Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo único

Ranma no dejaba de mirar el reloj, habían pasado casi dos horas desde que su prometida y él se aislaron para comenzar sus estudios, pues estaban próximos a los exámenes de admisión para la Universidad, aunque claro estaba que eso lo tenía sin cuidado alguno, ella prácticamente lo había obligado a estudiar, cuando aún no sabía qué hacer con su vida. 

Ya debería saber que no tenía caso. 

—Y así es como se saca el valor de x, solo es cuestión de multiplicar. 

El de ojos azules suspiro. 

—Esto es demasiado aburrido Akane, mejor vamos a comer algo, ya es tarde. 

La mencionada frunció el ceño ante su petición, era evidente que no le había prestado atención a nada de lo que le decía. 

—Pero si no llevamos ni dos horas, además recuerda que los exámenes de admisión comienzan la semana que viene, deberías preocuparte un poco por estudiar, flojo. 

El de trenza se alzó de hombros. 

—Deberías ponerte en mi lugar, a ti se te facilitan las cosas, en cambio yo llevo dos horas escuchándote y todo lo que entendí es…— bostezo. —Nada.

—Solo con esfuerzo se logran las cosas, Ranma, de verdad que eres irresponsable.— suspiró. —Si yo estuviera en tu lugar sería mucho más aplicado, inteligente, respetuoso, y sobre todo menos mujeriego. 

Ante eso último negó rápidamente. 

—¡Eso es una mentira!— exclamó. —Yo no soy esa clase de hombre, no es mi culpa que las chicas se me acerquen, jamás he hecho algo malo. 

La joven simplemente no respondió, optando por recoger los cuadernos que se encontraban sobre su escritorio. 

—Mentiroso, desde que te conocí no haces otra cosa más que conseguir chicas.— le acusó. —Incluso dejas que te hagan todo lo que quieran, pervertido.— murmuró. —Lo peor es que eres mi prometido.— lamentó a la vez que se ponía de pie. 

Por su parte él también se levantó, harto de sus acusaciones decidió plantarle cara y enfrentar la situación. 

No podía creer que de verdad pensara así de él. 

—¿Por qué no cierras la boca? ¡Entrometida!— gritó. —¡Eso que dices es mentira, yo no soy así! 

—¿Ah no?— respondió con sarcasmo. —¡¿Y tus demás prometidas que?! 

Un pequeño silencio invadió la habitación, siendo el muchacho quien lo rompiera al soltar una leve carcajada, provocando que la de cabello corto se molestara aún más. 

—Ya veo, así que todo este alboroto es por eso ¿no?— sonrió. —Estás celosa. 

—¡No estoy celosa!— exclamó rápidamente. —¡Puedes hacer lo que te dé la gana! ¡No me interesa! 

—¿Entonces por qué te enfadas? Te ves más fea cuando te enojas.— respondió con burla a la vez que le mostraba la lengua. —Y si no estás celosa deja de meterte en donde no te llaman. 

Akane cerró los puños con fuerza, realmente quería ser buena persona pero con él era imposible. 

—¡Eres un idiota!— gritó. —¡Si ya no vas a estudiar no me hagas perder el tiempo y lárgate! 

El muchacho se alzó de hombros. 

—Tranquila, solo estaba jugando.— suspiró. —Igual es cierto que no es mi culpa tener chicas merodeando cerca mío, y si piensas que lo hago para molestarte te equivocas, tonta.— sonrió. —No es intencional, pero por lo visto te interesa demasiado.— murmuró burlón. —Tal parece que logró ser irresistible, no sólo para Shampoo, sino también hasta para una loca agresiva. 

La menor de las Tendo sonrió con malicia, estaba a nada de darle una patada y mandarlo gratis a China. 

«Así que eso piensas, bien, ahora vas a ver cuan muerta estoy por ti, idiota.»

—Quizá en eso tengas razón, Ranma…

El mencionado la miró extrañado, sin embargo no pudo decir nada, quedando más confundido al ser empujado por ella en dirección a la cama. 

—¡¿Qué te pasa?!— preguntó. —¡Solo era una broma! ¡Loca! 

Ella no dijo nada, simplemente mantuvo su sonrisa mientras se acercaba lentamente a él.

—Oye Ranma...— habló mientras se colocaba lentamente sobre del mencionado. 

Por su parte el de trenza no pudo evitar sentir como su corazón latía con rapidez ante esa acción, realmente no entendía lo que pasaba. 

—¡E-Espera!— le pidió a la vez que intentaba retroceder. —¿Q-Qué demonios estás haciendo? 

Akane soltó una pequeña risa, acariciando con delicadeza la mejilla del nervioso muchacho. 

—Te diré la verdad, me descubriste.— suspiró pasando ambos brazos alrededor de su cuello. —La verdad es que me interesas demasiado, por eso me pongo celosa, no puedo evitarlo, eres tan lindo que expreso mis sentimientos así, me pones tan nerviosa, Ranma… 

El mencionado no pudo hacer más que tragar saliva, jamás pensó llegar tan lejos. 

«Diablos… ¿Por qué me siento así? ¿Qué puedo hacer?»

—Sé que tú también sientes lo mismo que yo.— siguió la azabache al ver que su contrario no se movía. —¿Crees que no me doy cuenta de que no respiras frente a mi?— sonrió ladina a la vez que acercaba su rostro al de él. —Sé que tú me deseas, yo también te deseo y tus sueños los quiero realizar…— susurró rozando sus labios con los del muchacho, quien permanecía perdido en las gemas de su prometida. 

No sabía cómo actuar. 

—A-Akane… 

—Oh Ranma…— murmuró. —Deberías ver tu cara. 

El mencionado parpadeo varias veces ante aquellas palabras, sintiéndose aún más confundido que en un principio al ver como de un salto se levantaba. 

—¿Qué estás…? 

—¡Es una broma, tonto!— exclamó entre carcajadas. —¡Eso es lo que te mereces por tanto abrir la boca!— sonrió. —¿Qué? No me digas que ahora te vas a enojar. 

Por su parte el joven aún no podía creer lo que acababa de escuchar. 

—Entonces… ¿S-Solo era broma? 

Ella asintió. 

—Pues claro, ¿qué creíste? ¿Qué sería igual de fácil que tus otras prometidas?— volvió a reír. —¡Pues no! Al menos ya te diste cuenta de que conmigo no te sería tan fácil, bobo. 

—¡¿Cómo te atreves a hacerme algo así?!— cuestionó levemente sonrojado. —¡¿Y soy yo el bobo?! 

La menor se cruzó de brazos, frunciendo el ceño ante aquella exagerada actitud por parte del artista marcial. 

—Oye, tranquilo, ¿no eres tú el que dice que hay que reírse de las bromas? 

«Así que una broma… Ya verá esa marimacho que a Ranma Saotome no se le juega así…»

El joven se levantó, sin decir nada la tomó de la cintura para así poder tirar de ella y recostarla sobre la cama, quedando ahora sobre la menor. 

—¡O-Oye! ¡P-Pervertido, deja…! 

—Pues yo si me lo creí, Akane, ahora tendrás que cumplirlo.— interrumpió seriamente mientras colocaba ambas manos en las muñecas de la azabache. —No me vas a dejar así, ¿verdad? Eso te haría muy mala persona. 

Ante sus palabras la de corta cabellera no pudo evitar sonrojarse. 

—¿P-Pero qué dices?— negó. —¡Dejame en paz idiota! ¡Ya verás!— exclamó a la vez que trataba de liberarse de su agarre. —Si haces esto por venganza te juro que… 

La menor no pudo continuar, pues el de trenza se lo impidió, juntando rápidamente sus labios con los de ella. 

Por su parte la azabache no supo cómo reaccionar, aquel beso la había tomado por sorpresa, jamás pensó que él, siendo como es, se atreviera a llegar tan lejos, ni siquiera ella se hubiera atrevido. 

Quería pensar que todo era parte de su dichosa broma, pero a la vez deseaba que aquello fuera real. 

Transcurrido un rato el de ojos azules se separó de la menor, notando cómo lo miraba expectante, luciendo un tierno sonrojo y un brillo especial en su mirada. 

Y ¿para qué mentir?, seguro él también estaba igual. 

—A-Akane, yo de verdad lo… 

—Ya te vengaste, ahora puedes irte.— murmuró ella a la vez que miraba a otro lado, sin embargo volvió a verlo al sentir como seguía sosteniendola. —Ranma, no estoy jugando, si lo que querías era vengarte por la broma, bien, ganaste, ahora suéltame y… 

—No.

La de corta cabellera parpadeo fuera de si, mirando confusa a su prometido. 

—¿No?— repitió. —Ranma, ya no es divertido, quítate o si no… 

—Ese es el punto, ya no es divertido.— suspiró. —Todos piensan que solo soy un arrogante que se la pasa tomando todo a juego, pero esto es algo que yo no veo como uno.— murmuró. —Dejó de ser un juego a partir de ese beso. 

Aquellas palabras provocaron que el corazón de la joven comenzará a latir frenético, sabía que Ranma solía ser despreocupado, pero algo le decía que hablaba con la verdad, eso no era un juego. 

Lo suyo al menos ya no lo era. 

—Pero Ranma… 

—Déjame hablar.— interrumpió. —Ya estoy cansado de juegos, tenemos dieciocho años, es momento de hablar con la verdad.— sonrió. —Akane yo… 

La mencionada, una vez logró liberarse, colocó un dedo sobre sus labios, y tras corresponder su sonrisa, murmuró. 

—No digas nada, hagamos esto…— susurró para luego tomarlo de la camisa y jalarlo hacia ella, comenzando así un nuevo beso, esta vez correspondido por ambas partes. Se necesitaban, ahora más que nunca querían saber lo que era estar con la persona que amaban.

Sus pensamientos habían sido opacados por algo totalmente diferente, el deseo y la lujuria se habían apoderado de su raciocinio, ya no pensaban en lo que era correcto.

En ese momento todo pudor había pasado a segundo plano. 

Pronto la falta de oxígeno comenzó a hacer acto de presencia, provocando que ambos jóvenes se separaran, posando su dudosa mirada en el otro. 

Una tímida sonrisa por parte de la azabache fue suficiente para él, quién volvió a besarla, descendiendo lentamente por su cuello, siendo inevitable para ella no soltar leves jadeos ante aquella acción. 

Ranma, por otro lado, se paseó  sobre una de sus piernas rozandola lentamente, claramente estaba nervioso, y no era para menos, en otra situación ella lo habría golpeado tras llamarlo pervertido aún cuando la tocara por accidente, sin embargo ahora la menor quería todo lo contrario. 

Deseaba que la tocara. 

Ella al percatarse del temor de su prometido no dudó en retirar los brazos de su cuello para poder abrazarlo por la espalda y acariciarlo lentamente. Podía entender cómo se sentía, pues ese mismo miedo la invadía, el miedo a hacer algo mal, a ser rechazada. 

De pronto, aquel temor se vio reflejado cuando el de trenza detuvo sus acciones, dejándola únicamente sentir su agitada respiración contra su cuello. 

Quizá se había arrepentido.

—¿Ranma…? 

—¿Estás segura de esto, Akane?— interrumpió con voz ronca, rozando sus labios sobre la piel expuesta de su cuello. —Sabes que no te obligaría a hacer algo que no quieras… 

Ante eso último la joven rió. 

—Lo dice el pervertido que no me dejaba mover hace un rato.— respondió con sarcasmo.

—¿Entonces tú no…? 

—Si no quisiera ya estarías camino a China gracias al golpe que te habría dado por atrevido, tonto.— sonrió, a la vez que paseaba sus palmas bajo la camisa del varón, acariciando levemente su abdomen. 

Por su parte él le devolvió la sonrisa, atreviéndose a acariciar su pierna esta vez sin temor alguno. 

A esas alturas ya nada le asustaba. 

—En ese caso… ¿Prometes no sacar tu horrible mazo haga lo que haga?— preguntó mientras subía su mano y comenzaba a desabrochar lentamente los botones de su blusa. 

—Hoy no, mañana quién sabe. 

El joven simplemente se alzó de hombros. 

—Habrá valido la pena.— murmuró para luego volver a besarla, aprovechando el pequeño gemido que soltó para así invadir su boca, comenzando con una batalla por el dominio del beso. 

Si ese era un sueño no querían despertar jamás. 

Ranma, una vez terminó de desabrochar la blusa de su prometida, colocó una de sus manos sobre uno de sus pechos, sintiendo el fino encaje que aún los cubría, optando por bajarlo, dejando expuesto su erecto pezón, el cual no dudó en pellizcar, provocando que ella gimiera audiblemente sobre sus labios. 

—No tan fuerte Akane, ellos podrían llegar en cualquier momento.— susurró sin dejar de tocarla. 

Realmente la volvería loca. 

Sin esperar a que ella respondiera, el muchacho volvió a descender por su cuello en dirección a su pecho. La de corta cabellera podía sentir como su piel ardía, provocando que poco a poco la humedad en su interior se extendiera, quería más, necesitaba más. 

Tomando valor, ella se atrevió a tirar de la camisa del muchacho, logrando así quitársela sin previo aviso, sintiendo como la boca se le hacía agua al posar su mirada sobre su bien trabajado torso. 

—R-Ranma… 

Él no respondió, simplemente se dedicó a desabrochar el sostén de su amada, dejando al descubierto sus pechos. Akane se tenso al sentir como era despojada de las prendas superiores, cosa que el de trenza no notó, dedicándose únicamente a devorar los montes de la menor, comenzando a lamer y succionar estos sin cesar. 

La joven simplemente se mordió el labio tratando de contener los gemidos que amenazaban con salir de sus labios, sabía que estarían solos ese día, aún así no podían arriesgarse, tenían que ser cuidadosos o al día siguiente ya estarían casados. 

Y no querían eso, al menos no por el momento. 

Con un rápido movimiento la artista marcial lo empujó, lo tumbó sobre la cama y se colocó a horcajadas sobre él, ganándose una sorprendida mirada por parte de su prometido, ninguno de los dos esperaba agarrar valor para hacer todo lo que hacían, sin embargo ya era tarde para detenerse, lo único que deseaban era acabar con los juegos y aceptar sus sentimientos. 

Demostrar cuánto se amaban. 

La azabache podía sentir como el de trenza la recorría con la mirada, perdiéndose por completo en su torso desnudo, dejándola así sentir el efecto que causaba en él endurecerse en su entrepierna, tomando el atrevimiento de friccionar sus intimidades por sobre las prendas que aún portaban, provocando que él gruñera ante esa acción. 

—No tan fuerte, Ranma, ellos podrían llegar en cualquier momento…— repitió divertida, no dejándolo responder callando sus jadeos con un nuevo beso, dejándolos sentir como sus pechos quedaban pegados completamente, sintiendo así la calidez del otro con aquel roce. 

Conforme el beso se volvía cada vez más demandante, la menor logró sentir como las manos del muchacho se colocaban en su trasero,  atreviéndose a apretarlo levemente, provocando que ella rompiera el contacto y gimiera sobre sus labios. 

—R-Ranma…— suspiró, comenzando esta vez a repartir besos por su mejilla, descendiendo lentamente por su cuello y pecho, el cual comenzó a lamer y morder a su antojo, deleitándose con los pequeños jadeos que escapaban de los labios de su prometido. 

En ese momento se sentía realmente poderosa. 

Siguió dejando un camino de besos en dirección a su abdomen, deteniéndose justo antes de llegar a su prominente erección, aún no se atrevía a ir más allá. 

Por su parte, el de ojos azules no pudo evitar tensarse al sentir un pequeño roce entre los pechos de su amada y su miembro, soltando así un gruñido ante su acción.

Ya no podía aguantar más. 

Sin previo aviso el artista marcial volvió a recostarla y colocarse encima de la joven, besándola para iniciar con una nueva batalla que la azabache aceptó con gusto. 

Finalmente habían llegado a un punto en el que las caricias y besos ya no eran suficientes, ambos querían más, deseaban rebasar el límite de lo correcto y consumar aquel amor que tanto tiempo se esforzaron en ocultar. 

Deseaban acabar de una vez por todas con esos juegos que los llevaban a un ciclo sin fin. 

—Akane…— susurró sobre sus labios, pidiéndole permiso para continuar y despojarla de las prendas restantes, recibiendo como respuesta un corto beso por parte de su prometida. 

Al ser consciente de aquella afirmación, comenzó a desabrochar el short que ella portaba, deslizandolo junto a su ropa interior, dándose tiempo de acariciar lentamente sus piernas, provocando en la menor un escalofrío ante aquel tacto. 

Una vez a su merced, la de corta cabellera sintió como todo rastro de valentía se iba y su rostro ardía, víctima de la vergüenza que en ese momento sentía, optando así por cerrar las piernas una vez se encontró expuesta ante él. 

Por su parte, el joven, no pudo evitar recorrerla lentamente con la mirada, guardando en su memoria aquella escena donde una sonrojada y vulnerable Akane evitaba su mirar. 

Realmente le parecía hermosa. 

Una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del muchacho, quien comenzaba a despojarse del resto de sus prendas, percatándose de cómo cierta azabache le miraba de reojo, sintiendo también los nervios y el miedo que su prometida desprendía. Tocó las rodillas de la menor, dándole la señal para que separara las piernas, siendo así que, temerosa, hizo lo que indirectamente le indicaba, sintiéndose aún más nerviosa al percatarse de cómo él no se movía y se dedicaba a verla detenidamente. 

Sentía que moriría de vergüenza. 

—Akane…— murmuró luego de un rato mientras se acomodaba entre sus piernas. —Eres realmente hermosa… 

—Ranma…— pronunció emocionada ante las palabras del mencionado. 

Jamás, ni en sus mejores sueños, se habría planteado la idea de que un día él le hiciera un cumplido sincero. 

—Si no estás segura de esto aún podemos… 

La azabache no lo dejó terminar, simplemente tomó su rostro entre sus manos y lo beso, disipando así todo rastro de duda, dándole su aprobación para seguir. 

Y aunque quisiera simplemente no podría parar. 

No quería. 

Pudo sentir como nuevamente él se acomodaba, rozando en el acto su miembro contra la intimidad de la joven, quien no pudo evitar gemir contra sus labios. 

Lo necesitaba, ya no podía esperar más. 

Ranma atendió su muda súplica, por lo que sin perder más tiempo comenzó a penetrarla lentamente, deteniéndose al escucharla emitir un pequeño quejido y ver en su rostro una expresión de dolor. 

—Por favor, relájate, no quiero hacerte daño…— murmuró al notar la tensión en su prometida. Sabía que aún así la dañaría sin querer, al ser su primera vez eso ocurriría inevitablemente, pero quería que ella estuviera tranquila y sintiera que todo estaría bien. 

Que ellos estarían bien. 

—R-Ranma…— jadeo. —Bésame…— suplicó. 

El mencionado no pudo negarse ante aquella petición, por lo que nuevamente juntó sus labios con los de ella, sintiendo a su vez como la joven se aferraba a él con fuerza. Víctima del momento, el de trenza la penetró profundamente, provocando que un grito de dolor escapara de los labios de su amada, dejándolo inmóvil para no seguir lastimandola. 

Fue así como poco después ella comenzó a balancear sus caderas, dándole la señal de que todo dolor había sido transformado en placer, comenzando por embestirla lentamente, de modo que ella pudiera acostumbrarse a aquella sensación. 

—¡Ah!— gimió a la vez que enterraba sus uñas en la espalda de su contrario. —R-Ranma, por favor… 

El mencionado, al captar las palabras de la joven, aceleró sus embestidas, perdiéndose por completo en aquel adictivo movimiento, quedando prendado en la calidez que sentía en cada estocada. 

—Akane… 

Ninguno de los dos podía explicar lo que sentían en ese momento, era una mezcla total de emociones, no acababan de creer lo que estaban haciendo, comenzó todo como una broma y terminó en algo mejor que eso.

En algo real.

Ella sentía unas enormes ganas de llorar, estaba emocionada, quería que aquello durara para siempre, al igual que él no quería despertar de aquel hermoso sueño.

—Ranma... N-No pares...

El mencionado negó, aunque así lo quisiera era demasiado tarde para detener cada una de sus acciones, por lo que continuo, acelerando esta vez sus movimientos, provocando que la joven enterrara nuevamente sus uñas en su espalda, transmitiendo el placer que la envolvía en ese momento.

—Ah... Akane...— gruño contra su cuello.

La mencionada asintió al saber a lo que se refería, ambos se encontraban en el punto máximo y no tardarían en terminar juntos lo que habían empezado. 

El de oscura cabellera aceleró aún más cada uno de sus movimientos, acomodándose mejor al colocar las manos de su amada sobre su cabeza, entrelazando así sus dedos, diciendo indirectamente lo que sentían con un simple roce. 

Con una simple mirada. 

—R-Ranma…— jadeo completamente perdida en el placer que su prometido le brindaba, dejándose llevar al enredar sus piernas en las caderas del muchacho, profundizando cada estocada que este daba. 

Sabían que no aguantaría mucho al sentir como sus intimidades se contraían debido al sensual roce, dejándose llevar hasta el final, callando sus gemidos en un beso, dejando así que sus esencias se mezclaran, dando por terminado aquel acto. 

Un pequeño suspiro brotó de los labios del muchacho, quien tras salir de su interior se recostó a un lado de la joven, la cual se colocó sobre su pecho, aún sin poder creer lo que acababa de ocurrir. 

Después de eso no podían seguir callando, necesitaban terminar con aquel ciclo y decir lo que sentían el uno por el otro. 

Ya no podían seguir con aquel juego. 

—Tengo que decirte algo…— murmuraron al unísono, provocando una pequeña risa por parte de la azabache. 

—Tu primero. — sonrió. 

El de ojos azules asintió, tratando de darse valor para poder hablar sin temor alguno. 

