Realizado por: Itzaliric
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Una mañana en donde se sentía pesado sus párpados se cerraban y su cuerpo no respondía, era víctima del descanso que lamentablemente no podía ser eterno...

Seokjin odiaba con su alma levantarse temprano de forma innecesaria, ese día se suponía que tendría que estar descansando pero alguien tocaba su puerta con insistencia interrumpiendo sus sueños por completo, esperaba que fuera para algo importante.

Seokjin estiro su cuerpo y bostezo pesadamente intentando recobrar los sentidos, peino sus cabellos castaños hacia atrás y se levantó aún enrollado en su cobija a causa del frío que hacía por esas fechas, reviso la hora en su teléfono.

5: 10 am

¿Acaso no podía ser peor?

Quién mierda se atrevía a llamar a su puerta tan temprano, Apenas y durmió unas cuantas horas por estar estudiando para su próximo examen de francés durante toda la semana, apenas ayer en la tarde lo había realizado y pensó que se merecía un buen descanso.

Pero el mundo estaba completamente en su contra junto a la persona que no paraba de tocar de forma molesta su puerta...

— ¡¡Voy!! — grito saliendo de su habitación maldiciondo en silencio, se tropezó unas cuantas veces antes de llegar a su destino el cual era la puerta de su casa justo en la sala de estar.

Esperaba y no fuera alguna ridiculez.

Abrió la puerta con el ceño fruncido, balbuceando maldiciones incoherentes hacia la persona que se atravia a interrumpir su sueño embellecedor.

— Jin... H-Hola...— Sus ojos analizaron por completo a la personita delante de él. Una chica de alrededor 1. 50 con las mejillas sonrojadas, cabellos castaño claro y una sonrisa tímida en el rostro,  atrás de ella había un gran oso de peluche que casi le duplica la altura a la chica, una maleta bastante llena de cosas que no tenía idea de que fueran junto a ella, una pequeña caja que está entre sus adorables manos de bebé y una carta en su otra mano.

¿Qué día era hoy?

Sin dejar de interrogar a la chica con la mirada intento hacer memoria de por qué está pequeña mujer estaba aquí.

La conocía compartían una clase en su universidad, Jin ayudo a la chica en repentinas ocasiones para estudiar pero nada más allá.

— Yo em...— Seoyeon empezó a balbucear y recriminarme cosas sin sentido.

~Cómo se te ocurrió venir tan temprano, despertaste a nuestro futuro esposo.~
La escucho murmullar Jin estando deacuerdo con sus palabras....

Espera...

¡¿Cómo que futuro esposo?!

Claro, Jin siempre recibe declaraciones de muchas mujeres y hasta hombres, pero jamás a tenido interés.

Tampoco le pasó por la mente que Seoyeon sintiera algo por él.

— Habla ahora, estoy cansado...— interrumpió Jin intentando no sonar grosero con la adorable Seoyeon...

Pero si que sonó grosero.

Seoyeon bajo su cabeza triste, sabiendo lo molesta e intensa que podía llegar a ser, estaba tan emocionado por ver a su Jin que no pensó en la hora, pensó en lo feliz que estaría al recibir un regalo en San Valentín de su parte.

Solo eran fantasías, muchas chicas más bellas que ella están tras Jin y le dan mejores regalos, el suyo es insignificante a pesar de haber ahorrado por casi 6 meses tomando turnos extra en su trabajo.

Y ella siquiera era linda...

Jin noto los ojos decaídos de Seoyeon y por alguna razón no pudo aguantar verla en ese estado, a pesar de que se miraba muy adorable.

— Deberías de pasar... Yo em... Puedo ayudarte con esas cosas.— Eran las cinco de la mañana y hacia frío no dejaría a una chica sola afuera cuando ni siquiera a salido el sol aparte su cuello empezaba a doler de tener la cabeza inclinada hacia abajo.

Seoyeon de inmediato asintió menos tristes llevando todo a dentro menos el oso, ese fue llevado por Jin.

Él se recostó en el sofá suspirando pesadamente, era muy temprano, miró a Seoyeon sentada junto al oso...

Era más pequeña que ese oso ¿Cómo lo trajo hasta aquí?

Sonrió, Seoyeon enserio era adorable

— Yo... Pensé que sería lindo regalarle algo a mi novio para San Valentín, últimamente está muy ocupado.— Jin escucho atentamente y miró a Seoyeon con su rostro somoliento.

¿Tenía novio?

¿Los regalos no eran para él?

Le decepciono un poco a decir verdad.

— ¿Si? ¿Cuánto llevas con tu novio?— Le parecía un poco extraño, ¿por qué traía los regalos a su departamento? Tal vez necesitaba ayuda aunque no entendía en qué.

— Una semana...— Contestó Tímida mientras jugaba con sus dedos viendo fijo a Jin.

Okey no juzgaría eso...

— Oh ¿Enserio? ¿Quién es tu novio? — preguntó esperando que no sea el molesto tal Hoseok que trabaja con ella...

— Pues...— Parecía nerviosa, sus mejillas estaban como dos manzanas y sus ojos no apartaban la mirada de él, aún así noto su nerviosismo.

— Tú...— Seokjin abrió sus ojos en grande.

¿Cuando se habían echo novios ellos dos?

Todo sueño se esfumo de golpe y viajo entre sus recuerdos a la semana pasado donde estaba completamente ebrio y solo recordaba a Seoyeon cuidándolo después de traerlo a casa.

Debió pedírselos en ese estado y por eso no recuerda, Joder por eso se sonrojaba y huía cada que la miraba.

(Tranquilo Seokjin, solo te conseguiste novia ebrio y ni siquiera lo sabías.)

La chica noto el rostro de terror en Jin y quiso llorar, Sentía que se había ilusinado sola, ¿Cómo no pensó en qué Jin se arrepentiría?,pero por su mente solo pasaba las palabra dulces de Seokjin...

— Yo también quiero cuidarte Seoyeon.—

— Eres muy bella, ¿Podría besarte?—

— Tú deberías de ser mi novia, ¿Quieres serlo? —

— Podría llamarte amor el resto de mi vida amor mío.—

Solo estaba ebrio, no hubo nada pero en su corazón inconsciente de su mente no pensó en nada más que sus acelerados latidos por las palabras del muchacho más lindo que había visto.

Miró a Jin con los ojos llorosos y decidió irse, no quería molestarlo más.

— Veo que realmente no lo recuerdas...— su dulce voz de inmediato llamo la atención de Jin.

— Los regalos son para ti, yo...solo ire a casa, ¿puedes olvidar todo esto? Porfavor...— él castaño miró a Seoyeon a punto de echarse a llorar reteniendose.

— Es humillante ser rechazada, aunque si eres tú está bien...— casi soltaba un Sollozo, Jin no pudo más y antes de que Seoyeon pensara en moverse del lugar tomo sumano con delicadeza y la miro a los ojos esperando animarla un poco con su tacto.

— Seoyeon lo siento...— Ella le sonrió intentando calmarlo, aunque por dentro estuviera echa pedazos. Soltó su agarre con Jin a se dirigió hacia fuera del departamento, estuvo a punto de abrir la puerta pero su debilidad volvió a hablar.

— Siento no recordar mi propuesta, yo... Me gustas desde hace tiempo pensé que no era correspondido...— Seokjin se sintió liberado después de decir eso que guardo hace mucho tiempo, desde la primera vez que ella pido ayuda para estudiar no tvo ojos para alguien más.

— ¿Entonces si eras mi novio? — Su cara estaba empapada en lágrimas y sus ojos rojos y hinchados, él castaño río por lo adorable que sonó eso y asintio para después envolverla entre sus brazos cariñosamente.

— Sí, pero porfavor no me despiertes temprano...— dijo acariciando los cabellos castaños de la chica, mientras miraba hacia su rostro y reía por lo pequeña que era a su lado.

— ¿Que tiene la maleta?.— preguntó con suriosidad Jin, no había ejado de preguntárselo desde que la vio fuera de su puerta.

— Compré todas las cajas de tus chocolates favoritos que encontré en las tiendas, hay otra en mi casa la iba traer después.— Contestó la chica abrazando a Jin aún más fuerte, él en cambio abrió sus ojos un poco sorprendido debían ser demasiados.

En conclusión moriría de diabetes con esta mujer como novia consentidora.

— Olvide que hoy era San Valentín, y no tengo regalo paa ti.— dijo Jin un poco apenado por recibir tanto.

— Entonces puedo pedirte lo que sea?— Jin no le vio problema y asintió de inmediato.

— Y-yo am quierounbeso.— Lo último lo dijo tan rápido, Jin frunció el ceño alzando una ceja esperando que lo repitiera. La muchacha avergonzada por su petición, apunto sus labios bastante tímida y Jin asintió cumpliendo de inmediato su deseo.

Juto sus labios con los de ella tenían un sabor dulce a paletas de cereza.

Sin duda moriría de diabetes con esta mujer.