullosa de lo que había logrado.
- ¿Qué tal? - cuestionó Katie con emoción, ajustándose el traje.
- Genial, amor. - exclamó Louis con orgullo también mirando a detalle el disfraz de su hija mayor.
- ¿Victor del cadáver de la novia? - preguntó Olivia algo confundida.
- ¡Si! - dijo Katie con emoción.
- ¿Es peluca o te cortaste el cabello? - cuestionó James.
- Peluca, me costó mucho ponérmela. - respondió la alfa con una risa nerviosa.
- Te ves muy linda, Katie. - comentó Harry.
- Valeria irá con Emily. - comentó la chica muy emocionada.
- Wow, un momento. - habló el rizado, tocándose el pecho. - Los disfraces de parejas son exclusivos de omega y alfa. - dijo señalandose a él y a su omega.
- Pero eso es lo que somos Valeria y yo, papá. - respondió Katie con obviedad en su voz. - Solo que ella no lo sabe. - agregó con un guiño.
- Me va a dar algo. - suspiró Harry dramatizando el momento, mientras el castaño se reía.
"Cálmate, alfa." habló su omega alegre.
"No puedo, omega. Nuestros cachorros están creciendo demasiado rápido." respondió su alfa nostálgico.
- Bueno, vamos a tomarnos la foto familiar y sus fotos individuales para que puedan irse, chicos. - habló Louis tomando la cámara.
Como familia ellos tenían la tradición de tomarse una foto familiar de todos disfrazados y una individual de cada disfraz, fotos que después Louis mandaba a revelar para colocar en su álbum de fotos dedicado especialmente a esa época.
- Cuídense mucho, cualquier cosa llámenos. - dijo Louis despidiendo a las niñas y los niños. - ¡Diviértanse! - agregó con una sonrisa, viendo como se alejaban.
- Nos quedamos solos. - murmuró Harry colocando sus manos en las caderas de su pareja, girandolo hacia él. - No vamos a dar dulces, ¿Verdad? - preguntó el alfa, pegando al omega a su cuerpo.
- ¿Por qué no? - preguntó Louis con una pequeña sonrisita en sus labios.
- Por qué yo quiero darte otra cosa a ti, que te gusta mucho. - susurró el rizado llevando su rostro al cuello del castaño, respirando profundamente el aroma de vainilla y canela.
Louis rió en alto, colocando sus manos en el pecho de su alfa.
- ¿Si?, ¿Aún se te hace sexy un omega cuarentón? - cuestionó, sabiendo la respuesta pero queriendo escucharla.
- Se me hizo sexy mi omega de veinte años y el de treinta, no veo porque no me gustaría el de cuarentena. - respondió Harry, bajando una de sus manos al trasero del chico. - Y esos pantalones realmente se te ven fabulosos. - agregó antes de besar al castaño.
Louis sonrió contra los labios de alfa profundizando el beso, sintiéndose increíblemente deseado por su pareja.
- Podemos hacerlo. - murmuró el omega entre el beso. - Pero que sea rápido. - agregó, sintiendo como su alfa sonreía en grande contra sus labios, antes de que tomará su mano y arrastrarlo a su habitación.
[...]
- Bien. Desaparezcan, enanos. - dijo Olivia mirando a los niños.
Los chicos estiraron sus manos hacia su hermana para recibir el dinero que había acordado, lo que Olivia cumplió dándole un billete de sus ahorros a cada uno.
- No sé porqué no le pediste permiso a mamá y papá. Le dieron permiso a Katie, ¿Por qué no lo harían contigo también? - dijo James curioso.
- Katie es la favorita de mamá. - suspiró la alfa.
- No es verdad. Mamá nos quiere a todos por igual. - respondió Edward.
- Como sea, no digan nada de esto. - pidió mirando a los chicos. - Solo estaré un rato y nos vemos en la casa de al lado, a la hora acordada. - agregó.
Ambos chicos asintieron.
- ¡No te metas en problemas, Liv! - gritó James mientras su hermana se adentraba a la fiesta de su grado.
- ¡Tomlinson, que guapo Minion! - exclamó Sam, uno de los compañeros del equipo de fútbol de Daniel, el alfa que quería cortejarlo.
- Cierra la boca, Sam. - respondió James rodando los ojos.
- Daniel está en la fiesta, vamos. - dijo el alfa tomando del brazo al omega, para llevarlo a la fiesta.
- No, gracias. - dijo el omega soltándose de inmediato del agarre del chico. - Estoy con mi hermano. - agregó señalando a Edward.
- Oh, tú. - murmuró Sam mirando al chico. - ¿Eres el que golpeó a Daniel? - preguntó dándole una mirada poco amistosa al menor.
- Si, ¿Algún problema? - habló James en su lugar, dejando callado al alfa. - Eso creí. - murmuró luego de ver que el chico no iba a responder. - Deja de molestar Sam, tenemos cosas que hacer. - agregó antes de tomar la mano de su hermano para irse de ahí.
- No le agrado a los amigos de Daniel. - susurró Edward un poco angustiado.
- Él no es amigo de Daniel. - negó el omega. - Dice serlo, pero el otro día lo descubrí viéndome el trasero, siempre se la pasa compitiendo con él. No me agrada. - explicó con una mueca de desagradable en sus labios.
- ¿De verdad te gusta Daniel? - preguntó el menor.
- Si, bueno... creo. No lo sé. - respondió dudoso el omega. - Ni quiero hablar de eso. Vamos a pedir dulces. - dijo comenzando a caminar emocionado.
Mientras tanto Olivia se encontraba en la fiesta en la que quizás no debería estar, pero su amigo Stephen había insistido en que fuera, así que ahí estaba sin que su padres lo supieran, tratando de encontrar a su amigo.
La alfa debió dar unos cuantos pasos antes de chocar con alguien, sintiéndose avergonzada por eso.
- Lo siento. - se disculpó de inmediato.
- ¿Olivia? - habló la chica con la que había chocado, a quien identifico de inmediato como Kenia, una alfa de hermosos ojos verdes y cabello negro, pero que en este momento traía peluca por su disfraz.
- Si, soy yo. - respondió nerviosa, rogando que su aroma no fuera a delatar sus nervios.
- Increíble. - murmuró la otra alfa mirándola de pies a cabeza. - ¿Vienes con Stephen? - preguntó.
- Yo... lo estoy buscando. - murmuró algo torpe.
- ¿Y él viene de la novia de Chucky? - cuestionó Kenia con una pequeña risa, que hizo sonrojar a Olivia.
- No, él viene de Freddy. - dijo, tratando de buscar una explicación coherente a que su corazón estuviera inquieto al igual que su alfa por estar hablando con otra alfa. - Freddy Krueger. - aclaró después de unos segundos.
- Mhm... es una lastima. - suspiró Kenia, moviendo su peluca, dejando algo más a la vista su escote que Olivia se esforzó en no ver. - Me hubieras dicho y yo hubiera venido encantada de Tiffany. - dijo con un guiño. - Solo hubiera tenido que cortar mi peluca. - agregó con una sonrisa.
Olivia asintió casi embobada con las palabras de la chica.
- Este... tu disfraz esta genial. - comentó Olivia sintiendo sus mejillas rojas de la vergüenza.
- ¿Si?, ¿Te gusta? - respondió incrédula la otra alfa sin dejar de sonreír, sin ser consciente de lo mucho que esa sonrisa estaba afectando a Olivia. - Soy Daenerys Targaryen. - dijo con orgullo.
- Si, es genial... estás muy linda. - dijo la otra alfa muriéndose por dentro por algo que no entendía muy bien.
- ¿Has visto Game of Thrones? - cuestionó Kenia al notarla algo perdida.
- Si, claro. ¿Quién no ha visto Game of Thrones? - bufó Olivia sonriendo con nervios.
- Okay. - susurró Kenia sonriendo de nuevo. - Pues vas a ser mi Khal, hoy. - dijo la chica antes de tomar la mano de Oliva para bailar.
En ese momento Olivia hubiera deseado haber visto realmente la serie, para saber a lo que se refería Kenia.
Bueno, siempre podría averiguarlo mañana o cuando encuentre a Stephen para preguntarle si él sabía.
Por su parte Katie había logrado encontrar fácilmente a Valeria en su respectiva fiesta.
- Val, te ves preciosa. - habló Katie con una gran sonrisa, mirando lo bien que se venía la omega de con el vestido blanco y velo de novia.
- Si viniste de Victor. - murmuró la omega, mordiendo su labio inferior para ocultar su sonrisa de emoción de ver a la alfa.
- Claro. - dijo la alfa sintiéndose orgullosa de ver lo feliz que había hecho a la omega su disfraz. - Solo me falto traerte tu anillo. - comentó torciendo los labios por eso.
- No importa, yo lo traigo. - dijo Valeria mostrando su mano en la que portaba el anillo.
- Bien, mi lady. ¿Me deja ser su pareja de ésta noche? - pidió la alfa con una sonrisa.
- ¿Ves a otro Victor? - respondió la omega riendo. - Claro que quiero ser tu pareja. - dijo de inmediato, tomando del brazo a la alfa. - Hasta que la muerte nos espere. - agregó en forma de burla en referencia a sus disfraces antes de arrastrar a la chica con ella, sin saber que ese último comentario realmente había logrado emocionar a Katie y su alfa.
Y muy ajenos a lo que estaban viviendo sus hijos, Louis y Harry se encontraban dando dulces a los niños que venían a sus hogar, algunos siendo muy dulces y unos no tanto.
- Campanita y Peter Pan no terminan juntos. - dijo una de las niñas refiriéndose al disfraz de la pareja.
- Pero nosotros sí. - respondió Louis con una sonrisa.
- Peter Pan amaba a Wendy. - dijo otra niña.
- Pues éste Peter Pan ama a su Campanita. - respondió de nuevo el castaño, comenzando a cansarse de las niñas.
- Pero...
- Basta niñas. - interrumpió Harry colocando su mano en las caderas de su omega, para atraerlo a su cuerpo. - No deben cuestionar el disfraz de los mayores. Ya les dimos sus dulces, ahora, váyanse y dejen en paz a mi omega. - dijo mirando con molestia a las pequeñas.
Las niñas asintieron algo asustadas del alfa y salieron casi corriendo.
- No tenias que hablarles así. - dijo Louis riendo, amando en el fondo que su alfa se haya entrometido.
"Te estaban molestando, omega. Yo siempre te defiendo" respondió su alfa protector.
- ¿Quienes se creían esas niñas, para cuestionar el disfraz de mi omega? - dijo Harry indignado.
- Nuestro disfraz. - aclaró el castaño sin dejar de sonreír.
- Son unas tontas. - bufó el rizado besando la frente de su pareja. - Para el siguiente año nos disfrazaremos de Mavis y Johnny, y quiero ver si cuestionan esa unión. - sentenció con una sonrisa.
- Pido ser Mavis. - dijo Louis sin dudarlo.
- Ya sabes que yo no te niego nada, amor. Serás mi Mavis. - respondió Harry, pasando sus dedos por el flequillo del omega.
- Tú ya eres mi click, Hazz. - murmuró Louis antes de enredar sus dedos en los rizos de alfa y besarlo.
- ¿Podemos hacerlo de nuevo? - cuestionó el alfa contra los labios de su pareja.
- No, alfa cachondo. - negó Louis con una risa alta. - Debemos seguir dando dulces. - agregó dedicándole un guiño al alfa.
- ¿Y cuándo terminemos? - insistió Harry sonriendo en grande.
- Puede ser. - murmuró coqueto el omega, antes de darle otro beso, que duró un par de segundos antes de que fueran interrumpidos con el sonido del timbre de su hogar. - Esa es nuestra señal. - dijo el castaño antes de separarse del rizado.
Harry suspiró siguiendo con la mirada a su omega, con una brillante sonrisa en su rostro, sabiendo que este año había sido uno de los mejores de su vida.
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