Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟮


-ˏˋ⋆ 𝐜𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝟐: 𝐭𝐡𝐞 𝐰𝐨𝐥𝐯𝐞𝐬 ⋆ˊˎ-

- ͙۪۪̥˚┊❛ sᴏɴɢ ʀᴇᴄ ❜┊˚͙۪۪̥◌
"The Night We Pet"
𝘓𝘰𝘳𝘥 𝘏𝘶𝘳𝘰𝘯
0:43 ──●──────── 3:28
↻ ◁ || ▷ ↺

Estaba rodeada por un grupo de ocho lobos anormalmente gigantes e imponentes a mitad de la noche en un bosque desconocido. En fin, súper normal ¿no?

"Ahhh, pero la niña quería ir a pasear" me reprimí mentalmente.

"¿Qué se supone que debo de hacer ahora?" pensé preocupada. Imagínense, si antes no sabia que hacer ahora lo estaba mil veces más.

"Tal vez debería de rendirme y ser su cena" estaba resignada resignada.

Me dediqué a analizar a los lobos en busca de una vía de escape. Sus pelajes variaban en tonos de gris, marrón y negro, cada uno con una presencia bastante intimidante que hacía que el aire se sintiera cargado de electricidad. Sus ojos brillaban con intensidad, observándome con mucha curiosidad e interés. Sentí mi corazón acelerar nuevamente, mi pulso resonando en mis oídos.

El lobo frente a mí no se movió bruscamente, como si estuviera comunicándome que no había peligro, pero aún así había algo en la atmósfera que volvía el aire palpable.

Uno de los lobos, de un espeso pelaje gris oscuro con ojos cafés, dio un paso adelante en mi dirección de manera firme. Otro, negro como la noche y con ojos color avellana, levantó ligeramente la cabeza, olfateando el aire con curiosidad. Sus miradas eran penetrantes, cada uno de ellos exudaba una presencia abrumadora, pero no amenazante.

Me quedé congelada, sin saber si debía correr o mantenerme quieta. La adrenalina corría por mis venas y el sudor frío por mi espalda.

Un escalofrío me recorrió en cuanto sentí el viento helado de la noche impactándome. Sorprendentemente, uno de los lobos, con pelaje y ojos de color café claro, se dio cuenta por lo que se acercó a mí tranquilamente, como si no me estuviera causando un infarto, y pasó su hocico por mi cuello tratando de trasmitirme su calor.

Decir que estaba a punto de desmayarme era poco. Pasaron unos minutos muy tensos en los que todos los demás lobos estaban mirándonos directamente en espera de cualquier movimiento, pero dejaron de hacerlo cuando vieron que no pasaba nada. Parecía que se estaban comunicando mentalmente, pero yo estaba demasiado ocupada controlando los latidos de mi corazón para pensar en eso.

A pesar del miedo, que sabía debería de haber comenzado a invadirme, no podía ignorar que estos lobos no tenían ni la más remota intención de hacerme daño. Al contrario, dos de ellos me estaban protegiendo.

El lobo de pelaje café rojizo permanecía firme, como un guardián frente a los demás, a pesar de su nula intención de hacerme daño, y para este punto, el lobo con pelaje café claro se había acercado aún más a mí, transmitiéndome más calor y evitando que me enfermara.

"Claro que no quieren hacerte daño, por eso toda su manada está rodeándote," me reprendió mi conciencia de manera sarcástica. "Además, ¿cómo sabes tú que el primero no está evitando que escapes y el segundo no solo está esperando para morderte?" preferí ignorarla.

Me sorprendí cuando el lobo café claro se acurrucó contra mi cuello y comenzó a olfatearme. Instintivamente, pasé mi mano por sus orejas, permitiéndome disfrutar de la suavidad de su pelaje y causando que exhalara con placer, lo que me hizo cosquillas y provocó que riera.

Las orejas de todos se levantaron ante el sonido y regresaron su mirada hacia nosotros, ladeando sus cabezas con diversión cuando se dieron cuenta de que estaba sucediendo.

"Definitivamente no quieren matarme." pensé, aunque esa idea se disolvió cuando el lobo gris plateado, con cicatrices visibles en su cuerpo, se adelantó un paso más y gruñó suavemente. El sonido era profundo y reverberante, como si sacudiera el suelo, y me sobresaltó. El lobo café rojizo respondió con un gruñido bajo, una forma de comunicarse con los demás, pero sus ojos no se apartaban de los míos. Era como si me estuviera diciendo que confiara en él, que no tenía nada que temer, cosa que se confirmaba por la manera en que el lobo café claro buscaba mi mano para que lo siguiera acariciando. ¿Estaba mal pensar que era súper tierno en lugar de estar asustada?

En cuanto comencé a acariciarlo de nuevo sentí mucho amor, como si su contacto me hiciera sentir querida; desde que él se había acercado a mí, la situación ya no parecía para nada aterradora como al inicio, pero aun así, no podía dejar de preguntarme qué significaba todo esto.

"¿Por qué estos lobos sobrenaturales parecen estar tan interesados en mí" el vínculo que sentía con los lobos cerca de mí era innegable, pero de alguna manera, la presencia de los demás hacía que todo se sintiera aún más surrealista y mágico, como si también me sintiera en paz con ellos.

Cada segundo que pasaba se sentía eterno, el silencio roto solo por los suaves gruñidos y el crujir de las hojas bajo sus patas, lo cual me ponía cada vez más nerviosa al no poder hacer nada.

Finalmente, respiré hondo, intentando calmar mi mente y mi corazón. Estaba en medio de una situación que desafiaba toda lógica y sentido común, pero algo en mi interior me decía que este encuentro era significativo, que había algo más grande en juego de lo que podía entender en ese momento.

Manteniendo mis ojos fijos en los lobos frente a mí, decidí confiar en la sensación de protección que me habían brindado y esperar lo que vendría a continuación. Me separé levemente de ellos, aún con cautela para no alertar a ninguno de los otros lobos de manera negativa pero sí ganarme su atención.

Mire a todos lados en busca de algo para sentarme, encontré una roca cercana y me senté con las piernas cruzadas, lo que me permitía estar a la misma altura que ellos a pesar de su imponente tamaño. Sentía que necesitaba tomar el control de la situación, o al menos intentar entenderla.

— ¿Qué está pasando? — pregunté en voz baja, más para mí misma que esperando una respuesta. Mi voz sonaba extraña en medio del silencio del bosque.

Un lobo de pelaje café ladeó la cabeza ligeramente, como si estuviera considerando mis palabras. Los otros lobos se mantuvieron en sus posiciones, observándome sin moverse. La quietud del momento era casi surrealista, como si el bosque mismo estuviera conteniendo la respiración.

Decidí intentar algo más directo, sabía que estaba hablando con criaturas que no podían responderme de manera convencional, pero siendo realistas, nada de esta situación estaba siendo convencional.

— ¿Pueden entenderme? — les pregunté, manteniendo mi voz lo más calmada posible.

Para mi sorpresa, el lobo de pelaje gris plateado, con ojos ámbar, hizo un movimiento sutil, casi un asentimiento. No estaba segura de si lo había imaginado, pero me dio el valor para continuar.

— No sé por qué estoy aquí, ni por qué ustedes están aquí conmigo, pero... siento que esto es importante — dije, tratando de mantener la calma a pesar del nerviosismo que sentía.

El vínculo que tenía con los lobos frente a mí seguía siendo inquebrantable. Sus ojos cafés me analizaban con fascinación, intentando conocerme más a fondo con la mirada, sabiendo que ya les gustaba lo que veían en ese momento y no podrían decepcionarse nunca. Me miraban cómo si me hubiera estado buscando toda a vida, y de cierta manera, yo sentía lo mismo por muy raro que pareciera.

El lobo café rojizo dio un paso hacia delante, rompiendo el círculo perfecto que habían formado a mi alrededor, y se acercó lentamente, sin ninguna señal de agresividad.

Mi corazón latía con fuerza, pero me obligué a permanecer quieta, confiando en esa extraña sensación de seguridad que me había invadido desde que los había visto por primera vez.

Finalmente, se detuvo justo frente a mí, su mirada fija en la mía. El silencio del bosque era total, y por un momento, sentí que el tiempo mismo se había detenido. Con un movimiento lento y deliberado, inclinó su cabeza hacia adelante, hasta que su frente tocó la mía suavemente. Cerré los ojos, permitiendo que la paz y el vínculo llenaran mi ser una vez más.

Tenía la impresión de que en ese toque había una promesa, un entendimiento tácito de que mi vida estaba a punto de cambiar de maneras que aún no podía comprender. Aún no sabía qué significaba todo esto, pero la sensación de que estaba exactamente donde necesitaba estar me lleno una vez más, acompañada de una alegría y un entusiasmo propias del lobo frente a mi.

Abrí los ojos lentamente y noté que los otros lobos también se habían acercado, formando un círculo más estrecho a mi alrededor. Cada uno de ellos tenía una expresión que transmitía una extraña mezcla de cariño y respeto.

Sus presencias eran aún más imponentes de cerca, pero un así no me causaban miedo. En cambio, gracias al vínculo que tenía con cada uno de ellos, el que estuvieran cerca de mi me aliviaba.

Resistí las ganas de sonreír durante unos segundos, hasta que mis comisuras subieron en contra de mi voluntad.

Uno por uno, cada lobo se acercó a mí, tocando su frente con la mía en un gesto que parecía casi ritual. A medida que cada lobo repetía el gesto, sentía como una parte de ellos se conectaba conmigo, compartiéndome un fragmento de su esencia.

El segundo en hacerlo fue el lobo café claro con ojos del mismo color, casi parecía que me sonreía con dulzura lo hizo, trasmitiéndome una sensación de amor y bondad.

El tercero fue el lobo de pelaje gris plateado y ojos ámbar, acercándose con confianza antes de juntar nuestras frentes de forma impaciente, transmitiéndome algo igual de salvaje y fuerte que su confianza.

El cuarto fue un lobo de pelaje café chocolate y ojos marrones, que se acercó con alegría antes de trasmitirme una energía acogedora y segura.

El quinto fue un lobo de pelaje café y unos hermosos ojos de color caramelo. Él era algo tímido, si fuera humano estaba segura de que se hubiera sonrojado en cuanto chocamos miradas, sentí su amor sincero a través su mirada antes de experimentar la sensación acogedora y genuina que me transmitió.

El sexto fue un lobo con pelaje similar al de los huskies y con unos ojos ámbar llenos de vida, me veía con lo que parecía una sonrisa lobuna antes de trasmitirme relajación y serenidad, ayudándome a estabilizar mis pensamientos y casi causándome un suspiro de placer.

La séptima, era la única hembra, fue una loba de pelaje gris oscuro y ojos cafés. Ella era muy similar al algunos lobo, con los ojos del mismo color, pero me trasmitió algo distinto; una sensación de seguridad que abarcaba todos los sentidos, como si me diera seguridad en mi misma pero también proyección.

El octavo y último fue un lobo de pelaje tan oscuro como la noche y con ojos penetrantes color avellana. Él se me acercó con cautela antes de causarme una oleada de energía cálida, transmitiéndome una fuerza y valentía que me lleno por completo.

"¿Será el alfa?" me pregunté al sentir un vínculo ligeramente más intenso y dominante en comparación con los demás.

Cuando todos los lobos se habían vinculado conmigo, rompieron el círculo y se alejaron un poco, dándome espacio.

— No entiendo por completo lo que acaba de pasar, pero... — inicié en voz baja, sabiendo que de alguna manera ellos comprendían que ahora me sentía renovada, con una energía nueva y poderosa despertando dentro de mí.

Antes de que pudiera continuar, mi celular emitió un sonido que nos puso a todos alerta, casi causando que me cayera de la roca si no hubiera sido porque el lobo de pelaje café chocolate y la loba me atraparon con sus cuerpos, asegurándome en mi lugar y dejándome sentir la suavidad y calidez de sus pelajes en el proceso.

Miré mi teléfono y me di cuenta de que era una llamada de mi madre, muy probablemente preocupada ya que ya había pasado una hora desde que le había avisado que ya iba en camino.

— Lo siento, tengo que contestar. Es mi madre — dije, respirando hondo antes de deslizar el dedo para aceptar la llamada.

— Anna, ¿dónde estás? Estamos preocupados, deberías de haber llegado hace rato para la cena — la voz de mi madre sonaba ansiosa al otro lado de la línea.

— Lo siento, mamá. Estoy bien, solo me detuve un momento en el bosque para descansar un poco. Ya estoy en camino de regreso, prometo que no tardaré mucho más — respondí con lo primero que me vino a la mente, un poco nerviosa.

Llámenme loca pero pareciese como si uno de los lobos estuviera burlándose de mi excusa con su mirada, así que de la forma más madura que hay, lo fulmine con la mía causando que se paralizara y el resto de la manada se burlaran un poco de él. Sonreí ante la escena.

—Está bien, pero por favor, ten cuidado. No me gusta que estés sola por ahí a esta hora. ¿Necesitas que tu padre y yo vayamos por ti? Podríamos... — como era de esperarse, mi pobre excusa no calmó a mi madre del todo.

— No es necesario mami, estaré bien. Te veo pronto en casa, ¿vale? — le respondí con un tono dulzón buscando convencerla, rogando internamente porque no insistiera.

— Está bien, cuídate. Te esperamos aquí, no tardes. Besitos — dijo mi madre y colgó.

Miré a los lobos, quienes seguían observándome con atención.

— Lo siento por eso. Tengo que irme — les dije apenada.

Aunque una parte de mí deseaba quedarme más tiempo con ellos y entender lo que significaba todo esto, sabía que de hacer esperar más a mi madre era capaz de llamar al tío Charlie y tener a todo el departamento de policía buscándome. Prefería no arriesgarme.

El lobo de pelaje negro asintió, entendiendo mi situación.

— Mañana, al atardecer, nos encontraremos de nuevo aquí. Tengo muchas preguntas — dije con firmeza en su dirección.

El lobo asintió nuevamente, y los otros lobos parecieron aceptar mi propuesta. Con un último vistazo, me puse de pie con cuidado y me alejé lentamente.

Podía sentir sus miradas sobre mí mientras me internaba en el bosque, pero esta vez, la sensación que me acompañaba no era de miedo, sino de expectativa. Caminé hacia casa, sintiéndome diferente de cómo había salido.

Sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma y, aunque no tenía todas las respuestas, me sentía más preparada que nunca para enfrentar todo lo que viniera, especialmente mientras sentía una oleada de felicidad dentro de mi y escuchaba algunos aullidos alegres provenientes del bosque a mis espaldas.

*:・゚*:・゚*:・゚*:・゚*:・゚*:・゚
Helloooo, también actualicé este capitulo para que tuviera más congruencia en la historia. Como dicen: si vas a hacer algo, hazlo bien.

Aprovechando, también les agregué una nueva escena con nuestro amado Seth. Les dejo el siguiente apartado para que hagan sus teorías y luego vean si atinaron o no:

A) Adivinen quién era cada lobo en base al orden de los personajes:
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
¿Ya? Okay, aquí están las respuestas/guía para el futuro:
1. Primer lobo (Jake): Ojos café oscuro (con un toque de verde bosque) y pelaje café rojizo.

2. Segundo lobo (Seth): Ojos cafés claros y pelaje café claro.

3. Tercer lobo (Paul): Ojos ámbar y pelaje gris plateado.

4. Cuarto lobo (Jared): Ojos marrón profundo y pelaje café chocolate.

5. Quinto lobo (Quil): Ojos color caramelo y pelaje café.

6. Sexto lobo (Embry): Ojos ámbar y pelaje similar al de los huskies.

7. Séptimo lobo (Leah): Ojos cafés y pelaje gris oscuro.

Octavo lobo (Sam): Ojos avellana y pelaje negro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro