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💖𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐀𝐓 𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐒𝐈𝐆𝐇𝐓💖

song ; love at first sight
by ; the brobecks
ship ; naeri
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Ni siquiera sabe cómo fue que lograron convencerla, tal vez porque es la última oportunidad que tiene antes de graduarse o porqué sus amigas han sido extremadamente insistentes. Pero por primera vez, en sus cuatro años de escuela preparatoria, Nayeon tomó la decisión de ir al baile de primavera que su escuela hace sin falta cada año.

El anuncio del baile es demasiado grande para lo que en realidad ofrece. El gimnasio de la institución, que todavía apesta al sudor de los chicos que jugaron la final de baloncesto ayer, decorado como si estuvieran en los años setenta y siendo ambientado únicamente con la música que los docentes aprobaron. En pocas palabras, aburrido.

Y Nayeon está condenada a pasar el resto de la noche aquí.

Asegurandose de que su vestido luciera bien, siente como cualquier mínimo entusiasmo desaparece de su cuerpo, mientras que Jihyo la anima mencionando a la gran cantidad de chicos lindos qué hay en el lugar, pero eso solo hace que el cansancio y ganas de irse de Nayeon aumenten.

La pelinegra mira con desinterés al gimnasio lleno de adolescentes bailando canciones que probablemente solo sus padres conozcan. Sin embargo, todos los ojos están en ella.

-Y cómo siempre, eres la sensación Nabongs. Parece que estuvieran viendo a una estrella en vez de una estudiante. -habla con ligera sorpresa otra de sus amigas, Sooyoung. -Todos los chicos parecen intentar tomar valor para invitar a la gran Im Nayeon.

Soo señala a los chicos que la miran nerviosos intentado disimular lo obvio, haciendo a esta reír por lo bajo. No es secreto alguno la inmensa popularidad de Nayeon, en especial con los chicos. Eso es algo que ella no disfruta tanto, en realidad le incomoda la cantidad de atención que puede recibir.

Pero eso es lo que viene con el hecho de ser una alumna estrella, presidenta de curso e hija del director. Toda la atención es suya a cualquier lugar que vaya.

Jihyo y Sooyoung mantienen una pequeña charla sobre quienes de los chicos guapos las invitarán a bailar primero, ignorando como Nayeon se hunde más y más en su puesto. Esta incómoda, cansada y aburrida, quiere salir de aquí pero dejar a sus amigas solas tampoco es opción cuando sabe que en cualquier momento pueden causar un desastre.

Sin embargo, en medio de sus esporádicos comentarios a la conversación una risa distintiva toma su atención, haciendo que inevitablemente sus ojos busquen al dueño de dicho sonido.

Tras analizar todo el gimnasio como si pudiera reconocer a cada persona... la encuentra. Bailando en el centro de la pista con una chica cuyos tacones la hacen lucir mucho más alta que la dueña de ese sonido que Sooyoung puede describir como mágico. Su oscuro cabello está perfectamente alineado a los lados de su rostro en mechones rectos y lacios, usando un simple traje negro que contrasta lo pálido su propia piel que la hace ver aún más irreal de lo que realmente es.

La chica golpea el hombro de su acompañante suave mientras intenta reprimir otra risa, por algo chistoso que ella probablemente dijo. El momento hace que Sooyoung se pregunte si eran pareja, que si ella es su novia. Y lo más seguro es que lo sea.

Aún así, Soo no sabe porqué no puede quitarle los ojos de encima. No la conoce, en realidad no puede decir siquiera si va a su clase o es si vino como invitada de su novia.

Mientras Jihyo y Sooyoung siguen discutiendo sobre quién sería la afortunada de la noche, Nayeon a duras penas y puede escucharlas, tomando un trago del insípido ponche sigue curiosa y encantada por la forma en que las luces se refleja en la pálida piel de la chica, por como sus labios forman un adorable triángulo y su cuerpo parece mover sin dificultad alguna al ritmo de la música. Todos los detalles de esa desconocida la hace sentir como si no hubiera nadie más en ese viejo gimnasio con ella.

-¿Es enserio Im?, luces como una jodida celebridad y estás envidiando a otra chica. -sacandola abruptamente de sus pensamientos, Sooyoung reclama con una falsa molestia al notar que su amiga las ha estado ignorado. -No puedo creerlo.

Nayeon al voltear a ver a sus amigas, Sooyoung la mira incrédula y Jihyo sonriente pero con una pequeña pizca de picardía. A Nayeon no le queda más que alzar sus hombros aunque avergonzada por la situación y con un apenas notorio sonrojo que esconde detrás de su vaso.

-Podemos asegurarte que luces mejor que ella, Bongs. -Jihyo habla más calmada que la castaña.

Sabiendo que recibiría sermones por parte de ambas y que la habían mal interpretado, Nayeon confiesa en quién está interesada en realidad.

-No estoy envidiando a nadie... -dice en medio de un suspiro, finalmente admitiendo su verdad.

-¿Disculpa? -Jihyo pregunta fallando en entender lo que acababa de escuchar.

-No la veo con envidia, sino... Con más que interés. -Nayeon cierra sus ojos y lo repite otra vez. Nunca antes había hablado de sus preferencias.

-¿Así que?... -esta vez pregunta Sooyoung antes de ser interrumpida por una mano de un chico, que ninguna de ellas habían notado antes y ahora toma el hombro de Nayeon con nerviosismo.

-Yo... -el chico quita su mano de encima de la pelinegra y comienza a hablar luego de un largo suspiro de coraje. -Yo me preguntaba si querías bailar conmigo.

Nayeon solo se limita a verlo como si no hubiera entendido lo que ha dicho, por otra parte, sus dos amigas quienes parecieran haber olvidado la otra situación están sorprendidas por el valor del chico. Mark sería entre todos el que menos se esperaría invitara a Nayeon, es conocido más por ser tímido que por ser el genio detrás de los títulos que la escuela tiene en competencias de ciencia.

Finalmente, sin poder hacer algo más, ni querer retoma la conversación previa y no avergonzar al chico, Nayeon asiente. Un fuerte sonrojo sube a las redondas mejillas de Mark junto a una timida sonrisa de alivio.

Tomados de manos, caminan entre la pequeña multitud para llegar a un lugar donde pueden bailar sin colisionar con alguien. Nayeon finge disfrutar el momento, pero siente todo lo contrario. Ese confuso sentimiento de decepción que ver a esa chica con su novia, todavía la agobia.

Por un instante, intenta concentrarse en la música y disfrutar de la presencia del chico que la tiene entre sus brazos, pero aún así, su deseo la traiciona. Sin siquiera evitarlo, comienza a rebuscar entre la gente y la consigue otra vez, todavía sonriendo como un ángel. Nayeon tiene que admitir que ella es hermosa, sus ojos y esa larga pero perfecta nariz que los enmarca, su labio superior ligeramente más gruesos que el inferior y le da esa adorable apariencia. Es verdaderamente hermosa.

La chica se acerca a susurrarle algo a su novia y un pequeño pero intenso sentimiento de envidia y algo que parece ser celos, golpean a Nayeon.

Sigue bailando de lado a lado al ritmo de la canción completamente en silencio con Mark hasta que por un lado le pasa la chica tomada de manos con la que Nayeon supone es su novia. Con el sentimiento de decepción, se le suma la desesperanza, la pelinegra se siente como una estúpida por haberle puesto los ojos encima.

Baila por un rato más con Mark, lo suficiente hasta que termine la canción. Disculpándose e inventando excusas, logra salir de la pista de baile un poco más serena de la situación.

Sooyoung y Jihyo ya están acompañadas y sonrientes bailando con unos chicos, Nayeon decide no interrumpirles eso, tampoco es quiere tener que responder las infinidades de preguntas que Sooyoung seguramente le hará sobre desde cuando el gustan las chicas y mucho menos lidiar con Jihyo molestándola al respecto.

Lo mejor que puede hacer es irse a casa.

El fresco aire nocturno golpea todas las partes de su piel que no están cubiertas por su elegante vestido negro. Se sienten como pequeñas agujas clavándose en sus brazos y pantorrillas, Nayeon lamente haberle dado preferencia al atuendo antes que al frío que estaba segura pasaría.

Pero lo que más le molesta es darse cuenta de lo sofocada que estaba, toma un largo y profundo respiro para volver a pensar en esa desconocida. Una infracción de su imaginación, exactamente eso fue la demasiado pequeña chispa de ilusión que encendió alrededor de ella. Nayeon ya estaba lista para acercarse y finalmente entender la emoción de una fiesta de promoción sino hubiese sido porque fue bajada de esa nube casi al instante.

No es la primera vez que Nayeon pasa por una decepción de estás, en realidad, se tiende a dejar afectar por cuanta persona atractiva le cruza por el frente. Pero ninguna de las anteriores se compara a la chica de hoy, ella es... Ella luce como si tuviera todo lo que Nayeon pudiera querer.

Es ridículo, incluso cursi y estúpido, casi como si se hubiese... Pero todos lo dicen y lo saben, el amor a primera vista no existe...

Enojada consigo misma, busca el viejo auto de Sooyoung y con un solo golpe a la puerta logra abrirlo. Escondió en el asiento de atrás unas botellas de Soju en caso de ninguna atinara una cita. Pero Soo fue la única en cumplir ese plan.

Toma un trago largo y amargo mirando al vacío de la noche cuando ese ángel vestido de negro llama su atención nuevamente, pero esta vez está sola en uno de los bancos del estacionamiento. Mirando con fascinación al oscuro cielo.

Algo revolotea con violencia dentro de Nayeon, emocionada, tal vez incluso aterrada de lo que su mente quiere hacer. La ahora olvidada botella de Soju regresa al interior del auto. Los delicados dedos de Nayeon peinan su larga cabellera oscura sintiendo como una fuerza externa hace que se acerque a la castaña desconocida.

Nayeon mueve con gracia su cuerpo hacía su dirección, sin siquiera tener claro que hará una vez que estuviera a su lado.

-Que buena fiesta... -es lo primero que sale de sus labios y casi inmensamente hace que se arrepintiera de lo estúpido que suena eso.

Con sus mejillas ligeramente sonrojadas Nayeon logra llamar la atención de la desconocida. Ese hermoso rostro la mira lleno de confusión y curiosidad. -El cielo está lindo, ¿No?, Está muy muy lindo, -Nayeon está completamente avergonzada, estrellar su cabeza contra el pavimento es la segunda mejor idea que ha tenido en toda la noche.

Con el deseo de quedarse a apreciarla más, su torpeza ya ha sido demasiado, tal vez irse y rendirse sea lo mejor. Pero antes de que pueda levantarse, la castaña le sonríe de forma en que su nariz se arruga y sus ojos se vuelven pequeños.

-Lo está. -responde con una suave y melodiosa voz pero al mismo tiempo profunda que toma a Nayeon por sorpresa. -Tan lindo que hasta algunas estrellas se ven. -apunta con su dedo como si fuera lo más fenomenal del mundo.

-¿Te gustó la fiesta? -pregunta Nayeon con ganas de escuchar su voz otra vez.

-No estuvo mal, es la primera vez que vengo a una y no sabía que esperar, -la castaña hace una pequeña mueca de ligereza. -Pero fue divertido. Por cierto, me llamo Yerim.

La chica se presenta extendiendo su mano, los ojos de Nayeon se encuentran con los de ella. El cursi ser interior de la pelinegra salta al comparar esos grandes ojos que la miran con inocencia y simpatía bajo las luces amarillas del estacionamiento a algo fuera de este mundo. Es una belleza excepcional para Nayeon, quien sin pensarlo toma su mano en respuesta.

-Im Nayeon. -se presenta con la fortuna de que su voz no saliera temblorosa.

Yerim le señala el lugar vacío a su lado, como invitación de que puede sentarse con ella. -¿Tu novia ya se fue?

-¿Mi novia? -Yerim responde con otra pregunta genuinamente confundida. -Yo no tengo novia.

-¿Qué hay de la chica con la que estabas allá dentro? -tomando razón de su gran error, Nayeon tiene que voltear la cara para ocultar su vergüenza, Yerim solo puede reír por lo bajo.

-Seungwan no es mi novia. -dice Yerim todavía riendo, había conseguido muy chistoso lo que Nayeon había dicho, haciendo que esta inmediatamente voltear a verla otra vez solo para comprobar si era cierto. -Somos amigas, ella no tenía nadie a quien invitar así que me ofrecí como acompañante. Ni siquiera estudio aquí.

Yerim explica un poco más calmada, pero aún con esa sonrisa que derrite a su acompañante por dentro. -Lamentablemente su hermano tuvo que pasar por ella temprano, así que tuvimos que irnos antes de lo deseado.

-Asi que no es tu novia...

Nayeon susurra para si misma con deje de victoria, ahora con una nueva energía y entusiasmo la pelinegra le sonríe de vuelta a Yerim. -¿Entonces decidiste quedarte y ver las estrellas? -lanza la pregunta intentando cambiar de tema, a lo cual Yerim asiente.

-No tengo nada más que hacer en casa. -la castaña chica habla con simpleza, pareciendo ocultar algo detrás de ello, Nayeon en medio de su admiración puede notarlo.

Yerim no es muy buena en ocultar sus emociones. Su pierna que no deja de temblar, la forma en que alterna su mirada entre Nayeon y el cielo lleno de estrellas. Está ansiosa, una chica bonita esta sentada a su lado y están hablando, solo con eso se siente una ganadora.

Una cálida sensación toma Nayeon por sorpresa, algo ha cambiado y ambas saben que no hay vuelta atrás, no después de la pelinegra haber tomado valor para este intercambio de palabras, de miradas. Todavía nerviosa, las mariposas en el estómago de Nayeon parecen revolotear aún más fuerte, preguntándose si sería una locura pedirle su número o invitarla a salir.

No es la primera vez que lo hace, pero hay algo diferente esta vez, en ella, en la ola de emociones que Yerim la hacía sentir.

-No tengo nada que hacer tampoco, -dice Nayeon con su corazón como si quisiera salirse por su boca y adrenalina corriendo por sus venas, determinada a hacer algo esperando no esté cometiendo un error. -Pero conozco un lugar de hamburguesas cerca de aquí... -espera unos segundos antes de proseguir por el miedo a ser rechazada. -Si quieres, podemos ir...

-¡Por supuesto que sí! -Yerim responde con entusiasmo sorprendiendo a Nayeon. La castaña al notar su propia reacción, se sienta un poco más recta y acepta más tranquila. -Si me gustaría ir.

Nayeon la había visto sonreír durante toda la noche, pero ahora su sonrisa es aún más hermosa, su corazón late con intensidad contra su pecho. Sin saber que la sensación es mutua.

Yerim se levanta primero ofreciendo su mano a Nayeon quien la usa para levantarse. Antes de que el tacto repentino se volviera incómodo, salen de ese estacionamiento de brazos entrelazados hablando de trivialidades de sus cortas vidas.

La velada pasa tranquila entre risas y pequeños suspiros, Nayeon cada tanto mira de vuelta a la castaña que no ha dejado de sonreír en toda su noche y tal vez, solo tal vez, es en estos momentos en el que se da cuenta que es cierto que el amor a primera vista no existe, pero dar un salto de fe pensando en que lo es no estaría mal.

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