𝕆𝕆𝟜
Las redondas mejillas de la castaña toman un rubor entre la mezcla de enojo al ver cómo su compañera solo baja la mirada, ahogando pequeños sollozos, y una segunda emoción que todavía no puede reconocer.
ㅡDéjala en paz, ㅡla niña habla en un susurro, antes de mirar al más alto y su par de secuaces. ㅡ¡todos ustedes déjenla en paz!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro