Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘑𝘢𝘮𝘦𝘴 𝘚𝘪𝘳𝘪𝘶𝘴 𝘗𝘰𝘵𝘵𝘦𝘳

datos:
•muggle fem!oc
•narrado en primera persona
•lenguaje inapropiado
•inspirado en snow in california
•tercera generación

ES FALSO TODO MIJAS. SI QUIERO
QUE CAIGA NIEVE VA A CAER NIEVE OK?
Si no te gusta que sea muggle world
solo vete y ahorrate tus comentarios salu2.


𝐓í𝐭𝐮𝐥𝐨: 𝐮𝐧 𝐝í𝐚 𝐦á𝐬




Verlo entrar por la puerta de la casa era la sensación más asombrosa de todo el mundo. Ver cómo saluda a todos con un abrazo y su hermosa sonrisa puede iluminar toda la sala. Nuestras miradas se cruzaron por una fracción de segundo y ambos sonreímos.

Comencé a caminar alrededor del lugar, personas con gorros de "feliz navidad" iban y venían, unos me saludaban, otros intentaban entablar conversación, pero yo solo buscaba a James, y el problema es que no sabía dónde estaba. Seguí buscando y me pare justo al lado del enorme árbol de navidad que adorna la sala, el cual está repleto de cartas; así es, chico y chicas de más de 25 años de edad pidiéndole regalos y deseos a Santa... solo un poco loco.

Tome mi carta en manos, la reconocí porque es verde y había puesto unas orejas de reno, hechas con la ayuda de mi mejor amiga Maggie.

Escrito se encuentra lo siguiente.


Querido Santa:

Soy yo, Kylie, hace tiempo que no te escribo, hace mucho tiempo a decir verdad. Todos los años te pido un regalo querido Santa, pero este año será diferente, puesto que no te pediré un regalo, te pediré un deseo... ¿notas la diferencia? El regalo es algo material, mientras que el deseo es algo que en realidad tu corazón quiere, que late por eso, que suspiras y sueñas con cumplirlo. Mi deseo es algo loco, solo un poco, más no imposible: Nieve en California. Vale, si, es más loco de lo que me  imaginaba  ¿nevar en California? Me conformaría con un poco de lluvia. Mi amor se encuentra en la ciudad, el solo viene para las navidades, lo amo mucho en realidad, el único problema es que su vuelo sale mañana temprano y no quiero que se vaya, yo solo quiero que se quede un día más, y estar en sus brazos frente a la chimenea, ese sería el regalo perfecto, mi sueño cumplido. Por favor Santa, solo es un pequeño deseo que pide a gritos mi corazón, que su vuelo se retrase, que James no regrese a Londres y se quede un día más en California.

Sinceramente

Kylie Hodson


Sí, mi carta es algo, solo algo diferente a las demás. El único problema es que nosotros (los 30 chicos y chicas que nos encontramos en la casa), tomaremos una carta del árbol de navidad, obvio no tendrá que ser la nuestra, y esa persona tendrá que dar el regalo a aquella persona que escribió la carta ¿me explico?

Digamos que me tocó Maggie. Bueno, en su carta ella puso que quería una nueva plancha para el cabello, entonces tendré que conseguir una nueva plancha y dársela para media noche... interesante ¿no es así? Aquí mi problema es mi carta. ¡Yo no tenía ni idea de esto! Aunque no me molesta que lean mi carta (digamos que todos saben que James y yo... tenemos algo), es poco probable que consiga retrasar su viaje.

—¡MUY BIEN CHICOS! —escuche por las bocinas. Todos comenzaron a gritar, ahí se encontraba Steve, el organizador de la fiesta—. ¡TODOS REÚNANSE! —gritando y empujándose unos con otros se acercaron al centro de la sala—. ¿Me escuchan bien? —un "sí" a coro se escuchó con uno que otro grito y él sonrió—. Genial, ahora como todos saben esto será algo diferente. Ya saben las reglas, no tomar su carta y llegar a las 12 en punto para entregar su regalo a esa persona... ¡AHORA! —hizo sonar una corneta de aire inundó de ruido y todos corrieron al árbol.

Empuje a unos chicos y cuando me di cuenta mi carta ya no estaba ¡mierda! Tome una carta negra y salí corriendo de la casa, al llegar a la calle, que se encontraba llena de chicos corriendo la abrí.


Querido Santa:

¿Cómo andas panzoncito? Hace tiempo que no escribía cartas a ti, bueno, es estúpido, y me rió de esto, pero como sea, lo único que quiero para navidad es una botella enorme de Jack Daniel's ((la vi en target, era de colección)) y obviamente la última edición el comic de Star Wars Darth Vader and the Lost Command 5.

