OO4|𝐌𝐈𝐋𝐄𝐒 '𝐓𝐀𝐈𝐋𝐒' 𝐏𝐑𝐎𝐖𝐄𝐑
❝DATE❞
Sus piernas comenzaban a doler por la fuerza con la que corría. Sus pulmones le exigían detenerse para buscar oxígeno, pero no podía parar ahora, esa cuestión era de vida o muerte.
¡Iba cinco minutos tarde a su primera cita!
Se golpeó mentalmente por el retraso. ¿Que pensaría el gran Tails Prower de ella? Le había costado demasiado invitarlo a salir como para arruinarlo ahora. Tn sabía que el era una persona ocupada. Su responsabilidad de mantener a raya a Eggman, ocupaba la mayor parte de su tiempo y no se podía dar el lujo de desperdiciarlo con una chiquilla que no era capaz de llegar temprano.
Finalmente visualizó el parque en donde habían quedado de encontrarse y pudo dejar de sentirse tan mal consigo misma. Ahí, en una banca solitaria, se encontraba el joven inventor.
Podía notarse que se había esmerado por tener una apariencia mejor que otros días. Su pelaje que ya de por sí se veía suave y esponjoso, ahora parecía desprender un resplandor dorado. Había cambiado sus zapatos normales por unos más formales y combinaban perfectamente con el atuendo que tenía puesto. Una combinación de elegancia y comodidad.
Tn se sintió apenada de si misma. Ella también de había esforzado mucho para lucir mejor, pero el hecho de haber llegado corriendo la había desarreglado un poco.
Con forme se acercaba, trataba de aplacarse el cabello (pelaje/púas/plumas). Tails volteó sonriendo al verla, por un momento creyó que ella lo dejaría plantado, pero sintió un gran alivio al verla acercarse a él.
Ante los ojos de Tails, Tn siempre lucía hermosa, incluso cuando su (pelaje/púas/plumas) estaban desordenado. Pero no podía negar que aquel conjunto de ropa que llevaba, le sentaba de maravilla.
—Lamento la demora —se disculpó la chica, recuperando el aliento—. Había un embotellamiento y tuve que correr desde el centro de la ciudad.
—Descuida, también acabo de llegar —mintió el zorro—. El embotellamiento también me dejó atrapado.
Ella sonrió, esto la hizo sentir algo mejor.
—¡Perfecto!, ¿vamos? —preguntó Tn.
—¡Claro que sí!
Cuando la chica estaba por comenzar a caminar, Tails la tomó de la mano mientras miraba a otro lado para evitar sentirse nervioso.
—¿Te gusta la comida japonesa? Conozco un lugar aquí cerca —Tails seguía evitando el contacto visual al hacer está pregunta.
—S-si, comida japonesa suena increíble —le respondió Tn, al mismo tiempo que ejercía una leve fuerza en la mano del contrario, apretando su agarre.
Después de hacer sus órdenes, procedieron a dar una vuelta en el lindo restaurante. Aunque Tn sudaba frío, pues no creía que el presupuesto que llevaba para gastar, sirviera para pagar platillos de aquel precio
Por otro lado, Tails disfrutaba de ver la decoración y mirar de reojo a su cita. Se sentía sumamente nervioso al igual que apenado, pero también se sentía feliz y complacido. El apenas estaba juntando valor para invitarla a salir cuando ella se apareció un día en su casa y le pidió una cita.
«Jueves 2:30 p.m. en el parque cerca de mi facultad»
Fue lo que ella había dicho antes de salir corriendo de la casa y dejarlo completamente confundido.
—Sus órdenes están listas —dijo el mesero.
Los tórtolos se acercaron a la mesa y procedieron a comer sus platillos. Tn había pedido lo que se veía más barato que consistía en un plato de ramen y la soda más barata. Tails por otro lado, había pedido sushi y algunas guarniciones más, poniendo a la chica a sumar mentalmente y compararlo con su presupuesto, después de todo, ella lo había invitado a él.
Mientras comían, se dedicaban algunas tímidas miradas acompañadas de una sonrisa. No fue hasta que Tails procedió a hablar.
—¿Qué tienes pensado después de aquí?
—Pues estaba pensando en que.. —se aclaró la garganta antes de continuar— tal vez podríamos ir a la pista de hielo a patinar, pero no sé si tú quieras hacer alguna otra cosa.
Tails sonrió —patinar suena increíble.
Ambos continuaron comiendo hasta que Tails habló nuevamente.
—Gracias por venir el día de hoy, la verdad, creí que solo había sido una broma y me dejarías ahí plantado —lo último lo dijo en un tono más bajo pero aún audible.
Tn bajó la mirada con pesar, se sentía mal por lo que había hecho creer al zorro.
—Tails yo jamás haría —murmuró, tratando de verlo a los ojos—. Yo realmente quería salir contigo el día de hoy.
Las mejillas del inventor se mostraron levemente rosas ante la declaración de Tn, pero le brindó la seguridad que necesitaba. Y así siguieron comiendo, mientras conversaban de su día.
A la hora de pagar, los gastos excedían el presupuesto de Tn, así que Tails se ofreció a pagarlo todo, pues el era el que había pedido mucho más (aunque al final lo terminaron comiendo los dos) Tn se negó y terminaron pagando la mitad del total.
—Debiste dejarme pagar todo, tu aún estudias y ese dinero te convendría ahorrarlo —dijo Tails tan pronto salieron del local.
—Descuida, trabajo y estudio al mismo tiempo. Tengo mis ahorros —guiñó la chica.
Tails negó mientras sonreía, ella era realmente increíblemente terca.
—Bien, ya que no me dejaste pagar la comida, déjame pagar los pases a la pista de hielo.
—Pero...
—Sin peros, o me sentiré mal por ser un mantenido el día de hoy.
—¿Entonces quieres que yo sea la mantenida? —inquirió la chica, alzando una ceja.
—Claro que no, te lo cobraré más tarde —respondió el zorro con una sonrisa ladina en el rostro, sonrojando a la chica inmediatamente.
¿Cuando había comenzado a ser tan coqueto? Sonic seguro había tenido algo que ver en ello, pero no sé lo diría, dejaría que el zorro siguiera con su coqueteo.
—De acuerdo, entonces vamos.
Nuevamente, Tails tomó la mano de la fémina para emprender el camino a la pista. La única diferencia era, que está vez, los nervios eran más placenteros y lo obligaban a ser el mismo y dejar de aparentar. Después de todo, era aquel verdadero ser lo que atrapó a la chica en un inicio.
Cómo el zorro lo había dicho, el pagó los pases y se encargó de mantener la calma el tiempo suficiente hasta que llegó el momento de llegar a la pista como tal, en donde haría la mayor confesión de su vida (además de sus sentimientos). El no sabía patinar.
Tn entró sin pensarlo y se extrañó de ver qué su cita no la seguía. Regresó hacia donde se encontraba el inventor y procedió a preguntar:
—¿Qué sucede?
Tails tragó saliva antes de hablar —¿Recuerdas que dije que te cobraría más tarde?
—Si.
—Pues el momento llegó. No sé patinar —Tails cerró los ojos esperando burla por parte de la chica.
Era ridículo que alguien que siempre tenía que estar en acción, no supiera algo tan sencillo como patinar. Pero las burlas no llegaron, por el contrario, ella lo sostuvo de la mano y le sonrió.
—Esta bien, yo tampoco soy una gran experta. ¿Quieres aprender? —le sonrió.
—Siempre que tú quieras enseñarme.
La chica apretó su agarre en la mano del zorro y lo dirigió un poco hacia el centro. Tails se movía torpemente y se aferraba a las manos de Tn como si fueran su única salvación.
—Trata de mantener el equilibrio tu solo, yo estaré aquí para evitar que caigas.
El oji-azul comenzó a soltar las manos de Tn.
—¿Y sí me caigo de todos modos?
Tn lo soltó y le sonrió con confianza.
—Entonces caemos los dos.
Tails le sonrió y comenzó a moverse torpemente hacia Tn, a medida que ella se alejaba un poco más.
—¡Lo haces muy bien! Cualquiera creería que ya has hecho esto antes.
Después de unos minutos, Tails ya no tenía miedo y aunque se había caído un par de veces, cada vez era mejor.
Tn comenzaba a alejarse más y más, con la intención de molestar al joven que aún aprendía. Algo así como retando al chico a atraparla.
—Te propongo algo —dijo de repente ella—. Si logras alcanzarme, te tendré que conceder un deseo.
—¿Y sí tú ganas?
—Se me concederá un deseo a mí.
—Acepto el reto.
Los dos se miraron retadores, y fue así que Tn se alejaba intentando no ser atrapada. Era una suerte que la pista estuviera vacía y solo fueran ellos ahí, ante las miradas de los trabajadores que se endulzaban ante la química de ambos.
Finalmente, Tn resbaló, permitiendo a Tails alcanzarla antes de que impactará completamente en el suelo.
—Si caes, nos caemos juntos ¿No?
—Eso acordamos.
Sus rostros se acercaban y sus respiraciones se mezclaban, casi podían sentir sus labios juntos.
—¡¡YA BÉSALA NIÑO!! —gritó uno de los encargados de la limpieza.
—¡TOMA LA INICIATIVA CHICA! —se unió la que cobraba las entradas.
Las mejillas de ambos se sonrojaron, pero Tails no perdería oportunidad está vez.
—Gané yo —susurró el zorro— y mi mayor deseo es besarte justo en este instante, si me lo permites.
—Solo si prometes amarme después de besarme.
—Y para toda la vida.
Y así, sus labios recorrieron con lentitud los contrarios, hasta que se fusionaron perfectamente, encajando cómo dos piezas de rompecabezas. Después de todo, habían estado destinados.
Al caer la noche, Tails acompañó a Tn hasta su apartamento, los dos iban tomados de las manos mientras hablaban de las estrellas, a la hora de la despedida, ambos suspiraron.
—Me divertí mucho hoy, gracias Tails.
—Debería agradecerte a ti, es bueno salir del taller de vez en cuando —dijo rascando su nuca.
Tn sonrió y soltó sus manos con suavidad.
—Bueno, ya me voy.
—Sí, yo también debo irme a casa.
—Adiós.
—Adiós.
—Hasta mañana.
—Descansa.
Pero al pareces ambos querían alargar la despedida para hacer eterno aquel momento en donde solo existían ellos dos. No fue hasta que Tn decidió tocar el tema de la pista del hielo.
—Sobre lo que ocurrió hoy, yo...
—Podemos olvidar todo si te molesta —murmuró el zorro, con un dejo de reproche en su voz.
—No, no, no es eso, solo que... ¿Era verdad eso de amarme después de besarme? —preguntó la chica mientras miraba al suelo.
—¡Lo es! —rectificó Tails sujetando sus manos—. Te amo hoy y toda la vida.
Tn sonrió débilmente.
—¿Qué ocurre? —preguntó el zorro esta vez.
—Creí que ibas a besarme o algo así...
Y la besó.
Minutos después, los dos se separaron mirándose a los ojos. Después de todo, esa no sería su última cita.
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