song ; moon ride
by ; retrospect
ship ; wenseul
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Es estúpido creer que la luna pueda pertenecerle a una sola persona, pero Seulgi quiere creer que hoy brilla un poco más fuerte solo por ella.

Que es para ella la confidencialidad que la luna guarda, que es a ella la única a quien escucha pedir cada noche e incluso día; Seulgi realmente pone su corazón en la ilusión de que mientras Seungwan esté allí, la luna es solo para ellas dos.

Y ahí está la pelinegra, sentada en el tejado de su casa en espera de que las nubes puedan dejarle ver el amor de su vida. Sus amigos no entienden, pero existe una promesa que Seungwan le hizo a Seulgi antes de irse y no hay forma de que la mayor pueda faltarle. Mucho menos cuando es la única forma que tiene de comunicarse con ella.

Todas las noches Seulgi se sienta en el mismo lugar, esperando a que sus deseos se vuelvan realidad y Seungwan regrese lo más pronto posible de su misión.

Fue en el cumpleaños de Yerim que la conoció, Seulgi no podía creer que alguien como Seungwan pudiera existir y no tardó mucho para que los torpes encantos de la pelinegra hicieran efectos en la entonces rubia. Los demás no supieron de ellas una vez sus nombres fueron conocidos por la otra, en un rincón de la cocina, Seungwan hacía que el pecho de la mayor se llenara de ilusiones y buscaba formas de alargar la conversación solo para tener a Seulgi cerca un poco más de tiempo.

En esa conversación el asombroso trabajo de Seungwan como ingeniera astrofísica y piloto de campo, (Seulgi se le hace más fácil el término astronauta) entró en el tema y Seulgi consiguió inspiración para una nueva pintura.

Comenzaron a salir seguido después de esa noche y gracias a que la rubia no tuviera misiones, tuvo todo el tiempo del mundo exclusivamente para Seulgi. De salidas esporádicas a citas casi todos los fin de semanas, hasta llegar a un noviazgo estable y tener una relación de cuento de hadas.

Pero todos esos meses juntas solo fueron preparación para los que les tocaría separadas, habían aprobado una nueva expedición a la luna y Seungwan sería parte de ella.

El día antes de que vinieran por ella con destino al espacio, Seungwan puso todo su empeño en asegurarse que Seulgi no la extrañara tanto.

ㅡEstaré contigo todas las noches, ㅡarropada por el cuerpo de la pelinegra, Seungwan dejaba besos en el pecho de esta. ㅡcuando veas la luna brillar con fuerza, esa soy yo diciéndote lo mucho que te amo y te extraño. Yo estaré acompañándote desde allá arriba, siempre estaré ahí cuando me necesites.

Las lágrimas comenzaron a aglomerarse en los pequeños ojos de Seulgi, ella no quería que su Wannie se fuera a una misión que ni siquiera sabían cuanto tiempo duraría, la idea de no tenerla cerca o siquiera a una llamada de distancia era mucho más de lo que Seulgi podía soportar. Sin embargo, no dejaría que su necesidad se pusiera en el camino de la pasión de su chica.

ㅡSolo necesito que vuelvas, Wan. ㅡcambio un poco su posición sobre la menor para poder verla a los ojos. ㅡNecesito a mi estrella de la suerte a mi lado.

El último recuerdo que Seulgi guardó de Seungwan es de como se sonrojó al escucharla decir eso, luego de ese momento, todo es azul dentro de su mente.

Ha pasado un poco más de dos meses q y no hay noche que la luna no vea a su pequeña mortal pedir por el regreso de su persona favorita.

ㅡ¿Realmente estás allí? ㅡSeulgi deja que sus palabras sigan el flujo del viento. ㅡTe necesito justo ahora y no sé qué más hacer que sentarme aquí esperando a que el día acabe para estar un día más cerca de ti, Wannie.

Seulgi tiene un corazón noble, fuerte cuando es necesario pero frágil la mayoría del tiempo, y últimamente es más lo que puede doler que lo que puede defenderse. Necesita de su pequeño caballero de brillante armadura, Wendy es ese empuje no necesario pero Seulgi agradece tener cuando la duda toma lugar; su corazón es frágil cuando la razón por la cual ser fuerte está tan lejos.

Lágrimas se acumulan detrás de los párpados de Seulgi al pensar en Wendy, la luz blanca de la luna lava su rostro pero sus mejillas permanecen húmedas al sus ojos no parar de llorar. Parecen estrellas fugaces corriendo por el vacío cielo del rostro de Seulgi.

ㅡNunca pensé que estaría hablándole a la luna para poder sentirte un poco más cerca, Son Seungwan. Las cosas que me haces hacer.

ㅡHablarle a la luna, hacerte esperar dos meses sin garantía de que volviera pronto, la vez que te obligue a comer verduras... Demonios, soy un desastre de novia, ¿No es así, Ddeulgi?

Recostada del marco de la ventana que da al tejado, Seungwan une su presencia y Seulgi siente el aire salirse de su pecho.

Allí está, la persona por la cual más ha pedido. Está a un par de insignificantes metros de distancia, luciendo más hermosa que nunca y con un ramo de margaritas en su mano. La imagen soñada de Seulgi.

Si no fuera porque podría caerse y correr un innecesario riesgo, la pelinegra no corre de regreso al interior de la casa pero una vez dentro y la distancia aún más corta entre ella y el amor de su vida, ya nada más importa.

ㅡTe extrañe...

Seulgi sostiene a Seungwan entre sus brazos como si la castaña fuera a salirse de su agarre otra vez. Fuerte, delicado, estable, emocional. Encajan de manera perfecta, la cabeza de Wendy en el pecho de Seulgi y sus brazos rodeando todo lo que pueda de su novia.

La luna nunca antes había tan cerca y Seungwan puede jurar que es el sol mismo quien la está abrazando.