Gracias Panzón.

Steve Cohen


¡MIERDA! Me tenía que tocar Steve, puta madre, ¡este chico me va a dejar pobre!

No perdí el tiempo y subí a mi carro cuando escuche mi nombre.

—¡Kylie llévame a Target por favor! ¡El maldito de Robert me dejo! —suplicó Lauren que subía al copiloto, fue inevitable no reír.

—Suerte que voy a Target si no te bajaba a patadas.

—Andando señorita —dijo haciendo un raro acento.

El camino fue corto a decir verdad. Lauren se encargó de poner música para que sea más divertido, grabar videos para subirlos a instagram y me contó que le había tocado Maggie.

—Tu amiga me dejara pobre —dijo mientras caminábamos por Target.

—Steve pidió la última edición del comic Star Wars Darth Vader and the Lost Command 5 y una botella de Jack Daniel's enorme.

—Pobre de tu billetera. ¡Hey mira! ¡Ahí están los comics!

—¡Ve por la plancha nos vemos en treinta minutos! —ella asintió y corrió hacia el otro lado.

Me duele saber que gastaré tanto dinero en unos cómics que ni siquiera son para mi.

En fin, tome el comic y comencé a caminar para buscar la maldita botella de Jack Daniel's.

—Disculpe ¿tienen una botella de Jack Daniel's enorme? Es de colección —pregunté a un trabajador.

—La teníamos, se nos acabó justo hace unas horas.

Me lleva...





...





Lauren estaba asustada (y un poco sorprendida) de mi forma de manejar, pero es que tuve que recorrer tres tiendas más en busca de la estúpida botella de Jack Daniel's. Afortunadamente, aparque el auto a media noche, haciendo que ambas chocaramos los cinco un tanto emocionadas.

—¡Muy bien! —grito Steve desde una camioneta—. Espero y todos tengan su regalo listo, vayan y colóquenlo bajo el arbolito... ¡todos a dormir!

—¡Steve!

—¡Vamos hombre!

Hubo que quejas por parte de todos, solté una risita y gire un poco mi cabeza para ver a James recargado en una camioneta, tiene su usual chaqueta de mezclilla y sus mejillas se ven rojizas debido al frío. Edward (un amigo muy parlanchín) le soltó un codazo y señaló en mi dirección con su cabeza. Rápidamente desvié mi mirada sintiendo mi rostro arder, si tan solo no hubiese sido tan obvia me hubiera ahorrado la pena.

Al regresar mi mirada, James me dedico una sonrisa y ondeó su mano saludándome. Le regrese el saludo ligeramente apenada.

—¡A dormir dije! —grito más fuerte al ver como nadie se movía y todos seguían hablando.

Todos se adentraron a la casa y comenzaron a dispersarse por la habitación. Muchos se iban al segundo piso, otros al tercero, todos dirigiéndose a las habitaciones compartidas para no molestar a Steve (tiene un temperamento especial). Pero arriesgándome decidí quedarme frente a la chimenea. Apoye mi espalda en la mesa ratonera y ladee una mueca ante la pequeña chimenea sin poder dejar de pensar en James.

James Potter es un sueño para cualquier persona y en realidad es un gran sueño para la mi. Lo conocí hace dos años en el cumpleaños número 18 de Steve, quien antes era mi vecino y mencionó que lo había conocido en un intercambio (o algo así), por lo que James estuvo presente y aunque actuaba un poco raro (creo que eso fue lo que me llamó la atención) tiene esa facilidad de socializar con las personas por lo que le fue fácil hacer amigos.

Aparte, ¿quién no quiere a los británicos?

—Hey Steve, me tengo que ir —mire atrás y suspire para ver que se trataba de James.

—¿Enserio amigo? —preguntó con un mueca.

—Si, lo siento, pero mi hermano Albus llega de Rumanía y no todos los días veo a ese mocoso  —comentó con una ligera sonrisa.

—Vale está bien  —respondió Steve—. ¿Ya dejaste tu regalo? ¿Ya tomaste el tuyo?

—Sí lo acabo de guardar  —dijo señalando su mochila—, y el regalo lo dejé justo bajo el árbol, como los demás.

—Bueno, nos vemos pronto —Steve le dio un abrazo y ladee una mueca.

—Hasta luego, Stevie —James despeinó el cabello negro de Steve y su mirada se dirigió a donde me encuentro—. Adiós Kylie —me dedico una sonrisa ligeramente torcida y tragué saliva nerviosa.

—Adiós James, lindo viaje —murmuré, respondió inclinando su cabeza y solté un suspiro al verlo salir.

Creo que lo volveré a ver hasta la próxima navidad o quizá en el cumpleaños de Steve.





...





A la mañana siguiente todos corrían por la casa mostrando sus regalos, un tanto decepcionada me acerque al árbol. Es aquí cuando me lamento el haber sido tan estúpida, pude haber pedido el disco vinilo de los Beatles o Guns and Roses, pero no, claro, tenía que pedir que cayera nieve en California.

Y cuando me iba a regresar, una pequeña carta color escarlata llamó mi atención, en especial por que con tinta dorada (sí, tinta), estaba escrito mi nombre.


Querida Kylie

Solo tengo que decirte que me ha encantado lo que has pedido para esta navidad (aunque enserio, ¿nieve en california?). De igual forma ve a la azotea de la casa a las diez en punto de la mañana. Ahí encontrarás tu regalo.

Besos,

Alguien que definitivamente no es Santa.





Mire a mi alrededor y luego la carta, el reloj de la casa indica que faltan cinco para las diez, así que corrí como alma que lleva al diablo subiendo el millón de escaleras. Para subir a la azotea se tiene que pasar por una ventana, por lo que al llegar, la pase con cuidado (puesto que estaba algo resbaloso), ya que soy muy propensa a resbalar. El frío golpeo mi cuerpo, mi pijama era de manga larga pero delgada, en la azotea había una pequeña fogata improvisada, sin mencionar que había muchas mantas, en una pequeña mesa se encontraban dos tazas de chocolate caliente con malvaviscos.

Alguien cubrió mis ojos haciéndome brincar.

—Feliz navidad —susurró a mi oído.

Era la voz de James.

Me giré y sonreí sin poder evitarlo. Despeino su cabello y bajó la cabeza algo nervioso.

—Tú... tú te habías ido —susurré sin entender muy bien.

Quizá es una broma para algún reality show.

—¿Quieres que me vaya? —preguntó confundido.

—¡No! Digo... no, es que... ayer... oh... ¿qué?

James comenzó a reír, baje mi cabeza sintiéndome jodidamente tonta y entonces él de su bolsillo sacó una carta que tenía orejas de reno.

Era mi carta.

—Tenía que darte tu regalo, no me iría sin dártelo —tomo mi mano y me guió hacia el montón de cobijas.

Ambos nos sentamos y fue inevitable sonreír.

—Esto... esto es hermoso —susurré.

—No, no, lo único hermoso aquí somos nosotros —dijo con una sonrisa coqueta.

—Eres un tonto, James —susurré rodando los ojos.

Solté un suspiró sin poder evitarlo, James pasó un brazo por mi espalda y me recosté en su pecho, acarició mis brazos para darme un poco de calor y beso mi mejilla.

—No sabes, cuan nervioso estaba —dijo en mi oído—. Me pones realmente nervioso, Ky.

—Lo siento James, pero creas o no, también me pongo nerviosa —confesé aferrándome a su mano—. ¿Te vas a ir después de esto? ¿O te quedaras un día más? —preguntó levantando un poco mi cabeza.

—Por supuesto que no me iré —respondió ladeando una sonrisa—. Esto es lo que siempre desee. Estar contigo... Ky es como un sueño... y no quiero dejarlo ir.

Gire mi rostro para verlo y sonreí un poco al ver lo sonrojado que se encuentra.

—Yo tampoco quiero dejarlo ir —susurré.

Inclinó un poco su cabeza y apoyé mi mano en su hombro para juntar nuestros labios en un cálido beso.

—Feliz navidad, Kylie —susurró sobre mis labios.

—Feliz navidad, James.

Pero me vi interrumpida a separarme ya que sentí un frío completamente diferente. Abrí mis ojos sin poder creer lo que estaba pasando y miré a James para ver si el también estaba viendo lo que yo.

—Es... nieve —susurré.

Ladeo una sonrisa nerviosa—. Es una historia larga —confesó tímido—. ¿Quieres saberlo?

—Por supuesto que quiero, James.

—Bien, entonces para saber la historia tienes que pagarme con un beso —solté una risita al ver como señalaba su labios y alce un poco mi cabeza para darle besos continuos.

—¿Eso bastará para saber el motivo de por que esta cayendo nieve sobre nosotros? —asintió soltando un suspiró con una pequeña sonrisa.

—Sí, bastará... por ahora.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro