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🔮𝐉𝐀𝐌𝐀𝐈𝐒 𝐕𝐔🔮

song ; jamais vu
by ; bts
ship ; wenseul
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Dentro de una de las barracas del castillo, la princesa corre de un lado a otro, cargando libros y botellas de vidrio cuyo contenido se desconoce, pero sabe que tiene que usarlos. Con un poco de fe funcionarán. Tienen que, es lo último que le queda para evitar perder lo que más ama.

En cada carrera que da, pasa frente al cuerpo inerte rodeado de velas sobre la mesa, deteniéndose un par de segundos esperando una señal que la detenga de lo que hará; una señal de aliento para decirle que todavía se quedará un tiempo más.

El general Kang Seulgi ha caído en batalla defendiendo la soberanía de la corona Shon. Pero para la princesa Seungwan, la muerte de Kang no significa solo una importante pérdida militar. Ha perdido mucho más que eso.

La muerte de la militar significa que Seungwan ha perdido con quien quería pasar sus años en el trono.

Su compromiso siempre fue más que un simple acuerdo para conveniencia de la dinastía, Seungwan y Seulgi serían las primeras en casarse por sentimientos compartidos. Sin embargo, la princesa ahora ha perdido sus razones, su mayor y más sincero amor. Aún así, no se ha dado por vencida, la propia Seungwan traerá a Seulgi de vuelta.

Antiguas prácticas que ha estudiado a lo largo de los años, consejos y herramientas que la bruja del reino le ha dado con la promesa de no volver a hacerlo, Seungwan tiene lo que necesita. Sabe que no hay garantía de que funcione. Estamos hablando de la vida real, no de leyendas y rituales que dejaron de practicarse hace casi un siglo, pero ella debe intentarlo.

Arriesgaría su propia vida si eso fuera suficiente para traer de vuelta a Seulgi.

Le duele. Le duele ver la sangre aún brotando del pecho de Seulgi como si ella fuera la portadora de la letal herida, le duele saber que lo hizo por su felicidad.

Desde pequeñas han estado dentro del corazón de la otra. Besos inocentes que maduraron a caricias clandestinas en esta misma barraca y que hace un par de días vieron la apasionada despedida entre la princesa y el general antes de que esta última tuviera que ir a servir en la batalla.

Mientras que Seungwan fue criada para ser la próxima en tomar el trono, Seulgi al mismo tiempo ascendió a través de su entrenamiento militar y ambas maniobraron para pasar tiempo de calidad juntas. Seulgi, al convertirse en una excelente oficial estaba asegurando su matrimonio con la princesa, por eso, aunque era relativamente joven, siempre trabajó el doble de duro para cumplir con todos los requisitos que un excelente general debería tener. La entonces oficial Kang superó esos requisitos y las expectativas.

Esta batalla sería la última de ella si la ganaba, era la condición que le había dado el rey para que se casara con su hija.

«Ganas la batalla y ganas a mi hija».

El fuerte batallón liderado por Seulgi y su inteligente estrategia ganó, aunque la general perdió la vida cuando una lanza le atravesó el corazón.

-Saldremos de aquí juntas, o nadie saldrá de aquí. -susurra Seungwan, abriendo la boca de la pelinegra y vertiendo la poción que con la ayuda de Yubin logró crear. -Tú y yo somos una, toma esta cura para hacer que tu corazón frío vuelva a latir.

La princesa sigue una serie de pasos, regala una melodía y el único recuerdo que está dispuesta a arriesgar como tregua a esos dioses que han reclamado el alma que considera la gemela de la suya.

Para Seulgi, en el silencio y la oscuridad del limbo, pequeños destellos azules y púrpuras comienzan a brillar al mismo ritmo que los latidos de su corazón golpean con fuerza el interior de su caja torácica. Cada pulso brillante es una ola de dolor para su cuerpo herido que la aleja de esas míticas luces.

No es la primera vez que siente este tipo de dolor ya que no es su primera batalla, pero Seulgi siempre se siente como un soldado débil en es su primera guerra. Ella no es la mejor luchando a pesar de que es la mente más inteligente detrás de los sangrientos encuentros.

Sus errores la llevaron al vacío donde está ahora.

La lírica de su grito de guerra no fue lo suficientemente fuerte, sus movimientos con la espada debieron haber sido más rápidos, su impresionante plan no fue suficiente para salvarla y ahora que quiere huir, algo la detiene.

-Te he dado nuestra promesa de amor. No tendrás que arriesgar tu vida por mi una vez más si regresas porque ya no habrá razón para hacerlo. -los sollozos de Seungwan retumban con poder dentro de las paredes de la habitación y su corazón. -Una experiencia nunca recordada, ese será mi amor por ti. Pero regresa y tendré otra oportunidad para que te enamores de mí. Toma esta cura para hacer que tu corazón frío vuelva a latir.

La princesa vuelve a verter el líquido en la boca del general, pero ahora con algunas de sus lágrimas integradas en su brebaje.

Nuestro primer beso detrás del servicio del rey, bailes donde que por casualidades planificadas terminamos siendo pareja, mi primer intento de cortejo, el acuerdo de matrimonio, la batalla, la lanza y mi corazón... Mi princesa, ella me espera en el trono. Seungwan me espera en casa.

Cada recuerdo pasa por los párpados cerrados de Seulgi como una cinta sobrexpuesta. Imágenes demasiado nubladas para ser reales pero al mismo tiempo demasiado dolorosas para ser un simple espejismo. Y ahí las luces azules y violetas toman forma y nombre, un par de manos pequeñas aferradas a su brazo es lo que no deja que Seulgi vaya a donde quiera ir.

Es Seungwan, tiene que volver con ella.

-Voy a casa, amor.

Seulgi se siente ligera a pesar de que todavía lleva puesta su armadura, el dolor de su cuerpo ha disminuido para ser remplazado con una migraña cuando la oscuridad es cambiada a la luz de la decena de velas alrededor de ella, el silencio ahora es la voz de su princesa rezando por ella.

El recuerdo del amor que Seungwam sacrificó no se perdió en el intercambio, en realidad solo eso fue lo que le devolvió la vida al general.

ㅡ¿Lo hice? ¿Estoy viva? ㅡesa característica voz ronca llena el soliloquio de la majestad.

ㅡSeul... ㅡlas manos de Seungwan que estaban en las piernas de la pelinegra aprietan su agarre como inercia. ㅡ¡Gigi, mi amor!

El cuerpo ensangrentado de la general toma a la princesa en un fuerte abrazo. Ese dolor familiar de después de cada batalla la envuelve, pero eso poco le importa a Seulgi mientras su fuente de fuerza esté en sus brazos.

No será algo fácil, ni de explicar ni de superar. Pero es lo que Seungwan quería, traerla de vuelta y poder estar juntos de nuevo.

Lucharía contra la muerte por el amor de su vida y aunque lo acaba de hacer, no dudaría en hacerlo mil veces más si fuese necesario. Aunque tenga que arriesgar todos los recuerdos que posee.

-¿Te acuerdas de mi amor?

-¿Cómo puedo olvidar lo que me devolvió a la vida.

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