
𝟎𝟒. 𝐖𝐄 𝐀𝐑𝐄 𝐀𝐋𝐋 𝐒𝐈𝐍𝐍𝐄𝐑𝐒
" Mientras te susurro al oído
quiero destrozarte "
𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐏𝐀𝐑𝐓: 𝐈𝐓𝐒 𝐀𝐋𝐋 𝐋𝐈𝐄𝐒
Familia D'Charles.
Sangre puras, adinerados, exitosos, influyentes en el ministerio de magia Francesa. Perfectos para el trabajo.
—encuentren una manera -dijo una voz que sonaba tan intensa como sonaba desagradablemente ronca y gutural.
Saliendo de aquel cuarto oscuro, grande y extremadamente tenebroso, Tom se le acercó a Mattheo, manos detrás de su espalda, postura perfectamente recta y su cara igual de inescrutable que siempre.
—tu lo vas a hacer -afirmó el con una confianza que solo era propia de él. Era obvio que Tom no deseaba mancharse las manos, por lo tanto me dejaba el trabajo sucio a Mattheo.
—¿Por qué yo? -preguntó con vivida exasperación e indignación.
—¿Tu crees que alguien se crea que, yo, Tom Riddle Segundo, necesita algún tipo asesoría en clase?
Buen punto, pensó Mattheo aunque no le gustaba aceptar que de los dos era el era el hermano menos perspicaz pero para esto, tal vez, el era el indicado.
—no es necesario que digas tu nombre completo para que hagas entender tu punto -empezó Mattheo a argumentar con amargura aunque sabía que el terminaría haciendo lo que Tom decía lo que por consecuencia era lo que su padre decía lo cual, aunque no le agradaba a Mattheo era lo que tenía que hacer si no quería terminar hecho cenizas y usado en la sopa. —lo haré yo. -aceptó turbulento Mattheo, no le gustaba tener que hacer lo que decía su padre pero, ¿qué otra cosa podía hacer?
—eso pensé. -dijo Tom antes de desaparecer en alguna esquina escondida de esas que le gustaban a la gente presuntuosa y misteriosa como Tom.
Mattheo se tomó un momento para respirar, el odiaba ser un simple peón en un tablero ajeno arrastrado por fuerzas invisibles, se sentía como un extraño en su propio mundo, un espectador de su propia vida, prisionero de la mente pervertida de su padre, encadenado por su hermano.
1 week after
𝐒𝐄𝐂𝐎𝐍𝐃 𝐏𝐀𝐑𝐓: 𝐃𝐀𝐑𝐋𝐈𝐍𝐆
Sentado en la mesa más alejada de la gente, la biblioteca estaba callada, un silencio sepulcral que reinaba en la habitación, denso y opresivo, irónicamente parecido a la manera en la que el se sentía oprimido por su trabajo como mortifago. El ya llevaba más de veinte minutos esperando a Louise, y le sorprendía que la chica de la reputación de puntual y correcta llegara tan tarde.
El ya se estaba quedando dormido cuando una persona se sentó a su lado y colocó sus libros en la mesa rompiendo el pesado silencio. El se volteó rápidamente esperando encontrarse con Louise, pero fue, no tan gratamente, sorprendido cuando en vez de encontrarse con Louise se encontró con una chica que reconoció el como Leslie Kelsen, ella no era exactamente la persona que él había estado esperando por más de veinte minutos.
—Louise no podrá llegar, me dijo que te ayudara yo por el día de hoy -explicó la chica mientras abría uno de los libros de astronomía.
Maldita sea Louise por hacerlo esperar veinte minutos y no aparecerse ni para explicarse y maldito sea Tom por obligarlo a hacer esto.
—¿no sabes por qué no va a poder llegar? -preguntó Mattheo tratando de esconder su indignación pero sus puños apretados a cada lado de su cuerpo lo desvelaron.
—no, simplemente me dijo que la ayudara a ayudarte -dijo Leslie y el momento en el que ella terminó su frase Mattheo tomó sus cosas y abandonó la biblioteca, impulsado por su, no tan sutil, ira, saliendo del la estancia con un portazo que resonó en toda la biblioteca dejando a Leslie más que sorprendida por su inadvertida ira.
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—te juro, Tom, que te voy a matar y luego te voy a cortar en pedacitos.
Tom no subió la mirada del libro que leía, parecí que ignorar a Mattheo le parecía un deporte muy interesante y divertido, pero Mattheo definitivamente no disfrutaba de esta pasión de Tom.
—lo superarás -dijo Tom mientras continuaba leyendo, sus ojos moviéndose con desagradable elegancia.
—claro que lo haré -exasperado asintió Mattheo. -pero el punto es que estuve ahí esperando y la desgraciada no tuvo la decencia de siquiera aparecerse.
—esa desgraciada es tu tíquet para no ser desheredado.
—a este punto ya no me importa.
Mattheo se preguntaba que era aquello que continuaba empujando a Tom para hacer todo esto, se preguntaba si es que el nunca sentía aquel nudo en el estómago que Mattheo sentía, aquella punzada de curiosidad que le preguntaba a su conciencia si todo esto lo valía.
𝐍𝐎𝐓𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐔𝐓𝐎𝐑𝐀
Me encantó escribir desde el punto de vista de Mattheo y les pido perdón por el capítulo corto pero ya al final no sabía como más alargarlo 😭😭.
Espero disfruten leer desde el punto de vista de Mattheo y díganme si les interesaría un capítulo desde el punto de vista de Tom.
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