song ; full moon
by ; dreamcatcher
ship ; joygi
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Es magnífica la apariencia de la enorme luna llena sobre la abundancia de pinos en el bosque. Su blanca luz guía a las criaturas que viven en la oscuridad y a los corazones en busca de sus destinos en esos confusos pasadizos entre los árboles.

Pero fue esa misma hermosa luna que se llevó todo lo que alguna vez fue de Sooyoung; se llevó su amor, su hogar y el calor que la mantenía calida en las más frías nevadas del año. Se llevó a Seulgi y aunque han pasado más de diez años, todavía no la ha regresado. Mejor dicho, Seulgi se perdió en el espesor del bosque y la luna no quiso mostrarle el camino de regreso a casa.

ㅡ¿Mamá, puedo salir con Aeri? ㅡla joven Kang sale de su habitación, acomodando un enorme bolso sobre su hombro. ㅡIré con ella y sus hermanos a dejar trampas en el sendero de los cazadores. Prometo regresar antes de amanecer.

ㅡNo. Regresa a tu habitación.

Es como ver dos gotas de agua idénticas pero de ríos diferentes; Sooyoung está tranquila sobre la irreverencia de los planes de su hija, mientras que en la sola mirada de Ningning hay un bravío pensar acerca de la oportuna negación de su madre.

Kang Ningning conoce el bosque del pueblo como la palma de su mano, cada sendero y camino, dónde están las criaturas más peligrosas y aquellas fáciles de atrapar, sus madres se encargaron de que así fuera. De hecho, los únicos recuerdos que tiene de Seulgi son juntas en el bosque, cuando Sooyoung debía trabajar en la pequeña choza que funciona como botica para los lugareños y Seulgi no tenía otra opción que llevarse a la pequeña Ning en sus aventuras en el bosque de pinos.

Sooyoung no tiene razones para negarse, según Ningning.

ㅡ¡Ni que fuera a perderme como mamá! ㅡel grito de la adolescente solo vocifera las razones de su madre. ㅡ¡Yo si voy a regresar!

ㅡSolo regresa a tu habitación, Ning. ㅡSooyoung mantiene la calma aunque es fácil de ver el erróneo movimiento de sus manos intentando sostenerse del marco de la ventana de la que estaba recostada. ㅡPrometo dejarte pasar todo el día de mañana con Aeri, pero hoy no. Esta noche no. Por favor.

La realidad de sus palabras golpean a Ning demasiado tarde, justo cuando ve el dolor en los cansados ojos de su madre y en el vacío de su propio corazón. No le queda de otra que hacer como se le ordenan y dejar detrás de ella un corazón prendiendo de un hilo de esperanzas y oro.

Seulgi había ido al bosque a revisar unas trampas y nudos que había dejado en la mañana, esperando encontrar algo que llevar a casa para su esposa e hija. Fue en el sendero de los cazadores que la morena perdió su camino al encontrarse bajo el hechizo de la luna que la llamaba, que le rogaba volviera con ella y con los suyos. A pesar de que consiguieron señales de que Seulgi batalló contra ese llamado, su corazón cedió y no se volvió a saber de ella. La luna llena la había reclamado sabiendo que no habría quien pudiese salvarla.

Pero eso fue trece años atrás, el tiempo no solo pasó por la existencia de Sooyoung con tristeza y dolor, sino que también con entendimiento y resolución de secretos que siempre estuvieron frente a sus ojos.

Luego de las horas suficiente para que la luna se posase sobre el horizonte, Sooyoung deja su lugar en la ventana para ir a la habitación de Ningning, quiere estar segura que su hija está dormida antes de salir. No quisiese que la adolescente supiese lo que ha estado haciendo cada luna llena desde que descubrió el poder que tenía en sus manos. Para su infeliz buena suerte, la mezcla de enojo y tristeza de Ning resultaron en un silencioso llanto que ha manchado sus llenas mejillas y la ha hecho dormir más temprano de lo regular.

Es hora de salir con la esperanza de no regresar sola. No otra vez.

Sooyoung sale de la casa, que ella misma junto a su esposa construyó, sin nada más que un abrigo lo suficientemente grueso para no morir de hipotermia y con botas para no llenarse los pies de nieve y agujas de pinos. No es mucho lo que tiene que caminar desde que el bosque está detrás de su hogar, y el sendero de los cazadores no muy lejos de las faldas del extenso conjunto de árboles.

La primera vez que se atrevió a regresar al bosque fue durante una crisis de su terco corazón y deseo por conseguir a su esposa, al esa noche cumplirse el décimo aniversario de su desaparición de Seulgi. Sooyoung siempre había creído que Seulgi seguía ahí, entre los pasadizos y rutas escondidas; el bosque era el segundo hogar de la morena, no podía estar en otro lugar que no fuera ese. Su corazón se lo decía.

Pero, justo como todos le dijeron, su Seulgi no estaba allí, en su lugar encontró una criatura de un tipo que no había visto antes. Demasiado grande, tímido y dócil como para ser un lobo regular aunque luciera como uno. Ese lobo tuvo todas las oportunidades para atacar a Sooyoung, como los de su especie lo haría, pero durante los quince minutos que estuvieron vigilantes a la presencia del otro, se quedó mirando a la mujer con curiosidad hasta que tuvo suficiente y regresó al interior del bosque.

Desde esa noche algo parecía llamar a Sooyoung de regreso al bosque y ella sabía que tenía que ver con ese raro lobo, pero al no querer asustarlo la mujer se limitó a ir al bosque en noches de luna llena dónde la luna misma sería la única luz que necesitaría. Un encuentro se convirtió en dos, tres, cuatro y más hasta que el lobo tuvo la confianza de acercarse a la mujer más allá de los límites de arbustos en el sendero de los cazadores y Sooyoung por primera vez en una década pudo darle las gracias a la luna llena.

Ese lobo, aquel más grande y manso ejemplar, con cicatrices por todo su cuerpo gracias a peleas con otros por no tener una manada que lo protegiese y un oscuro pelaje negro manchado de vetas blancas por la edad. Ese mismo lobo tenía tanta humanidad en la mirada que Sooyoung no tuvo de otra que reconocerla.

Seulgi adoraba estar en el bosque de noche, aunque se negaba a salir durante luna llena, era la primera en pelear con otros cazadores cuando proponían comenzar a cazar lobos para hacer del pueblo un lugar más seguro y a Ningning le enseñó a dejar presas para ellos cuando fuera a dejar nudos y trampas. Pero además de eso, el día de su improvisada boda con Sooyoung, Seulgi le dió una solución que la menor nunca pensó necesitaría usar:

«Cuenta una leyenda que los licántropos no siempre pueden transformarse a gusto, algunos se quedan atrapados en la forma de su bestia por toda la vida. Pero aquellos que aman pueden volver a ser humanos cuando esa persona que ellos aman los llaman por su nombre durante la luna llena; el amor es un hechizo mucho más fuerte que el dela luna sobre sus corazones. Park Sooyoung, si alguna vez me pierdo en una vida donde no esté a tu lado, llama a mi nombre y volveré a ti. Tu amor es lo único que necesito para ser.»

Cuando Sooyoung reconoció al lobo quiso llamar ese nombre que todavía sabe dulce en su lengua, pero la criatura huyó antes de que pudiera siquiera abrir la boca. Ha estado esperando a la siguiente luna llena con cielo despejado para poder poner el prueba la fé de su voluntad.

Esa luna ha llegado esta noche.

La pelinegra se detiene en ese punto del sendero dónde ha tenido todos los encuentros con el lobo y han sidos tantas veces que lo ha visto, que no se asusta cuando lo siente llegar por su espalda. Extendiendo una mano para que el lobo pueda olfatear y reconocerla en caso de que la haya olvidado, Sooyoung se acerca lo suficiente para perderse por un segundo en la grandeza de la criatura antes de tomar un paso al frente de más y extender su otra mano.

ㅡPor favor, recuerdame. ㅡSooyoung acaricia la barbilla del lobo. ㅡEncuentrame otra vez, Kang Seulgi.

El lobo se aleja repentinamente, aullando hacia la mujer con un extraño comportamiento que asemeja al de un pequeño cachorro contento. Los penetrantes aullidos van cambiando de sonido, así como la magnífica criatura cambia de forma hasta que se escucha una suave voz y la sonrisa de una segunda mujer compite con la luna por cual puedo iluminar más el oscuro bosque.

ㅡ¡Sooyoung-ah, amor!