Realizado por: Jk_army347

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Caminaba tranquilamente por la ciudad de Seúl a las 11 de la noche. Hacía mucho frío, pero eso no impidió que saliera a tomar aire y a caminar un poco.

Pasé por un lugar un poco oscuro, las luces que alumbraban las calles estaban parpadeando y no iluminaba casi nada. Llegué a un callejón un poco más oscura en la que estaba y con un olor desagradable: olía a podrido.

No sabía de dónde provenía ese olor horrendo que me hacían dar pequeñas náuseas.

De pronto escucho un pequeño gemido que provenía de mi lado derecho, me acerco lentamente con temor y veo a una persona tirada en el suelo herido, con manchas de sangre en su camiseta blanca. Me pongo a su altura y le hablo desesperadamente:

—¿Está bien, señor?... pediré ayuda —tomé mi celular que se encontraba en mi bolsillo de mi campera.

Marqué al 911 y me atendieron—¿En qué le puedo ayudar? —preguntó una voz femenina desde la otra línea.

—Necesito ayuda, un hombre está herido —hablé con mi voz temblorosa.

—No entre en pánico, señorita, enseguida le enviaremos unas patrullas y una ambulancia — respondió.

—Muchas Gra... —alguien me arrebató el celular con mucha fuerza.

Me volteé y ví una silueta negra, creería que era un hombre por su cuerpo. Me levanté rápidamente asustada y él se acerca lentamente.

—¿Te crees lista, mi niña? —habló una voz masculina, con su tono ronco.

—¡Aléjate, imbécil! —grité muy asustada.

—¿Acaso no me recuerdas? —preguntó. Todavía no podía ver su rostro. ¿Cómo iba a saber quién era?

Fruncí el ceño y me levanté del suelo.

—¿Tú provocaste esto? —dije, ignorando lo que había dicho.

—No te hagas, sabes que fuí yo –rió a lo bajo.

No entendía absolutamente nada.

Él no dijo nada más y se acercó rápidamente a mí y me tomó de los brazos. Traté de soltarme de su agarre, pero era imposible.

—Ya la tienes, Jungkook —rió burlón. No podía creerlo...

Él que recién estaba "herido", resulta que no lo estaba. Todo era una trampa. Joder, ¿En qué mierda me metí?.

—Ahora serás para mí. ¿No es cierto, Taehyung? —rió Jungkook.

—Claro que sí, tanto tiempo persiguiéndola y ahora al fin tenerla en tus brazos, hermano —dijo Taehyung, antes de que un pañuelo en mi nariz y con un olor horrible se haga presente.

Fue lo único que escuché decir de ellos...

Pero... ¿de dónde me conocía?