Día 17 (Preparatoria)
Algo que a Sonic le desagradaba es que husmearan en sus cosas sin su permiso, y entre esas cosas estaba su diario. Su diario era lo más preciado en su vida, ahí escribía para el, ahí expresaba los sentimientos que nunca fueron escuchados, ahí estaba toda la esencia del azulado plasmado en palabras escritas en cursiva, hojas manchadas de lágrimas ya secas por los días.
Sin su diario no sería Sonic, no sabría que hacer de su vida. Nunca tuvo una persona confidente, una persona de confianza, un hombro en el cual llorar, un amigo que estuviera para el.
Silver era su amigo, su mejor amigo. Y el sabía lo importante que era ese diario, por eso cuando lo encontró por primera vez oculto entre las almohadas no dijo nada, ni preguntó. Comprendía a la perfección el sentimiento de la soledad.
El sentimiento que ambos compartían.
Pero con Shadow...Shadow era un punto y aparte. El no podía ni debería leer su diario.
- Sonic ...yo
- ¿¡Por qué husmeas en mi habitación!?- Gritó arrebatando el cuaderno al mayor. Lo miro a los ojos con recelo y desconfianza.
Estaba sorprendido, si, nunca pensó que su amor no correspondido fuera de esas personas que entran a tu habitación sin avisar, de lejos podías notar la diferencia de la educación que recibió el moreno. Sin embargo, Shadow pareciera muy insistente momentos antes, sobre entrar a ese lugar secreto e íntimo. Al principio Sonic no le tomó importancia pensó que solo era algún berrinche referente a la clase social de dónde provenía el azabache pero vaya sorpresa se llevó.
- No husmeé en tu habitación. Es decir, entré pero tú diario estaba a simple vista. - Confesó cruzándose de brazo. Shadow era bueno mintiendo pero está vez no mentía, no totalmente.
- Ugh, aún así es mi intimidad. Si te dije que no podías entrar debiste respetar mi decisión. - Suspiró abatido, frotando sus sienes.
- Lo siento. -
- Como sea, fuera de mi habitación. - Ordenó alzando un poco la voz, sin darse cuenta Sonic estaba semidesnudo con una toalla alrededor de su cintura.
Desde el sofá contemplaba el jardín, la lluvia había cesado, el olor a petricor inundaba sus fosas nasales, el idiota de su hermano no iba a venir por el. Odiaba depender de su propia sangre y para colmo no quería estar con Sonic porque eso significaría silencios incómodos y se suponía que su lado "heterosexual" no debía exponerse tanto.
Al poco tiempo escuchó las escaleras crujir, giró su cuerpo encontrándose con la imagen de Sonic vestido con un short que sorprendentemente apretaba sus muslos color blanco y una sudadera holgada color rosa pastel acompañado de converse color vino en forma de bota.
- Llamé a Mephiles para decirle que si en verdad no iba a venir por ti. Quiero suponer que dijiste la verdad puesto que Mephiles me lo confirmo. -
- Supones bien. -
- Puedes quedarte si quieres, en la esquina hay una parada de autobús. O también si prefieres, puedes pedir un taxi. -
Hubo un momento de silencio, los dos cruzaban miradas, Sonic juguetaba con los cordones de su sudadera, Shadow seguía viendo las pequeñas partículas de agua deslizarse por la ventana. ¿Cuánto tiempo llevaba?
- No estoy acostumbrado a pedir taxis ni a subirme al autobús. - Habló rechazando las posibilidades que Sonic había mencionado antes.
- Ah...-
Sonic frunció el ceño. ¿Entonces tenía que aguantar los berrinches del azabache, hasta que se fuera?
- Pienso irme por mi propia cuenta. - Dijo sobresaltando al menor quién ya se encontraba a su lado.
- Oh, estaba pensando en que fue error mío no decirte que tenías que bañarte. - Confesó apretando su sudadera por debajo. - Eh, tengo ibuprofeno y creo que...
- Está bien, me quedaré solo por eso. Regálame una toalla yo que sé. - Chasqueó la lengua con fastidio.
Sonic asintió y subió nuevamente por una toalla limpia.
Shadow se sentó en el sillón buscando el control remoto entre los cojines. Sonrió victorioso cuando sintió el objeto entre sus manos, apretó el botón de encender y
¡Zas!
La televisión había explotado.
- No me estés jodiendo. - Murmuró horrorizado al notar el humo salir.
- ¿¡Que le hiciste a mi televisor!?- Ni siquiera escuchó a Sonic bajar las escaleras.
- ¡No le hice nada! ¡Esa cosa explotó!- Exclamó señalando la televisión.
Sonic cerró sus ojos y contó hasta diez.
- Tal vez hubo un corto circuito, por los cables de telefonía. - Inquirió Sonic observando el televisor.
No era buena idea acercarse tal vez más tarde llamé a un servicio y arreglé su televisor, si es que tuviera arregló.
- Tal vez es mejor que compres otra, esa cosa se ve vieja y lo más probable es que !pum! explotó. -
- Cierra la boca. Toma. - lanzó la toalla directo a la cara del azabache para después dirigirse a la cocina dándole la espalda al moreno.
Shadow frunció el ceño, agarró la toalla, la enrollo en forma de "bola" y devolvió el ataque al azulado con fuerza. La "bola" cayó directo a la cabeza de Sonic este se tambaleó al sentir el golpe.
Giró su rostro con enfadó notando al causante de aquel golpe, bajó la vista hacia la toalla que ya se encontraba desatendida en el suelo. Las carcajadas del azabache lo hicieron alzar la vista, vio la sonrisa sacarrona del azabache y apretó sus puños con enojo. Avanzó a paso lento hacía el sillón agarro un cojín y en un movimiento rápido lanzó con todas sus fuerzas el cojín. Como si fuera un plato de frisby.
Inmediatamente como si fuera de cámara lenta el cojín estampó el rostro del azabache. Shadow cayó de sentón, empezó a ver estrellitas desorientandolo por completo. Jaló aire lo más que pudo y volvió a la normalidad.
Como pudo se levantó. Observando la sonrisa ladina y victoriosa del azulado.
- ¡Está vez me las pagarás!- Exclamó molesto. Tensó su mandíbula.
- ¡Tú empezaste!-
Ambos erizos se vieron con frialdad, transmitiendose odio puro, Shadow y Sonic caminaban al rededor en forma de círculo viendo atentamente los movimientos del otro, concentrándose, solo eran ellos dos contra lo que podía ser otra pelea. Pero la diferencia es que está era por diversión al menos así se veía, no tenían ninguna intención de herirse ni de irse a la cárcel otra vez.
Esta vez las intenciones eran buenas.
- No podrás ganarme Sonic. - Anunció- Soy el triple, no, soy muchísimo más fuerte que tú.
- Y yo soy un atleta. Soy más veloz que tú. - Arremetió.
- Pues yo práctico box, fácilmente puedo hacer que veas el cielo o que vuelvas al infierno de donde viniste. - Bromeó.
- ¡Y yo puedo darte una patada por el culo!. - Gritó Sonic antes de abalanzarse hacía el moreno.
Algo que sorprendió a Shadow fue la increíble agilidez de Sonic al tomar el cojín que estaba en el suelo para después proporcionar múltiples golpes en el rostro de mayor.
- ¡Ya basta!-
Shadow trataba de detener los golpes con sus manos, pero era imposible no sabía cómo o de donde había sacado la suficiente fuera el azulado para atacarlo. Resopló y con sus piernas tiró a Sonic al piso, se colocó encima de el menor y sostuvo sus manos.
- Eres muy engreído al pensar que puedes vencerme. - Alardeó.
- Que idiota eres. -
Sin pensarlo dos veces Sonic pateó los genitales del azabache. Inmediatamente Shadow soltó a Sonic cayendo nuevamente al suelo mientras agarraba aquella zona baja.
- ¡AHH!- Soltó un grito sordo de dolor.
- Mierda...-
Y llegó la noche.
De todas las heridas que había recibido a lo largo de su experiencia en peleas callejeras, todas eran en el estómago, en las costillas, en las piernas, en los tobillos y algunas en su espalda. Pero jamás pensó que una en particular fuera hacia sus pelotas, porque, bueno preguntarlo es casi una estupidez.
Todos absolutamente todos no proporcionaban golpes a aquella zona baja, era sagrada.
Pero Sonic, era diferente el sin duda te asestaria un patada en el culo o en las bolas eso estaba más que seguro y no lo haría sin dudar.
Salió del baño, afortunadamente sus hijitos estaban en buen estado frente a él se encontraba un erizo azulado sentado en el primer escalón de las escaleras cabizbajo y con la mirada perdida en un punto fijo. Carraspeó llamando su atención.
- ¡Shadow! ¿¡Estás bien?! -
La preocupación en Sonic era notoria lo que sería como una pelea amistosa termino indiscutiblemente diferente a lo que ambos tenían planeado.
- Estoy bien, no te preocupes. Solo para la próxima ten cuidado. ¡Joder Sonic! Casi me quedó sin hijos. -
- Lo siento. Veo que ya tomaste un baño. - Inquirió Sonic cambiando el tema y no volverlo más incómodo de lo que estaba.
- Ah, si. ¿Tendrás ropa que me prestes?- Preguntó a lo que Sonic asintió, se levantó de su lugar y entró a su habitación.
Al salir le entregó a Shadow un pans color gris algo holgado junto con una camisa negra con letras rojas de "KISS".
- ¿Te gusta KISS?- Alzó una ceja viendo la prenda.
- Sus canciones son geniales. - Contestó.
- Es cierto. Sonic - Llamó- Si me voy a quedar aquí, lo más seguro es que pase la noche. ¿Dónde me voy a quedar?- Interrogó aproximandose al menor.
- Ah este...puedes quedarte en mi habitación. - Dijo nervioso por la cercanía.
- ¿Seguro? O ¿Dormiremos juntos?-
Las intenciones de Shadow más que nada era para molestarlo.
- No. Yo dormiré en la habitación de mi tía. Adiós buenas noches. -
Sonic salió disparado hacia la habitación antigua de su tía. Se encerró y se dejó caer sobre el respaldo de la puerta.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro