song ; only
by ; lee hi
ship ; wenrene
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El salón ha quedado vacío, los restos que habían quedado de los centenares de pies bailando a un mismo tiempo también han desaparecido; es como si todo lo que había pasado en las últimas horas, la ostentosa fiesta para celebrar el compromiso de la princesa se ha esfumado sin dejar evidencia en el todavía brillante mármol del suelo.

De la larga lista de invitados solo se ha quedado uno que ni siquiera tuvo el honor de ser llamado para la fiesta, no es como si faltar fuera una opción de todas formas. Si esta será la última vez que podrá compartir una pieza junto al silencioso amor de su vida, no dejaría que el momento se perdiese.

Joohyun ve desde su lugar como la armadura de Seungwan parece relucir más de lo acostumbrado, su pequeño cuerpo luciendo agigantado por la simple aura que la rodea y la hace crecer más y más dentro del corazón de la princesa.

ㅡ¿A quien espera, general? ㅡcon un vestido menos incómodo al que estaba usando pero con la misma imposición de princesa, Joohyun se acerca a donde la rubia juega con las decoraciones de su pechera.

Y rompiendo su serio rostro con una de esas sonrisas que forman tan encantador pocillo en su mejilla, Seungwan hace que el acto de Joohyun se rompa igual.

Ella sabe a quien espera, ella sabe porqué la espera.

ㅡEstoy en espera de la única para mi.

A la profunda voz de la general llegar a los oídos de la princesa, llamándola como algo que antes solo hacía en la intimidad de las paredes de su habitación, Joohyun por inercia toma la mano de Seungwan llevándola hasta el medio del espacioso salón.

Con una melodía que solo ellas pueden escuchar comienzan a mecerse de un lado a otro, sintiendo en cada paso todo el tiempo que tomó para llegar a donde están.

Crecieron juntas con propósitos distintos y para vidas que a pesar de estar al lado de la otra no podían mezclarse. Sin embargo, en esas noches de lluvia en el servicio de Seungwan donde Joohyun encontró razones para pedirle al cielo que nuca dejara de llover o en los días de soledad en la habitación de Joohyun donde Seungwan entendió que nunca debía abandonar a su princesa; en esos momentos que florecieron entre jacintos y lirios, ambas niñas se convirtieron en adolescentes que aprendieron a amar de la mano de la otra y ahora son mujeres que no pueden ver más allá de la belleza de su amante.

ㅡNo pude hacerlo durante la fiesta, ㅡla general susurra sobre el cabello de la princesa; no hay tristeza en su voz, siempre supo que en algún momento debería de despedirse. ㅡasí que déjeme darle mis felicitaciones por su compromiso ahora.

ㅡEso no significa que no estaremos juntas. ㅡJoohyun responde con decisión, pero lo único que recibe a cambio es silencio tras un pequeño chasquido de lengua. ㅡ¡Yah, Seungwan! ㅡllama la atención de su pareja para ser recibida de nuevo con esa sonrisa. ㅡLo prometo.

Y Seungwan le cree.

Esta vez con un poco más de convicción y fuerza, la rubia toma la cintura de la princesa y la hace girar por todo el salón, extasiándose de esa ruidosa risa que solo ella ha tenido el placer de conocer.

Cantando la melodía que solo era para ellas, Seungwan deja que el sonido de su amor escape de sus labios; en los brazos de la persona que estuvieron buscando incluso antes de saber que lo estaban haciendo, Seungwan y Joohyun sienten que los torpes pasos de su baile se convierten en razones para enamorarse otra vez de la otra.

ㅡ¡Te amo, Seungwan-ah!

La general detiene la euforia de sus pies y mente para quedarse congelada en su lugar saboreando el eco que ha quedado de la voz de Joohyun en sus oídos y las paredes. Manos lentas consiguen ese lugar específico en la espalda baja de la princesa donde sus dedos se pueden hundir en los incitadores pocillos que allí se consiguen, otro par de manos un poco más desesperadas se cuelan bajo la malla metálica que protege su cuello para sentir algo más que el frío metal de la armadura.

«Te amo», demonios... Aunque han sido suficientes veranos los que han disfrutado bajo sabanas compartidas, ninguna de las dos antes había llegado a decir esas dos palabras tan abiertamente. Por lo normal sería a través de besos, caricias o debajo de palabras secundarias. Pero antes no es ahora y ahora ya no hay necesidad de seguir ocultando algo tan obvio.

ㅡTe amo, Seungwan. ㅡJoohyun repite sus palabras, ella también disfrutando de lo bien que se siente por fin decirlas.

Amor es lo único que ellas tienen para compartir con la otra, en noches agotadoras y en días ocupados, siempre hay un lugar en sus corazones para que la otra descanse.

Son la única pieza que puede completar el rompecabezas de sus vidas, si existiese una mitad perfecta Joohyun sería la de Seungwan y viceversa. Son el sol y la luna, el mar y las estrellas. Solo basta notar una de las miradas que comparten para darse cuenta de la necesidad que existe por estar cerca, por pertenecerse mutuamente.

Solo un amor de esta clase podría volver realidad el inmaduro sueño de conseguir el amor de toda una vida.

ㅡSiempre serás mi única, Hyunnie.

Y Joohyun no tiene ni que convencerse para creerle. Demasiado segura esta de que todo los que es Seungwan siempre le pertenecerá; sus besos, sus abrazos, su amor y este baile son solo para Joohyun.

ㅡY tu la mía, Wannie.