~Seis'🔥
✞
Louis miraba entre asustado y sorprendido la escena que estaba presenciando, pensando por un momento que tal vez no estaba preparado para tener otro bebé.
Los hijos de Zayn, la hija de Jade y su pequeña corrían por toda la casa, como unos pequeños lobos inquietos, gritando e incluso llorando.
- Ya me arrepentí. - susurró Louis con sus cejas fruncidas, siguiendo con la mirada el recorrido de los niños.
Zayn se soltó a reír.
- Louis, tengo tres hijos y próximamente cuatro. - habló el omega pelinegro, acariciando su vientre levemente hinchado. - Y no me estoy quejando. - agregó con diversión.
- Si bueno, yo no creo poder con tanta presión. - susurró el castaño, sin dejar de mirar todo el desastre que estaban dejando los niños a su paso. - Con problemas puedo con Katie, no creo poder con un cachorro más.
Zayn rió en alto seguido de Jade.
Louis rió igual y soltó un suspiro.
- La verdad si extraño un poco la sensación de estar embarazado, pero tan solo con ver todo lo que pueden provocar unos cuantos niños, se me quitaron las ganas de tener otro bebé.
- Y eso que falta que llegue Niall con sus gemelas. - comentó Zayn divertido.
Los ojos del omega castaño se abrieron un poco más, cuando una idea cruzó por su mente al escuchar eso.
- ¿Y qué tal si Harry me embaraza de gemelos? Dios. No voy a poder. - dijo el omega alarmado.
- Relájate, omega torpe. - molestó Jade. - Todavía no hacen el trabajo y ya te estás estresando. - agregó entre risas.
- Mi celo está cercano. - murmuró sintiendo como sus mejillas se encendían por lo que acaba de decir.
- Genial. Una buena oportunidad para que Harry haga su trabajo. - habló Zayn dándole unos ligeros golpes en el vientre plano del omega.
Hizo que el castaño se sonrojará más.
- Awww, está sonrojado. - se burló la omega estirando su mano para apretar las mejillas del castaño.
- Basta. No es divertido. - gruñó Louis separándose del toque de su amiga.
Jade rió encantada.
- Últimamente molestarme es tu pasatiempo favorito. - bufó el castaño hacia la chica.
- ¿Lo dices por qué le dije a tu hija que te llame mamá? - preguntó fingiendo inocencia.
- ¿Te hizo lo mismo a ti? - preguntó indignado Zayn.
- ¿Qué? - dijo Louis confundido.
- Mis tres hijos no han dejado de llamarme mamá desde que dejé que los cuidaré Jade. - dijo Zayn sonrojándose igual.
- Oh. - susurró Jade divertida con la situación. Los dos omegas la miraron indignados. - Vamos, es lindo. Los tuvieron en su vientre, eso los hace sus mamás. - argumentó la chica tratando de contener su risa.
- A mi próximo cachorro no le vas a meter esa idea. - gruñó el castaño.
- Katie ya te llama mamá. Si no lo aprende de mí, su hermana mayor se lo dirá. - dijo la omega sin tomarle mucha importancia.
Louis bufó, sintiendo aún sus mejillas calientes, Jade tenía razón. Katie tarde o temprano le diría a su hermana o hermano que lo llamará mamá.
- ¡Mami! - gritó Katie corriendo hacia al castaño, seguida de la hija de Jade. - Dile a Rosé que me deje en paz. - dijo con un puchero en sus labios, alzando sus manos hacia el omega para que la cargará.
- Solo quiero ponerle un poco de esto. - se defendió Rose mostrando el maquillaje que había tomado de la bolsa de su madre.
- ¡Rosé, deja eso! - regañó Jade poniéndose de pie para quitarle el maquillaje a su hija. - Están muy pequeña para estas cosas.
- ¡Tengo ocho años, ya no soy una cachorra!. - chilló la niña.
- Lo eres para mí. - dijo firme la omega.
Rosé hizo un puchero al igual que una niña pequeña y se cruzó de brazos.
- Te acusare con mamá Perrie. - amenazó la chica.
- Yo creo que tu madre estará de acuerdo conmigo. - dijo sin preocupación la castaña.
Rosé rodó los ojos y caminó para sentarse en el sofá, sin Katie ya no tendría con quien jugar, los hijos de tío Zayn solían inventar sus propios juegos que ella no entendía o no le gustaban.
- Mami. - habló Katie bajo, sintiéndose cómoda en los brazos del omega. - César dice que su mami tiene bebé en su pancita. ¿Y tú igual tienes uno? - preguntó inocente, sin entender muy bien cómo es que su tío Zayn tenía un bebé en su panza, pero tan solo quería que su mami igual tuviera uno.
Louis sonrió con ternura y mejillas rojas por la pregunta de su hija.
- No, no lo tengo. - susurró bajo.
Katie se puso triste y volvió hacer un puchero con sus labios.
Y Louis estaba por consolar a su pequeña por su lindo puchero, pero fue interrumpido por el sonido del timbre de la casa y la voz de Jade.
- ¡Llegó el alfa estúpido! - gritó la omega divertida.
- ¡Hey!, tú no puedes llamarlo así. - gruñó el castaño a la defensiva. - Bueno Zayn, mi alfa llegó. Debo irme. - dijo levantándose de su lugar, con su niña en brazos.
- Claro. Nos vemos. - dijo el omega pelinegro sonriendo. - ¡Ethan, cuidado con eso! - gritó dirigiéndose a sus hijos.
- ¿Listo omega? - preguntó Harry una vez que entró a la casa, junto a su omega.
- Papi. - llamó la pequeña. - ¿Por qué mami no tiene un bebé en su pancita como el tío Zayn? - preguntó con su puchero en los labios.
- Dios mío, Katie. - regañó el castaño sintiéndose apenado.
En su lugar, Harry río por la pregunta de su hija.
- Puedo arreglar eso. - susurró el alfa, dirigiendo sus ojos verdes a su omega, dedicándole un guiño y una sonrisa con sus lindos hoyuelos, que hizo que el omega se sonrojará más de ser posible.
- ¡¿Si?! - dijo la pequeña ilusionada.
- Si, pondré un bebé en mami. - dijo el alfa tocando la nariz de su pequeña.
- ¡Harry! - chillo el omega. - Deja de hablar de eso con la niña. Vámonos. - dijo tratando de evadir la mirada coqueta del alfa, comenzando a caminar hacia la puerta.
Harry sonrió en grande y siguió a su omega.
Y después de que se despidieron de todos, la pareja se fue a su casa, pasando el resto de la tarde juntos, hasta que llegó la noche.
Louis se sentía cansado, definitivamente Katie era una bebé difícil de cuidar, pero valía la pena todo su esfuerzo.
- Tu celo es en unos días. - susurró Harry acercándose a él.
Louis sonrió y asintió.
- Si, lo sé. - murmuró.
- Te voy anudar tantas veces, que pondré un bebé en ti. - dijo abrazando al omega por la cintura.
El castaño rió encantado, pegándose más al cuerpo el alfa; no iba a negar que la idea le gustaba tanto.
Louis giró su rostro y miró los ojos de su alfa, y todas esas dudas sobre tener un segundo cachorro desaparecieron de su mente al momento de verlo.
Con solo ver sus ojos verdes, supo que quería eso, quería otro bebé, quería darle otro cachorro a su alfa.
- Bésame, estúpido. - pidió el omega con una sonrisa de sus labios.
Harry obedeció y unió sus labios en un dulce y tierno beso.
[...]
Celo de Louis. (+18)
El omega había entrado en celo hace unos minutos, su celo se había adelanto unas horas, podía sentir sus piernas temblar y su piel quemar, pidiendo el toque de su alfa con urgencia, pero el rizado se encontraba en el trabajo y no llegaría sino hasta en unos minutos.
Y Louis agradece que Jade hubiera llegado una hora antes de lo acordado por su hija, así que estaba solo en casa y necesitaba pronto atender su celo y así lo hizo.
Torpemente llegó a su habitación y buscó con urgencia en su armario una pequeña caja de color negro que tenía guardada desde hace mucho, pues tenía tiempo sin necesitar lo que había ahí dentro.
Un consolador.
El omega mordió su labio inferior y ansioso tomo el artefacto de la caja y se dirigió a la cama, quitándose sus pantalones y camiseta, sintiéndose desesperado, quedándose solo con sus lindas bragas de color azul celeste.
Subió la cama, colocándose en la mejor posición posible, podía sentir que su lubricante comenzaba a arruinar su ropa interior.
Necesitaba tanto a Harry.
El omega colocó su cabeza entre las almohadas, dejando el consolador a un lado y llevó sus manos a su trasero e hizo a un lado sus bragas, para poder tocarse.
Un jadeo débil salió de sus labios cuando pasó uno de sus dedos por su entrada, sintiendo su lubricante natural salir.
No se demoró en comenzar a prepararse con sus dedos, al inicio le costó un poco, estaba tan acostumbrado a los dedos de su alfa, que le costó hacer el trabajo a él.
Mordía su labio con fuerza tratando de ir más profundo con sus propios dedos, imaginando lo bien que sería que fueran los de sus alfa en lugar de los suyos, Harry solía hacerlo muy bien, además de que sus dedos eran mucho más largos que los suyos.
- Alfa... - jadeo débil, moviéndose contra sus dedos, imaginándose que era Harry el que lo estaba atendiendo. Y sus piernas comenzaron a temblar, se sentía cerca, pero no quería llegar con sus dedos, sería un poco patético.
Sacó sus dedos de su entrada, tomó su consolador y sin dudarlo lo metió en su boca, para lubricarlo un poco antes de meterlo en su interior, jadeo con las lágrimas formándose en sus ojos, deseoso de que fuera su alfa el que llenará su boca de esa manera.
Con un sonido similar a un "pop" sacó el consolador de sus labios y con mucho nerviosismo lo dirigió a su entrada dilatada, tenía tanto tiempo que no lo usaba que se sentía un poco inseguro.
El omega volvió a inclinarse, pegando su rostro en las almohadas, para tener un mejor acceso a su entrada.
Hizo un lado su ropa interior y tanteo con el consolador su entrada, jadeando en alto cuando comenzó a meterlo lentamente en él.
Era grande, pero nada se comparaba a la manera en la que se sentía lleno con su alfa, pero debía conformarse con esto por el momento.
Louis logró meter casi todo el consolador y se sintió orgulloso de eso. Lentamente se incorporó, sintiendo más profundo el artefacto en su interior, llevó sus dedos de nuevo al consolador y lo encendió.
- Joder. - sollozó sintiendo las vibraciones, empezando a respirar pesado.
Le tomó un poco de tiempo para poder comenzar a moverse sobre el consolador, montándo lo mejor que podía, sosteniéndose del respaldo de la cama para poder brincar mejor.
Louis podía sentir el consolador cerca de sus próstata, pero por más que brincaba no lograba tocarlo, comenzaba a desesperarse, maldiciendo que el alfa no estuviera ahí.
Y la imagen de Harry debajo de él, sosteniéndolo de las caderas, diciéndole lo lindo que lucía montándolo hizo jadear, haciendo que comenzará a moverse más rápido, imaginando que era a su alfa al que estaba montando y no un consolador de plástico.
Su mente estaba tan perdida en la imagen de su alfa, que no se dio cuenta cuando logró tocar su punto especial mucho menos se percató de que alguien había entrado a la habitación.
Louis jadeo con los ojos cerrados, pensado que estaba alucinando el aroma de su alfa, tan necesitado se sentía que podía jurar que podía sentir el aroma a chocolate y menta combinándose con el suyo en la habitación.
Por su parte Harry, cerró la puerta de la habitación lentamente sin despegar los ojos de omega. Sentía sus manos picar por ir y tocarlo, sentía a su alfa gruñir por la que estaba presenciando, deseando subir a la cama y tomar el lugar de aquella pieza de plástico de color rosa.
Y lo más cuidadoso y silencioso posible el alfa comenzó a desvestirse, quitándose su saco y su camiseta, sin despegar sus ojos de su omega.
La erección del alfa ya era demasiado notorio, pero el rizado quería controlarse, quería que el castaño llegará primero para poder entrar él.
Harry apretó su erección sobre sus pantalones, mordiendo su labio para no gruñir.
La forma en la lucia el cuerpo de su omega con aquella prenda de lencería de color celeste lo estaba volviendo loco, sin contar que aquel aroma a vainilla y canela llenaba la habitación, haciéndo a su alfa gruñir.
- Ha-rry. - sollozo entrecortado el omega llegando a su orgasmo, sintiendo sus piernas temblar y su semen salir, manchando su lindas bragas.
Se dejó caer rendido, con el consolador aún vibrando en su interior, martillando su entrada.
Louis sentía sucio, pero eso no le importaba en esos momentos, llenó su mano hacia atrás para poder apagar el consolador, pero su mano fue detenida por una más fuerte y grande.
- Lindo espectáculo, cariño. - susurró ronco el alfa, inclinándose hacia el odio del castaño, pegando su notable erección al trasero del omega.
El omega jadeo de felicidad al sentir a su alfa e inconscientemente se pegó más a él.
- ¿Te gustó, alfa? - preguntó con la voz débil.
Harry sonrió en grande, formando sus lindos hoyuelos en sus mejillas.
- Me encantó. - respondió con la voz lenta regresando la mano de Louis, dejando que el vibrador siguiera trabajando.
- Estaba pensando en ti. - confesó en un susurro el castaño, mordiendo su labio, apretando sus manos en puños en las sábanas de manera inconsciente cuando escucho la bragueta del alfa ser bajada.
- ¿Estabas pensando que era yo al que montabas? - cuestionó el alfa quitando su ropa restante.
Louis asintió con un jadeo saliendo de sus labios.
- Eso es muy lindo, mi omega. - murmuró tomando las caderas del omega entre sus manos, jalandolo hacia él, metiendo un poco más el consolador en su interior.
- Joder. - susurró Louis apretando más sus manos por la sensación, estaba súper sensible en esos momentos, pero en lo único que podía pensar es en recibir el nudo de su alfa.
- Ya tendrás tiempo para montarme, cariño. Ahora quiero joderte con esto puesto. - indicó el alfa tocando la tela suave de las bragas. - Combina con tus ojos. - murmuró para él mismo.
El omega asintió sin pensarlo, alzando un poco más su trasero.
- Esto ha hecho un gran trabajo, pero ya es mi turno. - comentó Harry llevando una de sus manos al consolador, metiéndolo un poco más, simulando embestidas, teniendo el omega temblar en sus manos.
- Alfa. - suplicó el castaño.
El alfa sonrió y asintió, sacando el consolador del interior del omega, apagándolo para dejarlo a un lado.
El lubricante natural del omega escurría por sus piernas, haciendo al alfa gruñir y apretar el agarre en sus caderas.
- ¿Quieres esto, dulzura? - cuestionó el alfa, tomando con una de sus manos su miembro para alinearlo a la entrada del castaño.
Louis respondió con un bajo y débil "si".
El alfa comenzó a tantear la entrada del omega con la cabeza de su miembro, admirando como esta se contraía deseosa de ser llenada.
- Harry. - suplicó una vez más el castaño moviendo su caderas para poder obtener algo dentro de él.
- Tranquilo, aquí estoy. - respondió el alfa metiendo solo la punta en la entrada del omega, solo para volver a sacarla.
Louis jadeo, sintiendo sus mejillas rojas por la manera en que su alfa estaba jugando con él.
Mientras que Harry tenía su vista fija en como lucia el trasero de su omega con aquellas bragas de color azul, con una de sus manos mantiendolas a un lado mientras con la otra manejaba su miembro.
Y repitió eso de solo meter la punta de su miembro en la entrada de su omega un par de veces, observando encantado la reacción del cuerpo del castaño, como pedía más.
Y el omega estaba a punto de suplicar de nuevo, no fue necesario, sus súplicas se atoraron en su garganta cuando sintió entrar en él más que la punta, lentamente, al igual que sintió la forma en las caderas eran tomadas de nuevo por las fuerte más de su alfa.
Harry apretaba su mandíbula, gruñendo desde lo más profundo de su pecho por la sensación de cómo las paredes de Louis lo recibían tan bien, tan cálido y estrecho.
El alfa tocó fondo, manteniéndose quieto, aunque después de la preparación que se dio el omega necesitaba eso, Harry quiso esperar, sintiendo como la entrada del omega se contraía pidiendo movimiento.
La vista del alfa viajó por todo el cuerpo de su omega, desde sus cabellos castaños despeinados, pasando por su suave y brillante espalda bronceada, llegando a la cueva de sus caderas, que eran del tamaño perfecto para las manos del alfa, hasta que por fin su vista llegar a su unión, la forma en la su pelvis estaba pegada al trasero del omega, tomándolo por completo, con sus lindas bragas celestes a un lado, adornando el momento.
El agarre en las caderas del omega se hizo más fuerte y Louis supo con eso que el alfa iba a comenzar y con dificultad se lanzó en sus manos, listo para su alfa.
Harry tragó en seco y sin pensarlo más comenzó a moverse, embistiendo al omega de manera lenta al principio, entrando y saliendo de la misma manera, dejando solo la punta en el interior para entrar de golpe.
Y el momento en el que las piernas del omega temblaron, el alfa supo que había dado en su punto especial y no se demoró en comenzar a follarlo con fuerza, creando un ritmo placentero por ambos.
- Dios mío. Harry. - jadeo el omega obligándose a mantenerse en cuatro para el alfa, recibiendo con gusto al rizado en su interior.
- Omega. - gruñó su alfa sin detenerse, sin soltar en ningún momento sus tersas caderas. - Me recibes tan bien. Tan. Jodidamente. Bien. - dijo con la voz ronca y profunda, provocando que el castaño gimiera bajo, complacido por el comentario del alfa.
Y la mirada de Harry era solo la forma en que su miembro desaparecía entre las curvas del omega, de la forma en la que lo recibía sin restricciones.
El cuerpo sensible del castaño no resistió más y llegó por segunda vez, haciéndolo temblar, soportando más, dejando caer su rostro hacia las almohadas por una última vez.
Louis apretó a su alrededor, provocando gruñidos graves y roncos del alfa, el que aún no se detenía buscando su propia liberación, buscando anudar a su omega como tanto lo deseaba y amaba hacerlo.
Mientras que Louis, con los ojos cerrados podía sentir la manera en la que su cuerpo se movía por los movimientos del alfa, con el agarre firme en sus caderas, soltando leves jadeos y sollozos por cada embestida.
Las manos del alfa se apretaron en su caderas y lo siguiente que escuchó el omega fue su nombre salir en forma de gruñido de los labios de su alfa, junto con el nudo expandiéndose en su interior, sintiendo a continuación como Harry se vaciaba en su interior llenándolo de todas las maneras correctas.
Y el alfa se dejó caer lentamente encima del omega, sin aplastarlo, Louis soltó un sollozo, sintiendo como el nudo entraba un poco más profundo en él con aquella posición.
Una sonrisa débil se pintó en sus labios cuando sintió como el alfa comenzaba a repartir besos por todo su cuello.
- Te amo tanto, omega. - susurró Harry cuando sus labios llegaron a su brillante marca, sintiéndose orgulloso.
- Yo también te amo, alfa. - respondió con la voz cansada, sin dejar de sonreír, sin dejar de sentir los labios de su alfa en su piel, al igual que sus caricias y su nudo.
Ellos aún tenían dos días más de celo...
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