Realizado por: Maru_1415

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Extrañamente hoy era un día pesado, desde que mi mejor amiga me dijo que tenía que estar levantado y listo con una maleta afuera de mi casa a las siete de la mañana, se veía venir que no iba a acabar bien.

Es más, ¿Por qué de la nada la idea se le atravesó por la mente? Ni si quiera sabía del plan hasta ayer en la tarde cuando me llamo exasperada después de nuestra pequeña discusión.

Era muy infantil por parte de los dos mofarnos por qué era mejor, si la horchata o jamaica, y a decir verdad era fastidioso tener que aguantar sus absurdos comentarios ofendiendo mis gustos. En fin, siempre seré Team Horchata, y ni Beth podrá cambiar eso.

Regresando a mi situación, eran 10 minutos antes de la hora indicada y ella ya estaba estacionando su hermoso convertible blanco enfrente de mí.

一Hola, Elizabeth Trembley. No es un gusto recibirte 一mascullé jacoso一. ¿A dónde iremos y por qué tan temprano? 一inquirí.

一Hola, Jung Hoseok. Tampoco me agrada verte, ni tenerte en mi coche 一esbozo una vez que subí mi maleta a los asientos traseros y me acomode en el lugar del copiloto一. Iremos a dónde siempre haz querido ir: Al bosque Jangtaesan Recreational Forest en Daejeon.

一¿Por qué hasta allá? No me desagrada la idea, pero después de lo de ayer... 一creé un pequeño silencio entre nosotros一... Diría que es algo espontáneo recibir esa noticia, y luego de ti que sueles ser un tanto temperamental 一agregué mientras abrochaba el cinturón de seguridad.

一Sé que será un viaje largo si estamos en Gwangju; son dos horas de aquí a Daejeon, pero esto nos servirá a ambos. Hemos tenido tantos problemas estos días y por cosas tontas que se me hace difícil y triste pelear por cosas diminutas 一aclaró la pelirroja teniendo sus delicados ojos miel lagrimosos porque ella, al igual que yo, estábamos pasando un mal momento en nuestras vidas.

一Beth, lamento mucho nuestras peleas, pero a veces es difícil quedarse callado cuando comienzas a comportarte como una idiota 一miré a mi mejor amiga y noté como sonrió levemente por lo que dije一, y sabes bien que no he querido lastimarte, pero si tú no tienes consideración en tus palabras, yo menos las tendré y sabes bien que no dejaré que me digas ese tipo de cosas solo porque alguien más o alguna cosa te puso de malas y te desquitas conmigo 一musité un poco triste.

一Ya, ya. Sé que no he sido el estereotipo perfecto de mejor amiga estos días 一soltó un gran respiro y continúo一: Hago esto más que nada para arreglarnos y alejarnos de este ambiente tóxico en el que vivimos 一mencionó la chica de tez morena para poder arreglar las cosas.

一Bueno... Dejaré que me consientas en este viaje para arreglarnos, aunque nuestro problema era básicamente olvidado, así que estamos bien; con lo otro... Por favor, hay que irnos ya, este ambiente tóxico me está consumiendo más de lo debido. ¡¡Vámonos a Daejeon!! 一hice énfasis en lo que ella y yo pasamos para después darle señal verde a nuestro viaje.

一¡¡Andando, mi querido Hobi!! 一voceo tomando rumbo a nuestro destino.

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Pasamos poco más de dos horas y media hasta que llegamos a un hotel con un sin fin de espacio para nosotros, y sobretodo nos quedamos en una de las escasas suites del lugar.

Por su puesto, mi amiga arregló todo para que pudiéramos dormir cada quien en una cama distinta, de ahí en fuera todo permanecía igual.

El cuarto sin duda era hermoso que tenía una increíble vista a la ciudad y a mi bosque deseado.

一Vaya, sí que pones empeño para pasar una linda estancia aquí 一dije terminando de observar la habitación.

一Sí. Las veces que hemos salido tú haces lo mismo, así que ahora que yo te estoy invitando, era lo menos que podía hacer, pagar todo esto yo sola 一informó con una sonrisa acogedora.

一Gracias, Beth. Te adoro 一llegué hasta a ella para poder sostenerla en mis brazos y seguir con nuestros asuntos.

Varios minutos fueron transcurriendo en lo que íbamos acomodando nuestras cosas en los respectivos vestidores del cuarto.

Para cuando terminamos alguien tocó a la puerta del cuarto. Al abrir me encontré con quién traía nuestro desayuno a la habitación y me quedé dudoso por segundos porque no encargamos nada, hasta que Eli me dijo que en efecto ella había pedido comida para nosotros y fue entonces que dejé pasar al camarero.

Dejó los platillos en la mesa que se encontraba en la pequeña sala que teníamos antes de retirarse.

Afortunadamente para mí, Beth escogió algo que me gusta mucho, y por su parte era de esperarse que pidiera su famosa lasagna apesar de ser temprano y que fuera su primer alimento del día. No me sorprende porque ella siempre fue así.

Degustamos nuestros platillos entre una dulce plática amena; sobre todo hablábamos de lo que íbamos a hacer los siguientes siete días.

Entre esa charla salió al tema que el reloj estaba a un cuarto de hora pasa ser las doce y según los planes de Elizabeth, teníamos que estar saliendo del hotel a las 12:30 para llegar a la una al bosque y pasar ahí gran parte del día, incluso podríamos acampar si así nos lo permitían los guardabosques del lugar.

Y así como la velocidad del sonido nos arreglamos. Acomodamos todas nuestras cosas en la mochila y por otra parte la casa de acampar si es que podíamos pasar la noche ahí.

Elizabeth se adelantó al lobby y por mi parte terminaba de ponerme lo más ligero y cómodo posible para que no fuera pesado el recorrido que vamos a hacer.

Apunto de salir de la habitación miré por un momento la ventana en donde se posaba un ave extraña, una que no había visto en persona. Pero tal cual la vi aparecieron más formando una parvada al rededor del edificio y por un momento todo se torno negro con un silencio abrumador.

Por un instante, la luz difícilmente se hizo presente en el cuarto dejando entrar a una de aquellas aves, y no fue hasta que entró por completo la oscuridad volvió a hacerse presente.

Ahora, mi único apoyo era el sonido, escuchaba el revoloteo del pájaro cada vez más cerca hasta que sentía al ave posarse detrás de mí.

Después de eso escuché el insistente voceo de distintas personas; lamentos que se hicieron más agudos atormentando mis tímpanos hasta que cesaron y una respiración tibia se colocó en mi cuello dejándome inmóvil.

一Es un gusto, querido... No me he presentado... Me llaman Vante. Es un placer... 一jadeó con una voz tan gruesa que daba la ilusión de que fueron varias voces al mismo tiempo.

El aire tibio en mi piel se intensificó tanto que pude sentir arder mi cuello y como unos dientes eran encajados en el mismo haciendo aparecer un torrencial aire que hizo que en cuestión de segundos todo volviera a ser claro y las sensaciones que comenzaba a experimentar se desvanecieran.

Cuando todo terminó pude volver a moverme. Cerré de golpe la puerta de la habitación y salí despavorido al elevador para irme directo con Eli; sin embargo, mis planees fueron interrumpidos cuando pude mirar a un hombre alto, bastante guapo y con un traje negro.

En su vestimenta se podían contemplar plumas a los bordes; sus manos tenían largas uñas negras, como garras; y extrañamente en una parte de su cuello y pecho se veían cicatrices negras que no tenían fin, o por lo menos yo no podía verlas.

一Disculpe, ¿Usted está bien? Parece estar agitado 一preguntó aquel hombre atractivo.

一S-Sí. Y-Yo estoy bien. Perdone si di una impresión distinta; sólo tengo mucha prisa. Permiso.

Pasé por su lado dejando al hombre a espaldas del elevador.

