Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~Quince'👶👶👶

Día del parto.

Mucha gente dice que durante el embarazo los alfas pueden llegar a sentir los mismo síntomas que los omegas, los mareos, vómito, los antojos, etc...

En el caso de Harry nunca fue así, nunca llegó a sentir ningún síntoma de su omega, pero eso no lo hace menos padre o algo por estilo. Él estuvo presente durante todo el embarazo consintiendo a Louis en todo, llenándolo de cariño y amor, soportando sus cambios de humor, cuidándolo y haciendo todo lo que implica tener un omega en estado.

Harry siempre ha sido sobreprotector  cuando se trata de cuidar a su familia, más cuando Louis estaba embarazado y el omega agradecía mucho eso, lo encontraba muy tierno y encantador.

Pero esa noche en especial el castaño había notado que el rizado estaba comportándose protectoramente extraño.

- Alfa, debes dormir. - pidió con la voz cansada el omega, abriendo los ojos solo para ver a Harry sentado a su lado, muy despierto, sin una pizca de cansancio o sueño en su rostro, como si estuviera paranoico o algo por el estilo.

"Debo cuidarlos en todo momento", respondió su alfa angustiado.

- No tengo sueño. - susurró colocando su mano en el vientre descubierto del omega.

- ¿Qué hora es? - preguntó el omega confundido.

- Son las tres de la mañana. - respondió en voz baja.

- Dios mío, Harry. ¿No has dormido nada? - cuestionó preocupado por el alfa.

- No lo necesito. - negó estando atento a su omega.

- Amor, aprecio mucho que estés preocupado por la fecha de parto, pero tus cachorros y yo estamos bien. Vamos a estar bien. - aseguró para tranquilizar a Harry.

- Debemos cuidar de ustedes. - se negó de nuevo el rizado, hablando por su alfa y por él en esta ocasión.

- No voy a poder descansar bien, si tú no duermes. - sentenció el castaño, acercándose un poco más a su pareja. 

- Pero, si...

- Faltan dos días para el parto Harry, debes tranquilizarte. - interrumpió el ojiazul.

- Pero mi alfa...

- Abrázame y duerme. Por favor. - pidió, interrumpiendolo una vez más. - Disfruta de dormir abrazando a tu omega embarazado en estos últimos días. - insistió.

Harry dirigió sus ojos al vientre hinchado perfectamente, el cual había visto moverse varias veces durante la noche, notando a sus cachorros un poco inquietos, lo que hizo que él se pusiera nervioso y ansioso, quitándole el sueño.

El alfa dio un ligero toque al estómago de Louis, con uno solo de sus dedos, recibiendo el movimiento de unos de sus bebés de inmediato.

- ¿Ves?, tus cachorros te quieren cerca. - dijo Louis tratando de convencer al alfa de descansar un poco.

- Mi alfa siente que...

- ¿Qué siente tu alfa, amor? - preguntó el castaño, mirando con curiosidad.

- Siente que nuestros cachorros ya van a nacer. - respondió seguro, mirando la reacción del omega.

- Pero... el parto está programado en dos días, mi cielo. - susurró Louis inseguro. - Tal vez, tan solo está ansioso de ver a sus cachorros. - trato de explicarlo.

Harry negó lentamente. - Estoy seguro Lou, van a nacer nuestros bebés. Mi alfa lo puede sentir. - aseguró.

- Bien. Más a mi favor. Necesitas descansar para poder recibir a tus bebés. - volvió a insistir.

El alfa suspiró y se metió en la sábana junto con Louis, abrazándolo, siempre tratando de no lastimar al omega ni a su vientre, tan solo para que el castaño pudiera dormir.

"Te amo alfa", ronroneó su omega, una vez que sus brazos los rodearon.

"Y yo los amo a ustedes", respondió de forma tranquila el alfa.

Al final Harry tan solo consiguió dormir aproximadamente unas cuatro horas antes de que algo lo hiciera despertar de golpe.

"Mi omega. Mis cachorros", aulló su alfa preocupado.

Harry miró a Louis de inmediato, notando como este seguía dormido en sus brazos, haciéndolo fruncir el ceño, preguntándose qué le estaba pasando su alfa y porqué estaba tan paranoico.

Y antes de buscar una respuesta a eso, sintió un movimiento un poco brusco entre Louis y él, haciendo que el omega despertará igual.

- ¡Oh Dios! - gritó el omega adolorido llevando sus manos a su vientre, comenzando a preocuparse. - Harry, Harry... - balbuceo asustado.

El alfa reaccionó de inmediato, quitando las sábanas de encima, mirando como la fuente del omega se había roto, confirmando que había iniciado labor de parto.

- Voy a llevarte al auto. - dijo Harry tomando un suéter para él y uno para el omega. 

"Tengo miedo, alfa" sollozó su omega temeroso, pegando su rostro al hombro del más alto.

"No lo tengas amor. Yo cuido de ti, mi sol", respondió, logrando que el llanto de Louis se controlará.

Harry en el momento en que lograron llegar al auto, agradeció internamente haber dejado a Katie en la casa de Niall con las gemelas y Shawn esa noche, así no tenía porqué preocuparse de su hija.

- Estoy aquí mi amor. Estoy aquí... - repetía Harry junto con los suspiros del omega por las contracciones. ,- 

Louis tan solo asintió, haciéndole demasiado bien el escuchar la voz en esos momentos.

- Toma, cúbrete. Hace frío. - dijo dándole los dos suéteres al omega, poniéndolos como una especie de cobija. 

Después de eso el alfa logró encender el motor del auto y emprendió camino al hospital más cercano.











[...]










A diferencia del nacimiento de Katie, el nacimiento de los trillizos no fue natural, si no que fue cesárea y las cuales sin duda alguno fuera de las horas más largas en la vida de Harry en las que no podía hacer nada más que caminar de un lado a otro por el pasillo, hablando un par de minutos con su hija en el teléfono para decirle que sus hermanitos ya iban a nacer, y el escuchar la felicidad y emoción de su hija fue lo único que logró calmarlo un poco durante su larga espera.

- Doctor, ¿Cómo están?, ¿Cómo está mi omega, mis bebés? - preguntó de inmediato, angustiado.

- Wow, ustedes si que es un padre y un alfa preocupon. - murmuró algo divertido el doctor quitándose los guantes. 

- Por favor. - suplicó Harry, tratando de controlar a su alfa molesto por la risa del doctor.

- Todo salió perfectamente señor Styles, no se angustie. - respondió dándole unas cuantas palmadas en los hombros al rizado. - Su omega está perfecto, al igual que sus cachorros. - agregó sonriendo al ver como el color volvía a la piel de Harry y respiraba un poco más tranquilo.

Harry sintió como el alma volvía a su cuerpo después de escuchar eso, respirando por fin tranquilamente.

- Mire, como es de los pocos alfas que he visto así de angustiado y preocupado, lo voy a dejar estar con su omega de aquí a lo que despierta. Se ve que usted necesita verlo. - dijo amablemente.

- ¿En serio? - preguntó Harry emocionado por ver a su omega.

- Claro, entre. - respondió. - Los cachorros se los traerán cuando el omega haya despertado.

- Muchas gracias. - agradeció Harry muy feliz.

- No es nada. Un placer ayudar. - sonrió el doctor.

Harry entró a la habitación, sonriendo de inmediato al ver a Louis dormir tranquilamente.

El alfa tomó uno de los pequeños sillones que estaban en la habitación y lo acercó a la cama del omega para estar junto a él, colocando su cabeza sobre uno de los muslos del omega, durmiendo tranquilamente por fin.

Louis tan solo despertó un par de horas después por la anestesia, encontrándose como primera imagen, su mano entrelazada con la de Harry, el cual estaba durmiendo tranquilamente sobre su muslo, muy cerca de su estómago.

El castaño llevó su otra mano lentamente hacia el alfa y comenzó acariciar los rizos, sonriendo tontamente por la linda imagen que tenía frente a él.

"Estás aquí alfa, siempre estás conmigo. Nunca me fallas", habló su omega feliz y orgulloso.

Harry ronroneó complacido por el toque de su omega.

Después de eso, tan solo pasaron unos minutos para que el alfa igual despertará por la entrada de una enfermera.

- Lo siento. - se disculpó la chica. - Solo venía a preguntar, si ya quieren ver a sus bebés.

- Si. Claro que sí. - respondió Harry antes que el omega.

- Por supuesto. - dijo Louis después, con una gran sonrisa.

La chica asintió y salió de la habitación, solo por unos segundos, solo para después entrar de nuevo con una pequeña camilla para bebés.

Louis se sentó en la cama, sin soltar la mano de Harry, sintiendo la emoción crecer en su pecho.

- Aquí están sus bellos trillizos. - habló la enfermera dándole uno de los bebés a Harry, para después darle los otros dos a Louis con mucho cuidado.

Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas por toda emoción y sentimientos que estaban teniendo en ese instante.

- Son dos hermosos niños y una preciosa niña. - informó la enfermera con una sonrisa, sintiéndose enternecida con la escena que estaba presenciando. - Los dejo a solas con sus bebés. Cualquier cosa, pueden apretar el botón de emergencias. - agregó con alegría dejando la camilla para los padres, saliendo de la habitación.

- Ahora tenemos dos princesas y dos príncipes. - murmuró Louis súper feliz, sin dejar de sonreír ni de llorar.

- Son perfectos. - respondió Harry sin dejar ver al bebé en sus brazos, que era oficialmente su segundo cachorro mujer.

- Katie se pondrá muy feliz de ver a sus tres gemelos. - comentó el omega riendo al recordar a su pequeña que debía estar esperándolos con ansias.

Harry rió igual, mirando a su omega ahora. - Si, ella amará a sus copias. - respondió. 

- ¿Tienes algún nombre en mente para tus creaciones alfa? - preguntó el omega divertido besando a los dos bebés en sus brazos.

- No, pero definitivamente no será Niall. De estoy seguro. - dijo recordando lo mucho que su amigo había estado insistiendo en eso desde que se enteró del segundo embarazo del castaño.

- No seas tan cruel con mi hermano. - dijo Louis riendo de nuevo. - Creo que no sería un mal nombre. Después de todo, gracias a él nos conocimos. - comentó considerando la idea de su hermano.

Harry sonrió en grande y se sentó en la cama junto a su omega besándolo en la frente.

- Si, tienes razón. Le debo mucho a Niall por haberme invitado a vivir con ustedes, gracias a eso estamos juntos. 

- Bueno, por eso y porque dejaste de ser un estúpido conmigo. - dijo Louis recargando su cabeza en el hombro de su alfa.

- Si, eso también. - rió el alfa recargando su cabeza con delicadeza, sobre la del omega. - Volvió tu hermoso aroma. - murmuró.

- Ya lo extrañabas. - afirmó el omega con orgullo mirando al bebé en los brazos de Harry.

- Mucho. - susurró en un suspiro. - Pero igual extrañaré tu aroma a embarazo. - aseguró.

- Bueno, eso lo extrañará por un largo tiempo, no pienso volver a embarazarme en un tiempo después de estos hermosos trillizos.

- Podemos intentar los gemelos. - bromeó Harry con una risa, tocando a los otros dos bebés con una de sus manos libres.

- Ni lo pienses Styles. - advirtió Louis riendo de la misma manera.

- No dirás lo mismo en unos meses. - murmuró el alfa orgulloso, conociendo demasiado bien.

Louis se sonrojó, pero no dijo nada al respecto y tan solo se dedicó a mirar a sus cachorros, deseando con mucha emoción llegar a casa para ver la reacción de su hija Katie.

- Quizás Kat debería opinar sobre los nombres de los bebés. - propuso el omega regresando al tema central de su conversión.

- Ella apenas cumplió cuatro años, no sé qué tan buenos nombres pueda poner. - habló el alfa.

- Podemos intentar preguntarle. - respondió Louis riendo un poco, pensando que tal vez su alfa tenía razón.

- Es capaz que le pone: gemelo uno, gemelo dos y gemelo tres. - bromeó el rizado.

Louis rió, rodando los ojos por aquel comentario.

- ¿Quién crees que nació primero? - preguntó el castaño con curiosidad.

- La niña. - respondió Harry sin dudarlo. 

- ¿Por qué? - cuestionó.

- Tan solo lo presiento. - dijo el alfa encogiéndose de hombros, sintiéndose muy orgulloso por la hermosa y grande familia que había formado con su dulce omega.

- Tú sabías que ya iban a nacer. - murmuró el omega. - Y yo no, ¿Qué pasa conmigo?, ¿Soy un mal omega? - preguntó cambiando el tema radicalmente. 

- No, amor. - negó de inmediato. - Tan solo mi alfa lo presintió. Te ama tanto que te conoce mejor, de lo que tú mismo lo haces. - aseguró.

- ¿Sabes algo? - habló Louis mirando al rizado. - Unirme a ti y enamorarme de tu alfa es la mejor decisión que he tomado, sin duda alguna. - dijo seguro con una sonrisa en su bello rostro.

- Te amo mucho. - respondió Harry besándolo. - Gracias por ser mi dulce y torpe omega. - agregó besan sus mejillas sonrojadas.

- Gracias a ti por darme a Katie y a mis hermosos trillizos. - respondió Louis alegre mirando los ojos jade brillantes.

Ellos se besaron de nuevo, ambos con el pecho lleno de amor y orgullo por fin tener a sus tres bebés en sus abrazos.

Ahora tan solo debían pensar en los nombres de sus preciosos trillizos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro