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Dans sa love story
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Sa love story
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| Auradon |
Al día siguiente la princesa de encontraba frente a la esta que su Abuelo le indicó, era una mujer, y la descripción ponía:
En memoria de Mal-Igna
La villana que se convirtió
en una heroína.
Mal, ahora tenía sentido el apodo por parte de su abuelo, al parecer influyó bastante en su nombre también.
— Sabes había un hombre que venía a dejarle flores siempre, un día de pronto ya no volvió me pregunto que le abra pasado. — la pelirroja miro a la chica que se paró junto a ella, piel morena, más bajita que ella y su cabello decolorado con un fantasía color Rosa encima.
— Yo puedo decirte que le pasó, tiene Alzheimer, y sin darse cuenta, no por deseo de el, la olvido — la mujer miro sorprendida a Malory.
— ¿Comó sabes eso? — cuestionó de inmediato, Malory le dedicó una mirada de ¿Enserio?
— Te diré, pero si tu me cuentas que sabias de ella — la pelirroja señalo la estatua.
— Tenemos un trato — sonrió la pelirrosa.
Minutos después ambas mujeres se encontraban platicando en una cafetería, Malory por primera vez en mucho tiempo se sentía animada.
— Quería escribir un libro sobre su historia, pero justo el hombre dejó de aparecer — comentó Rose, así se presentó la mujer.
— Cuantame sobre ella — comenzó la pelirroja.
— Bueno, lo que logre encontrar fue que es era hija de Maléfica, llegó a Auradon por la proclama del Rey en aquellos años — Malory sonrió — se que se enamoraron porque mi abuela fue la novia del príncipe heredero en aquel tiempo, las dos tuvieron una enemistad evidentemente, pero dejando de lado todo eso lo trágico fue que; Maléfica y su hija tuvieron un enfrentamiento, el cual no término como muchos esperaban.
— Maléfica derrotada...
— Y Mal viva. — ahora todo tenía sentido.
— El, el hombre que venía a dejarle una Rosa, es mi abuelo — La pelirrosa nuevamente miro sorprendida a la princesa de Auradon — las flores las creo el mismo, jamás pudo mostrarselas. Te daría la facilidad de entrevistarlo pero como mencione en un inicio, cada día la olvida sin darse cuenta.
— Dios esto es, una historia de amor muy triste — susurro Rose.
— Aun así buscare la manera de que cuentes esa historia, si quieres escribir ese libro tienes mi ayuda, trataré de averiguar más, se que mi abuela no me dirá nada porque ella llegó después...
— ¿Tu abuela es?
— Nerys, en ese tiempo para sorpresa de muchos hija de la princesa Mérida.
— Vaya pelirroja me sorprendes demasiado, es curioso porque nuestras abuelas estuvieron con tu abuelo...
— Pero ninguna fue su amor real, me duele sabes, aunque se que si se hubiera casado con Mal evidentemente no existiría, pero siento demasiada tristeza que no puediera estar con ella...
— Aveces le cantaba, a la estatua, se ve que la amaba demasiado.
Pasaron el rato platicando, hasta que el vibrar de su teléfono llamaron la atención de Malory, trago saliva y revisó su teléfono, tenía cientos de llamadas pérdidas de Finn su hermano, se imagino lo peor.
— Rose, mi abuelo — se levantarón ambas a toda prisa, la pelirrosa no dudó en acompañar a Malory.
Al llegar se dio cuenta de que era más que obvio lo que sucedía, ni siquiera de e había podido despedir de el, sintió sus ojos llenarse lágrimas y corrió abrazar a su hermano mayor. Su abuelo hacia unas horas, había fallecido.
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El castaño abrió los ojos, se encontraba en su habitación, sentía una extraño sensación en todo su cuerpo, se puso de pie y camino hasta el espejo, era el de joven, aquello era bastante extraño. Hasta que la puerta se abrió dejando ver a su madre.
— Vamos cariño todo mundo te esta esperando — le sonrio y después cerro la puerta, el castaño tomó la suficiente fuerza para salir.
Una vez en el pasillo se dio cuenta de que era un día de baile en el castillo, todos de un lado a otro y pronto la música inundó sus oídos.
Cuando llegó al salón principal todos le aplaudieron, sintió como alguien lo tacleo.
— ¡Jay amigo! — grito Ben lleno de felicidad.
— El mismo — celebro felizmente. Después chico corrió y se lanzó encima del castaño.
— ¡Chico!
— Ya era hora — comentó el perro dando algunos saltitos.
— Chico tiene razón — Carlos le extendió su mano y Ben la tomó para levantarse.
— ¡Hey no hay abrazo para mi! — sonríe la peliazul.
— ¡Chicos yo no puedo...! Siento que es un sueño.
— No lo es Ben — dice Jane abrazando a Carlos y este correspondiendo.
— La mayoría estamos aquí, obviamente también esperando a los demás — dice Evie sonriendo.
— No veo la hora en que llegue Lonnie, pero Evie me regaña diciendo que es eso desear la ya sabes que y se me pasa — comenta melancólico el hijo de Jafar.
— Todo a su tiempo — dice Doug besando la mejilla de la peliazul y esta sonríe.
— Siendo sincera tampoco veía la hora en que llegaras — esa voz, el castaño se dio vuelta y no pudo contenerse, sintió una enorme emoción al verla de nuevo, corrió y tomó entre sus brazos a la pelimorada.
— Te amo, te amo, te amo y no me cansaré jamás de decírtelo — comenta Ben tomando a la pelimorada de la cintura.
— Yo también te amo, mi Rey — le susurro — ¿Estas listo para pasar la eternidad conmigo?
— Más que listo — ambos sonrieron, el castaño escucho la hermosa melodía — ¿bailamos?
— Por supuesto majestad — los dos caminaron hasta el centro del salon, y comenzaron un baile al compás de la música. — Estoy tan feliz de que hayas formado una familia.
— Debía seguir, aun que no quisiera.
— Lo se mi amor, tranquilo — Mal acarició la mejilla del castillo — gracias por todas las Rosas.
— No quería que ningún día te faltará una Rosa pero...
— Enfermaste, es parte del ciclo de la vida, pero no te preocupes alguien las dejara por ti...
Ben sonrió al recordar al Malory.
— Supongo que nuestros hijos hubiesen sido como ella — Mal sonrió.
— Mmm, tal vez — los dos continuaron bailando al compás de la música — Te extrañe mucho.
— Y yo a ti, primcesa — al finalizar la música los dos se miraron y después abrazaron, finalmente se besaron, como muestra de que su historia de amor continuaba, ahora en la eternidad.
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Malory depositaba una Rosa frente a la estatua de Mal, después de un arduo trabajo y algunos meses después finalmente la Rosa tomó vida de nuevo, se sentía muy feliz por ello, continuar lo que se abuelo había dejado.
Había encontrado algunas cartas que Ben escribió para Mal después de que ella murió, apesar de que su abuelo había amado a su esposa, nunca se comparó el amor que le tenía a la pelimorada y esas cartas lo demostraban.
Cada visita Malory le contaba que sucedía día con día, los niños, su hermano Finn, su abuelo, su mamá, y ahora su actual pareja, Rose. Ahora entendía que tal vez ella, Mal lo necesitaba y por eso Ben había partido, sabía que ahora el finalmente era feliz en donde sea que estuviera.
Porque ahora estaba continuando la historia de amor que dejó en vida.
FIN
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