☄️𝐒𝐀𝐓𝐄𝐋𝐋𝐈𝐓𝐄☄️
song ; satellite
by ; loona
ship ; joyri
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"La luna se encuentra dos nudos al este y un nudo al norte en comparación a esta misma hora de ayer. Por la trayectoria a penas avanzada del satélite aún con la caída temprana del sol, puedo deducir que el solsticio de invierno iniciará por completo la semana que viene."
Sooyoung escribe en su libreta alejando el telescopio y el mapa de coordenadas, ignorando deliberadamente a la persona detrás de ella. Los pies de Yerim nunca hacen ruido al desplazarse por el apartamento, ni cuando llega pasada la medianoche ni cuando alguien más la acompaña; pero Sooyoung podría reconocer ese perfume, que por alguna razón es tan fuerte en la menor, en donde fuera.
Ese mismo aroma algunas veces la mantiene despierta durante sus noches de estudios, otra veces es lo que la lleva a dormir.
Mentiría la pelinegra si dice que no está nerviosa, mejor dicho sorprendida, porque Yerim esté aquí. Se supone que debería estar dormida mientras Soo sigue sus investigaciones sobre temas ya estudiados en medio de la noche. O lista para irse.
Yerim nunca se ha interesado por ella o por lo que hace, para Sooyoung tener su atención en este momento hace que en sus oídos los latidos de su corazón tengan eco.
ㅡ¿Por hacer esto es que despiertas con ojeras que te llegan al cuello?
Una risita estúpida escapa de los gruesos labios de la mayor antes de pensar al respecto, el tacto de Yerim siempre tan delicado.
ㅡSe llama estudiar. ㅡSooyoung se voltea para conseguir la imagen más desconocida a sus ojos. Su roommate en pijamas, cabello despeinado y cara de pocos amigos.
Kim Yerim nunca se presentaría a miradas ajenas como lo hace ahora. Tal vez, pero Sooyoung la ha visto más veces de formas en las que nadie más lo haría en comparación a otros, verse desarreglada ante ella es lo de menos para la menor.
ㅡCosa que supongo desconoces porque nunca te he visto siquiera leyendo una revista. ㅡla pelinegra sigue su excelente actuación de confianza presionando los botones de su acompañante.
Ahora es su turno de Yerim reír y suena jodidamente hermoso para los oídos contrarios.
ㅡLeer no es un método de estudio para mí, Park. ㅡse acerca a la nombrada y mueve el perfectamente posicionado telescopio para ver en el oscuro cielo cosas que no entiende.
Han estado viviendo juntas por el último año, y no se conocen en lo absoluto. Sooyoung al menos no conoce nada de Yerim que pueda ser de utilidad para apaciguar o darle rienda libre a lo que sea que siente por ella; cosas triviales es lo mucho que puede responder al respecto de la menor, pero eso no ha evitado que su corazón dé un vuelco en cada apurado desayuno que comparten o las extrañas noches de películas en las que Yerim siempre tiene que irse a mitad de filme por razones que la mayor desconoce.
Yerim puede ser lejana y fría algunos días, otros puede estar sobre Sooyoung dándole el abrazo más cálido que podrá recibir y la castaña dar.
Hay noches que un beso intensional disfrazado de error es dejado en la comisura de los labios de la mayor, otras donde Yerim ni siquiera se despide antes de irse a los brazos de alguien más. Antes de huir hacia alguien más; cualquier persona que no tenga ese jodido lunar en la punta de la nariz y manos tan delicadas sobre su piel, es suficiente para Yerim. Quien sea que haga a Sooyoung a un lado en sus pensamientos es la indicada aunque sea para una noche.
Pero esa noche nunca es eterna y solo basta un par de horas para que la pelinegra vuelva a su mente.
ㅡEsto es una basura, unnie, ni siquiera puedo ver las estrellas. ㅡYerim habla con ligera decepción moviendo el objetivo del telescopio a todos lados.
ㅡPorque ese no es un telescopio para ver estrellas, genio.
Sooyoung le quita el objeto de una forma algo bruta, lo que resulta en Yerim muy cerca de ella. Demasiado cerca. Al punto en que la mayor traga seco al sentir su respiración justo en su cuello.
¿Cómo no puede darse cuenta Yeri de lo que provoca en Soo? Es igual de obvio que Venus debajo de la luna durante el verano o la segunda estrella del cinturón de orión siendo la más brillante.
Huye de la pelinegra sin darse cuenta que han estado pidiendo por lo mismo.
Miedo, miedo a que no sea el deseo que cree ver en los ojos de Sooyoung, que solo sea un espejismo que su soledad ha creado. Yerim está aterrorizada que Sooyoung no sea lo que necesita y termine usándola como ha usado a varios más para olvidarse de la chica.
Normalmente eso a Yerim no le importaría, satisfacerse a su misma siempre ha sido su prioridad, pero es algo en Sooyoung que le pide no ser lastimado; todo lo contrario, de la mayor Yerim solo siente la necesidad de ser amada como puede amar de regreso.
Le gustaría poder darle todo eso.
ㅡ¿Entonces para que sirve? ㅡYerim ignora su propio cerebro pidiéndole detenerse y regresar a su habitación. Pero una fuerza ajena no la deja tomar paso lejos de Sooyoung.
ㅡPara estudiar la luna.
Dentro de la mente de Sooyoung una línea cursi se escribe: "no puedes ver las estrellas porque las guarda todas en sus ojos". Sin procurarlo, una lista comparativa se despliega debajo de esa línea. Yerim es como aquel satélite que tanto Soo adora estudiar. Su confianza y misterio, la conocedora de todas las emociones de la mayor pero que no entiende ninguno de ellos. Yerim es la luna de Sooyoung.
La menor se separa para sentarse en el banco empotrado del balcón, piernas cruzadas al igual que sus brazos, mirando a la pelinegra como si pudiera leer cada palabra que tiene tatuada tanto en su mente como en su piel.
Y lo hace. Ve los nervios y como todavía hay rastro de un escalofrío en lo erizado de la piel de sus hombros desnudos, ve la duda y el cansancio. Yerim se ve a sí en el negativo de Sooyoung, y maldice por lo bajo lo mucho que adora eso. Como le encanta que Soo sea tan distinta a ella.
ㅡ¿Y que tanto vez en ella? ㅡel tono de voz de Yerim parece bajar una octava completa, la mayor solo la ha escuchado así antes de que se vuelva lejana y fría otra vez. ㅡAsí tal vez pueda entender porque demonios estudias algo tan extraño como astronomía.
Sooyoung salir otra risa que causa una sonrisa en su contraria antes de volver a posicionar el telescopio en el lugar correcto, a la altura correcta y a la distancia correcta para que sus ojos se bañen en luz blanca al ver a través de el.
ㅡNo me siento aquí todas las noches a ver la luna solo porque estudio astronomía, aunque hago avances en mis conocimientos haciéndolo. ㅡla pelinegra suspira detallando esos lugares que reconoce del mapa lunar. ㅡLo hago porque me gusta, porque descubro algo nuevo de ella cada vez y quiero seguir descubriendo.
Habla de la luna, habla de Yerim .
Todavía con su atención en los cráteres lunares, Sooyoung puede sentir a Yerim moviéndose, esta noche sus pasos no son del todo ligeros. El sonido de una afirmación cerca del oído de la mayor llena el frío viento de otoño y está toma la señal.
ㅡDesde pequeña siempre he querido saber todo lo referente a la luna, se supone que las estrellas son el encanto de un cielo nocturno, pero prefiero la suave luz del ese satélite que ilumina toda una mitad del mundo. ㅡuna mano rosa la suya sobre la mesa de té.
El terror dentro de Yerim se vuelve agua al dejar sus dedos reposar entre esos ajenos estilizados y llenos cicatrices. Siente por primera vez que pertenece a un tacto, nunca antes otra mano había encajado tan perfectamente con la suya y mucho menos había sentido algo al tocar alguna. Una supernova de emociones inicia su glorioso final dentro del pecho de la menor cuando Sooyoung voltea su palma y entrelaza sus dígitos con los de ella.
Pero antes de que la pelinegra pudiera interrumpir, Yerim le pide que prosiga con su explicación. ㅡMe gusta ver los leves colores que toma dependiendo del planeta que esté cerca de su órbita, las personas no ven eso. ㅡSooyoung levanta su vista del telescopio y tiene a Yerim sentada a su lado, los ojos desnudando sus historias y secretos. ㅡEllos no ven lo que yo veo en ella. Ella no ve en si misma lo que yo puedo.
Hay muchas chicas que han llamado la atención de Soo, pero es Yerim la que se lleva todo su interés. Le gusta ver cómo su actitud cambia dependiendo de la situación; puede ser la más madura mujer o una completa niña que quiere jugar y ver series, ha visto su preocupación y diversión.
Su alce y declive. Su pasión y su distancia.
Aún así, sigue queriendo eso y más de ella.
Aunque no la conozca, la pelinegra sabe cosas que los pocos chicos y chicas que Yerim ha traído para cortas citas pasan por alto. Ellos no ven el miedo que Yerim falla en ocultar a Sooyoung.
El juicio de Yerim comete la peor decisión de mirar a los gruesos labios de Sooyoung y de regreso a sus ojos, siendo testigo de como la intimidad se convierte en malicia. Esos labios que asemejan a las cerezas más brillantes y jugosas de todo el montón volviéndose aún más apetitosas para la mayor.
ㅡ¿Quien es tu luna, Park Sooyoung?
La forma en que Yerim pronuncia su nombre es como miel que brota de su lengua para Sooyoung, provocando desde su interior el deseo de probar cada letra, cada sílaba desde su fuente.
ㅡTú.
No tienen nada ya que ocultarse. El cofre de sentimientos en el que la menor se había convertido se abre ante el tacto de Sooyoung en su mejilla y la confusión de la rubia es resuelta cuando un estilizado pulgar delinea sus labios con dedicación.
ㅡEntonces se mi planeta tierra, déjame atraerte a mi gravedad.
Una simple oración con los fundamentos correctos ha hecho que la marea de emociones dentro de ambas se alce. Al igual que las olas cuando la luna está llena. Curiosamente, hoy hay luna llena.
Los suaves y regordetes labios de Yerim atrapan los de Sooyoung en una dulce sincronía, no muy lenta tampoco tan apurada. Es el ritmo perfecto. Cada nervio responde al roce traduciéndose como deseo de más y necesidad de todo. Manos lentas bajan a cinturas delgadas y se cuelan por debajo de camisetas holgadas.
Ni porque el mundo deje de girar se podrá detener lo que sucederá.
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