Historia inspirada en "Love Story - Indila"

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L'âme en peine
Il vit mais parle à peine
Il attend devant cette photo d'antan
Il, il n'est pas fou
Il y croit c'est tout
Il la voit partout
Il l'attend debout
Une rose à la main
À part elle il n'attend rien...

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...

| Auradon |

La más joven de la familia Beast había pasado casi todo el día en su estudio, no era de extrañarse, su amor por el arte se había dado a notar desde que solo era una niña, no faltaba mucho para finalizar, cuando la puerta se abrió dejando ver sus sobrinos.

— Tía Mal ¿podrias prestarnos algunas de tus pinturas? — la pelirroja dejó aún lado lo que tenía en las manos y levanto la ceja. Los niños habían echado delante al mayor de todos. Los demás simplemente rierón.

— ¿Maquillaje o arte? — los tres se miraron completamente confundidos. Malory sonrió suavemente y se levantó de su lugar.

Tomó una pequeña caja, ahí depósito algunos cuadernos, pinceles, pinturas y cualquier material que pudieran usar los niños.

— ¡Tía también queremos diamantitos! — grito el más pequeño dando algunos saltitos.

— Diamantina y claro que también les daré, solo no la dejen caer en la alfombra o terminaremos castigados como la última vez — la pelirroja les extendió la caja y el castaño no dudó en tomarla.

— ¡Gracias tía! — los tres niños estaban por salir cuando chocaron con su padre en la puerta, los tres sonrieron despistados y se fueron corriendo tan rápido como pudieron. El más pequeño cayó a mitad de camino, pero se levanto junto con su pequeño peluche, gritando "Esperen"

El rey miro a su hermana y ambos se echaron a reír.

— Cada día son más traviesos — comenta Malory sin dejar de reír — ¿sucede algo? Pregunto, porque es extraño que su majestad se presente en mi estudio.

— El abuelo Ben...

— Yo me encargo, tranquilo — Finn sonrio aliviado — por alguna extraña razón solo me hace caso a mi, ¿seguramente escapo al jardín? ¿Verdad?

— Si, solo que siempre olvida a que va, cada día esta menos conciente de lo que sucede a su alrededor.

— Sabíamos que el medicamento poco a poco dejaría de hacer efecto, el Alzheimer no tiene cura hermano — Finn bajo la mirada — ahora vuelvo, debo ir antes de que la enfermera pierda la cordura.

La pelirroja salió del estudio y camino en dirección al jardín, a lo lejos divisó a los niños jugando, uno de ellos incluso tenía una mano pintada en una mejilla, se echo a reír por eso, hasta que escucho a su abuelo quejarse, se negaba volver a su habitación.

— Abuelo, tienes que volver a tu habitación... — comenzó la joven mientras tomaba del brazo al hombre, quien la miro completamente confundido.

— Yo no soy tu abuelo, aun soy muy joven — Malory sonrió — dile a esta mujer que se vaya, que no necesito de ayuda.

Señalo a la enfermera.

— Yo me encargo  — susurro la pelirroja. Animando a su abuelo a caminar junto con ella.

— Tú ¿comó te llamas? ¿Necesitas ayuda en algo? — pregunto mirándola aun confundido.

— Soy Malory, tu nieta, de cariño me llamas Mal — se detuvo un momento y la miro un momento.

— No, tu no eres Mal, tu me quieres engañar.

_ ¿Y quien es Mal? — preguntó la pelirroja su abuelo se quedó en completo silencio.

— Señorita ¿Necesita algo? ¿Comó se llama? — la pelirroja se dio cuenta que lo mejor era seguirle el juego.

— Soy Brianna una joven que viene de la isla a pedirle ayuda, ¿Usted es el rey?

— Si, lo soy, dime ¿en que puedo ayudarte? — Malory suspiro entristecida, continuó la caminata, siempre inventana que era una persona en busca de la ayuda del Rey de Auradon. Aveces fingía ser los amigos de su abuelo, o incluso su madre, o solo una desconocida, pero nunca Mal, no sabía quien era y con tan solo mencionarla cambiaba el tema, tenía tanta curiosidad de aquel apodo que su abuelo le había puesto con tanto cariño.