Día 16 (Preparatoria)
Si había algo que le encantará era la lluvia, para el la lluvia era muy subjetiva, algunos podían sentir diferentes significados y sensaciones cuando se trataba de lluvia.
Para Sonic era diferente, la lluvia significa "nostalgia" . Porque la nostalgia le recordaba lo duro y difícil que había sido su vida, porque la nostalgia le reflejaba su cruda realidad. A veces Sonic extrañaba mucho la lluvia. Cuando era niño se reflejaba en la lluvia; fría, sola, líquida, sin preocupaciones en su totalidad.
Así era Sonic y así es.
Cuando era huérfano, era feliz en ese lugar acompañado de dulces señoras que lo regañaban y golpeaban con una regla de madera. Pero no se podía quejar. Tantas casas hogares lo habían preparado para lo difícil, y entonces en cada casa que iba siempre llovía. Como si fuera un ritual o una maldición.
Este día llovía a cántaros.
— Mierda. No creo ir a clases. — Inquirió el azulado abriendo su ventana y observar el panorama.
Sonic era diferente a todos los demás que había conocido, la lluvia no solo le reflejaba la nostalgia. En un sentido poético lo describía como: "El cielo está llorando". Porqué para Sonic escuchar el sonido de la primera gota golpear ya sea el césped, el suelo, el pavimento inclusive una hoja de cualquier planta lo comparaba con las primeras lágrimas que salían cuando el —o cualquier persona— quería llorar.
Sonic encendió el televisor buscando el canal de las noticias, pero varios toques provenientes de su puerta lo interrumpieron.
— ¿Si diga?—
Ahí en medio de toda la tormenta, empapado, jadeando con esfuerzo, sosteniéndose del marco de la puerta y cabizbajo. Ahí estaba Shadow.
— ¿Shadow?— Expresó sorprendido.
— ¿Me dejas pasar?— Preguntó Shadow alzando su rostro.
Sonic dejó que el azabache entrara a su humilde hogar cerrando la puerta tras de él.
— Iré por toallas, siéntete cómodo. — Anunció Sonic subiendo las escaleras.
El azabache observaba todo a su alrededor nunca había entrado al hogar del menor. Exceptuando claro, el hecho de haberse casi matado a golpes la última vez.
Sus ojos se clavaron en una fotografía cerca del televisor viendo a un erizo azul de más o menos siete años abrazado a una eriza fucsia. Nuevamente sus ojos buscaron a su alrededor algo que lo distrajera de la feroz lluvia que arrasaba con todo.
Encontró entonces varias fotografías colgadas en la pared donde se encontraban las escaleras. Cada fotografía estaba Sonic en cada etapa de su niñez hasta su adolescencia, todas y cada una Sonic mostraba un rostro sin emoción inclusive algunas donde salía aquella eriza.
— Mi tía May. —
Se sobresalto al escuchar la voz de Sonic bajar las escaleras con toallas en sus brazos.
— Pensé que vivías solo. —
— Mi tía murió. —
— Lo siento. —
Sonic se acercó al azabache extendiéndole una toalla a lo que el contrario aceptó empezando a secar su cuerpo.
— ¿Qué haces aquí?—
La pregunta sonó amenazadora casi causándole nervios. Tragó grueso buscando las palabras correctas.
— Salí hacer ejercicio pero bueno, como podrás observar está lloviendo y, casualmente, me encontraba cerca de tu casa.
— Así que te aprovechaste que estoy aquí.
— Bueno aprovecharme es una mala palabra y descripción hacia mi persona. — Bromeó. — Si no es de mucha molestia. ¿Podrías prestarme tu celular para llamar a Mephiles?.
— Adelante. — Asintió para luego sacar de su bolsillo su celular.
Shadow botó la toalla en el sillón para después sostener el celular de Sonic y marcar el número de su hermano.
Si bien, Sonic no tenía un modelo nuevo de celular pero no sé sentía inferior o pobre. Sabía que su tía May había trabajado duro para darle la mejor educación, se había partido el lomo trabajando de noche, incluso no comía por darle de comer al azulado.
Acciones que hasta ahorita Sonic atesora. Por eso, cuando ofreció su celular a Shadow no se intimidó, ni se sintió inferior, se sintió orgulloso.
Orgulloso de no depender de nadie.
— ¿Si?...ah si... estoy en la casa de Sonic...aja...¡¿No estás viendo?!...¿Cuánto tiempo?....Maldita seas Mephiles...Aja si adiós.
— ¿Todo está bien? — Preguntó Sonic cuando el azabache regresó su celular con una notable molestia.
— Tengo malas noticias — Habló— Al parecer Mephiles está muy ocupado para mandar un chófer a recogerme. Me quedaré en tu casa.
— ¡¿QUÉ?!—
— ¡Que me quedaré en tu casa! — Repitió lo que había dicho en un tono alto.
— Eso ya lo sé, pedazo de idiota. ¿Cómo que te vas a quedar en mi casa? ¿Con permiso de quién?
— Con el tuyo
Si por Sonic fuera estaría gritando eufóricamente porque su crush se estaba quedando en su casa y, si por el fuera gritaría a todo pulmón abriendo las ventanas, saliendo de su propia casa, empapándose de la fuerte llovizna transmitiendo a sus vecinos la felicidad que sentía.
Pero ahí estaba Shadow, no podía hacerlo.
— Está bien, solo no rompas cosas — Sugirió Yendo a su cocina dejando al azabache en la sala.
— Nunca he roto nada. —
Sonic lo miró incrédulo.
— El Olmo no cuenta. — Sonrió con satisfacción evitando la mirada asesina de Sonic.
Shadow miró bobamente las ventanas de su acompañante, el vidrio adornaba las pequeñas partículas de agua cayendo lentamente. No le gustaba la lluvia, era muy triste a sus ojos, el cielo gris, el aire arrasando con todo, el polvo entrando en sus ojos soltando una que otra maldición y por si fuera poco el hecho de estar todo empapado.
Entrecerró sus ojos. Disfrutando al menos, el sonido que la lluvia le otorgaba.
Desde la cocina Sonic lo veía sorprendido, la imagen que Shadow le había regalado provocó un pequeño sonrojo y éxtasis. Ahora más que nada rezaba a todos los dioses que la lluvia siguiera por un siglo si era posible.
— ¿Por qué no me cuentas de Silver?—
Sonic dejó de verlo cuando Shadow volteó su rostro y abrió los ojos.
— ¿S-Sobre qué?—
— No lo sé, tal vez sobre su acercamiento tan íntimo de ustedes. — Inquirió, acercándose a paso a lento pero seguro a la cocina eliminando el espacio que había entre ellos.
— Solo somos amigos. — Se encojió de hombros al sentir la presencia de Shadow.
— ¿Ah sí?— Arqueó una ceja con una sonrisa bromista, inclinando su rostro hacia Sonic.
— Si. Y ¡Quítate! me estás desconcentrando. — Alzó su mano alejando el rostro de Shadow.
Paso de largo al moreno y se dirigió a la alacena.
—¿Qué quieres desayunar? — Preguntó abriendo las puertas de su alacena y observar con detenimiento los productos.
— No lo sé, nunca me cocinan. — Confesó.
Sonic no dijo nada, sacó dos huevos y un paquete de tocino crudo.
Se acercó al fregadero agarrando un poco de jabón y tallar sus manos.
Shadow observaba con detenimiento los movimientos del menor, observando con detalle como Sonic vertía el aceite en un sartén a la vez que rompía el cascarón de los huevos con solo una mano dejando que todo el contenido cayera en el sartén y por si fuera poco el sonido del tocino cocerse.
— ¿Sabes cocinar? —
— Sí— Sonic sacó un fósforo de su caja y lo deslizó sutilmente en la parte lateral de la caja.
Para después acercar el fósforo en una hornilla de la estufa.
El azabache miraba con cautela cualquier movimiento de Sonic en el sartén, como si fuera un niño chiquito aprendiendo una cosa nueva. Sinceramente al menor le daba ternura.
— Ya está, ven a almorzar. — Anunció Sonic sirviendo el huevo y el tocino en dos platos.
— Se ve delicioso. — Comentó al sentarse en un silla.
— Bueno, espero y lo aprecies lo hice con mis propias manos. — Al igual que el mayor tomo asiento y empezaron a degustar.
Al cabo de unos minutos Shadow y Sonic terminaron de almorzar el moreno se dedicaba a explorar la casa del azulado a excepción de entrar en la habitación de este. De vez en cuando le daba la curiosidad de entrar. Pero de alguna manera Sonic lograba verlo y lo reprendía.
— Iré a bañarme, no entres a mi habitación. — Advirtió subiendo las escaleras.
Shadow lo siguió con la mirada, una sonrisa ladina y cínica adorno su rostro.
No haría nada indecoroso. Al menos no ahora.
Espero el sonido de la regadera y cuando sus orejas lo captaron subió a paso lento las escaleras escuchando como el menor cantaba. Estando en la segunda planta solo pudo observar dos habitaciones, en una tenía un cartel que decía " May" y en la otra era más que seguro la habitación de Sonic.
Giró el picaporte lentamente percatandose por si el cobalto salía o no había ningún sonido de la agua caer. Entró al lugar cerrando la puerta detrás de si con sutileza.
La habitación de Sonic era muy ordenada. Hasta el mismo se había sorprendido de lo cuidadosa que estaba, un mini escritorio con algunos libros en el, la cama individual, el closet y una mini librería. Se sintió un poco avergonzado ya que la mayor parte del tiempo tenía su habitación hecha desastre y no se preocupaba en asearla puesto que los sirvientes lo hacían.
Fijó su vista en un cuaderno malgastado muy escondido (aunque no lo suficiente) en un peluche de gato.
Primero admiró al peluche, la cara del gato le recordaba a una película que había visto antes...¿Mi vecino Totoro?
¿Será ese gato feo que sonreía?
Sintió un escalofrío en su espina dorsal al recordar la escena, aventó al peluche en quien sabe dónde y sus manos capturaron aquella libreta.
Notas personales: "Si eres alguien desconocido, quiero que sepas que ojalá te den"
Leyó el pequeño posti pegado en la portada de la libreta a la vez que soltaba una risita.
"Si supieras..."
Si algo le molesta demasiado a Sonic hasta tal punto de hastiarlo y de sacarlo totalmente de sí, era que leyeran sus cosas personales.
Y sus cosas personales involucraban su diario.
— ¿Unas últimas palabras que decir? —
Baia baia, el Shady leyendo cosas que no son de su incumbencia.
Pero bueno gracias a eso podrán ocurrir muy buenos presagios.
En fin, espero que estén bien. Yo no estoy bien, ayer tuve una academia deportiva la cual no tenía conocimiento y dije "Bueno a ver qué pasa". Mal ahí, no es mentira pero no JODAN no sentía mis piernas, las sentía como spaghettis como dos veces me caí en medio de la calle por qué bueno pareciera que me dieron como cajón que no cierra 🤡.
Pero soy tan virgen como una verdura del mercado.
Moraleja del día de hoy( ayer) : si quieren entrar a Spinning aprovechen sus piernas.
En otras noticias, sé que el capítulo fue algo corto pero bueno, las tareas se me juntan, los exámenes, el estrés en mis compañeros y muchas cosas me atormentaban...
Lo bueno es que ayer me dió un poco de tiempo en públicar una historia sijssjsjs y este capítulo lo tenía en borrador pero le faltaba algunas cosillas. No se preocupen el siguiente capítulo va a estar algo fuerte .... MUAJJAJAJAJAJAJJAJAJA
Chao puticiervos!
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