Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝘍𝘳𝘦𝘥 𝘞𝘦𝘢𝘴𝘭𝘦𝘺

datos:
•slytherin fem!oc 
•narrado en primera persona
•año 1994
•lenguaje inapropiado
•segunda generación


𝐓í𝐭𝐮𝐥𝐨: 𝐩𝐚𝐭𝐫𝐨𝐧𝐮𝐬


Los pasillos del castillo de Hogwarts estaban solos y ese motivo era debido al baile de navidad. Todos los alumnos de cuarto año en adelante se encuentran en el gran comedor, bailando con sus parejas (o amigos) por el famoso baile de navidad que se celebra debido al Torneo de los Tres Magos, corrección, cuatro porque Potter es un suicida. 

¿Por qué no estoy ahí? Simple tontería de niña caprichosa. Camine hacia el patio y  me abracé con fuerza de mi abrigo, mi vestido es largo y de color esmeralda por que es sin duda alguno uno de mis colores favoritos (no solo por que mi casa se Slytherin, mi piel oscura resalta con ese color). Lo levanté un poco para que no arrastre por el suelo ya que quizá terminaba y tropezando. Los estudiantes de Beauxbatons entraban y salían de la gran carroza, unos con pareja y otros solos, y aunque son muy guapos no se comparan con los búlgaros. 

Me senté en una banca y suspiré pesadamente, en realidad la razón por la que me fui del baile es simple: el estúpido traidor de Fred Weasley.

No sé en qué momento, ni como paso pero termine enamorándome de él. Es que es simplemente tan... tan idiota, con sus tontas bromas y chistes realmente malos (en serio, son muy malos, George sabe mejores), y terminó gustarme ese zanahoria con patas. 

Si mi padre se enterara me sacaría de Hogwarts y me daría clases en casa. 

Pero no es mi culpa, ¿o si? Quizá un poco por caer en sus tontas bromas y sus halagos a mi persona (soy realmente hermosa y me gusta que me lo recuerden, aumentan mi ego). Y luego está su estúpido rostro, con esas diminutas pecas que apenas y se pueden ver (tienes que estar realmente cerca para verlas y cuando choco con mi frente las note), o ese cabello anaranjado que hace juego con las zanahorias y sus feos ojos color avellana. 

¿A quién engaño? Sus cabello es muy lindo y se ve suave y ni hablar de esos ojos que tiene un brillo de diversión. 

Negué rápidamente con mi cabeza al darme cuenta de lo que estaba pensando, debería estar enfocada en que haré al salir de Hogwarts en vez de estar pensando en ese tonto pelirrojo...

—¿Pensando en mí?

Brinque del susto, y mire al pelirrojo que estaba pensando justo aun lado mío. Tiene esa típica sonrisa coqueta y se está balanceando sobre sus talones. 

—Nunca, nunca se asusta a alguien así —le di un golpe en la rodilla y él comenzó a reír.

—Ou, tienes mano dura, Fawley.

—Por algo soy cazadora, Weasley —le recordé rodando los ojos, lleve mi cabello adelante.

Mierda, no tengo que estar nerviosa, no frente a él.

¡Deja de tocarte el cabello, tonta!

—Entonces ¿si pensabas en mí? —preguntó con una sonrisa tonta.

—Johnson te debe estar buscándote, largo de aquí Weasley —respondí mirando mis uñas como si eso fuera lo más interesante del mundo. 

No lo es.

—Ahh, estas celosas —dijo en un tono burlón, a lo que rodé los ojos. 

—¿Qué? —pregunté alzando mi cabeza para verlo—. Ni en tu más loco sueño estaría celosa. Aparte, soy bellísima, y ¿qué ganaría poniendo celosa? —indagué alzando una ceja. 

Fred comenzó a reír y negó lentamente con su cabeza. 

—Ahora entiendo por qué perteneces a Slytherin.

—Claro, ¿cómo no pertenecer a Slytherin? Es la mejor casa —respondí obvia. 

—Tu hermanito piensa que no —alce una ceja, y achine mis ojos. 

Mi hermanito pertenece a Hufflepuff y aunque me parece una muy buena casa voy a mantenerme firme con que Slytherin es la mejor. 

—Pues no te pregunte, Slytherin es la mejor casa, punto.

Fred fingió pensar—. Todos los Slytherin son unos cobardes.

Tuve que aguantarme las ganas de lanzarle un puñetazo.

—Cobarde tú, Weasley.

—Mmm, no lo creo —respondió sonriente—. Te apuesto a que no te atreverías a entrar al bosque prohibido.

Mire a mi izquierda, para poder ver a lo lejos el prohibido. Hubo un momento de silencio, se escuchó un aullido y una ráfaga de viento movió los árboles del bosque y despeinó mi cabello.

—¿Qué me ganaré? —pregunté parándome algo indecisa.

—Ya lo veremos —respondió sonriendo.

Me guiño un ojo para comenzar a caminar en dirección al bosque, mire a todos lados para ver como no veía nadie y me cruce de brazos. Fred me hizo una seña señalando el bosque y maldije a lo bajo.

¿Soy cobarde? ¡Claro que soy cobarde! No soy tan estúpida para entrar al bosque prohibido. O quizá si lo soy por que estoy apunto de entrar, aunque claro que Fred me dijo que me ganaría algo, espero se algo bueno. 

—¡Mierda Weasley! ¡Es difícil caminar con zapatos de tacón en la nieve! —resoplé molesta y se giró para caminar de reversa.

—¡Pues quitatelas! —respondió obvio.

Cómo Fred está loco (en serio, lo está), dio un brinco chocando sus pies, alzó sus manos y comenzó a correr para adentrarse al bosque, mientras gritaba.

Me quite de un brinco los zapatos y sentí como todo mi cuerpo se congela. La nieve es muy suave pero demasiado (realmente) fría. Así que levanté mi vestido y comencé a correr dando brincos para evitar sentir la nieve, aunque casi no funcionó.

Me adentre al bosque rápidamente y froté mis pies en la tierra que apenas y se ve, debido a las copas de los árboles, no hay tanta nieve dentro del bosque. Abrace con fuerza mis brazos y mire a ambos lados en busca de Fred.

—Weasley, ¿dónde estás? —pregunte mirando a todos lados. Una rama crujió haciéndome brincar y gire rápidamente mi cabeza—. Frederick, más te vale que no sea una broma —murmuré retrocediendo.

Conforme más me adentraba al bosque menos nieve había, haciendo que mis pies se acostumbraran al frío de la tierra. 

Un ulular y un aullido me hizo estremecerme.

—¿Fred, dónde mierdas estas? —mascullé molesta.

Alguien gritó a mi espalda tomándome de la cintura, por lo que di un brinco y cubrí mi boca para no gritar. 

Al escuchar la estúpida risa de Fred me gire molesta para darle golpes continuos. 

—¡Eres un estúpido! —comencé a golpear el hombro de Fred que se carcajeaba apoyándose de un árbol.

—Hu-hubie-hubieras visto, tu-tu cara —dijo entre risas y limpiando lágrimas falsas. 

—Ja, ja demasiada risa que da —gruñi. Cruce mis brazos y me di la vuelta dispuesta para regresar al castillo.

—Oh, vamos —habló tomando mi brazo.

—Suéltame —pedí mirando su mano tomarme. 

—No seas aburrida, Charlie —susurró acercándose a mi.

—Sabes que odio que me llames Charlie —le recordé volteando a vearlo.

Charlotte es un hermoso nombre como para que él venga a arruinarlo. 

—Está bien, Fawley —contestó sonriendo—. Ven aquí.

—Ya no caminare más hacia el bosque —comenté molesta.

—Solo sígueme, por favor —pidió haciendo un puchero y ojitos. 

Fred comenzó a caminar, aun tomaba mi brazo estirándolo, pues yo caminaba un poco más atrás de él. No dije nada mientras caminaba detrás de él, solo me dedicaba a ver por donde pisaba para no lastimarme con las ramas y raíces salidas de los árboles.

—Llegamos —señalo sonriendo.

Estamos en la parte clara del bosque, donde hay un pequeño estanque congelado. Me quedé mirando un tanto perplejo ya que se ve brillante y muy lindo a comparación del peligroso bosque. 

Pero en realidad sigo sin entender el motivo por el cual estamos aquí. 

—¿Qué es esto? —pregunté molesta.

—Es un pequeño lago  —dijo como si fuera lo más obvio—. Saca tu varita, Fawley —hice lo que me dijo y me cruce de brazos—. Según me he enterado, sabes hacer un Patronus.

—Sí, ¿y? —el me miro alzando una ceja—. El profesor Lupin nos lo enseñó, ¿qué tiene eso que ver? 

—Y según me enteré, es un león —lo mire achinando los ojos.

—¿Qué tiene que sea un león? —pregunté entre dientes. 

—Conjura tu Patronus, ahora.

Estúpido imbécil maleducado.

Apunte con mi varita en alto en dirección al lago y mire de reojo a Fred para ver como él alzaba su varita, al mismo tiempo sonreía de lado. 

—¡Expecto Patronum!

Nuestras voces sonaron al mismo tiempo y note como Fred también había conjurado un Patronus. 

Tome un poco de aire para ver como una serpiente parecía arrastrarse en el aire detrás de mi león, el cual tiene un revoltosa melena. Anduvieron juntos por unos segundos hasta que terminaron por desaparecer.

—Tu Patronus es tu guardián —dijo sonriendo y caminando hacia mi— ¿Por qué un león?

—¿Por qué te importa? —murmuré.

—¿Y por qué el mío una serpiente? —se cuestionó sonriendo e ignorando mi pregunta.

—¿Por qué no serlo? 

—Ya dime que piensan en mí —pidió divertido y ligeramente esperanzado. 

Sentí mi corazón latir rápidamente y negué con mi cabeza.

—Quisieras —murmuré.

—¿Quieres ser mi novia? —preguntó sin rodeos.

—¿Qué? —pregunté abriendo mis ojos. 

¿Es esta otra jodida broma?

Levantó los hombros y se acercó a mí con una sonrisa.

—¿Quieres ser mi novia? —preguntó cerca de mí—. Así el león y la serpiente estarían juntos, ya sabes... —susurró.

—Estas demente, Weasley —respondí negando lentamente con mi cabeza.

—Admite que te gusto y que quieres ser mi novia.

—Te odio —dije retrocediendo lentamente. 

—El odio es mutuo —susurró deteniendome con su mano.

Parpadee un par de veces y sus ojos avellana brillaron frente a mi.

—¿Puedo besarte? —preguntó en voz baja. 

Asentí lentamente con mi cabeza y en un movimiento rápido nuestros labios se juntaron. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y cerré mis ojos disfrutando de aquel cálido beso mientras su manos se encuentran sobre mi cintura. 

—Sí quiero —susurré separandome de él lentamente, Fred me miró ligeramente emocionado—, ugh te odio demasiado —musité sintiendo mis mejillas arder.

—No, claro que no me odias, novia. 



Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro