song ; drawing our moments
by ; taeyeon
ship ; joyrene
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Todas las pinturas de Sooyoung tienen algo en común, más alla de ser su firma como artista o de la inspiración que recibe, es un detalle que solo ella puede reconocer.

Aunque puede aparecer entre su paleta de colores de maneras distinta: un lunar al extremo de una ceja o en una mejilla sonrojada, cabello largo y lacio, manos llenas de cicatrices pequeñitas o llanamente como ella.

En cada pintura que Sooyoung ha hecho, Joohyun está. Su nueva exposición está dedicada a ella.

Sooyoung es reconocida por estas intrincadas escenas del día a día donde hasta los detalles más insignificantes han sido trabajados para que la mirada de la audiencia no pueda escapar sin perderse en algún nuevo elemento en el proceso. Personas en las ventanas de los edificios que apenas se ven, insectos caminando por la acera, cada hoja de los árboles siendo de un tono diferente de verde; Sooyoung puede tardar meses en el proceso de una sola pintura pero se siente orgullosa una vez terminado y puede ver el rostro de su amada en una de las personitas que ha pintado.

De hecho, en sus cuadros, hay solo un rostro que puede ser reconocido y ese es el de Joohyun. ¿Y por qué no sería ella?, la mujer a la cual la artista le ha entregado su corazón y por quién es amada de regreso.

Joohyun está allí cuando Sooyoung regresa a casa luego de un día agotador en el estudio, Joohyun es la imagen con la cual Sooyoung se va a dormir y es la misma con la que despierta, Joohyun siempre está allí cuando Sooyoung la necesita.

Cuando necesita un poco de realidad que la mantenga con los pies en la tierra. A pesar de que los demás murmuren que está perdiendo la cabeza.

Seungwan le dice que debe aprender a perdonar el pasado, Hyoseob se fue en cuanto ella consiguió a Joohyun otra vez, Seulgi y Mark han perdido la esperanza de tener a su mejor amiga de regreso.

Ellos no pueden entenderla, tampoco su pinturas dónde en realidad cuenta su historia con su amada.

La pieza principal de la exposición es un colegio donde los alumnos están expuestos bajo una ligera llovizna, en mitad de la pintura escondidas entre los detalles están Sooyoung y Joohyun. Esa fue la vez cuando se conocieron.

Sooyoung estaba nerviosa ante la presencia de la luz de Joohyun, sin embargo, su corazón le pedía conocer más. Desde ese día su memoria solo se ha llenado de recuerdos que han compartido.

Cómo su noviazgo inició y como terminó, lo que vivieron en medio y como fue que se encontraron otra vez. La más alta ha pintado toda su vida con y sin Joohyun, buscándola en espaldas desconocidas rezando por ver su rostro otra vez hasta que en el lienzo de su corazón logró dibujarla justo como la recuerda.

ㅡEs hermoso. ㅡla mayor se alza de puntillas detrás de Sooyoung admirando la pintura frente a ellas.

ㅡGracias. ㅡpor alguna razón un escozor se instala detrás de los párpados de la artista. ㅡMira, allí estás tú.

En esta pieza la imagen es distinta, es un panorama nocturno donde entre las calles abarrotadas está ese familiar rostro.

Joohyun se detiene a apreciarse a si misma y en el vacío de su existencia una pequeña luz se enciende.

Ambas pasaron gran parte de su juventud juntas, desde la adolescencia hasta un poco antes de la adultez madura, lo hicieron amándose de la forma en que se puede una sola en vida. Así fue como Joohyun se fue la primera vez.

La exposición ha terminado, Sooyoung recibió halagos, felicitaciones y propuestas nuevas, sin embargo, es en casa donde está su verdadera gloria. En las pinturas regadas por todo el salón, en las fotografías rotas en la mesa, al lado de su cama y en cada rincón de la casa. Allí está su amor y su vida, la que vive y la que se le fue arrebatada.

Un sueño que parecía más una pesadilla desencadenó la decadencia de Sooyoung, recuerdos que habían sido sepultados en su mente regresaron solo para atormentarla tanto como la han consolado. La pelinegra se encontraba siguiendo una luz en la oscuridad, caminando con ella y reconociendola, era Joohyun buscándola luego de años de haber muerto.

Estaba a solo un par de años para llegar a los treinta cuando la mayor decidió que su dolor ya era mucho para curar, el desagüe de la bañera de su loft se llevó sus lágrimas y su alma consigo. Sooyoung no pudo recuperarse de ello, fue tanto el daño que comenzó a crear escenarios en su mente para olvidar lo sucedido, y le funcionó. Conoció a Hyoseob, se enamoró otra vez y Joohyun solo fue alguien de paso en su vida. Sin embargo, de eso se tratan los recuerdos, de siempre regresar.

Joohyun regresó pero está vez Sooyoung no la dejaría ir. Ha pintado su rostro en cada superficie disponible así los incontables días de soledad no sean tan aterradores y llevar de su pincel las extensiones que todavía su mano ha memorizado hace que todo se sienta más real. No es ella y cientos de pinturas de Joohyun. Es Sooyoung y Joohyun juntas en un mismo lugar.

ㅡ¿Realmente no te importa? ㅡse puede escuchar la voz de Joohyun viniendo de algún lugar detrás de Sooyoung.

ㅡ¿Que cosa?

ㅡ¿Que piensen que estás volviendote loca? ㅡno hay nada pero el tacto de la mayor en los hombros descubiertos de la contraria se siente tan cálido.

Por la ventana las transparentes gotas de lluvia se escurren como la las lágrimas corren por las mejillas de Sooyoung. Es posible que quede algo de cordura dentro de ella además de un luto sin superar.

ㅡNo. Porque si ellos piensan que estoy loca por ser feliz, entonces eso es su problema. ㅡSooyoung toma la mano de Joohyun y la trae hasta quedar frente a frente. ㅡEres tú quien está en mi corazón, así que te dibujaré todos los días, así podré estar más cerca de ti.

ㅡEspero no te acerques mucho muy pronto.

Ambas saben lo que eso significa.

La mañana llega otra vez y Joohyun sigue allí en su perenne lugar en el atril de Sooyoung, una pintura que no ha podido terminar porque ha estado olvidando como lucía su musa.

Poco a poco Sooyoung está muriendo con ella por mucho que se aferre. Al menos ha dejado todos sus momentos juntas en pinturas por si necesita recordar.