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006

Sin mirar atrás.
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📍ESTABLECIMIENTO
DE LA LEGIÓN DE RECONOCIMIENTO, AL ANOCHECER.

Hange ayudaba a Daphne a caminar, ambas en dirección a la habitación del Capitán Levi. Realmente a Daphne se le estaba dificultando bastante el caminar, pero estaba segura de estar mucho mejor el día de mañana.

— ¿Qué le sucedió a mi habitación? — Cuestionó la albina, frunciendo ligeramente su ceño por la dificultad que estaba teniendo al caminar, pero de igual modo por la confusión.

— Algunos soldados la están ocupando. Nuevos cadetes ingresaron hace unos meses, y necesitaban una habitación. — Respondió Hange, sonriendo ligeramente al percatarse de lo cerca que se encontraban de la habitación de Levi — Erwin se encargará de eso, estoy segura que tendrás de vuelta tu habitación en un par de días. Mira, ya llegamos.

Daphne soltó un ligero suspiro en respuesta, se sentía cansada y agotada, lo único que quería era dormir. Pero estaba segura de que no podría dormir esta noche, las escenas dolorosas de hoy iban a repetirse en sus sueños constantemente.

— ¡Enano, ya estamos aquí! — Exclamó Hange, abriendo la puerta de la habitación del mencionado.

— Puedes dejarla en la cama. — Respondió Levi, ocupado en lo suyo, sin dignarse a observarlas. Estaba ordenando la gran cantidad de papeleo que se encontraba sobre su escritorio, odiaba ver todo desordenado.

Aquella cantidad de papeleo se debía al regreso de Daphne a la Legión, Levi se estaba encargando de ahorrarle el trabajo a la albina. Ella realmente se veía mal, no quería que se estresará aún más con todo ese papeleo.

Era su forma de demostrarle su comprensión, realmente quería ayudarla.

Hange ayudó a Daphne a pasar a la habitación, llevándola hacia la pequeña cama. La albina con dificultad se sentó sobre ella, acomodando las almohadas por detrás de su espalda.

— Espero puedas seguir mucho mejor, Daph. Mañana será un mejor día, te lo aseguro. — Hange le dedicó una dulce sonrisa, ayudándola a cubrirse con las sábanas. Aquellas limpias y blancas sábanas, que comenzaban a agradarle a Daphne.

La albina asintió en respuesta, agradeciéndole en silencio.

Hange le dio un suave abrazo, siendo correspondido por Daphne, y se despidió de ella. Luego se dirigió hacia al escritorio de Levi, observando curiosa lo que hacía.

Grande fue su sorpresa al percatarse de aquel papel sobre las manos de Levi. No tardó mucho en mostrar una sonrisa pícara y divertida, observándolo atenta.

— ¿Y eso? Que lindo, Capitán Levi. — Bromeó, soltando una ligera risa.

— Cállate. Ni te atrevas a abrir el pico. — Amenazó el peli negro, dedicándole una mirada de reojo de mal modo. Aunque no tardó mucho en seguir con lo suyo, haciendo oídos sordos a lo demás que Hange decía.

— Bueno, aunque Daphne no tardará mucho en darse cuenta. Estoy segura que estará muy agradecida. — Hange sonrió nuevamente, no tardando mucho en despedirse. Se dirigió hacia la salida de la habitación, abrió la puerta y se retiró. — ¡Pasen una linda noche!

Sin más, se retiró, dejando a aquellos dos solos en la habitación.

Sería una noche muy larga, para ambos.

Se mantuvieron en silencio por algunos minutos, haciendo cada quien lo suyo. Daphne recargaba su cabeza sobre la cabecera de la cama, cerrando sus ojos con pesar, intentando perderse en sus pensamientos. Y Levi, seguía firmando algunos documentos, aprovechando de la luz que le brindaba la vela de su escritorio.