—Akane, después de lo que acaba de pasar ya no puedo seguir callando… 

Ranma…

—La verdad es que tu me… 

—Ranma… 

—No, más bien, yo te… 

—Ranma… 

—¿Tú qué Ranma?— cuestionó, acariciando con delicadeza su mejilla. 

—¡Yo te am…! 

—¡Ranma!

El mencionado abrió los ojos al escuchar aquel grito, posando sus azules en la preocupada mirada de su prometida, quien suspiraba aliviada al verlo consciente. 

—Gracias a Dios.— sonrió. —Por un momento pensé que te había matado, llevabas mucho tiempo inconsciente…

Ante sus palabras el de trenza la miró extrañado, sintiendo sus mejillas arder al recordar todo lo que había ocurrido. 

Mejor dicho, soñado. 

—¿Qué…? 

«¿Entonces lo que pasó fue un sueño?»

Al ver la confusión de su prometido, no pudo evitar sentirse asustada, pensando que lo golpeó tan fuerte que le provocó un traumatismo o pérdida de memoria. 

—Veras, poco después de que me dijeras que ya estabas cansado de juegos y querías hablar conmigo de algo, Kasumi tocó la puerta para avisar que habían llegado, entonces me asuste, como no te quitabas de encima no me quedo de otra más que golpearte con mi mazo y… Quedaste inconsciente por casi dos horas.— explicó sonrojada por la vergüenza que le daba la situación. 

Por su parte, Ranma no salía del shock en el que se encontraba, sintiéndose cada vez más frustrado al procesar la explicación de su prometida. 

Otra vez habían sido interrumpidos, y lo que era peor, nada de lo que había pasado sucedió en realidad, todo fue un sueño. 

Un sueño muy cruel. 

—¿Ranma?— pregunto al ver que no respondía. —Si te sientes mal vamos con el doctor Tofu.— sugirió angustiada. —No quería pegarte tan fuerte, de verdad lo… 

—No pasa nada.— interrumpió a la vez que se ponía de pie. —Supongo que será mejor que me vaya, se está haciendo tarde y nuestros padres podrían pensar que estamos haciendo otra cosa. 

La de corta cabellera asintió ante sus palabras, sin embargo había algo que no la dejaba tranquila. 

No podía dejarlo ir así nada más. 

—Antes de que te vayas…— lo detuvo. —¿Qué es lo que ibas a decirme?

El joven desvió la mirada, sí, estaba cansado de esos juegos, pero tenía miedo de hablar en ese instante, no quería ser rechazado, al menos no por el momento. 

—Supongo que gracias al golpe se me olvido.— se alzó de hombros. —Quizá no era nada importante, no te preocupes. 

—Pero… 

—Buenas noches Akane, y por favor…— suspiró a la vez que se dirigía a la puerta. —No me hagas soñar contigo… Otra vez.— y tras decir aquello salió de la habitación, dejando a una confundida azabache. 

—¿Será posible…?— una pequeña sonrisa se formó en sus labios. —Ya lo descubriré, Ranma Saotome…

Tras decir eso la menor de las Tendo salió tras su prometido, tenían mucho de qué hablar y varias cosas que aclarar. Si de algo estaba segura era de que ya no quería seguir con esos juegos, aquellos que no hacían más que enredarlos, necesitaban respuestas, y esa noche las obtendrían costase lo que costase. 

Porque habían sueños que podían hacerse realidad. 

¿No?

。・:*:・゚★,。・:*:・゚☆。・:*:・゚★,。・:*:・゚☆

¡Hey!

¿Qué onda?
Aquí LupitaHaibara trayendoles un nuevo OS, que con ya pudieron notar, es un bonito Ranmakane basado en una canción muy bonita, a mi parecer, titulada "Dream of you" De Chung Ha ^^

De verdad espero haya sido de su agrado, y de una vez me disculpó si el Lemon no es de calidad, luego de un año sin escribir una pierde la práctica, aún así  espero de todo corazón les haya gustado :'3

Y bueno, antes  de irme quiero agradecer a la página de Facebook "Fanfics y Fanarts de Ranma Latino" por invitarme a participar en la dinámica #Sextember2, animandome así a escribir este pequeño One-Shot :3 ♡

En fin, sin más que decirles,  yo me retiro, ya saben que cualquier cosita pueden dejarla en los comentarios, yo encantada de leerlos :D

Nos leemos en otra realidad virtual ^^/

Bais~♡

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro