song ; star-crossed
by ; ethan gander
ship ; seulrene
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ㅡOye, linda. ¿Te dolió cuando caíste del cielo? ㅡSeulgi ha perdido la cuenta de cuantas veces ha dicho ese mismo chiste patético.

ㅡMis alas fueron arrancadas en el proceso, así que si. Si me dolió. ㅡy Joohyun cuántas veces ha tenido que escucharla.

Los mortales piensan que una eternidad por vida es el sueño perfecto, ver imperios levantarse para caer en el tiempo mientras uno sigue en pie ha de ser una experiencia maravillosa. Pero la verdad es que no lo es, la felicidad se vuelve aburrida y la soledad se vuelve la única opción desde que es difícil conseguir a alguien con el mismo castigo.

Para Joohyun la condena se trata de algo diferente. A ella no le importa que los amaneceres hayan perdido su encanto o que aquella persona que una vez llamó mejor amiga haya muerto hace cinco siglos, a ella le molesta es que tenga que pasar su eternidad con Seulgi todavía molestandola.

Se suponía que esta sería una linda mañana donde iría a su cafetería preferida a disfrutar de lo acogedor del lugar, hasta que llegó la causa de sus desgracias.

ㅡUy, hoy nos despertamos bravas. ㅡla demonio se sienta al otro lado de la mesa, disfrutando del desdén que todavía causa en su mayor. ㅡPensé que me habías perdonado lo de tus alas un milenio atrás.

ㅡVeamos... ㅡJoohyun se acomoda mejor y hace que se forme un domo alrededor de ellas, pequeñas imágenes llenando el interior. ㅡMe engañaste y te hiciste pasar por una mortal, fui una estúpida que se enamoró de ti, me traicionaste para salvar tu patético trasero, por ende me castigaron y me arrancaron las alas haciéndome un ángel caído eternamente excomulgada del reino de los cielos y condenada a pasar el fin de los tiempos entre mortales.

Con elocuencia y gracia Joohyun hace un resumen de los acontecimientos, Seulgi asiente en todo. ㅡAsí que no, todavía no te he perdonado eso.

El domo desaparece y todos alrededor no parecen haber notado siquiera que el tiempo se detuvo para ellos, aunque para las dos mujeres en cuestión, el tiempo ha pasado demasiado rápido.

Se siente como si hubiese sido ayer que Joohyun recién estrenaba sus bien merecidas alas blancas, la habían nombrado ángel protector y estaba haciendo su mejor trabajo, hasta se había ganado el respeto de la orden angelical cuando fue asignada a un trabajo entre los mortales. Acostumbrada a no ser vista por ellos, se le hizo difícil el trabajo. Hasta que una supuesta mortal se convirtio en un apoyo para ella. Seulgi.

Seulgi le enseñó la belleza de la gente y como no son tan diferentes a aquellos que habitan en los cielos o los que se encuentran en el fondo del infierno. Joohyun descubrió la bondad y la malicia de mano de esta "mortal". Se enamoró tan profundo de ella y del mundo que ha ia descubierto que su papel como ángel pasó a un segundo plano.

Hubo un momento en que Joohyun incluso pensó en quedarse en la tierra para pasar aunque fuese un segundo de su eternidad con Seulgi, hasta que un día el cielo se abrió y los mayores de la orden angelical fueron por Joohyun para juzgarla por traición. Ella no entendía lo que sucedía hasta que Seulgi se presentó como lo que real es, un demonio terrenal que solo la uso para arruinar los benevolos planes de los ángeles en los mortales.

Fácilmente Seulgi pudo haber dicho de que Joohyun no sabia que ella era un demonio y que todo este tiempo la engaño, pero no lo hizo. Para salvarse de ser juzgada por su propia corte por los cargos de incumplimiento de ordenes, al no haber logrado el terror al que fue mandada solo por estar con Joohyun, Seulgi mintió y dijo que en todo momento Joohyun estuvo consciente de su naturaleza.

Seulgi se ganó un podio en el infierno mientras que las alas de Joohyun fueron arrancadas y exiliada, sin un lugar donde realmente pertenecer.

ㅡOh, vamos. ㅡla menor no ve la magnitud de sus acciones. ㅡNi siquiera Jesucristo había nacido cuando pasó todo eso. Es momento de dejarlo en el pasado.

ㅡ¿Como puedo hacerlo cuando tú todavía me sigues a todos lados?

Touché.

A donde sea que vaya Joohyun, Seulgi va detrás. Es posible que pasen un par de años sin verse, pero han sido más las décadas alrededor de la otra que lejos.

Australia, Japón, España, México, Grecia, Sudáfrica... cualquier lugar del mundo donde ha estado Joohyun intentando huir de Seulgi y sus recuerdos, sorpresivamente ella también está. Haciendo como si nada pasó y todavía son las dos falsas mortales que fueron una vez.

ㅡ¿Y cuantas veces te he pedido perdón que por mi culpa que hayan quitado las alas? ㅡSeulgi no se altera, pero es notoria la frustración en su voz. ㅡCada vez que te vas y cada vez que te encuentro, siempre comienzo la conversación pidiéndote perdón.

ㅡPor todos los cielos, Seulgi. Esto dejó de ser por esas jodidas alas hace mucho tiempo.

En cuanto Joohyun comenzó a relacionarse con los mortales, haber dejado de ser un ángel le comenzó a importar poco. La verdad es que estas antiguas ordenes dejaron de ser relevantes en la conducta de los mortales desde que ellos descubrieron que podían manejar a las masas tanto como un dios lo haría. Joohyun se dispuso a disfrutar su eterna vida con los placeres más mundanos, pero Seulgi siempre fue un constante dolor en su corazón.

Aun después de milenios siente la punzada en su pecho cuando Seulgi la traicionó, cuando negó haberle mentido, cuando incluso tuvo el valor de decir que nunca existió una conexión más allá de la acordada para arruinar la orden angelical. Cuando lo que tuvieron es algo que saben nunca más lograran conseguir.

Joohyun estuvo al borde de arriesgarlo todo por Seulgi, y ella le dio la espalda.

ㅡCada vez que veo tu cara recuerdo la forma en que le mentiste a todos sobre nuestra relación. ¿Y para que? Si ahora me persigues a todos lados. Rompiste el corazón que no tengo para salvarse y aún tienes el descaro de siquiera verme a los ojos. ㅡla mayor hace que el tiempo se detenga nuevamente para los mortales alrededor de ellas. No quiere que nadie más pueda escuchar sus infinitos lamentos.

ㅡLo hice porque esa era la única manera de que pudiéramos seguir juntas, idiota. Te recuerdo que ángeles y demonios no pueden estar juntos. ㅡSeulgi finalmente explota. Literalmente. Pequeñas llamaradas se instalan en sus hombros. ㅡCuando ellos vinieron por ti y dijeron que serias un ángel caído, vi la oportunidad perfecta para salvarme de mi propio juicio a la vez que aseguraba tu estadía aquí. Como me habías dicho que querías.

Las llamaradas en los hombros de Seulgi pasan de un intenso color naranja a uno azul, volviendose más pequeñas también. ㅡSi hubiese dicho la verdad mi condena iba a ser estar encerrada en el último aro del infierno hasta el fin de los tiempos. Y prefiero estar detrás de ti aunque me odies, que no poder verte en lo absoluto.

Es parte de la naturaleza de Seulgi el ser egoísta, pero ese día las decisiones que tomó fue con Joohyun en mente. Había escuchado tantas veces como la mayor quería quedarse entre mortales, incluso había planeado cambiar su cargo por uno menor solo para estar en la tierra, para quedarse con ella y Seulgi solo intentó ayudarla en eso. Tal vez no fue de la mejor manera, pero de la única que un demonio como ella pudo pensar.

Ella siempre supo que Joohyun era un ángel, es muy difícil no pensar eso de alguien con una belleza astronómica y corazón tan puro, y aunque se supone que son dos ordenes que deben odiarse a muerte, Seulgi la tomó bajo su cuidado y le enseñó todo aquello que escapaba de su inocencia. Seulgi se enamoró de ella primero y más fuerte.

Un demonio terrenal que solo conocía maldad y destrucción, repentinamente se encontró el ángel más hermoso que el cielo ha podido crear. Era destinado a ser.

ㅡSiempre pensé que sabias mis intenciones al mentir de esa forma. ㅡlas llamas de Seulgi se han apagado por completo, y el tiempo ha seguido su rumbo. ㅡTodo este tiempo pensé que me odiabas solo porque perdiste tus alas, que eso te importaba más que nosotras.

Este es un perfecto ejemplo de problemas de comunicación en una relación no estable de más de dos mil años. No hay a quien culpar, son cosas que pasan hasta en los más lindos romances.

ㅡEres la idiota más grande que conozco, Kang Seulgi. ㅡaquel brillo natural que hace siglos no regresaba a la existencia de Joohyun, comienza a retumbar otra vez. Incluso los mortales alrededor de ellas pueden verlo. ㅡPero aún así, todavía me tienes a tus pies.

ㅡ¿Que puedo decir? ㅡSeulgi se desploma por completo en la silla. ㅡTengo mis encantos.

Sin importarle que pueda estar haciéndole un daño a los mortales por detener su percepción del tiempo tantas veces seguidas, Joohyun lo vuelve a hacer solo para tener la libertad de golpear, no tan cariñosamente, a la demonio hasta que esta decide huir de la escena.

No sin antes volver a besar esos labios que han sido su único punto débil. ㅡ¡Te espero en casa esta noche, amor!