La observó de reojo por unos cuantos segundos, percatándose que aún se encontraba despierta. Había llegado a pensar que ya había caído dormida, pero al parecer era lo contrario.

— Esto me llevará toda la noche, duerme. Yo dormiré en una de estas sillas. — Le habló Levi finalmente, luego de percatarse de que permanecía despierta.

— No creo poder dormir. — Mencionó, soltando un pesado suspiro. Mantenía sus ojos cerrados, intentando conciliar el sueño. —  Gracias por ofrecerme tu habitación, lo aprecio.

— Bien. Duérmete. — Levi volvió a observarla, luego de escuchar su agradecimiento. Pero no tardo mucho en seguir con lo suyo, enfocándose en terminar en cuanto antes.

Daphne no tardó mucho en quedarse dormida, y horas después Levi terminó con todo el papeleo pendiente de la albina.

No logró dormir mucho, solamente unas dos horas antes de que el día comenzara en la Legión.

📍7 AM, HABITACIÓN DE LEVI

Daphne abrió sus ojos, tan pronto sintió los rayos del sol entrar por la habitación. De igual modo, ya estaba acostumbrada a la rutina de despertarse temprano, años en la Legión la acostumbraron a despertarse siempre a esas horas.

Tan pronto abrió los ojos, se reincorporó en la cama y buscó con la mirada la presencia de Levi.

Grande fue su sorpresa al encontrarlo dormido en una silla, delante de la cama.

Al parecer la estuvo cuidando durante toda la noche, lo que le ocasionó una ligera calidez en su pecho. Le pareció algo muy generoso de su parte.

No pudo evitar apenarse un poco, en su interior, agradecía que nadie le estuviese viendo en estos momentos.

Se levantó con cuidado de la cama, ignorando todavía el dolor que sentía en su cuerpo. Ya no dolía tanto, a comparación de ayer, pero aún sentía un poco de incomodidad.

Debía tomar un baño, cambiarse e ir a hablar con Erwin sobre retomar su papel como Coronel en la Legión y regresar a su trabajo.

Salió en silencio de la habitación, de aquel modo no despertaría a Levi de su corto horario de sueño.

Pero Levi estaba más que despierto, solamente descansaba sus ojos, y claramente se percató de Daphne saliendo de su habitación. No le dijo nada, ahora solo se debía encargar de cambiarse de igual modo, y también de retomar la rutina de la Legión.

Daphne no tardó mucho en ir a los baños femeninos a tomar un rápido baño, varias cadetes la observaron sorprendidas de verla de vuelta en la Legión, dándole agradables comentarios de apoyo y de lo felices que estaban de verla nuevamente. Ella no dudó en agradecerles, saliendo rápidamente de ahí.

Se sentía como nueva, volver a portar el uniforme de la Legión, y estar ahora limpia, le hacían sentirse de muchos más ánimos. No dudaba en caminar con seguridad y con la mirada erguida, mientras caminaba por los pasillos, no quería mostrar debilidad o lastima por lo sucedido el día anterior.

No tardo mucho en llegar a la oficina de Erwin, tocó la puerta antes de entrar, y entró. Se acercó a la mesa del rubio y le observó, atenta y ligeramente seria.

— Vengo a retomar mis labores, imagino que tengo trabajo y papeleo pendiente. ¿Puedo comenzar con eso? — Le observó seriamente, Erwin hizo lo mismo, atento, y con una ligera sonrisa orgullosa.

Llego a pensar que Daphne se tomaría unos cuantos días mas de descanso, dado a lo ocurrido el día anterior, debía respetar el luto de la chica, y darle su espacio. Pero grande fue su sorpresa al verla aquí, deseosa por retomar sus labores como Coronel de la Legión.

— Realmente eres una mujer muy fuerte, Daphne. Digna de admirar. — Le elogió Erwin, mostrando una sonrisa y buscando unos papeles para la de menor estatura. — Levi ayer se encargó de todo tu papeleo pendiente. Por ahora solo tendrás que ayudarme con la exploración de hoy.

La albina se quedó perpleja por unos cuantos segundos, luego de haber escuchado las palabras de Erwin. Levi había hecho todo esto para ayudarla, realmente se sentía muy agradecida.

Sabía muy bien que Levi era un hombre frío, algunas veces grosero y tosco, pero era una buena persona. Sin embargo, este tipo de acciones le parecían muy amables y generosas, viniendo de una persona como lo era Levi.

— Bien, será un gusto volver a comandar contigo, Erwin. — Asintió, segura de si misma. — Recompensare los meses de ausencia que tuve en la Legión, lo prometo.

— Claro que confío en ti, Daphne. — Erwin sonrió, y asintió, sin dudas confiaba muy bien en la Coronel O'Brien.

Ambos y muchos más soldados se prepararon para la próxima exploración dentro de la muralla María.

La Coronel O'Brien estaba de vuelta, y una nueva pequeña luz para el futuro de la humanidad.

📍PRIMERA EXPLORACIÓN DENTRO DE LA MURALLA
CAÍDA, MARÍA.

El Comandante Erwin estaba por delante de todos, estando a su lado la Coronel Daphne, luego le seguían los Capitanes Hange y Levi con sus respectivos escuadrones. Seguidos de ellos, los demás cadetes.

Daphne volvió a sentir aquel sentimiento que siempre le había inundado desde joven, cada vez que salía con la Legión a una exploración. De algún modo, lo había extrañado, aunque siempre estuviese aquel incómodo sentimiento de saber que varias vidas iban a perderse en cada exploración.

Antes de volverse Coronel, cuando el Comandante Keith Shadis estaba al mando, las bajas y las pérdidas eran constantes. Pero desde que Erwin les guiaba, todo aquello había cambiado ligeramente.

Claro, cadetes seguían falleciendo, pero no a gran cantidad. Era un pequeño avance.

La puerta se abrió, y todos comenzaron a avanzar hacia la salida.

Daphne acarició ligeramente la cabellera de Thomas, y comenzó a avanzar al lado de su Comandante.

— ¡Andando!

Seguido del mandato del rubio, todos los caballos comenzaron a apresurar el paso hacia la salida. Oficialmente, ya se encontraban en lo que quedaba de la antigua muralla María.

— Más titanes han entrado al pasar de las horas. A cada hora, máximo unos diez entran. — Le habló Daphne a Erwin, observándolo. Mientras le hablaba, Levi desde atrás también le observaba, atento. — Debemos separarnos en cuatro grupos, en total.

— Exactamente. Levi, lleva a tu escuadrón al Este. Hange, tu escuadrón al Norte. — Les mando, ambos asintieron sin dudarlo. — Daphne, dirígete al Noroeste con otro grupo de cadetes. Yo me dirigiré al Oeste con los demás que faltan.

Los cuatro guiaron a los demás cadetes, no tardando mucho en separarse en los cuatro grupos que habían acordado liderar cada uno.

El grupo de Daphne se dirigía casi a la misma dirección que el escuadrón de Levi, así que ambos podrían estarse echando el ojo mientras tanto, por si llegaban a necesitar refuerzos.

— Debes estar atento a cuando regrese, Thomas. No me falles. — Le susurró a su caballo, no tardando mucho en enganchar su equipo de maniobras a uno de los edificios más cercanos, para posteriormente elevarse y comenzar a columpiarse por los aires.

Thomas entendió el mandato, mientras él con los demás caballos seguían corriendo.

« Dos titanes puros y dos excéntricos. » Pensó la albina luego de observar el área, mientras sus cabellos se mecían por el aire y su rostro permanecía lleno de seriedad y concentración. « Me encargaré primero de los excéntricos, para ahorrarme problemas luego. »

No tardó en impulsarse rápidamente con ayuda del gas para comenzar a girar por los aires en dirección al primer titán excéntrico. Este tampoco tardo mucho en percatarse de su presencia, colocando toda su atención en ella.

Su velocidad le permitió atinar múltiples cortes efectivos sobre la nuca del titán, terminando con él en el instante.

De igual modo, también se acercó en pocos segundos al segundo titán excéntrico. Impulsándose con mayor rapidez por los aires, pasando cerca del rostro del titán hasta girar y llegar a su nuca.

El gigante ser intentó atraparla varias veces con ayuda de sus mordidas y grandes dientes, pero Daphne logró esquivarlos afortunadamente.

Dejó un último corte en aquel área, y este cayó al suelo junto con el otro ser.

Luego de terminar, la albina aterrizó de pie en el techo de una de las pequeñas casas. Le producía un mal sabor en la boca saber que, hace unos días, personas habían estado habitando aquella casa.

Desgraciadamente muchas más personas tuvieron que vivir lo mismo que ella y sus padres experimentaron.

— ¡General Daphne! Terminamos con algunos titanes del perímetro, ¿Qué más debemos hacer? — Una chica aterrizó a su lado, con otros cadetes más, a la espera de alguna orden de su superior.

La albina observaba el perímetro con seriedad, siguiendo con la mirada la manada de caballos que Thomas lideraba. Corrían en el perímetro cercano a sus jinetes, en caso que tuvieran que regresar ya.

— Más titanes seguirán viniendo, aunque terminemos con mil de ellos. Es casi imposible tener un progreso en esta situación si no cerramos la abertura de la muralla. — Les dirigió la palabra, dejando de observar a su caballo para esta vez ver a sus subordinados. — Pero esforcémonos. El Comandante nos dirá que hacer. Andando.

Volvió a impulsarse por los aires, en busca de algún titán. Realmente le encantaba la sensación de volar por los aires, sus cabellos se movían, el aire cochaba en su rostro, sin dudas lo había extrañado bastante, aunque la situación y el ambiente lo arruinara todo.

Se percató rápidamente de una soldado en peligro, corriendo de un titán de quince metros. Estaba en los suelos, seguramente se había quedado sin gas.

Apresuró el vuelo hacia aquella dirección con ayuda del gancho y el gas, y llegó a socorrerla.

La tomó rápidamente de la cintura de un fuerte agarre, y se elevó por el aire con ella en brazos, hasta aterrizar en uno de los tejados de las casas.

— ¿Estas bien? — Preguntó, observándola de arriba a abajo con un semblante serio. — Debes aprender a no gastar mucho gas.

— ¡S-si! Lo sé, Coronel, lo lamento... Muchas gracias por ayudarme. — La chica bajó la mirada arrepentida, agradecida. Daphne solo asintió y se alejó de la chica, comenzando a correr por los tejados en dirección a aquel titán.

Como siempre, terminó con aquel ser cortando su nuca.

— ¡Soldados, retirada!

Se escuchó a Erwin y a varios soldados exclamar sobre el fin de aquella expedición. Todos comenzaron a reunirse en dirección a la entrada de la muralla, subiendo a sus caballos y comenzando a retirarse.

Daphne seguía terminando con algunos cuantos titanes, mientras llamaba a algunos de los soldados que no habían escuchado el llamado.

No habían progresado en nada, a pesar de haber matado a algunos titanes, muchos más seguían entrando por aquella abertura.

Levi había terminado también con varios titanes del perímetro, por lo cual también se retiró y comenzó a seguir a los demás soldados.

— La soldado del invierno ha vuelto, ¿No? ¿Ya la viste? — Hange se apresuró con su caballo para posicionarse al lado de Levi, observándolo divertida y con una sonrisa pícara — ¡Se ve tan preciosa peleando! Ya la extrañaba tantooo~

Levi solo se limitó a escucharla, mientras avanzaba junto a su caballo. Sin dudas no podía contradecirla, el regreso de Daphne también le había alegrado bastante.

Thomas con Daphne no tardaron en aparecerse, junto con los demás cadetes que habían estado al mando de la albina.

Había sido la primera exploración en la antigua muralla María, y sin dudas, había desconcertado a muchos soldados, varios de ellos no se imaginaron todo lo que había sucedido ahí mismo.

Y para Daphne, que vivió todo eso desde Shiganshina, también le fue bastante difícil presenciar el estado de la muralla María. Pero debía seguir adelante.

Habían dado por concluida, la primera expedición, de muchas, en la Muralla María.

📍 AÑO 850

— ¡Ahí están, los soldados de la Legión de exploración!

Una considerable multitud se encontraba en la salida del pueblo, despidiendo a los soldados que iban a retirarse pronto.

Sin dudas, el apoyo hacia la Legión había cambiado considerablemente.

Daphne y Erwin recordaban muy bien los constantes abucheos y desprecios que recibían al salir de las murallas, cuando el Comandante Shadis les lideraba. Las personas les insultaban, y mostraban su desprecio hacia los soldados, al no progresar en lo absoluto.

Pero ahora era diferente, todos les mostraban su apoyo, y de algún modo, era reconfortante.

— ¡Comandante Erwin, dele a esos titanes una paliza!

El comandante avanzaba con seriedad sobre su corcel blanco, escuchando el apoyo de algunos hombres. Él era quien iba al frente de todos, como era costumbre.

Entre aquellas personas que les observaban, se encontraba un soldado recién graduado junto a sus compañeros, observando a la Legión con admiración y sorpresa.

Se trataba de Eren Jeager, un antiguo habitante, al igual que Daphne, de Shiganshina.

— ¡Miren, es la Coronel Daphne!

Comentarios hacia la albina también llegaron a escucharse, quien se encontraba cabalgando a Thomas al lado de Erwin, unos cuantos pasos atrás suyo.

Ella de igual modo avanzaba con un rostro serio, enfocada en el camino, sin observar a los campesinos.

Agradecía ese tipo de comentarios de apoyo, pero en estos momentos debía mantener su mente fría, ya que allá afuera les esperaban muchas bajas y fallecimientos.

— ¡Y Levi, ahí va!

El mencionado avanzaba al lado de Mike y de Hange, quienes también observaban al frente y avanzaban detrás del Comandante y de la Coronel.

— Que escandalosos. — Mencionó Levi, dignándose a observar a algunos de los pueblerinos de reojo.

Era muy distinto a hace años, ahora toda la gente confiaba en la Legión de exploración.

— Antes las personas no eran así de agradecidas. Eres igual a ellos. —
Le susurró Daphne con un poco de molestia a Levi, observándolo de reojo.

El azabache alzó una ceja y le observó.

— Oh, te dijo mal agradecido, enano. — Se unió Hange a la conversación, soltando una ligera risa — Aunque si lo eres. Apoyo a Daphne.

Sin dudas, ninguno de ellos se esperaba lo que sucedería en las próximas horas.







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❄️— NOTA DE AUTORA:

ola ola 💗 que lindo es volver a estar aquí chicos 😭 extrañaba muchisisiisimo volver a escribir esta historia.

ya lo había informado en otra de mis historias (si no estoy mal, en la de nnt) sobre la razón de mi hiatus aquí en wattpad durante todos estos meses

y es dado a problemas emocionales que estuve teniendo desde hace un año. mi padre falleció, y dado a esa experiencia caí en una depresión bastante fuerte, entre ellos también problemas de ansiedad y cardíacos

pero estoy mejorando y saliendo adelante, por eso mismo he regresado a hacer esto que tanto me gustaba, y era escribir 💗

intente volver a escribir desde hace unos meses, pero lamentablemente volví a recaer, pero aquí estoy, en serio espero esta vez quedarme 💗

espero con todo mi corazón que las antiguas lectoras sigan aquí, y puedan comprenderme. las aprecio muchísimo.

nos vemos pronto, las quiero 🍓

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