🥀𝐃𝐀𝐇𝐋𝐈𝐀🥀
song ; dahlia
by ; g-idle
ship ; wenri
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lo que antes solía ser un campo de dalias ahora es un terreno lleno de ceniza y sangre, y no parece haber mucho más que eso después de los límites del reino. humo y gritos es lo único que llena el ambiente; cuerpos colisionando contra enemigos y tomando sus vidas en el intercambio crean un escenario que nadie se detiene por momento a ver porque sino serían sus vidas la tomadas.
seungwan en cambio, puede admirar el sufrible panorama desde su posición. sus hombres son minoría en comparación a los enemigos, aún así los mantienen controlados y afuera de los límites del castillo. la defienden a ella como su reina, y a la memoria de yerim.
yerim... su yerimmie.
«no era primavera cuando seungwan fue presentada a yerim, sin embargo, la mayor pudo haber jurado que la flor más bella se estaba posando frente a sus ojos.
la rubia sintió enamorarse de ella al momento de verla; esa sonrisa que solo llamaba travesura y peligro fue la fascinación de seungwan por veranos enteros.
pero yerim no podía ser su reina, ella ya estaba prometida a un príncipe distinto. pero ni siquiera eso fue suficiente para detener a ambas de encuentros clandestinos en medio de bailes reales, de besos prófugos de los ojos de los demás y promesa de la mayor de convencer al rey de entregarle a yerim. seungwan era mucho mejor pretendiente que aquel hombre.
ella era mucho mejor amor para yerim que cualquier otra persona.
yerim dejó que seungwan viera debajo de la sonrisa que ofrecía en su servicio, le mostró la verdadera mujer detrás del título de princesa y sintió caer a profundidades nuevas cuando seungwan vio sus demonios y los consideró igual de hermosos que la mujer dueña de ellos. la mayor besó cada cicatriz y se aseguró de que nunca tuviera nuevas; seungwan sabía que el mundo iba a ser un peligro para yerim, intentó protegerla de todo lo que pudiera lastimarla y mantenerla a salvo.
pero de tanto cuidarla, su flor se marchitó.»
ㅡmi reina, se dice que los hombres de hongseok se están acercando por el este. ¿que hacemos? ㅡun soldado llega cansado a donde seungwan espera su turno de entrar en acción.
seis meses de guerra no parecen suficiente para ninguno de los dos reyes, la primavera y el verano se fueron en óbolos hacia el otro lado, el otoño y el invierno están preparando los viaticos para el mismo viaje.
para hongseok es solo un capricho de su orgullo herido querer conquistar las tierras de la corona shon, mientras que seungwan solo defiende lo que le pertenece y el amor que se le fue arrebatado.
ㅡ¿vienen con el rey?
ㅡasí es, el rey yang viene en el pelotón. ㅡel pobre soldado no puede entender la tranquilidad de su reina.
todos saben que la rubia ha perdido la cordura desde hace un tiempo, ahora solo es una carcaza de la mujer que había gobernando con igual armonía que sus padres; aunque nunca ha abandonado o hecho falta a su pueblo, no es la misma reina amada.
ㅡmi reina, por favor...
ㅡdile a kang que me encuentre al este de los límites, que lleve a todo soldado que pueda. ㅡseungwan toma las riendas de su cabello lista para irse. ㅡ¡ve ahora!
si hongseok quiere venir a terminar el trabajo, seungwan estará encantada de recibirlo.
«los nombres cambiaron, los títulos también; ya no eran reina shon y princesa kim, eran wannie y yerimmie. sobrenombres que ambas consideraban estupidos pero sonaban encantadores en la voz de la otra.
todos aquellos honoríficos fueron olvidados en cada paso embriagado de pasión que compartieron en el servicio de seungwan. no iban en armonía ni siquiera al mismo ritmo, solían ser apurados y torpes; debían terminar antes de que se dieran cuenta que la princesa kim no estaba en tierras yang.
con el paso de los años el color de su amor se volvió tan profundo que se asomaba por sus pieles, todos comenzaron a darse cuenta de ello.
hongseok incluido.
a las citas de medianoche yerim dejó de asistir, los encuentros clandestinos y los besos prófugos fueron descubiertos por ojos de terceros. yerim fue separada de seungwan, fue robada de su verdadera reina y del jardín de dalias que habían creado juntas.
en ese jardín que seungwan le regaló a su menor en uno de sus aniversarios para simbolizar su amor a pesar de todo aquello que las mantenía separada, la reina de rodillas le pidió a cualquier dios existente que su flor siguiera igual de hermosa.
pero supo que la flor de la que se enamoró finalmente había marchitado cuando recibió una carta del reino de yang. una dalia y las noticias de que la reina kim había fallecido.
no hay que ser muy inteligentes para saber que ocurrió y porque la soberanía shon fue atacada casi de inmediato después de los honores funerarios reales.»
ㅡespera por mi, yerimmie. ㅡseungwan susurra para si misma yendo a galope hasta donde su reinado puede proteger. ㅡestoy segura que no tardaré mucho aquí.
ㅡ¡mi reina! ㅡuna segunda voz se le une y unas cuantas docenas de hombre también. ㅡestos son todos los soldados que pude traer y más vienen en camino. los soldados de yang que estaban atacando por el norte desertaron, supongo que vienen para acá.
seulgi, la general del ejército de seungwan, se apura en explicar. tanto la reina como ella saben que es batalla perdida, pera dar un último golpe de honor es mejor que nada; el destino es conocido por ser cruel, hay una posibilidad de que las salve de esta vez.
a la espera de un vislumbre de yang y su gente, seungwan se deja hundir por el recuerdo de yerim.
sus manos alrededor de su cintura, piernas enredadas con las contrarias no queriendo ser liberadas, besos con sabor a fresas... los colores que solo yerim podía hacer que seungwan viera. todo lo que fueron y no pudieron, todo lo que la vida las limito de ser.
lo que el ahora aniquilado jardín de dalias fue testigo de.
el amor que seungwan guarda por esa flor es el mismo que guarda por el recuerdo de su reina, eran las favoritas de ella y el último respiro de vida que le dejó a la rubia. su amor era como una dalia; el lazo de un compromiso de por vida.
caballos aparecen en el horizonte con la bandera de yang izada a poste, la reina y sus hombres guardan posiciones esperando a que el primero ataque y desate la lluvia de sangre y blasfemias. hongseok se alza con superioridad al ver lo derrotada que luce la reina, no quiere maldecir los vientos, pero esta seguro que esta batalla la gana.
ㅡ¡vengo a hacerle un favor, reina shon. déjeme regresarla con quién usted creyó adecuado robarme! ㅡel rey dice en un grito ganándose risas de su pelotón.
ㅡme harías el más grande honor, yang. no sabes cuanto he extrañado a mi yerimmie.
la osadía de seungwan hace que la lírica de guerra de hongseok retumbe en lo baldío del terreno. es el momento que ambos han esperado desde que él comenzó esta estupida guerra; acabar con quien le ofendió, tener una excusa para reencontrarse con el amor de su vida.
seungwan cierra los ojos por un segundo antes de adelantarse a las fuerzas enemigas, la imagen detrás de sus párpados es yerim esperándola en un florecido jardín de dalias. luce igual a la última vez que la vio y la hace sentir como la primera vez.
ㅡmi pequeña dalia...
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