𝗟𝗘 𝗙𝗘𝗦𝗧𝗜𝗡
song ; le festin
by ; camille
ship ; yerene
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Joohyun camina con gracia por cada estación para inspeccionar el avance de sus aprendices. Unos no saben como limpiar una gamba, otros a duras penas saben como cortar apropiadamente los vegetales que también serán salteados, sin embargo, Joohyun se toma su tiempo para instruirlos en lo básico. Sabe que cocinar no es talento totalmente innato, ella también incendió unas cuantas cocinas cuando apenas comenzaba.
Años más tarde estaría en Francia en una aclamada escuela de cocina perfeccionando las habilidades que adquirió en un barrio de clase media de Seúl, convirtiendose en una de las mejores chefs de la cocina contemporanea. Tras doce años de carrera, un descanso le parecio lo mas adecuado, así que regresó a Seul. Ahora sigue siendo una famosa chef, solo que sin un equipo de cocina que dirigir en un restaurante caro y con la preferencia de dar clases de cocina a aquellos que como ella en un pasado, queman la comida sin siquiera encender la hornilla.
Perfecto ejemplo de sus estudiantes: Kim Yerim.
La chica sostiene con su mano derecha un cuchillo que luce como una espada en comparación a su pequeño porte mientras que en la mano izquierda está una diminuta gamba esperando sufrir su destino.
Es posible que haya ignorado por completo a Joohyun cuando explicaba sacar los intestinos y que debía ser con el cuchillo pequeño que había en la tabla de utensilios solo por estar distraída con lo hermosa que luce la chef con su uniforme blanco y cabello oscuro recogido en un perfecto moño. Es solo una posibilidad.
Yerim siempre pone especial atención a la chef Bae.
Joohyun suspira y deja la estación de otro de los estudiantes para ir con ese pequeño desastre, el cual por alguna razón todavía no saca de su cocina.
ㅡCon ese cuchillo no, usa este. ㅡla mayor le da el utensilio adecuado.
La castaña lo toma y va al ataque antes de ser detenida nuevamente pero esta vez por un cuerpo a duras penas más alto que el suyo y un fuerte perfume a vainilla y gardenias detrás de ella. Una mano izquierda toma la suya y una derecha la muñeca de la otra.
Pero todos los sentidos de Yerim enloquecen cuando una dulce voz ligeramente gruesa habla cerca de su oído. ㅡDebes sostener la gamba así y el cuchillo debe ir entre la cabeza y la primera escama.
Joohyun mueve las manos de Yerim entre las suyas y con facilidad saca ese filamento del ingrediente. Poco le presta atención al sonrojo de la chica entre sus brazos o de como el resto de la clases las mira. Está enseñando, después de todo.
ㅡ¿Viste lo sencillo que fue eso? No te rebanaste la mano como por poco lo ibas a hacer. ㅡsuelta a la castaña y por inercia esta se voltea aún con su rostro prendido de una adorable infinidad de tonos carmín. ㅡSé que puedes aprender a cocinas sin poner en riesgo la vida de los demás, Yerim. Solo debes pensar en un propósito, para quien o para que cocinas.
Las suaves palabras de Joohyun se sienten como una caricia para Yerim.
Ser un desastre es su más grande talento y por lo que es reconocida, no es algo que le moleste, de hecho, está ligeramente orgullosa de ello, pero puede ver en la mirada de la pelinegra la esperanza que le tiene. Por un segundo, Yerim quisiera ser mejor, no para Joohyun sino porque Joohyun sabe que puede serlo.
La hubiese votado de la clase la primera semana que logró hacer que una olla de presión terminara en el techo, pero la chef no lo hizo. Ha pasado dos meses desde entonces y cada semana es un desastre nuevo que Yerim logra ejecutar solo para que Joohyun lo arregle.
Yerim se siente avergonzada, Joohyun lo consigue adorable.
ㅡSe está quemando el arroz, ¿no es cierto? ㅡla castaña habla luego de un par de segundos pérdida en los carnosos labios de la chef.
ㅡEso es correcto, espero puedas cocinar otra orden porque no planeo probar arroz quemado.
Las palabras de Yerim se van con Joohyun y la determinación toma su lugar. Cocinara otra orden de arroz y será el mejor arroz que la antigua chef ejecutiva de uno de los más representativos restaurants de Europa haya probado.
ㅡDoyeon-ah, ¿no hiciste arroz de más?
[...]
Una nueva semana llega a su fin lo que significa que Yerim tendrá que hacer su mayor intento por no incendiar la cocina, intoxicar a una persona y fingir que con solo ver a esa cierta persona dueña de esa cierta cocina no es suficiente para hacer que la idealización de su corazón se sienta como si estuviera a un segundo de escapar de su pecho e ir corriendo a las manos de esa persona.
Yerim nunca ha sido precisamente una mujer de varios amores; ninguno de los pocos con lo que ha estado pueden ser siquiera considerados amantes por la castaña. Aventuras de una sola noche o relaciones que a duras penas un par de meses solo por compromiso, nadie se ha quedado lo suficiente para conocer en verdad quien es Kim Yerim. Pero desde que comenzó las clases con Joohyun , por primera vez, desea que alguien se quede. Aunque no sea para siempre, aunque es posible que no funcione, Yerim quiere que Joohyun se quede en ella sin importar lo que venga después. Además, Joohyun conoce a Yerim más que cualquier otro amante fallido que la menor pueda tener.
Esas dos son más íntimas de lo que le hacen saber a sus amigas, saben las canciones favoritas de la otra y que vino prefieren para acompañar un fillet mignon. Los sentimientos que sin saber comparten no llegaron tan repentinamente como la alarma de humo cada vez que Yerim está en la cocina. Varias veces ya que Joohyun invita a Yerim a quedarse después de clases para "ayudarla en su aprendizaje gastronómico", entre risas y curiosidades lo único que la menor aprende es en lo diferente que Joohyun se comporta cuando deja el título de chef en la mesa.
Es solo Joohyun, sin honoríficos profesionales o infinidades de premios detrás de ella. Son solo Joohyun y Yerim hablando como si se conocieran de toda una vida.
ㅡBuenas tardes, por favor dejen sus cosas en sus estaciones y acompáñenme aquí. ㅡla chef recibe a sus alumnos con una presencia algo distinta. Las siete estaciones están vacías menos la última donde Joohyun está.
Incluso ella luce distinta y los ocho alumnos lo notan, en especial Yerim. Es la primera vez que la ven sin el acostumbrado uniforme blanco de cocina y su largo cabello oscuro perfectamente recogido; hoy Joohyun usa una camiseta de alguna banda que ni siquiera ella conoce, jeans desgastados y su cabello corre como ondas por sus hombros.
ㅡHoy haremos algo diferente, ustedes han avanzado bastante a pesar de que vamos solo por mitad de taller. ㅡJoohyun comienza a hablar mientras acomoda todos los ingredientes. ㅡPor lo tanto, esta vez ustedes tendrán que comer lo que yo prepararé y les explicaré lo importante que es una buena armonía entre platillos de un menú.
«Hoy puedo asegurar la existencia de un ser superior al hombre, un ser de luz que nos lleva de la mano con enseñanzas de amor y paz; ese ser es Bae Joohyun. Amén.»
La pasión de Joohyun por la cocina es casi palpable en este momento, en la naturalidad de sus movimientos por el hecho de haberlos hecho por años hay esa sensación de que la pelinegra nunca se cansará de hacerlos. De aquí a allá, tomando de todo un poco y lanzándolo a las cacerolas al mismo tiempo que explica y responde, Joohyun termina un menú de tres tiempos para sus alumnos.
ㅡ¿Entienden el tema de mi menú? ㅡla chef pregunta poniendo los tres platos frente a los demás.
ㅡGastronomía francesa.
Mientras todos los demás ven los platos e intentan recordar toda la hora de habla de la chef, una pequeña voz se alza en el silencio. La chef le ofrece una sonrisa junto a una obvia expresión de satisfacción a Yerim, antes de confirmar la respuesta.
ㅡJusto como dijo Yerim, el tema de mi menú es gastronomía francesa. Tenemos la entrada,ㅡapunta a al primer plato a la izquierda. ㅡuna crema básica de champiñón y nuez; el plato fuerte que son costillar de cordero con especias verdes, y de postre un servicio de frutas rojas y crema chantillí de jazmín. Bon appétit
Uno a uno, los alumnos de Joohyun toman turno para degustar de los platillos, los cumplidos no tardan en llegar y mucho menos las constantes adulaciones de Yerim. Pero la verdad es que se los merece, son cosas que para la chef son demasiado simples o básicas, sin embargo, hasta los paladares más prestigiosos podrían satisfacerse del talento de la mujer.
Una hora más pasa entre más explicaciones de Joohyun y propuestas para la clase de la semana que viene. El sol afuera del taller comienza a ocultarse llamando el final del día para todos los presentes.
ㅡLos espero la semana que viene. ㅡJoohyun despide a todos menos a la mujer que se ha quedado sentada en su lugar. ㅡYerim, necesito que te quedes un momento. Por favor. ㅡpuede ver la confusión en la adorable expresión de Yerim; el porqué hoy luce como luce, el porque hoy la clase fue una demostración de su talento.
Hay algo de que hablar, Joohyun quiere hablar. ㅡ¿Te quedarías a cenar? Compre más ingredientes de los que debía, puedo prepararte algo rápido.
La propuesta hace que Yerim timbre en su lugar, su silencio y falta de movimiento era a causa de una falla en su cerebro al no saber como procesar a la Bae Joohyun de hoy, y está de más decir que ahora ella la esté invitando a quedarse no hace de su colapso mejor. No es la primera vez que la chef se deleita de su compañía, pero hoy todo es tan distinto.
ㅡ¿No se supone que yo debería cocinar para usted, chef? ㅡYerim intenta mantenerse al mismo nivel con algo de actitud.
ㅡApenas tengo treinta y dos años, todavía tengo mucho que vivir.
ㅡ¡Yah!
Han pasado dos meses desde que Yerim inicio estas clases desde aquella vez que casi mata a Nayeon de una intoxicación pero puede jurar que nunca antes había escuchado a Joohyun reír tan escandalosamente como ahora.
«Y suena tan jodidamente hermoso.»
Ya esto no es un simple crush, una relación parasocial unilateral que Yerim había creado en su creativa imaginación para compensar su fallido historial romántico, es algo más. Yerim se ha enamorado de Joohyun.
Tal vez lo haya dicho antes pero era solo en forma de juego con la esperanza de al menos atinar a una cita, pero ese límite ha sido cruzado al mismo tiempo que la castaña cruzó la puerta del taller y esta nueva Joohyun la recibió. La chef de pulcro uniforme que habla con tanta elocuencia y profesionalismo, la mujer que viste casual y ríe de sus propios chistes... Yerim quiere saber que otros lados tiene la mayor, quiere conocer cada uno de ellos y enamorarse como lo ha hecho de estos dos.
ㅡ¿Yerm? ㅡJoohyun intenta llamar la atención de la chica que se ha perdido en sus pensamiento por un segundo. ㅡPuedes irte si tienes algo importante que hacer, no te-
ㅡEsto es lo único que me importa hacer, así que es mejor que cocines algo delicioso para mi y rápido.
Rápido, la forma en que Joohyun prepara los ingredientes y pone todo a andar en su estación. Rápida, la manera en que un sonrojo sube desde su cuello hasta instalarse en sus altas mejillas.
Yerim aprovecha para levantarse de su asiento en busca de un par de copas y vino del otro lado del taller. Hace memoria a lo que dijo la chef temprano y escoge el tipo y cosecha ideal para acompañar.
La menor hace un excelente trabajo en mantener esos gritos internos donde deben: dentro de ella, lejos de los oídos de Joohyun, escondidos en lo más profundo de su pecho en espera de llegar a casa y dejar sorda a Seungwan y cualquier persona en un radio de un kilómetro en el momento en que su pequeño cuerpo cruzó el umbral de su apartamento.
Por ahora, es la habitual Yerim.
Una conversación comienza y fluye con naturalidad, nada demasiado íntimo pero tampoco comúnmente trivial. Joohyun solo quiere hacer tiempo para poner sus palabras en orden antes de decirlas, pero Yerim se lo hace tan difícil. Nadie puede culparla, tener a una chica cuyas mejillas parecen ser lo más suave del mundo sonriéndole de esa forma tan adorable que hasta sus encías se vislumbran, es difícil. Más con su corazón volviéndose aún más débil por la chica.
Demonios, ¿en que momento Yerim se volvió en una imagen de adoración para ella?. Probablemente haya sido cuando logró dejar una porción de pasta pegada al techo.
«Eres un desastre, Yerm... Como me gustaría que fueras el mío.»
Sin mucho más que decir, ambas comienzan a comer una vez Joohyun termina de emplatar la carne y la ensalada. Aunque Yerim todavía tiene una duda rondando en su cabeza.
ㅡ¿En donde dejaste el uniforme en el que te ves tan atractiva? ㅡdefinitivamente es la habitual Yerim.
ㅡSalí de una reunión demasiado tarde como para cambiarme, así que vine con lo que tenía puesto. ㅡJoohyun intenta reprimir un segundo sonrojo en vano cuando siente ese distintivo calor en sus mejillas. ㅡ¿Por qué? ¿No luzco tan atractiva hoy?
ㅡ¡Yo nunca dije eso! Y-yo, digo tú, t-tú luces muy atractiva, demasiado atractiva de hecho. Que digo atractiva, luces hermosa Joohyun... ㅡy la realización de su vomito verbal finalmente golpea a la menor. ㅡYo mejor me callo.
Otra vez, Joohyun ríe como si el sonido de sus carcajadas se tradujeran a rayos de sol que golpean el rostro de Yerim y lo cubren en un ameno calor, la realidad es que el basto sonido es suficiente para hacerla sonrojar.
Ahora frente a frente pueden ver esos detalles que nunca le habían prestado atención antes. Los labios de Joohyun asemejan un corazón, en el puente de la nariz Yerim tiene un lunar, ambos rostros arden en tonos carmín y ninguna de las dos lo nota. Joohyun de hecho luce hermosa, pero Yerim a los ojos de la mayor es lo que ella verdaderamente puede llamar perfección.
Incluso con su desastrosa personalidad, Yerim es perfecta para Joohyun.
ㅡ¿Puedo pedirte un favor y tu respuesta puede ser afirmativa? ㅡla pelinegra pregunta en un susurro gracias a la cercanía de sus cuerpos.
ㅡDepende, solo tengo veinticuatro años; soy muy joven para ir a la carcel o ser asesinada por mafiosos.
ㅡTengamos una cita mañana por la noche.
A Yerim se le reinicia el sistema intentando procesar lo que acaba de escuchar. Joohyun quiere tener una cita, con ella, mañana por la noche. Genial. Luego de dos meses de un intenso crush que pasó a enamoramiento, Joohyun es quien da el primer paso mientras que Yerim perdió la secuencia de este baile.
ㅡUn momento. ㅡYerim se levanta un poco solo para acercarse más a Joohyun. ㅡ¿Puedes repetir lo que dijiste?
ㅡUna cita. Mañana por la noche. Tú y yo, con comida que yo no tenga que preparar y con la que tú no me puedas envenenar.
ㅡ¿Quieres tener una cita? ¿Conmigo?
Joohyun también se levanta, solo lo suficiente que le permita tomar el rostro de Yerim en sus manos, para que pueda escucharla fuerte y claro. Este impulso de valor ha sacado un lado de Joohyun, que ni siquiera ella sabia que tenia.
ㅡUna cita para comenzar, porque me gustas y es obvio que te gusto, así que quiero que empecemos a salir.
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