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El celo del omega terminó, Louis perdió la cuenta de cuántas veces su alfa lo había anudado, pero sin duda habían sido tres días muy bien aprovechados, con su marca siendo reabierta un par de veces.

Y ahora su pequeña había vuelto en casa, mirando curiosa al omega, haciendo que Louis se sonrojara un poco.

- ¿Sucede algo cariño? - preguntó el castaño mirando como su hija tenía sus ojos pegados a él.

- Tienes algo en el cuello. - murmuró la pequeña. - Mi tía Jade y mi tío Niall tienen eso igual. Ah y también tío Zayn, ¿Qué es? - dijo curiosa.

Louis sonrió y rió un poco por la tierna pregunta de la niña.

- Bueno, aún eres muy pequeña para entenderlo, pero cuando seas más grande te lo explicaré.

La pequeña Katie frunció el ceño e hizo un puchero con sus labios.

- Pero, ¡mamá! - se quejó. - Eso en tu cuello brilla más que el de tío Niall, Zayn y tía Jade. ¿Por qué? - cuestionó.

- Por qué soy un mejor alfa. - respondió Harry con una sonrisa.

- ¿Mejor que el tío Shawn? - preguntó Katie.

- Si. Y mejor que tío Liam y la tía Perrie, por eso mi omega es el más hermoso. - explicó el rizado.

Louis rió y sintió el rubor subir a sus mejillas por las palabras del alfa.

- Si, mami es muy hermoso. - dijo la niña satisfecha con la respuesta de su padre. - Entonces, el cuello de mi mami brilla más, porque él es más hermoso y tú eres mejor alfa. - afirmó contenta.

- Exacto. Eres muy lista amor. - dijo Harry con orgullo, mientras que su omega no podía detener su sonrojo.

- Amor, no le digas a la niña que eres mejor que sus tíos. - regañó el castaño sin dejar de sonreír.

- Pero es la verdad. - se defendió el rizado.

- Si. Y tú eres el más bonito mami. - habló la pequeña a favor de su padre.

Louis podía jurar que en cualquier momento iba a doler su rostro por sonreír tanto.

- Lo dices porqué soy tu... mami. - susurró el castaño acercándose a su hija, tocando la nariz de niña con ternura; no muy seguro de esa forma de llamarse a sí mismo, pero sabía que a su pequeña le gustaba llamarlo así.

Katie negó firmeza.

- Eres muy bonito mami. - afirmó la pequeña tocando la nariz el omega de la misma manera que él lo hizo con ella.

- Gracias cariño. - murmuró encantado el omega, mirando a su bebé.

- ¿El alfa de papi es bueno contigo?, ¿Por eso brilla eso en tu cuello? - preguntó de nuevo.

Louis rió y asintió, dirigiendo sus ojos azules a su pareja, quien sonría igual.

- Si bebé. - suspiró sin dejar de mirar al rizado, "Mi alfa es muy encantador", habló su omega.

"Gracias, mi dulce omega" respondió su alfa.

Katie aplaude feliz, mirando como sus padres se miran y no puede evitar sonreír igual y decidí dejar que sus padres sigan mirándose de esa manera que hace que los ojos azules del omega y los ojos verdes del alfa brillen de una manera única e inexplicable.

Ambos suspiran antes de apartar su mirada del otro, regresando su atención a su pequeña, aunque ambos pueden sentir a sus lobos aullando de felicidad por su lazo.

- Le diré al tío Shawn que mi papi es mejor. - comentó la niña con orgullo.

Louis abrió los ojos por el comentario y miro a su hija, igual de orgullosa que el ojiverde.

- Katie, no puedes hacer eso. - dijo el castaño con las mejillas de color carmesí.

- ¿Por qué no? - preguntó confundida.

- Eso no se dice. - se limitó a responder el omega.

La niña no entiende, pero aún así asiente despacio, tan solo por hacer feliz a su padre.

- Lo digo en serio, niña. Nada de decirle algo así a Shawn, o al tío Liam o a Perrie. - amenazó con la mirada seria en la niña.

Katie volvió a asentir, no muy segura.

Por su parte el alfa se acerca a su omega y deja un beso en los cabellos castaños del chico, respirando disimuladamente el aroma a vainilla y canela, llenando su pulmones de ese dulce aroma, que a pesar de los años siempre consigue provocar algo en su cuerpo y sabe que es por que tanto él como su alfa están profundamente enamorados de Louis y su omega.

- Deja que la niña presuma a su padre. - murmuró el rizado al oído de su pareja, sonriendo con orgullo.

El omega lo mira con diversión en sus ojos, sonriendo un poco.

- No dejaré que hagas que mi niña sea una orgullosa. - respondió.

- Tienes un alfa narcisista, ¿Qué puedo hacer? Así tienes que amarme. - dijo el ojiverde divertido, escondiendo su nariz en la curva del cuello del omega, con una sonrisa en sus labios.

"Y así te amo", respondió su omega.

Y la pequeña Katie mira con interés como su padre se pega al castaño, como no queriendo soltarlo jamás y ella sonríe, definitivamente va a presumir a su padre con sus tíos.

[...]

Katie no es una niña que pueda olvidar las cosas muy fácilmente, es por eso que a las pocos días de esa plática con sus padres, la pequeña Stylinson está en casa de Niall hablando de sus padres.

- Mi papá Harry es mejor que el tío Shawn. - comenta feliz. - Y que tía Perrie y tío Liam, por eso mami tiene algo lindo brillando en su cuello. - agrega con orgullo.

Niall se indigna.

- ¡Hey!, mi marca igual brilla. - defiende el rubio.

- Sí tío Niall, pero la de mami brilla más, yo lo vi.

- Tío Shawn es un increíble alfa y mis gemelas no me dejarán mentir. - insiste el rubio aún sintiéndose indignado por lo que dijo su sobrina.

- Mi papi me prometió poner clones en la pancita de mi mami. - dice con orgullo Katie, encogiéndose de hombros.

Y pronto la risa de Louis se escucha detrás de su pequeña.

- ¿Papi Harry te dijo eso? - cuestiona el castaño sin dejar de reír.

La niña asiente sin perder ni un poco de orgullo por su padre alfa.

- ¿Ya tienes a los clones en tu panza, mami? - pregunta con un brillo especial en su mirada azul fija en el estómago del omega.

Louis se sonroja por el comentario de su hija y por instinto dirige una de sus manos a su estómago plano y presiona un poco, mordiendo su labio inferior.

Él no sabe qué responderle a su pequeña, el gen de gemelos es un poco fuerte en su familia, era una probabilidad tener gemelos, además que el alfa lo anudó tantas veces como fueron posibles en su celo, que el tener un nuevo o nuevos cachorros formándose en su pancita era una probabilidad igual grande.

- No sé lo pequeña. - susurra sincero, con la imagen de estar en cita una vez más en su mente, tener gemelos de su alfa no sonaba nada mal, no, de hecho, todo lo contrario.

Él ahora realmente deseaba estar esperando gemelos.

- ¡Pero yo quiero clones! - reprocho la niña.

Louis rió lleno de ternura.

"Si, yo igual", dijo su omega interno con emoción.

- Bueno, eso no depende de mí ni de papá, ¿Si? Nosotros no controlamos eso.

- ¡Papi Harry me prometió clones! - insistió la bebé.

- Bien, reclamale a él. - dijo Louis cruzándose de brazos.

- Lo haré. - respondió la niña cruzándose igual de brazos, mientras que Niall reía bajo, por la escena frente a sus ojos.

- El tío Shawn me dio gemelos a la primera. - comentó el rubio con superioridad, mirando sus uñas.

Tanto Louis como su hija lo miraron con molestia e indignados.

- ¡Papá Harry es mejor! - gruñó la niña.

- Okey Katie, pero no le grites al tío Niall. - murmuró Louis tomando a su pequeña entre sus brazos.

- ¿Verdad que dejarás que papá ponga clones en tu pancita? - preguntó la niña en voz baja, haciendo un puchero con sus labios, mirando suplicante a su padre.

Louis rió una vez más antes de asentir con las mejillas rojas, no podía creer que su pequeña de tres años pensaba en eso a su corta edad.

Él no podía esperar en saber cómo serían sus futuros bebés con Harry.

- ¿Y será pronto?, ¡Quiero hermanitos!

- Eso depende de papá Harry. - respondió con diversión el omega, mirando a la pequeña que tenía sus ojos.

La niña frunció el ceño y ladeó su cabeza confundida.

- ¿Es como dice la tía Jade? - preguntó.

Oh Dios. Jade siempre platica cosas que no debe con los pequeños, no por nada su niña Katie en lugar de decir padre como su primera palabra dijo mami.

- Por Dios, no quiero saber que te dijo esa loca esta vez.

- Ella dijo que papá pone bebés en ti cuando se siente enfermo y por eso está curado cuando yo regreso a casa.

Louis se sonroja en serio en cuestión de segundos, sintiéndose mareado por el comentario de su hija, estando seguro que su pequeña no entiende ni la mitad de lo que acaba de decir, pero él sí lo hace y lo único que quiere en esos momentos es ir a casa de Jade y gritarle por meterle esas ideas a su niña inocente.

- Definitivamente quedan prohibidas las visitas a la casa de Jade. - dice seguro, con el calor fuerte en sus mejillas.

- No entiendo. - dice la niña soltando un pequeño bostezo.

- Que bueno linda. - susurra un poco aliviado.

- Vaya que Jade no se calla nada. - comenta Niall con diversión.

- Tú eres igual que ella. - murmura el castaño pegando a su cachorro a su pecho. - Mi dulce niña corre peligro con todos ustedes. - dice con diversión sonriendo.

Niall suelta una risa.

- Si claro, nosotros somos los culpables de que ella tenga traumas cuando sea mayor, estoy seguro de que tú y Harry llevan una vida de abstinencia. - dice con sarcasmo el rubio.

- Harry se controla. - se defiende el castaño. - Un poco. - agrega en un susurro.

- Por supuesto. - bufa su hermano. - Estoy seguro que Styles te folla mínimo dos veces a la semana. - agrega con una sonrisa burlona en su rostro.

Louis abre la boca indignado por escuchar eso, aunque el rubor en sus mejillas lo delata como para defenderse de eso.

- ¡Cállate!, mi niña te puede escuchar. - responde en lugar de defenderse eso, mirando a la bebé, la cual está dormida en su hombro; el omega está sorprendido de lo fácil de lo que los niños pueden dormirse en cuestión de segundos. - Me voy a casa antes de que sigas hablando tonterías. - susurra bajo antes de darse la media vuelta, para irse.

- ¡Suerte con conseguir clones en su pancita! - grita Niall burlón, antes de que pueda salir por la puerta.

Louis se sonroja una vez más.

Y la imagen de unos gemelos suyos y de su alfa llena su mente y él se encuentra sonriendo por esa imagen sin importar el rubor en sus mejillas.

"Realmente deseo gemelos de mi alfa", dice su omega.

- Si, yo igual. - susurra en respuesta.

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