𝐒𝐈 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐒

🌻🌻🌻

La vista de Martin Ødegaard recae en una joven pareja que se encuentra en una de las mesas del restaurante al aire libre, de inmediato, su mente recuerda todos aquellos instantes que vivió con ella. Para este punto de la historia, todos aquellos momentos son parte del pasado y no se volverán a repetir.

De repente, el sonido del claxon, de uno de los carros que está detrás del futbolista, lo saca de sus pensamientos haciendo que vuelva a la realidad. Martin pide disculpas y sigue con su camino.

¿Qué estará haciendo ella en estos momentos? ¿Seguirá viviendo en Londres?

Esas y más preguntas son las que se hace el futbolista cada día que pasa. Sí, no hay día que no piense en ella y todo el dolor que le provocó. Ahora, todo está hecho, no hay vuelta atrás.

Él estaciona su auto a las afueras de un edificio que pertenece a un canal de televisión en Londres, ¿el motivo? Tiene que grabar unas cosas para la Premier League, esto por ser una de las figuras de su equipo, el Arsenal.

Uno de los empleados va a recibirlo, le muestran las instalaciones para después llevarlo a los camerinos y explicarle lo que tiene que hacer. Martin se sienta en una de las sillas quedando frente a un espejo y al poco rato un chico se acerca a él para alistarlo.

— ¿Raúl? — Martin lo mira sorprendido.

— ¿Ødegaard? — Él, de igual manera, se muestra sorprendido. — ¿Qué haces aquí?

— Bueno, tengo que grabar unas cosas.

— Ah, cierto. Que eres futbolista.

— Sí. — La conversación se puso algo tensa. — Me alegra verte.

— Lamento no decir lo mismo. — responde.

Martin lo mira mientras él se prepara para comenzar con su trabajo.

— Aunque no terminamos en buenos términos...

— Ødegaard, no es necesario esta conversación, eh.

— Para mí sí lo es.

— Para mí no. — insiste.

— ¿Por qué no? Con quien tuve problemas fue con Dana, no...

— Dana es mi mejor amiga, Ødegaard.

— Lo sé.

— Mira, no quiero hablar de eso, ¿sí? Lo que le hiciste a Dana no tiene perdón.

— También lo sé.

— Ella te amaba, Ødegaard. Lo dio todo por ti y tú le pagaste con una infidelidad con su mejor amiga.

— Fue un error...

— Sí, un error bastante grande.

Raúl, con enojo, siguió con su trabajo, pues no iba a ponerlo en riesgo con una persona como Martin Ødegaard, no lo merece.

Por su parte, Martin no dijo nada más por unos minutos, solo miraba el reflejo del espejo. Raúl tiene razón, lo que él le hizo a Dana no tiene perdón alguno, es por eso que aceptó mantener su distancia con ella. Pero si de algo no hay duda, es que siempre cargará con ese sentimiento de culpa.

— ¿Puedo preguntarte algo?

— No. — responde.

— Raúl...

— Ahhhh, ¿qué es lo que quieres?

— ¿Cómo está ella? — lo mira.

— ¿Dana?

— Sí.

— No lo sé.

— Raúl, por favor. Todos estos meses he querido saber cómo está, no hay día que no piense en ella.

— Eso debiste pensarlo antes de ponerle los cuernos con su mejor amiga. — sentencia.

— Raúl, solo quiero saber si está bien.

— ¿Tú qué crees?

— ¿No está bien?

— A comparación de meses atrás, ella está mejor.

— ¿Sigue trabajando en esa compañía de fotografía?

— No tengo por qué responder eso.

— Raúl, por favor.

— Ashhh. Sí, sigue trabajando allí.

— ¿Y viviendo en el mismo departamento?

— Eso si, no te lo responderé.

— ¿Sigue aquí en Londres?

— Sí.

— ¿Sigue...?

— Espera, Ødegaard, no responderé nada más. Quiero a Dana y ella ahora está mucho mejor sola.

— ¿Está con alguien más? — Aquella pregunta tomó desprevenido a Raúl, ni el propio Martin Ødegaard sabe de dónde salió.

— No lo sé. — responde. — Hemos terminado, puedes irte.

— Raúl. — Lo detiene. — Si la ves puedes...

— No le diré que te vi, Ødegaard. Dana no lo merece.

— Yo solo quiero que esté bien, saber que el dolor que le causé desapareció. — se justifica.

— Ella está mejor sin ti. No te acerques a ella, por favor.

Días después:

Martin se prepara para salir a calentar, el día del derbi del norte de Londres ha llegado y, con ello, una disputa más por el orgullo de ambos clubes. El noruego sale junto a Benjamin White y Kieran Tierney al césped y como es de esperarse, los reciben diversos abucheos, pues se encuentran en el estadio del equipo rival.

Los jugadores siguen cada uno de los ejercicios marcados por los entrenadores y mientras esto acontece, el estadio se comienza a llenar más y más.

Finalmente, el equipo del Arsenal terminó su entrenamiento previo al inicio del encuentro. Los jugadores vuelven a los vestuarios, sin embargo, una voz hace que Martin Ødegaard se detenga en la entrada del túnel que conecta el césped con los vestuarios y otras partes del estadio.

Martin mira hacia esa dirección y la ve, es inevitable que sienta emoción por verla después de meses sin saber nada de ella. Sin embargo, aquella emoción desaparece cuando un futbolista del equipo rival se acerca a ella para abrazarla y después besar sus labios.

¿Qué está sucediendo? Se cuestiona a sí mismo.

Dana pasa sus brazos alrededor del cuello de aquel futbolista y le dedica una amplia sonrisa acompañada de un brillo en sus ojos, gestos que demuestran lo enamorada que está de aquel futbolista.

— Suerte, mi amor. — alcanza a escuchar.

Martin siente ira y decepción en su persona, no puede creer lo que está viendo. Así que de un segundo a otro, toma la iniciativa de acercarse a ambos, sin embargo, alguien lo toma del brazo deteniéndolo.

— No lo hagas. — Es Raúl.

— ¿Raúl? ¿Qué haces aquí?

— Vine con Dana.

— ¿Sabías que ella está con alguien más y no me lo dijiste?

— No tenía por qué decírtelo. — se defiende. — Dana es feliz, Martin. No arruines esa felicidad también.

— ¿Cuánto tiempo lleva con él?

— Un mes y medio.

— ¿Tanto?

— Lo que sucedió entre ustedes tiene once meses. ¿No crees que es justo que Dana rehaga su vida?

— Ni quise decir eso.

— Eso demuestras.

Martin vuelve a mirarla para después soltar un suspiro. — Sé que no debo entrometerme en su vida otra vez.

— Hace unos días me decías que lo único que querías es que ella estuviera bien. Bueno, lo estás viendo. Ella está bien, Dana es feliz. Ese sufrimiento que le hiciste vivir se desvaneció.

— Sí...

— ¿De qué te sirve recordarle todo el sufrimiento que vivió contigo? — le pregunta. — Ves, no tiene caso.

Martin vuelve a mirarlos por unos cuantos segundos. — Supongo que tienes razón...

— Deja que Dana sea feliz.

— Sí. Si la ves, no le digas nada. Igual que ella, seguiré con mi vida. — Raúl asiente.

Martin los observa una última vez, para después irse de allí y dejar que Dana sea feliz con una persona que de verdad la valore. 

"¿De qué me sirve recordarle
Aquella herida que dejé?
Si puede ser que ella esté bien
Y que esté bien con alguien más
Porque al averiguar, puede que le haga mal
Y pensándolo bien
No me quiero arriesgar, no digas nada
Si la ves".

🌻🌻🌻

¡HOLAAAA!

Les traigo un shot de mi bebe adorado💖

En los próximos días estaré subiendo los pedidos que me dejaron, tengan algo de paciencia, por fa. Esta semana es muy especial para mi y tengo tantas cosas en la cabeza👀

Lizzy🥀