Me adentre en el ascensor apretando varias veces la tecla para ir al lobby. Cuando las puertas comenzaban a cerrar me percaté de que aquel varón ahora estaba de mi lado.

El ambiente se tensó y por lo espejos laterales que tenía el lugar, pude observar cómo él no estaba en el reflejo, pero yo sí podía verlo.

Quedé pálido, ¿Qué está pasando? Esto era bastante extraño y no podía creerlo. Primero lo de la habitación y ahora este lunático...

Tal vez estoy exagerando, pero ¿Por qué no puede reflejarse? Esto no es real, esto tiene que ser una maldita alucinación.

¡¡DÉJENME EN PAZ!!

一Querido, ya llegamos al cabildeo. Tenemos que salir 一exclamó aquel ser.

一¿Eh? Ah sí... Gracias... 一salí a pasó rápido de ahí para quedarme lejos de ese tipo.

Mi respiración era desenfrenada por la adrenalina que había empezado a experimentar en estos largos monitos de mi vida.

Busque desesperado hasta encontrarme con aquellos ojos miel que buscaba desde hacía largos segundos.

一Perdón la tardanza, es que bajé corriendo 一me excusé para no alarmarla.

一Está bien 一tomó de mi mano y fuimos directo a su auto para fijar la ruta señalada al bosque.

Tal cual como lo había dicho Eli, tardamos sólo treinta minutos en llegar al lugar.

Estacionamos el coche, y bajamos las mochilas para poder dar emprendimiento al sendero que tenía el parque señalado.

Pasamos por pequeños establecimientos que tenían el lugar en donde compramos diarios recuerdos y tomamos miles de fotografías para nuestro álbum de amistad.

Estábamos cerca de las seis y fue hasta esa hora que nos acercamos a uno de los restaurantes que tenía el lugar y ahí almorzamos.

Ella pidió un caldo no tan pesado, pues al parecer su desayuno le había caído un poco mal; y era de esperarse realmente. Por otro lado yo pedí uno de sus platillos más solicitados porque yo sí tenía hambre.

Casi una hora después, y al borde de la oscuridad salimos. Ella se quedó unos minutos hablando con la dulce camera que nos atendió porque quería ver la posibilidad de acampar en el bosque, y para nuestra suerte fue así.

一Bien, solo tenemos que cruzar aquel puente blanco que tenemos enfrente de nosotros y esa es el área asignada para lo que nosotros buscamos 一me explicó mientras terminaba de recoger sus cosas.

Caminamos un poco más hasta recorrer todo el puente que nos tenía absurdamente embobados con el atardecer, del cual Beth no tardo en tomarle miles de fotografías.

Al cruzar nos encontramos con un equipo de guardabosques que nos guiaron con dificultad hasta la zona de acampar y al llegar amablemente nos ayudaron a montar la casa.

一Tomen, jóvenes 一nos dio una radio一, esto es por si llega a pasar algún incidente y necesitan asistencia de nuestra parte. Cuídense 一se despidieron los adultos y ella y yo quedamos solos.

Prendimos una fogata y ella sacó unos bombones y agua para un chocolate o café, cualquiera de las dos opciones que quisiéramos tomar.

一Llegó el momento para contar historias de terror, Hoseok 一habló Beth con un tomo fuerte y tenebroso一 ¡Bienvenido a la casa de VANTE! 一gritó en seco.

一¿¡Qué!? 一exclamé fuertemente mientras recordaba lo que antes había pasado.

一¡Sí! Estamos en donde antes el antiguo rey Kim Vante gobernaba. Estamos arriba de la ruinas de su casa... Y el lugar es famoso por tener las apariciones de él, por eso quise venir... 一informó cuando una ventisca fría comenzaba a surgir.

Este apagó la fogata y pude sentir de nuevo aquella respiración caliente en mi cuello.

一Ahora sabes que estás en mi casa, querido... Nos divertiremos juntos...

Fin. Parte 1